Saber si tu smartphone tiene un malware es más importante de lo que parece. Este problema puede acarrearte dolores de cabeza importantes, como el robo de información para suplantar tu identidad o fraudes con tus cuentas bancarias.
Además de tener precaución —muchas veces son los propios usuarios quienes abren la puerta al malware en sus teléfonos—, no está de más reconocer algunas señales que indican que tu smartphone tiene un virus o algún otro pasajero indeseado.
Que un teléfono móvil vaya más lento y se sobrecaliente es algo habitual en terminales que se van quedando desfasados y tienen problemas de rendimiento. También lo es en aquellos que agotan su espacio de almacenamiento.
Lo que no es tan corriente es que estas dos características se presenten de un día para otro y en circunstancias extrañas.
Al notar estos síntomas, conviene plantearse algunas cuestiones. Por ejemplo, si el teléfono móvil está muy caliente después de un rato sin utilizarlo ni cargarlo, si su capacidad de almacenamiento empeora por momentos o si la temperatura ambiente es normal.
Si la respuesta a estas preguntas es sí, ha llegado la hora de sospechar. Esto se debe a que el malware puede ejecutarse en segundo plano o cuando no estemos utilizando el terminal —es decir, sin que lo sepamos— y sobrecargarlo. Es entonces cuando pueden aparecer, sin razón aparente, la lentitud y la temperatura excesivas en un teléfono móvil que no tiene por qué presentarlas.
Estos síntomas están relacionados con los dos anteriores. Cuando se ejecutan aplicaciones maliciosas en segundo plano, es habitual que consuman datos constantemente para enviar la información que recopilan en el smartphone.
Por esa misma razón la carga de la batería se suele consumir rápidamente, algo que no suele ser normal. Esto se debe a que el teléfono estará realizando procesos sin parar, incluso cuando no lo estamos utilizando.
Si se advierte un consumo de datos exagerado o la batería pierde facultades visiblemente, es preciso echar un vistazo a las apps que están instaladas y desechar las que no se conozcan.
Que aparezca publicidad cuando utilizamos el móvil para ver un vídeo o jugar es algo muy habitual. Por eso, se puede dar la paradoja de que un síntoma tan llamativo como que aparezca de repente publicidad en medio de nuestra pantalla nos pase inadvertido.
Aquí la cuestión consiste en fijarse si esa publicidad aparece en cualquier momento y sin importar la aplicación que estemos utilizando. Que esto ocurra no quiere decir exactamente que nuestro smartphone tenga un malware, pero sí es probable que hayamos instalado sin pretenderlo una aplicación que se dedica a mostrarnos publicidad no deseada.
Algo similar ocurre con las notificaciones no deseadas: podemos estar siendo víctimas de spam.
En estos casos, conviene identificar qué aplicación de las que están instaladas está detrás de este comportamiento. Y, por supuesto, desinstalarla de inmediato.
Este es tal vez uno de los síntomas más alarmantes: si el smartphone empieza a realizar por sí solo acciones que deberíamos efectuar nosotros —como abrir aplicaciones o acceder a archivos—, es muy probable que alguien lo esté manejando de manera remota.
También puede ser que un malware esté llevando a cabo labores para hacerse con nuestros datos o robar nuestras contraseñas.
Hay que sospechar, además, si notamos que el propio teléfono no obedece a nuestras órdenes. Es decir, si intentamos desinstalar una aplicación y no nos lo permite, o si cierra una aplicación cuando intentamos utilizarla. Si observamos que se han realizado llamadas o enviado mensajes de texto que no reconocemos desde nuestro teléfono, es muy probable que esté infectado.
Una señal que nos debe hacer sospechar inmediatamente es la aparición de aplicaciones en nuestro smartphone que no hayamos instalado previamente. Existe malware que se dedica a descargar aplicaciones e instalarlas automáticamente e incluso a darles permisos que ponen en peligro datos y contraseñas.
No todas estas señales indican necesariamente que nuestro smartphone tenga un virus. Sin embargo, cuantas más advirtamos en el teléfono móvil, más probabilidades habrá de que se encuentre infectado.
Junto a las labores correctivas que se realicen en el teléfono en caso de infección, es muy importante comprobar que no haya cargos desconocidos en las tarjetas o las cuentas bancarias.
Y si detectamos que algún malware dedicado al robo de información personal ha sido instalado en el smartphone, conviene denunciarlo cuanto antes para evitar problemas futuros por una posible suplantación de identidad.