Donde hay agua, hay vida. Esta frase es tan cierta hoy para los científicos que buscan agua en Marte como lo era hace 4.000 años para las civilizaciones de la Edad Antigua que florecieron a las orillas de los mares y ríos. Y la pretensión de la Comisión Europea es recuperar este saber popular, que parecía haberse olvidado, y convertir este recurso en el motor que impulse la transformación económica.
La economía azul se basa en conservar y aprovechar los mares y océanos (que suponen el 70 % de la superficie de nuestro planeta) para impulsar un desarrollo sostenible que haga crecer los diferentes sectores económicos relacionados con el medio marítimo. Desde la pesca hasta el turismo, pasando por la generación de electricidad a partir de fuentes marinas, son numerosas las actividades que se circunscriben a la economía azul, generando ya casi 5,4 millones de puestos de trabajo.