> desigualdad – El Blog de CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank El Blog de CaixaBank Fri, 21 Apr 2023 13:58:40 +0000 es-ES hourly 1 Gini, Lorenz o Palma: el reto de medir la desigualdad https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/gini-lorenz-o-palma-el-reto-de-medir-la-desigualdad/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/gini-lorenz-o-palma-el-reto-de-medir-la-desigualdad/#respond Tue, 12 Apr 2022 07:20:38 +0000 u0182631@lacaixa.es CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=56814

“Ninguna sociedad puede ser floreciente y feliz si la mayor parte de sus miembros es pobre y miserable”, afirmaba Adam Smith en La riqueza de las naciones. La intuición del padre de la economía moderna era, como en tantas otras ocasiones, acertada: tal y como ratifican distintos estudios contemporáneos, un nivel de desigualdad extremo no es compatible con una sociedad próspera. Además, la irrupción de la COVID-19 puede haber amplificado las desigualdades ya existentes.

Pero ¿cómo podemos medir esa desigualdad? ¿Cómo logramos conocer las dinámicas que operan en los distintos países? Para obtener una radiografía de esta situación, los economistas utilizan una serie de índices que permiten determinar el grado de desigualdad existente en una sociedad.

Estos son algunos de ellos.

Coeficiente de Gini o índice de Gini (IG)

Sirve para medir la desigualdad de una sociedad a través de la diferencia en los ingresos. El coeficiente de Gini varía entre 0 y 1, donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad, es decir, todas las personas reciben ingresos iguales, y 1 se corresponde con la perfecta desigualdad, es decir, una persona acapara todos los ingresos y el resto no recibe absolutamente nada.

El coeficiente de Gini debe su nombre al sociólogo y estadístico italiano Conrado Gini, que en 1912 publicó su libro Variabilità e mutabilità, donde plantea esta herramienta.

¿Cuál es la utilidad del coeficiente de Gini?

Nos ayuda a entender las diferencias de ingresos y su evolución nos da muestras del avance o freno de la desigualdad en una sociedad.

Curva de Lorenz

Sirve para plasmar de manera gráfica el nivel de renta en una determinada población. En el eje vertical vemos el porcentaje acumulado de renta, mientras que el eje horizontal muestra el porcentaje acumulado por la población. La línea diagonal, llamada línea de equidistribución, divide este gráfico en dos y representa el punto de distribución equitativo. A mayor distancia entre la curva y el punto de equidistribución, mayor crecimiento de la desigualdad.

Gini, Lorenz, Palma y AROPE son los principales índices utilizados por los economistas para medir el grado de desigualdad de una sociedad

Índice Palma

Se trata de otra alternativa para medir la desigualdad. Es la herramienta de medición más reciente, obra del economista chileno José Gabriel Palma, de las universidades de Cambridge en Reino Unido y de Santiago en Chile.

Su diseño responde a la necesidad de una herramienta de medición de la desigualdad que superara las limitaciones del coeficiente de Gini. Gini ofrece una cifra que mide la desigualdad de una sociedad en su conjunto, sin embargo, aporta poca información sobre las dinámicas de esa sociedad, como por ejemplo qué segmento de población concentra la desigualdad.

¿Cuál es la utilidad del índice Palma?

El índice Palma ofrece información sobre el origen de modificaciones en la desigualdad, tales como si han bajado los ingresos de los más pobres o han subido los de los más ricos. En sociedades como las de los países nórdicos, la clase media reúne la mitad de los ingresos aproximadamente, pero la otra mitad del total de ingresos se reparte de manera más equitativa entre los dos extremos de la población: los más ricos y los más pobres.

Sin embargo, esto no sucede en América Latina, donde, aunque la clase media concentre la mitad del total de los ingresos, el extremo más rico acumula la mayor parte del resto de ingresos, dejando al extremo más pobre con muy pocos recursos. Estas realidades son las que nos ayuda a comprender el índice Palma.

Índice AROPE

Formado por las iniciales de At Risk Of Poverty and/or Exclusion, el índice AROPE es la herramienta utilizada por el Consejo de Europa desde 2020 para medir la incidencia de la pobreza y la exclusión social.

