Responder o no responder. He aquí la cuestión que nos planteamos cada vez que vemos un número desconocido en la pantalla de nuestro teléfono. Ojalá resolverla fuera tan sencillo como descolgar y preguntar quién nos llama, tal y como hacíamos hace décadas. Claro que entonces no se había inventado la identificación de llamadas. Tampoco el spam ni los fraudes telefónicos eran un problema generalizado.
Hoy, los números ocultos y los desconocidos son para nosotros señales de alerta, porque suelen ser sinónimo de llamadas comerciales que no queremos atender, o incluso de intento de estafa. Sin embargo, también pueden serlo de oportunidades laborales, avisos importantes o incluso de un familiar que se ha cambiado de teléfono. En cualquier caso, saber quién está detrás del número que llama es importante para saber si debemos responder una llamada o bien devolverla después.