Es una lacra con raíces profundas que cada día se cobra la vida de casi 140 mujeres en todo el mundo, según cálculos de la ONU. La violencia contra la mujer es una amenaza que condiciona a millones de personas en todo el mundo. También se trata de un problema complejo ante el que no siempre sabemos actuar. Sin embargo, tenemos a nuestro alcance múltiples recursos que nos ayudan a reconocer, prevenir y reaccionar adecuadamente ante este desafío.
En el origen de este fenómeno se encuentran las profundas desigualdades que todavía afectan a muchas mujeres en todo el mundo. Son ellas las que llevan a muchas víctimas de violencia de género a normalizar ciertos signos que indican que una relación acabará marcada por el maltrato. También a encontrarse en una situación de vulnerabilidad, ya sea emocional o económica, que agrava y cronifica el problema.
Acabar con este problema es uno de los principales retos a los que se enfrentan países de todo el mundo. De hecho, forma parte del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) n.º 5 de la ONU -Igualdad de género-, que contempla entre sus metas la eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas como una de las claves para construir un mundo más próspero y pacífico.
Por este motivo, organismos públicos y privados ponen a disposición de las víctimas y del resto de ciudadanía todo tipo de herramientas para que puedan reconocer y hacer frente a esta lacra de manera eficaz. La prevención, en este sentido, es imprescindible. Así, el Ministerio de Igualdad ofrece una serie de materiales y recursos que ayudan a detectar cuanto antes el problema y a dar los pasos necesarios para neutralizarlo.