Dispone de tres subindicadores que apuntan a la pobreza, la carencia material y el flujo de trabajo en el hogar respectivamente:

  • Tasa de riesgo de pobreza: indica las personas con ingresos por unidad de consumo inferiores al 60 % de la renta media disponible equivalente.
  • Carencia material severa (CMS): indica el porcentaje de población que vive en hogares que no dispone de al menos cuatro de los ítems de consumo básico establecidos en el ámbito europeo:
  1.  No puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año.
  2. No puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días.
  3. No puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada.
  4. No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 650 euros).
  5. Ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad…) o en compras a plazos en los últimos 12 meses.
  6. No puede permitirse disponer de un automóvil.
  7. No puede permitirse disponer de teléfono.
  8. No puede permitirse disponer de un televisor.
  9. No puede permitirse disponer de una lavadora.
  • Personas que viven en hogares con muy baja densidad de trabajo: indica las personas de 0-59 años que habitan en hogares en los que sus miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20 % de su potencial total de trabajo.

¿Cuál es la utilidad del índice AROPE?

El índice AROPE determina que una persona se encuentra en situación de riesgo de pobreza o de exclusión social si cumple con alguno de estos tres casos.

Monitor de Desigualdad de CaixaBank

Se trata de un proyecto pionero que ofrece un seguimiento en tiempo real de la evolución de la desigualdad y del papel del estado de bienestar en España mediante big data. El Monitor de Desigualdad de CaixaBank está desarrollado por un equipo formado por investigadores de la Universitat Pompeu Fabra, el Institute of Political Economy and Governance (IPEG) y CaixaBank Research.

¿Cuál es la utilidad del Monitor de Desigualdad de CaixaBank?

Ofrece datos en tiempo real, lo que permite un seguimiento detallado de la evolución de la desigualdad salarial en nuestro país y del apoyo que provee el sector público para amortiguarla.

Los indicadores disponibles incluyen, entre otros, la distribución mensual de los ingresos salariales, el índice de Gini o la curva de Lorenz, tanto antes como después de las transferencias públicas.

Además, los datos obtenidos permiten segmentar los resultados por género, edad, nivel de ingresos, región de origen, características geográficas del lugar de residencia y comunidad autónoma de residencia, lo que ofrece un nivel de detalle inexistente hasta el momento.

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“Ninguna sociedad puede ser floreciente y feliz si la mayor parte de sus miembros es pobre y miserable”, afirmaba Adam Smith en La riqueza de las naciones. La intuición del padre de la economía moderna era, como en tantas otras ocasiones, acertada: tal y como ratifican distintos estudios contemporáneos, un nivel de desigualdad extremo no es compatible con una sociedad próspera. Además, la irrupción de la COVID-19 puede haber amplificado las desigualdades ya existentes.

Pero ¿cómo podemos medir esa desigualdad? ¿Cómo logramos conocer las dinámicas que operan en los distintos países? Para obtener una radiografía de esta situación, los economistas utilizan una serie de índices que permiten determinar el grado de desigualdad existente en una sociedad.

Estos son algunos de ellos.

Coeficiente de Gini o índice de Gini (IG)

Sirve para medir la desigualdad de una sociedad a través de la diferencia en los ingresos. El coeficiente de Gini varía entre 0 y 1, donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad, es decir, todas las personas reciben ingresos iguales, y 1 se corresponde con la perfecta desigualdad, es decir, una persona acapara todos los ingresos y el resto no recibe absolutamente nada.

El coeficiente de Gini debe su nombre al sociólogo y estadístico italiano Conrado Gini, que en 1912 publicó su libro Variabilità e mutabilità, donde plantea esta herramienta.

¿Cuál es la utilidad del coeficiente de Gini?

Nos ayuda a entender las diferencias de ingresos y su evolución nos da muestras del avance o freno de la desigualdad en una sociedad.

Curva de Lorenz

Sirve para plasmar de manera gráfica el nivel de renta en una determinada población. En el eje vertical vemos el porcentaje acumulado de renta, mientras que el eje horizontal muestra el porcentaje acumulado por la población. La línea diagonal, llamada línea de equidistribución, divide este gráfico en dos y representa el punto de distribución equitativo. A mayor distancia entre la curva y el punto de equidistribución, mayor crecimiento de la desigualdad.

