La irrupción de la COVID-19 dejó muy tocada a la economía española. La evolución desfavorable de la pandemia y unas restricciones más duras al inicio de la crisis llevaron a cerrar el año 2020 con una abrupta caída del PIB del 10,8 %, un descenso no visto desde, al menos, la Guerra Civil.
Detrás de esta contracción se encontraba el duro golpe que habían sufrido las actividades terciarias, sobre todo las ligadas al turismo, y algunas características propias de la economía española, como la elevada temporalidad de la ocupación o el reducido tamaño empresarial.
Un año después del inicio de la crisis y con la vacunación de la población a pleno rendimiento, España se prepara para poner en marcha el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), a través del cual se desembolsarán más de 70.000 millones de euros en forma de transferencias en el período 2021-2026 de los conocidos como fondos europeos Next Generation. Pero, ¿cuál será su impacto real en la economía española?
Los expertos de CaixaBank Research explican en el dosier Fondos europeos NGEU: una oportunidad histórica para reformar bien que el PRTR tendrá un efecto positivo para la economía española porque se trata de un plan fundamentalmente de inversión y estará apoyado en reformas estructurales, lo que permitirá virar hacia regímenes regulatorios más flexibles y lograr que los efectos perduren más allá de la implementación del plan.
También apuntan que, al ser una ayuda coordinada y procedente de la Unión Europea, cabe esperar un impacto positivo adicional derivado de los efectos que tendrá en los distintos países. Además, la coyuntura es oportuna, especialmente después de haber superado el primer shock de la COVID-19 combinado con un entorno de tipos de interés muy bajos.
Partiendo de esta base, han proyectado dos escenarios para ver cuál podría ser la evolución de la economía española en función de cómo se desarrolle el PRTR.