Desde el año 2015, la economía española no ha dejado de crecer por encima de la media de la eurozona. No obstante, en el mismo periodo de tiempo, la tasa de ahorro ha caído hasta mínimos históricos. En teoría, eso podría indicar un escaso margen de maniobra de los hogares españoles con respecto a sus decisiones de consumo en el caso de que la situación económica empeore.
No obstante, Oriol Carreras, economista en el Departamento de Estudios del Área de Planificación Estratégica y Estudios de CaixaBank, considera que aún es pronto para realizar esta afirmación: «Es probable que la tasa de ahorro empiece a recuperarse ligeramente en los próximos trimestres y, además, la situación financiera de los hogares ha mejorado sustancialmente respecto a los años anteriores a la crisis», escribe el experto en el artículo «¿Seguirá cayendo la tasa de ahorro española?», que se incluye en el Informe de CaixaBank Research correspondiente al mes de abril.
En el artículo, Carreras analiza la evolución de la tasa de ahorro evaluando las perspectivas de sus dos variables: el consumo y la renta bruta disponible (RBD). Y puesto que el consumo se financia, en gran medida, mediante la RBD, la principal pregunta que plantea es… ¿cuál será el diferencial de crecimiento entre ambas?
«Desde 2015, el consumo ha repuntado con fuerza y ha crecido por encima de la RBD, lo que provoca el deterioro de la tasa de ahorro. Sin embargo, nuestra previsión es que, en los próximos años, este patrón se revierta y el consumo crezca por debajo de la RBD», escribe Oriol Carreras. La razón que aduce para ello es el desvanecimiento del efecto del «consumo embalsado»: el fuerte empuje del consumo en los últimos años se explica, en gran parte, por la materialización de planes de consumo que los consumidores habían pospuesto a lo largo de la crisis. Y ahora que se han puesto al día, lo esperable es que las familias moderen su patrón de consumo.