Gini, Lorenz, Palma y AROPE son los principales índices utilizados por los economistas para medir el grado de desigualdad de una sociedad

Índice Palma

Se trata de otra alternativa para medir la desigualdad. Es la herramienta de medición más reciente, obra del economista chileno José Gabriel Palma, de las universidades de Cambridge en Reino Unido y de Santiago en Chile.

Su diseño responde a la necesidad de una herramienta de medición de la desigualdad que superara las limitaciones del coeficiente de Gini. Gini ofrece una cifra que mide la desigualdad de una sociedad en su conjunto, sin embargo, aporta poca información sobre las dinámicas de esa sociedad, como por ejemplo qué segmento de población concentra la desigualdad.

¿Cuál es la utilidad del índice Palma?

El índice Palma ofrece información sobre el origen de modificaciones en la desigualdad, tales como si han bajado los ingresos de los más pobres o han subido los de los más ricos. En sociedades como las de los países nórdicos, la clase media reúne la mitad de los ingresos aproximadamente, pero la otra mitad del total de ingresos se reparte de manera más equitativa entre los dos extremos de la población: los más ricos y los más pobres.

Sin embargo, esto no sucede en América Latina, donde, aunque la clase media concentre la mitad del total de los ingresos, el extremo más rico acumula la mayor parte del resto de ingresos, dejando al extremo más pobre con muy pocos recursos. Estas realidades son las que nos ayuda a comprender el índice Palma.

Índice AROPE

Formado por las iniciales de At Risk Of Poverty and/or Exclusion, el índice AROPE es la herramienta utilizada por el Consejo de Europa desde 2020 para medir la incidencia de la pobreza y la exclusión social.

Dispone de tres subindicadores que apuntan a la pobreza, la carencia material y el flujo de trabajo en el hogar respectivamente:

  • Tasa de riesgo de pobreza: indica las personas con ingresos por unidad de consumo inferiores al 60 % de la renta media disponible equivalente.
  • Carencia material severa (CMS): indica el porcentaje de población que vive en hogares que no dispone de al menos cuatro de los ítems de consumo básico establecidos en el ámbito europeo:
  1.  No puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año.
  2. No puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días.
  3. No puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada.
  4. No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 650 euros).
  5. Ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad…) o en compras a plazos en los últimos 12 meses.
  6. No puede permitirse disponer de un automóvil.
  7. No puede permitirse disponer de teléfono.
  8. No puede permitirse disponer de un televisor.
  9. No puede permitirse disponer de una lavadora.
  • Personas que viven en hogares con muy baja densidad de trabajo: indica las personas de 0-59 años que habitan en hogares en los que sus miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20 % de su potencial total de trabajo.

¿Cuál es la utilidad del índice AROPE?

El índice AROPE determina que una persona se encuentra en situación de riesgo de pobreza o de exclusión social si cumple con alguno de estos tres casos.

Monitor de Desigualdad de CaixaBank

Se trata de un proyecto pionero que ofrece un seguimiento en tiempo real de la evolución de la desigualdad y del papel del estado de bienestar en España mediante big data. El Monitor de Desigualdad de CaixaBank está desarrollado por un equipo formado por investigadores de la Universitat Pompeu Fabra, el Institute of Political Economy and Governance (IPEG) y CaixaBank Research.

¿Cuál es la utilidad del Monitor de Desigualdad de CaixaBank?

Ofrece datos en tiempo real, lo que permite un seguimiento detallado de la evolución de la desigualdad salarial en nuestro país y del apoyo que provee el sector público para amortiguarla.

Los indicadores disponibles incluyen, entre otros, la distribución mensual de los ingresos salariales, el índice de Gini o la curva de Lorenz, tanto antes como después de las transferencias públicas.

Además, los datos obtenidos permiten segmentar los resultados por género, edad, nivel de ingresos, región de origen, características geográficas del lugar de residencia y comunidad autónoma de residencia, lo que ofrece un nivel de detalle inexistente hasta el momento.

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Claves para combatir la violencia contra la mujer https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/claves-para-combatir-la-violencia-contra-la-mujer/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/claves-para-combatir-la-violencia-contra-la-mujer/#respond Wed, 25 Nov 2020 08:41:51 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=39480

Es una lacra con raíces profundas que cada día se cobra la vida de casi 140 mujeres en todo el mundo, según cálculos de la ONU. La violencia contra la mujer es una amenaza que condiciona a millones de personas en todo el mundo. También se trata de un problema complejo ante el que no siempre sabemos actuar. Sin embargo, tenemos a nuestro alcance múltiples recursos que nos ayudan a reconocer, prevenir y reaccionar adecuadamente ante este desafío.

