El sector de la construcción está atravesando un buen momento. Pese a la pandemia, la compraventa de pisos aumentó un 40,6 % en septiembre de este año respecto al mismo mes de 2020 y un 44,75 % más que en 2019, informa el INE. La cifra supera las 50.000 viviendas solo en el mes de junio. Ante unos datos como estos, surge la duda de si se acerca o no un boom inmobiliario.
¿Estamos ante otro boom inmobiliario?
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CaixaBank
29 Diciembre, 2021
¿Por qué se produce este crecimiento?
Se está produciendo una recuperación con vigor que no deja de sorprender. Durante los nueve primeros meses del año se ha vendido un 38 % más de inmuebles que en el mismo periodo del año pasado, recoge el INE.
Según el diario El Economista, citando el informe inmobiliario de Forcadell y la Universidad de Barcelona, 2020 fue un año en el que el mercado experimentó una pequeña recesión. Las transacciones se redujeron y el precio de la vivienda usada comenzó a caer. Sin embargo, este retroceso fue menor de lo que se esperaba, ya que entraron en juego factores como unos tipos de interés en negativo y el auge en la concesión de hipotecas.
No obstante, no hay temor en el sector a una burbuja inmobiliaria como la vivida en 2007-2008, ya que, entre otras variables, las condiciones para ofrecer financiación son más exigentes ahora que en el pasado, como recoge El Mundo.
Al haber un aumento en la oferta y una confianza en la recuperación, los compradores se están animando. Hay que tener en cuenta que, a principios de 2020, con la llegada de la COVID-19, las transacciones en el sector se frenaron. Fue una consecuencia directa del confinamiento y del estado de alarma. En un momento de incertidumbre como este, las prioridades de los compradores se centraron en adaptarse a este cambio. Una vez llegó la desescalada, se incrementó la compraventa.
¿Se está generando un nuevo boom?
Si bien podría estar produciéndose, su nivel no será como el de la crisis anterior. La euforia se empezará a detener en 2023, una vez la situación económica se estabilice y lleguemos a una vuelta a la normalidad, según recoge el informe inmobiliario de Forcadell y la Universidad de Barcelona.
Durante este último año, la mayoría de los hogares ha ahorrado. Al reducirse las posibilidades de gasto, la solución más acertada fue la de guardar el dinero. De esta forma, no solo se cubren ante la incertidumbre, sino que cuentan con un excedente que utilizar en una situación favorable.
Junto a estos factores, algunas transacciones que estaban previstas para el inicio del confinamiento podrían estar cerrándose en este año. Esta situación habría hecho que los datos sobre compraventa de vivienda fueran más abultados. Los notarios y registradores de la propiedad detuvieron su actividad salvo urgencias, lo que justificaría un ligero aumento en las cifras finales.
¿Vivienda nueva o de segunda mano?
El mercado de vivienda de segunda mano muestra una clara recuperación respecto a meses pasados. Casi el 80 % de los inmuebles que se vendieron en septiembre de 2021 eran de segunda mano, unos 42.477, la mayor cifra desde mayo de 2007.
Este mercado sufrió un freno durante los primeros meses de pandemia. Pero en los meses posteriores se han disparado las herencias, hecho que ha provocado un incremento del 80,5 % en las transmisiones de fincas. La causa sería la alta mortalidad producida por la pandemia.
Gonzalo Bernardos, director del Máster de Asesoría, Gestión y Promoción Inmobiliaria de la Universidad de Barcelona, explica en El País que “la escasez de obra nueva deriva demanda hacia las casas usadas y, si esta se traduce en subidas de precio desorbitadas, llegarán las primeras señales de alarma en el sector”. Se estima que los precios aumenten este año cerca de un 5 %, tendencia alcista que se mantendrá el año que viene, recoge el mismo medio.
Sin embargo, no hay que descartar la preferencia de los compradores por la vivienda nueva. Muchos buscan pisos amplios, bien iluminados, con jardín y que permitan el teletrabajo. El diario El Mundo informa de que la compra de estas viviendas ha aumentado un 71 % en junio.
Asimismo, la mayor parte de las viviendas de obra nueva se encuentra en la periferia, una zona ideal para dedicarse al teletrabajo.
¿Qué sucederá con el encarecimiento de materias primas y materiales?
Los precios de las materias primas están creciendo significativamente desde 2020, mientras los PIB de las principales economías mundiales caían, a excepción de China. El escenario de una oferta casi congelada, una demanda debilitada por las restricciones de movilidad y mercados ha provocado un desajuste entre los precios de las materias primas y la actividad de la economía real.
Ante una situación como esta, las viviendas, en especial las de obra nueva, encarecerían su precio. Por tanto, el crecimiento actual se vería mermado.
Así que, de darse un crecimiento en el precio de las materias primas y materiales en los próximos meses, es posible que la euforia del momento en el sector inmobiliario se termine por apaciguar. No obstante, habrá que esperar para ver cómo se van desarrollando los acontecimientos.