En España existen 1.345 instalaciones eólicas y 22.042 aerogeneradores. ¿El motivo? Las condiciones climáticas de la península Ibérica y los territorios insulares hacen que vientos de gran potencia barran el territorio de nuestro país, que cuenta con zonas donde se han llegado a alcanzar rachas de 248 km/h, como en Izaña, Tenerife.
La energía eólica genera la cuarta parte de la energía que se consume en nuestro país. Por su naturaleza, es una energía verde, ya que no genera emisiones ni residuos y es ilimitada. Además, es barata si la comparamos con la energía que proviene de combustibles fósiles (petróleo o gas).
En nuestras rutas por la energía sostenible en España, sugerimos un recorrido que nos llevará por Castilla‑La Mancha, Aragón y Canarias para conocer de primera mano la historia y la proyección de esta energía verde.
Partimos de una tierra de leyenda, donde don Alonso Quijano se batió en duelo con unos terribles gigantes. O eso creía. En Cerro Calderico, Consuegra (Toledo), encontramos un extraordinario conjunto de molinos que debieron ser muy parecidos a los que se enfrentó el personaje de la novela de Cervantes.
Aunque muchos datan del siglo XIX, algunos, como el molino Sancho (siglo XVI), son molinos más antiguos que se han reconstruido con materiales originales y sin alterar el mecanismo. Tienen planta circular y son de mampostería. En la base se encuentra el silo, para almacenar el grano molido.
En la segunda planta se localiza el tamiz, que separaba harina de salvado, y en la tercera se encuentra el moledero, con la rueda catalina y el resto de maquinaria para moler el grano. La parte superior del molino cuenta con pequeñas ventanas que ayudaban al molinero a conocer la orientación del viento para ajustar las aspas.
El mecanismo es sencillo y se parece mucho al de molinos de otros lugares de Europa, como los molinos holandeses. La fuerza del viento recogida por la acción de las aspas se transmite a través de un eje a las piedras del molino. En este eje se encajan la rueda y el engranaje que la hace triturar el grano contra otra piedra.
De los doce molinos de Cerro Calderico, algunos, como Sancho, Rucio, Bolero y Espartero, mantienen su maquinaria completa. En tu visita podrás profundizar en cómo se ha aprovechado la energía eólica a lo largo de la historia.
Además de los molinos, Consuegra cuenta con un castillo del siglo X perteneciente a la Orden de San Juan. El castillo está restaurado y se puede visitar, pudiéndose contemplar con mobiliario y armas que nos harán sentir como lo hacían los caballeros de la Edad Media. Y de aquí viajamos a otra joya medieval de las muchas que luce Aragón.
Pero no es el único atractivo de Villar de los Navarros. Su singular iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, de estilo mudéjar, es Bien de Interés Cultural y una de las construcciones mudéjares aragonesas declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Data del siglo XVI y llama especialmente la atención su decoración mudéjar en frisos de esquinillas, fajas en zigzag, arcos mixtilíneos o paños de cruces. Cuenta con una torre en forma de almena y chapitel piramidal.
Villar de los Navarros es, además, famoso por la batalla carlista que se libró allí el 24 de agosto de 1837, que se considera la primera batalla recogida por un corresponsal de guerra. Y de Aragón ponemos rumbo al sur. La última parada de nuestro viaje nos espera.
Hasta ahora hemos hablado de la generación eólica en tierra, pero España tiene también una oportunidad notable en la eólica marina. Consiste en la instalación de aerogeneradores offshore, es decir, en zonas habilitadas para ello (reguladas por las administraciones).
Estas instalaciones cuentan con una ventaja frente a las terrestres: los vientos marinos presentan mayor fuerza y constancia, lo que puede equilibrar la irregularidad de las renovables y aumentar su volumen de producción, ampliando el peso de las energías verdes en el mix energético.
Otra ventaja, debido a su productividad, es que el coste de la instalación es menor, lo que aumenta su rendimiento y baja el precio del kW. Por último, entra en juego la tecnología: si hasta ahora solo era viable instalar este tipo de aerogeneradores en la plataforma continental, que en el caso de las costas españolas es muy exiguo, en la actualidad existen soluciones flotantes que permiten establecer parques en alta mar, y Gran Canaria ha acogido la primera prueba de estas características.
El protagonista de esta prueba es el prototipo de aerogenerador flotante X30, que por su diseño es respetuoso con el medio ambiente, en especial con el fondo marino, y permite actividades como la pesca.
El primero de estos aerogeneradores se encuentra en el campo marino de ensayos de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), frente a la costa de Gran Canaria, y está produciendo sus primeros kWh en nuestro país a través de este sistema.
Estando en Gran Canaria, no hay que desaprovechar la oportunidad de disfrutar de su incomparable fauna marina. Existen varias compañías que ofrecen recorridos a bordo de barcos, acompañados de biólogos marinos, que ayudan a identificar las especies para avistarlas, conocerlas y respetarlas, intentando que la travesía no resulte invasiva en el entorno.
Puerto Mogán o Puerto Rico son algunos de los enclaves desde donde parten estos recorridos en los que se pueden contemplar peces voladores, delfines o ballenas, además de otras especies ornitológicas. La brisa marina es la encargada de poner el cierre a nuestro viaje por la energía eólica de hoy.