En el origen de este fenómeno se encuentran las profundas desigualdades que todavía afectan a muchas mujeres en todo el mundo. Son ellas las que llevan a muchas víctimas de violencia de género a normalizar ciertos signos que indican que una relación acabará marcada por el maltrato. También a encontrarse en una situación de vulnerabilidad, ya sea emocional o económica, que agrava y cronifica el problema.

Acabar con este problema es uno de los principales retos a los que se enfrentan países de todo el mundo. De hecho, forma parte del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) n.º 5 de la ONU -Igualdad de género-, que contempla entre sus metas la eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas como una de las claves para construir un mundo más próspero y pacífico.

Por este motivo, organismos públicos y privados ponen a disposición de las víctimas y del resto de ciudadanía todo tipo de herramientas para que puedan reconocer y hacer frente a esta lacra de manera eficaz. La prevención, en este sentido, es imprescindible. Así, el Ministerio de Igualdad ofrece una serie de materiales y recursos que ayudan a detectar cuanto antes el problema y a dar los pasos necesarios para neutralizarlo.

Cómo detectar la violencia contra la mujer

El primer paso para acabar con un problema consiste en detectarlo, hacernos conscientes de su existencia para poder actuar y acabar con él. En el caso de la violencia contra la mujer, resulta especialmente útil reconocer los primeros signos que indican que una relación puede acabar en maltrato.

En este sentido, el Ministerio de Igualdad facilita la autoevaluación para reconocer esos primeros síntomas de maltrato. Entre ellos, reconocer si la pareja o expareja hace sentir inferior, ridiculiza, aísla, humilla, grita o amenaza a la víctima, tanto en privado como en público. También las actitudes de control sobre el dinero, la manera de vestir, el teléfono móvil o las redes sociales, entre otras actitudes dañinas como el menosprecio o incluso la prohibición de que la víctima trabaje.

Este organismo también dedica un apartado específico a las nuevas formas de violencia de género que surgen actualmente como consecuencia de la aparición y desarrollo de las nuevas tecnologías. La conocida como violencia de género digital afecta especialmente durante la adolescencia e incluye conductas como el ciberacoso como una manera de limitar la libertad que, además, genera dominación y relaciones desiguales entre hombres y mujeres.

Entre los signos que apuntan a la existencia de violencia de género digital se encuentra la interferencia en relaciones de la pareja o expareja con otras personas a través de Internet, la censura de imágenes que comparte en redes sociales, obligar a realizar el  envío de imágenes íntimas o el acoso y control a través del teléfono móvil, que incluye la exigencia de geolocalización o de mostrar al agresor chats privados con otras personas, entre otras señales.

Cómo actuar ante la violencia contra la mujer

Ante un problema de esta envergadura, las víctimas no pueden estar solas. Si bien es muy importante su concienciación para que actúen lo antes posible y también que conozcan los recursos a su alcance, toda la sociedad debe colaborar y actuar para erradicar la violencia contra la mujer.

Tal y como explica el Ministerio de Igualdad, la violencia de género se ha considerado tradicionalmente un asunto privado en el que ninguna persona externa debía intervenir. Sin embargo, hoy no solo se considera un problema social, sino que se trata de un delito público. Por esta razón, la ciudadanía tiene la obligación de denunciarlo a las autoridades.

En este sentido, si se oye o presencia un acto de violencia de género, es importante llamar al teléfono gratuito 112 cuanto antes e indicar con precisión el lugar de los hechos para que las fuerzas de seguridad acudan lo antes posible.

Igualdad, la base para acabar con el problema

Promover la igualdad entre hombres y mujeres es la mejor manera de prevenir que la violencia de género siga extendiéndose en la sociedad. En este sentido, las empresas tienen mucho que aportar, ya que el ámbito laboral es uno de los que reflejan las desigualdades de género de manera más evidente. Por esta razón, se han puesto en marcha algunas iniciativas que contribuyen a visibilizar a aquellas empresas comprometidas con este objetivo y a compartir buenas prácticas en igualdad de oportunidades.

