El reciclaje de productos es un paso crítico e indispensable de la economía circular. Después de reducir la necesidad de elementos materiales y reutilizar aquellos que no pueden ser sustituidos por soluciones de menor impacto, el reciclaje al 100 % es un punto obligatorio. Algunas marcas ya utilizan como materias primas objetos obsoletos, mientras que otras reciclan la totalidad de sus productos.
10 ejemplos de reciclaje de productos que utilizan grandes marcas
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CaixaBank
22 Junio, 2022
Reciclaje de ropa para fabricar otros tejidos
La ropa puede reciclarse cuando es imposible donarla debido a que la prenda está irremediablemente dañada. Para ahorrar en materias primas, dado que es más barato reciclar que producir de nuevo con materias primas, muchas marcas recogen ropa usada. Isabel Marant, Mango, H&M, Intimissimi o Zara se encuentran entre ellas, y algunas incluso hacen descuentos por kilos entregados.
Reciclar juguetes para fabricar muebles
Muchos de los polímeros (plásticos) que se usan en el día a día no pueden ser reciclados químicamente. La propia Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje habla sobre los límites de prácticamente todos los tipos de plástico. Pero muchos sí pueden ser triturados y prensados para fabricar muebles infantiles de alta durabilidad e infinitamente reciclables. Es el caso de ecoBirdy.
Recogida de terminales para evitar minería
La minería necesaria para fabricar tecnología móvil tiene un enorme impacto ambiental. Es por ello que algunas marcas como Orange recogen estos dispositivos para darles una segunda vida o reciclarlos. Vodafone ofrece descuentos si les das un móvil antiguo, y marcas como Zonzoo directamente permiten vender el terminal usado a cambio de dinero contante y sonante.
Invertir el ciclo de fabricación de papel
Para fabricar pasta de papel hace falta celulosa (al menos si se habla de papel convencional, ya que también existe el papel de piedra que no usa ni árboles, ni agua, ni cloro) y para ello suele ser frecuente la tala de árboles. Pero algunas empresas, como NewspaperWood, están reciclando periódicos para fabricar madera con la que montar muebles. El ciclo inverso. Y es rentable.
Reciclar botellas del mar para hacer calzado
Algunos polímeros que sí pueden ser reciclados, como el PET o el HDPE, terminan en el océano, dañando el ecosistema con su disolución a microplásticos. Eso sí, cada vez es más frecuente que algunas compañías “pesquen” residuos del océano y fabriquen con ellos tejidos sintéticos con los que, a su vez, fabricar calzado. Es el caso de las marcas Rothy’s y Everlane, Inditex, 4ocean, Parley o Adidas, entre muchas otras.
Recuperar objetos abandonados: circularidad total
Muy pocas marcas pueden demostrar ser completamente neutras en carbono, tener un ciclo de producción circular casi en exclusiva y generar cero desechos. Es el caso de Looptworks, una marca que usa objetos abandonados para confeccionar todo tipo de tejidos —para ropa, mochilas, zapatillas o mascarillas—, repara sus productos y no genera prácticamente residuos.
Cientos de marcas por la circularidad del plástico
En 2018, 250 empresas que por aquel entonces representaban el 20 % de la producción de embalajes plásticos del mundo se comprometieron a que en 2025 el 100 % de sus productos usarían únicamente plásticos reutilizables, reciclables o convertibles en compost. Tiene detrás la Fundación Ellen MacArthur por la circularidad y ONU Medio Ambiente auditará cada 18 meses.
Gafas de sol con materiales reciclados
Los tejidos, el papel o los polímeros son fáciles de reciclar y conformar nuevos materiales. No así los materiales con los que se fabrican elementos ópticos como las lentes de las gafas. Sin embargo, empresas como Parafina han sido capaces de convertir residuos plásticos y otros en la materia prima de sus gafas 100 % recicladas y reciclables, tanto la montura como el cristal. Otras marcas como Dick Moby fabrican gafas que luego es posible compostar.
Tarjetas biodegradables fabricadas con almidón y biomasa
En 2019, CaixaBank fue pionera en dispensar tarjetas bancarias fabricadas a base de almidón de maíz y biomasa, de forma que el resultado fuese una tarjeta de bajo impacto que, además, pudiese ser biodegradable. Este material recibe el nombre de PLA (ácido poliláctico) y es un tipo de bioplástico o biopolímero que no proviene del petróleo.
Asfalto de cartuchos de impresora y neumáticos
El asfalto tiene una oscura marca en el pasado y que se use principalmente para hacer carreteras no lo mejora. Sin embargo, el mismo asfalto puede pavimentar carriles exclusivos para bicicletas y usar para ello neumáticos viejos o cartuchos de impresora. Esto es lo que hacen universidades como la Politécnica de Madrid o empresas como Close the Loop, respectivamente.