Conceptos básicos de cultura financiera
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CaixaBank
10 Febrero, 2016
Diversificación de las inversiones, IPC, interés simple y compuesto… ¿Conoces estos conceptos financieros? Según el Test de Alfabetización Financiera de Standard & Poor’s, 51 de cada 100 españoles no lo hacen y han suspendido la prueba. España solo supera en el ranking a Grecia (45%), Italia (37%) y Portugal (26%), y está por debajo de la media de la UE, que se ha quedado en un 55%.
Si todavía no estás muy familiarizado con ellos, en este post te los explicamos uno a uno y de forma sencilla:
- Diversificación de las inversiones
¿Tienes ahorros y quieres sacarles interés? ¿Estás pensando en ahorrar al largo plazo? Si es así, debes tener muy en cuenta la diversificación para invertir. Esto es lo que comúnmente se conoce como “no poner todos los huevos en la misma cesta”, y responde a uno de los principios básicos de la inversión: el riesgo.
Por ejemplo, si tenemos acciones de una compañía de seguros y caen un 5%, el riesgo es mucho mayor que si tenemos acciones de tres compañías. Por el comportamiento natural del mercado, sería complicado que, aparte de las acciones de la compañía de seguros, cayeran un 5% las acciones de una empresa tecnológica y de una de infraestructuras.
Warren Buffett, uno de los gurús de Wall Street, afirmó que “una diversificación amplia es para cuando un inversor no entiende del todo bien lo que está haciendo”. Precisamente, esta debe ser la máxima que hay que tener en cuenta cuando no conocemos con completo detalle todo lo que rodea a nuestra inversión. Además, antes de pensar en cómo diversificar, es importante tener claros nuestros objetivos. ¿Quiero ahorrar al largo plazo u obtener buena rentabilidad al corto? ¿Es para mis hijos o para mi jubilación? Preguntas como estas son básicas y se pueden resolver con herramientas on-line como las de la OCU.
- En la capacidad de compra convergen dos factores básicos: cuánto ingreso y cuánto sube el precio de los bienes y servicios
Los ingresos provienen del trabajo, la venta, las inversiones, etc. Para saber cuánto dan de sí estos ingresos existe el índice de precios al consumo (IPC), el instrumento que mide la evolución del precio en la cesta familiar formada por 489 productos (alimentos, transporte, vivienda, ocio, enseñanza, etc.).
Por ejemplo, si los ingresos de una persona crecen de un año a otro un 5% y el IPC lo hace solamente un 2%, este ciudadano tendrá un 3% más de capacidad de compra, o lo que es lo mismo, podrá comprar un 3% más de bienes y servicios de la cesta familiar. Al contrario, si sus ingresos subieran un 2% y el índice de precios lo hiciera en un 5%, sería al revés: con sus ingresos podría comprar un 3% menos de bienes y servicios que el año anterior.
- Interés simple
Este concepto hace alusión al beneficio de una inversión teniendo en cuenta únicamente el capital inicial, dado que los intereses se retiran al vencimiento de cada periodo. La fórmula, muy sencilla, es el resultado de multiplicar el capital inicial por la tasa de interés por el número de periodos.
Is = C·R·T *
* Is = interés simple | C = capital | R = tasa de interés | T = número de periodos
Por ejemplo, si queremos invertir 1.000 euros al 3% de interés simple, obtendremos 30 euros de interés en cada periodo, dando un acumulado de 1.030 euros en el primero, 1.060 en el segundo, 1.090 en el tercero y así sucesivamente.
- Interés compuesto
Mientras que el interés simple solo genera valor sobre la cantidad inicial, en un interés compuesto el beneficio tiene en cuenta, además de la tasa de interés y el tiempo, los intereses logrados en el periodo anterior que se reinvierten añadiéndose al dinero inicial. Siguiendo el mismo ejemplo de antes, en un interés compuesto, 1.000 euros también generarían 1.030 euros en el primer periodo, pero pasarían a ser 1.060,9 euros en el segundo (interés calculado sobre 1.030 euros) y 1.092,7 en el tercero (interés calculado sobre 1.060,9 euros).
Esta es la magia del interés compuesto o, como lo calificó Einstein, “la fuerza más poderosa del universo”. Para simplificar su cálculo hay una norma no escrita en finanzas: la regla del 72, que permite saber el número de años necesarios para que una inversión de interés compuesto doble su valor. Es el resultado de dividir 72 entre el tipo de interés.
Puedes ver las diferencias en la evolución del interés simple y el compuesto con esta sencilla gráfica.
La apuesta de CaixaBank
Como entidad bancaria, ayudar a interiorizar estos y otros conceptos financieros es un compromiso que tenemos muy presente en nuestro día a día al ofrecer recursos para los pequeños, jóvenes y adultos. Además, MicroBank, el banco social de ”la Caixa”, ha desarrollado el programa Educación Financiera, una iniciativa que impartió 100 talleres el año pasado.
Además, para fomentar la cultura financiera entre la opinión pública y el sector educativo, el pasado 5 de octubre tuvo lugar el I Día de la Educación Financiera, donde se celebraron diferentes actividades en las escuelas y se habilitó un teléfono gratuito para resolver dudas domésticas.
Si quieres saber más sobre este tema, descubre el hashtag #EducaciónFinanciera o visita este apartado en nuestro blog.
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