Una de esas iniciativas es la Red de Empresas DIE promovida por el Instituto de la Mujer, de la que forma parte CaixaBank desde este mismo año. Las compañías que forman parte de ella comparten conocimiento en la materia a través de jornadas técnicas, grupos de trabajo temáticos y estudios ad hoc. También ponen en común sus experiencias y buenas prácticas en este sentido con otras organizaciones y la sociedad en general. Las 160 empresas de la Red DIE cuentan, además, con el distintivo “Igualdad en la Empresa”.

Erradicar la violencia de género es una tarea compleja que requiere una reacción a la altura. Solo se conseguirá con la concienciación y un esfuerzo conjunto por impulsar una igualdad real entre hombres y mujeres.

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Es una lacra con raíces profundas que cada día se cobra la vida de casi 140 mujeres en todo el mundo, según cálculos de la ONU. La violencia contra la mujer es una amenaza que condiciona a millones de personas en todo el mundo. También se trata de un problema complejo ante el que no siempre sabemos actuar. Sin embargo, tenemos a nuestro alcance múltiples recursos que nos ayudan a reconocer, prevenir y reaccionar adecuadamente ante este desafío.

En el origen de este fenómeno se encuentran las profundas desigualdades que todavía afectan a muchas mujeres en todo el mundo. Son ellas las que llevan a muchas víctimas de violencia de género a normalizar ciertos signos que indican que una relación acabará marcada por el maltrato. También a encontrarse en una situación de vulnerabilidad, ya sea emocional o económica, que agrava y cronifica el problema.

Acabar con este problema es uno de los principales retos a los que se enfrentan países de todo el mundo. De hecho, forma parte del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) n.º 5 de la ONU -Igualdad de género-, que contempla entre sus metas la eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas como una de las claves para construir un mundo más próspero y pacífico.

Por este motivo, organismos públicos y privados ponen a disposición de las víctimas y del resto de ciudadanía todo tipo de herramientas para que puedan reconocer y hacer frente a esta lacra de manera eficaz. La prevención, en este sentido, es imprescindible. Así, el Ministerio de Igualdad ofrece una serie de materiales y recursos que ayudan a detectar cuanto antes el problema y a dar los pasos necesarios para neutralizarlo.

Cómo detectar la violencia contra la mujer

El primer paso para acabar con un problema consiste en detectarlo, hacernos conscientes de su existencia para poder actuar y acabar con él. En el caso de la violencia contra la mujer, resulta especialmente útil reconocer los primeros signos que indican que una relación puede acabar en maltrato.

En este sentido, el Ministerio de Igualdad facilita la autoevaluación para reconocer esos primeros síntomas de maltrato. Entre ellos, reconocer si la pareja o expareja hace sentir inferior, ridiculiza, aísla, humilla, grita o amenaza a la víctima, tanto en privado como en público. También las actitudes de control sobre el dinero, la manera de vestir, el teléfono móvil o las redes sociales, entre otras actitudes dañinas como el menosprecio o incluso la prohibición de que la víctima trabaje.

Este organismo también dedica un apartado específico a las nuevas formas de violencia de género que surgen actualmente como consecuencia de la aparición y desarrollo de las nuevas tecnologías. La conocida como violencia de género digital afecta especialmente durante la adolescencia e incluye conductas como el ciberacoso como una manera de limitar la libertad que, además, genera dominación y relaciones desiguales entre hombres y mujeres.

Entre los signos que apuntan a la existencia de violencia de género digital se encuentra la interferencia en relaciones de la pareja o expareja con otras personas a través de Internet, la censura de imágenes que comparte en redes sociales, obligar a realizar el  envío de imágenes íntimas o el acoso y control a través del teléfono móvil, que incluye la exigencia de geolocalización o de mostrar al agresor chats privados con otras personas, entre otras señales.

Cómo actuar ante la violencia contra la mujer

Ante un problema de esta envergadura, las víctimas no pueden estar solas. Si bien es muy importante su concienciación para que actúen lo antes posible y también que conozcan los recursos a su alcance, toda la sociedad debe colaborar y actuar para erradicar la violencia contra la mujer.

Tal y como explica el Ministerio de Igualdad, la violencia de género se ha considerado tradicionalmente un asunto privado en el que ninguna persona externa debía intervenir. Sin embargo, hoy no solo se considera un problema social, sino que se trata de un delito público. Por esta razón, la ciudadanía tiene la obligación de denunciarlo a las autoridades.

