Hace apenas 20 años, los coches inteligentes con un sinfín de funcionalidades parecían más propios de los proyectos de alto secreto de tecnología militar o de los deseos juveniles alimentados por el cine y la televisión. Hoy en día, cualquier utilitario del segmento B incluye funciones que hasta hace poco eran impensables.
El sector de la automoción ha vivido en los últimos años una evolución constante, pero los expertos prevén una auténtica revolución de la industria en el futuro cercano. La búsqueda de mayor potencia, resistencia o aerodinamismo probablemente continuará siendo una meta en los nuevos modelos, pero lo que verdaderamente determinará un cambio en la concepción misma del automóvil será el peso que tendrá la informática en el avance tecnológico de esta industria.