Guía práctica para entender los presupuestos generales del Estado

Oímos hablar de ellos cada año, pero no siempre los comprendemos como deberíamos. Saber qué son los presupuestos generales del Estado (PGE), para qué sirven y cómo es su proceso de aprobación es importante, ya que su influencia en el día a día de los ciudadanos es enorme.

Se trata de un documento en el que se prevén los ingresos y los gastos que tendrá el sector público estatal. Es algo similar a un presupuesto familiar, pero de dimensiones gigantescas: los presupuestos generales del Estado abarcan todos los gastos e ingresos de las entidades que integran el sector público estatal.

Este documento es uno de los instrumentos más importantes para la política económica del Gobierno, ya que establece los objetivos estratégicos de las diferentes políticas públicas que se quieren llevar a cabo y también los recursos que se asignan para cumplirlas.

Entre otras cuestiones, los PGE indican cuánto se va a gastar en cuestiones como las pensiones, la educación, la sanidad o las infraestructuras. También, de dónde va a salir el dinero necesario para ello.

Por cierto, los PGE no son los únicos presupuestos públicos que afectan a los ciudadanos: también elaboran los suyos la Unión Europea, las comunidades autónomas y las entidades locales.

Algo que no es muy conocido acerca de los PGE es que contemplan dos tipos de presupuestos: unos limitativos y otros estimativos. Es decir, unos que indican el gasto máximo en el que pueden incurrir ciertos agentes —como el Estado, los organismos autónomos o las entidades de la Seguridad Social— y otros que se limitan a estimar lo que gastarán las entidades a las que aplican —como las empresas y fundaciones públicas o las universidades no transferidas—.

En el caso de los presupuestos estimativos, se presentan de manera específica y adaptada a las peculiaridades de las entidades.

En el caso de los limitativos, los gastos se clasifican en tres categorías: por programas —indican en qué se gasta—, económica —cómo se gasta— y orgánica —quién efectúa el gasto—.

Por su parte, los ingresos se estructuran según una clasificación orgánica —que ayuda a distinguir si el ingreso procede del Estado o de la Seguridad Social, por ejemplo— y otra económica —si los ingresos proceden de operaciones financieras o no financieras, como impuestos y tasas—.

Los presupuestos generales del Estado son muy exhaustivos y extensos, y puede resultar fácil perderse en ellos. Por eso, cuando se elabora un proyecto de PGE para llevarlo a las Cortes, su contenido se explica en varios libros identificados por colores:

– Libro rojo: es el documento básico que incluye la documentación que integra la Ley de Presupuestos Generales del Estado una vez aprobada por las Cortes. Contiene el articulado de la Ley y los estados numéricos de ingresos y gastos.

– Libro verde: en los tomos de este libro encontraremos información auxiliar y de desarrollo contable. Comprende el desarrollo de los ingresos y gastos, los proyectos de inversión pública en varios años clasificados por territorios y algunos anexos.

– Libro amarillo: el libro amarillo de los PGE sirve para explicar las grandes cifras que contienen los presupuestos generales del Estado. Entre otras cuestiones, recoge las principales características de los presupuestos generales del Estado, las políticas de gasto, la financiación de las administraciones territoriales y la inversión pública.

– Libro gris: la documentación identificada con este color recoge información adicional a la Ley de Presupuestos Generales del Estado, como la liquidación de los presupuestos del año anterior y el avance de la liquidación del ejercicio actual o los gastos de funcionamiento e inversiones del Banco de España.

– Libro azul: en esta serie se recogen informes transversales a los presupuestos generales del Estado —de impacto de género, impacto sobre la infancia o en la familia, por ejemplo—.

En cuanto a la elaboración de los presupuestos generales del Estado, esta es una tarea que debe realizar el Gobierno. Son las Cortes las que examinan el proyecto presentado por el Gobierno, lo enmiendan y, en su caso, lo aprueban.

El ciclo presupuestario pasa por varias fases:

– Actualización del Programa de Estabilidad: antes de nada, hay que presentar cada año ante la Unión Europea un diagnóstico de la economía española y cómo se orienta su política económica. A partir de ese análisis, se realizan proyecciones presupuestarias a tres años.

– Informe de situación de la economía española: en este documento se estiman las magnitudes económicas más relevantes, un ejercicio que sirve para fijar los objetivos de estabilidad presupuestaria. Lo elabora el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Para ello, tiene en cuenta las previsiones de la Unión Europea. También consulta al INE y al Banco de España.

– Orden de elaboración de los PGE: la elabora el Ministerio de Hacienda y Función Pública y sirve de pistoletazo de salida para el proceso de elaboración de los presupuestos generales del Estado. Básicamente, dicta las normas para hacerlo (plazos, estructuras, documentación…).

– Acuerdo sobre los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública y el límite de gasto no financiero del Estado: en el primer semestre de cada año, el Gobierno fija el objetivo de estabilidad y el de deuda pública para el sector público durante los siguientes tres ejercicios. Este documento se envía a la Cortes para su aprobación. También incluye el límite de gasto no financiero del presupuesto del Estado para el ejercicio siguiente.

– Aprobación del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado: el Ministerio de Hacienda y Función Pública eleva el anteproyecto de PGE para que el Gobierno proceda a su aprobación. Hay que enviarlo a las Cortes al menos tres meses antes de que expiren los PGE del año anterior.

– Plan Presupuestario del Reino de España: este documento hay que presentarlo ante la Unión Europea como muy tarde el día 15 de octubre. En él se informa sobre el proyecto de presupuesto para el próximo ejercicio, entre otras cuestiones.

– Aprobación de la Ley de Presupuestos Generales del Estado: una vez debatidos los PGE y finalizado el proceso de enmiendas en el Congreso y el Senado, se aprueba en su caso la Ley de Presupuestos Generales del Estado, que entrará en vigor el día 1 de enero del ejercicio correspondiente.