Si vives en estos países, te ha tocado la lotería (o casi)
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Bankia
24 Agosto, 2015
Ahora que nos gusta medirlo y cuantificarlo todo, tratar de establecer casi empíricamente qué país es el mejor para nacer y vivir es algo que se ha convertido en un tema de debate y estudio constante.
En The Economist publicaron en 2012 la clasificación de su índice “Dónde nacer ” -anteriormente llamado índice de calidad de vida- y dejaron claro que el mejor país para nacer era, sin lugar a dudas, Suiza. No obstante Australia, Noruega, Suecia, Dinamarca y Singapur cerraban un sexteto que puntuaba por encima del 8 sobre 10 en ese particular test. Entre los aspectos que puntuaban estaba el PIB per cápita, la esperanza de vida, el clima, las libertades políticas o la seguridad laboral (medida a través de las tasas de desempleo). Y una frase curiosa como conclusión: “Lo aburrido es mejor“.
España estaba situada en el puesto número 28 y con un 6,96 de puntuación.
Ésta no es la única clasificación que encontramos en este tipo de debate: otros medios algo menos conocidos como LifeStyle9 declaraban a Singapur el país más atractivo de forma global para nacer y vivir, y sorprendía el segundo puesto de Qatar, al que seguían Dinamarca, Australia, Suiza, Hong Kong y -de nuevo sorpresa- Emiratos Árabes Unidos. España, por cierto, no figura en ese estudio que solo incluía a los 30 primeros clasificados.
Hay más métricas que tratan de diferenciar a los mejores países del mundo para vivir en base a factores más específicos. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) clasifica a los 34 países miembros según la proporción de tiempo dedicado al trabajo y a la vida familiar, tiempo libre y cuidado personal. En la última edición Australia salió vencedora por delante de Suecia, Noruega, Suiza, Dinamarca o Canadá. España ocupa el puesto 19 en ese estudio.
Entre esos parámetros destaca, cómo no, el financiero. ¿Cuáles son los países económicamente más fuertes en todo el mundo? Es lo que trataba de averiguar Bloomberg hace pocos meses con un informe en el que nos hablaba de “Las 15 economías más felices de todo el mundo“. En ese estudio se incluían a 51 países y se les evaluaba en base a la inflación y el desempleo, dos parámetros que configuraban el “índice de miseria” según este diario. El resultado, sorprendente: Tailandia -con menos de un 1% de desempleo- y Suiza se situaban como clarísimos destacados, muy por encima de otras naciones que parecen tener economías “más tristes”.
Japón, Corea del Sur y Taiwán cerraban el quinteto de cabeza, mientras que Alemania era -anecdóticamente para muchos profanos- la que cerraba el grupo de los 15 primeros clasificados, por detrás de Nueva Zelanda, Islandia o Malasia. España, por cierto, estaba en una preocupante posición: la 46 de 51, solo por delante de Grecia, Ucrania, Sudáfrica, Argentina y Venezuela.
Pero ni todo son cifras ni las cifras, en sí mismas, significan felicidad o infelicidad, pues hablamos de algo dificilísimo de medir y que, encima, hace referencia a sentimientos y a personas. Así que merece mucho la pena destacar como colofón un estudio que nació en España y hoy es referencia mundial: el Pemberton Happinex Index, en el que España está quinta del mundo, solo por detrás de Costa Rica, México, Brasil y EE.UU., con un 7,02 de nota sobre 10.
Este índice, creado por el Instituto de la Felicidad de Coca-Cola y que lleva el nombre del inventor de la bebida, mide la felicidad desde una percepción subjetiva: pregunta a miles de personas cómo se sienten de felices (con unas cuestiones trabajadas por expertos), y lo mezcla con el nivel de empleo y retribución que percibes. Por tanto, es quizá el más humano de los estudios que se hace y puede que el más certero en cuanto a la medición de cómo dicen sentirse los habitantes de cada país.
Como se sabe, la economía española ha pasado por tiempos difíciles -más que otros países- y está remontando; pero existen otros muchos factores que contribuyen a la calidad de vida. Algunos poco parametrizables por esas grandes del análisis financiero, desde luego. Y por eso mismo es por lo que para muchos sigue siendo cierto eso de que España es un país muy apetecible para vivir. Y si la economía sigue evolucionando bien, lo será cada vez más ;).