En este sentido, si se oye o presencia un acto de violencia de género, es importante llamar al teléfono gratuito 112 cuanto antes e indicar con precisión el lugar de los hechos para que las fuerzas de seguridad acudan lo antes posible.

Igualdad, la base para acabar con el problema

Promover la igualdad entre hombres y mujeres es la mejor manera de prevenir que la violencia de género siga extendiéndose en la sociedad. En este sentido, las empresas tienen mucho que aportar, ya que el ámbito laboral es uno de los que reflejan las desigualdades de género de manera más evidente. Por esta razón, se han puesto en marcha algunas iniciativas que contribuyen a visibilizar a aquellas empresas comprometidas con este objetivo y a compartir buenas prácticas en igualdad de oportunidades.

Una de esas iniciativas es la Red de Empresas DIE promovida por el Instituto de la Mujer, de la que forma parte CaixaBank desde este mismo año. Las compañías que forman parte de ella comparten conocimiento en la materia a través de jornadas técnicas, grupos de trabajo temáticos y estudios ad hoc. También ponen en común sus experiencias y buenas prácticas en este sentido con otras organizaciones y la sociedad en general. Las 160 empresas de la Red DIE cuentan, además, con el distintivo “Igualdad en la Empresa”.

Erradicar la violencia de género es una tarea compleja que requiere una reacción a la altura. Solo se conseguirá con la concienciación y un esfuerzo conjunto por impulsar una igualdad real entre hombres y mujeres.

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Nuevos Paradigmas: del cambio climático a la revolución digital https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/nuevos-paradigmas-del-cambio-climatico-la-revolucion-digital/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/nuevos-paradigmas-del-cambio-climatico-la-revolucion-digital/#respond Fri, 21 Feb 2020 08:52:29 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=36608

Enric Fernández, economista jefe de CaixaBank, presenta la nueva publicación de CaixaBank Research y desglosa los cinco grandes desafíos a los que se enfrenta la economía en 2020: los bajos tipos de interés, la polarización política, el cambio climático, la revolución tecnológica y la desigualdad.

Nuevos Paradigmas nace con la vocación de contribuir al debate sobre las grandes tendencias de fondo que están afectando a la economía, y sobre sus consecuencias. Para ello hemos seleccionado, y puesto al día, cuando ha sido necesario, los mejores artículos de los dosieres que hemos dedicado a estas cuestiones y publicado en el Informe Mensual de CaixaBank Research a lo largo del año pasado.

Desafortunadamente, por restricciones de espacio y porque hay más temas relevantes que meses en un año, algunas cuestiones de relevancia se han quedado fuera de este volumen. En cualquier caso, aunque no están todas las que son, estamos seguros de que son todas las que están.

El primer bloque de artículos, que en cierta medida enmarca el resto, está dedicado a las perspectivas económicas para 2020. Tras un 2019 decepcionante para la economía global, las expectativas para el año que acabamos de comenzar son modestas aunque están lejos de los escenarios más aciagos que, hace pocos meses, invocaban exageradamente el riesgo de una recesión mundial. 2019 terminó con señales de estabilización en muchas partes del mundo e incluso de cierta recuperación en otras, particularmente en los países emergentes, y esperamos que esta tendencia se confirme a lo largo del año.

En gran medida, ello dependerá de cómo evolucionen los grandes focos de incertidumbre, como la pugna entre EE. UU. y China, la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea o el impacto económico del coronavirus, pero también del acierto de las políticas económicas y, en general, de distintas instituciones –gobiernos, bancos centrales, empresas, organizaciones sociales, etc.– para hacer frente a los grandes desafíos del momento actual.

En esta primera edición de Nuevos Paradigmas nos centramos en algunos de estos desafíos; en concreto, cinco:

– la gestión de un entorno de tipos de interés muy bajos, que, en la eurozona, por ejemplo, parecen haber agotado el margen de actuación de la política monetaria;

– la polarización política, un fenómeno que deteriora la cohesión social y que alimenta un populismo que ofrece recetas sencillas, que importa que sean erróneas, frente a problemas complejos;

– el cambio climático, una amenaza que pone a prueba el multilateralismo a la vez que ofrece a la Unión Europea la posibilidad de liderar, política y tecnológicamente, un ámbito que va a marcar este siglo;

– el cambio tecnológico, que nos ha traído una revolución de los datos que pone el foco sobre cuestiones ligadas a la privacidad y al creciente dominio de las grandes plataformas;

– y, por último, la desigualdad o el riesgo de que los cambios que vivimos dejen atrás a una parte considerable de la sociedad.

