Esta, que es la segunda serie de billetes, adoptó su nombre a partir del retrato de Europa, que aparece en los elementos de seguridad. Este personaje de la mitología griega, como explican desde el BCE, fue elegido por su clara asociación con el continente europeo y, además, añade un toque humano a los nuevos billetes.
Pero ¿por qué es necesario tener billetes nuevos? El desgaste a causa del uso, los billetes rotos por el paso del tiempo y los extravíos, son algunos de los motivos. La nueva Serie Europa emplea materiales más duraderos que harán posible una duración mayor, reduciendo así los costes y el impacto medioambiental.
Aparte de los comentados, el motivo principal, es ponérselo cada vez más difícil a los falsificadores. La Serie Europa incorpora nuevos elementos de seguridad, que ofrecen una mayor protección ante los intentos de falsificación. Para identificarlos, tenemos tres claves: “Toque, Mire y Gire”. Tocar la impresión en relieve y la calidad del papel; mirar el billete a trasluz y ver la marca de agua, el hilo de seguridad y la ventana con retrato; y girar el billete, para ver también la ventana con retrato, el holograma con satélite y los números en color esmeralda.
El BCE también da otras claves que nos ayudarán a reconocer un billete falso, aunque para ello se necesiten equipos especiales. Por ejemplo, se puede comprobar el micro texto que aparece en las diferentes puertas de los billetes y los distintos elementos que son visibles con la luz ultravioleta estándar y especial.
Los billetes, según explica el BCE, han sido diseñados “en estrecha colaboración con personas con problemas de visión con el fin de desarrollar billetes que incorporen características útiles para estos usuarios”. Por ejemplo, las cifras de gran tamaño son más oscuras, aumentando el contraste con el fondo para poder distinguirlas. Además, en los bordes se han incluido relieves y otras marcas táctiles distintas para cada denominación.
Aunque fueron presentados en septiembre, los billetes de 100 y 200 euros no serán puestos en circulación hasta el 28 de mayo. Según Yves Mersch, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, en este tiempo los bancos y comercios han podido adaptar cajeros y maquinarias, además de familiarizarse con las características de los nuevos billetes.
Esta adaptación empezó hace cinco años, cuando la primera denominación de la Serie Europa, de billetes de 5 euros, vio la luz. Después, en 2014, 2015 y 2017 se pusieron en circulación los billetes de diez, veinte y cincuenta euros.
Ante este cambio, no hay que alarmarse: los billetes “antiguos” seguirán en circulación unos años más y se irán retirando de forma paulatina.
