Dicen que para encontrar algo no conviene centrarse demasiado en buscarlo. Algo parecido parece ocurrir cuando las empresas persiguen únicamente el beneficio.
Así, encontramos todo tipo de ejemplos que muestran que las empresas más diversas e inclusivas son más productivas, más rentables y atraen más talento, que la RSC es rentable para los negocios y que las empresas sociales generan estabilidad en épocas de crisis.
Las empresas con impacto social son cada vez más rentables, debido principalmente a que los consumidores —conscientes de la influencia que ejercen con su dinero— se fijan cada vez más en ellas.
Esa es la razón por la que, con el tiempo, despuntan aquellas empresas cuyo objetivo primario son los valores que nos hacen más humanos.
En este post veremos algunos ejemplos de casos de éxito de empresas con impacto social.
Hace unos años, el ingeniero Guillermo Martínez diseñó una nueva prótesis para personas carentes de brazo y codo. Nacía Ayúdame 3D. Fue un éxito que le llevó a romper la barrera de los 150 encargos anuales y los 100 socios. La necesidad de este tipo de prótesis se explica sola cuando se observan las siguientes imágenes, en las que un niño es capaz de usar sus manos protésicas y abrazar.
L’estoc es una cooperativa social que diseña mobiliario que ella misma produce usando materiales de desecho y reciclándolos en diferentes opciones de mobiliario y decoración.
«El proyecto nació con un doble objetivo: transformar los residuos en muebles y dignificar la vida laboral de las personas con algún tipo de discapacidad intelectual», explican en su web.
En L’estoc hacen uso de una fuerza de trabajo a menudo ignorada y son la prueba de que una nueva forma de mirar la sociedad es necesaria. En la actualidad, trabajan para comercios, restaurantes, oficinas y otros espacios.
Encantado de Comerte fue reconocida en el TOP 50 por la ONU dentro de la categoría para mejorar los sistemas alimentarios. Como el modelo de producción y distribución de comida no funciona de manera óptima, un tercio de la comida producida a nivel mundial —junto a todo su impacto ambiental— se tira a la basura sin ser consumida. Al mismo tiempo, una de cada cuatro personas tiene problemas para acceder a una alimentación digna.
Esta app pretende dar salida rápida a los alimentos que no se han vendido pero que aún no son un desperdicio.
La empresa social Gravity Wave nace con el objetivo de limpiar el mar por parte de la ciudadanía y trabajadores del mar. Inspirados en la recogida de residuos en las playas, esta empresa involucra a otras empresas y entidades locales costeras para que limpien el mar.
El plástico recuperado se recicla para diseñar objetos funcionales y con plástico 100 % recuperado del mar, como bolsas de la compra que duren muchos años o muebles.
Auara tiene un objetivo social: llevar agua potable a lugares que no la tenían. El mecanismo consiste en la venta en países ricos de agua cuyos beneficios empresariales ayudan a abrir pozos potables en la otra parte del mundo, donde llevar redes de saneamiento también es imprescindible. Esta forma de dar de beber a dos mundos muy separados puede considerarse un sistema de transferencia global.
Specialisterne es una empresa social que emplea a personas neurodivergentes —como personas dentro del espectro autista— para encontrar un nuevo enfoque a los proyectos.
Su foco de talento se encuentra en departamentos IT y administrativos, en los que algunas características de las personas neurodivergentes encajan realmente bien. La neurodiversidad y la neurodivergencia son aún conceptos poco conocidos, pero con grandes retos sociales y, como ha demostrado esta empresa, grandes oportunidades.
El área de calidad y control de servicio de IT de CaixaBank trabaja con Specialisterne desde principios de 2023. Algunos de sus consultores se encargan de validar el funcionamiento de ciertos servicios de la entidad antes de lanzarlos al mercado y hacen pruebas de testeo.
Adalab es una escuela de tecnología orientada al impacto social cuya misión principal es la reducción de la brecha de género formando talento femenino dentro de sectores como la programación, el análisis de datos o la ingeniería de datos, y en general el desarrollo tecnológico, a través de bootcamps.