La idea inicial de Nuevos Paradigmas surge de los comentarios de los lectores de nuestro Informe Mensual. Muchos nos habían sugerido recopilar los dosieres dedicados a los grandes temas del momento en un mismo lugar. Así lo habíamos hecho en nuestra web, www.caixabankresearch.com, y lo hacemos ahora también con esta publicación. Nos gusta que nos lean y también recibir comentarios y sugerencias. Esperamos que esta publicación sirva para que nos lean aún más y para que nos sigan diciendo qué piensan de nuestro trabajo. Muchas gracias por hacerlo.

Enric Fernández

economista jefe de CaixaBank

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Enric Fernández, economista jefe de CaixaBank, presenta la nueva publicación de CaixaBank Research y desglosa los cinco grandes desafíos a los que se enfrenta la economía en 2020: los bajos tipos de interés, la polarización política, el cambio climático, la revolución tecnológica y la desigualdad.

Nuevos Paradigmas nace con la vocación de contribuir al debate sobre las grandes tendencias de fondo que están afectando a la economía, y sobre sus consecuencias. Para ello hemos seleccionado, y puesto al día, cuando ha sido necesario, los mejores artículos de los dosieres que hemos dedicado a estas cuestiones y publicado en el Informe Mensual de CaixaBank Research a lo largo del año pasado.

Desafortunadamente, por restricciones de espacio y porque hay más temas relevantes que meses en un año, algunas cuestiones de relevancia se han quedado fuera de este volumen. En cualquier caso, aunque no están todas las que son, estamos seguros de que son todas las que están.

El primer bloque de artículos, que en cierta medida enmarca el resto, está dedicado a las perspectivas económicas para 2020. Tras un 2019 decepcionante para la economía global, las expectativas para el año que acabamos de comenzar son modestas aunque están lejos de los escenarios más aciagos que, hace pocos meses, invocaban exageradamente el riesgo de una recesión mundial. 2019 terminó con señales de estabilización en muchas partes del mundo e incluso de cierta recuperación en otras, particularmente en los países emergentes, y esperamos que esta tendencia se confirme a lo largo del año.

En gran medida, ello dependerá de cómo evolucionen los grandes focos de incertidumbre, como la pugna entre EE. UU. y China, la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea o el impacto económico del coronavirus, pero también del acierto de las políticas económicas y, en general, de distintas instituciones –gobiernos, bancos centrales, empresas, organizaciones sociales, etc.– para hacer frente a los grandes desafíos del momento actual.

En esta primera edición de Nuevos Paradigmas nos centramos en algunos de estos desafíos; en concreto, cinco:

– la gestión de un entorno de tipos de interés muy bajos, que, en la eurozona, por ejemplo, parecen haber agotado el margen de actuación de la política monetaria;

– la polarización política, un fenómeno que deteriora la cohesión social y que alimenta un populismo que ofrece recetas sencillas, que importa que sean erróneas, frente a problemas complejos;

– el cambio climático, una amenaza que pone a prueba el multilateralismo a la vez que ofrece a la Unión Europea la posibilidad de liderar, política y tecnológicamente, un ámbito que va a marcar este siglo;

– el cambio tecnológico, que nos ha traído una revolución de los datos que pone el foco sobre cuestiones ligadas a la privacidad y al creciente dominio de las grandes plataformas;

– y, por último, la desigualdad o el riesgo de que los cambios que vivimos dejen atrás a una parte considerable de la sociedad.

La idea inicial de Nuevos Paradigmas surge de los comentarios de los lectores de nuestro Informe Mensual. Muchos nos habían sugerido recopilar los dosieres dedicados a los grandes temas del momento en un mismo lugar. Así lo habíamos hecho en nuestra web, www.caixabankresearch.com, y lo hacemos ahora también con esta publicación. Nos gusta que nos lean y también recibir comentarios y sugerencias. Esperamos que esta publicación sirva para que nos lean aún más y para que nos sigan diciendo qué piensan de nuestro trabajo. Muchas gracias por hacerlo.

Enric Fernández

economista jefe de CaixaBank

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