> industria – El Blog de CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank El Blog de CaixaBank Fri, 21 Apr 2023 13:58:40 +0000 es-ES hourly 1 Seis sectores que los gemelos digitales cambiarán para siempre https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/seis-sectores-que-los-gemelos-digitales-cambiaran-para-siempre/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/seis-sectores-que-los-gemelos-digitales-cambiaran-para-siempre/#respond Mon, 07 Feb 2022 07:22:56 +0000 u0182631@lacaixa.es CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=54518

En los últimos tiempos, los gemelos digitales (digital twins) se han convertido en una herramienta de gestión muy útil. Se trata de representaciones virtuales fidedignas de diferentes sistemas físicos, de forma que es posible interactuar sobre el mundo virtual para analizar qué pasaría en la realidad si ocurriera un cierto cambio.

Una fábrica, una ciudad, una cadena logística… cualquier actividad u objeto es susceptible de ser simulado con estos complejos modelos ideados en 2002 por Michael Grieves. Permiten adelantarse a posibles retos o comprobar lo que ocurriría ante determinados eventos. Veamos ejemplos reales de gemelos digitales.

Climatología y modelos del planeta Tierra

La iniciativa Destination Earth (DestinE) de la Comisión Europea está recreando un gemelo digital de la Tierra. Lo hace gracias a la enorme cantidad de datos que envían en tiempo real satélites, estaciones meteorológicas y otras fuentes. Con ellas se está construyendo uno de los mejores modelos climáticos que existen.

Se espera que este gemelo digital sea incluso más fiel que el acertado modelo del IPCC, cuyos escenarios sobre el cambio climático son la pieza más certera que se tiene para esta lucha. Gracias a DestinE será posible estimar mejor qué sucederá en el sistema atmosférico y oceánico.

Mantenimiento y reparación de vehículos

En el mundo industrial, hace décadas que se usan los datos agregados para saber cuándo es el momento preciso para cambiar un filtro o revisar una máquina. Sin embargo, marcas como Porsche están llevando el concepto más lejos con un «gemelo digital del chasis para conducción predictiva».

Esta copia virtual del objeto «coche» usa un sistema de inteligencia artificial para extraer y procesar datos. En el futuro, esto permitirá anticiparse a posibles daños en el vehículo y localizar averías de manera más rápida.

Si se detectan ciertos parámetros en el coche que coinciden con un patrón de avería, se indicará al conductor que visite un taller antes incluso de que los neumáticos se desgasten de manera irregular o de que se deterioren los elementos de la suspensión.

Planificación de ciudades

Las ciudades densas, de usos mixtos y acotadas, son ideales para paliar el cambio climático y reducir el uso de recursos, pero lo son aún más si han sido optimizadas mediante modelos digitales.

Eso es lo que investigadores del Centro de Computación de Alto Rendimiento de la Universidad de Stuttgart (HLRS) y del Instituto Fraunhofer, en Alemania, están haciendo con la localidad de Herrenberg.

Herrenberg es un pequeño municipio alemán —empezar con ciudades pequeñas es más sencillo— que ha sido completamente digitalizado. Además, sobre esta representación tridimensional se han añadido ‘capas’ con alcantarillado, sistemas eléctricos, telecomunicaciones o vías.

¿La idea? Tener un modelo realista de la ciudad sobre el que hacer pruebas, en lugar de hacerlas directamente sobre la ciudad a un coste mucho mayor. Además, esperan poder modelar el comportamiento de algunos elementos, como por ejemplo puentes, para saber si colapsarán. Incluso recogen datos sobre la felicidad de los vecinos.

Una industria más sostenible

En 2021, la Unión Europea seleccionó un experimento de SEINSA y LIS DATA Solutions, dentro del programa DIGITbrain, orientado a la monitorización y el análisis del rendimiento de la maquinaria industrial. La industria genera cerca del 24,2 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Una parte se debe al consumo de energía para funcionar y, otra parte, a su propio mantenimiento.

¿Es posible optimizar la maquinaria y cuidarla de tal modo que el rendimiento global aumente de forma significativa, reduciendo la necesidad de fabricar nueva maquinaria? Este es el punto de partida de DIGITbrain, que ya ha empezado a digitalizar varias factorías. La fábrica Siemens en Amberg lleva varios años aplicando la tecnología de gemelo digital.

Cadenas de suministro más resilientes

Las cadenas de suministro son claves en un mundo globalizado. En él, las materias primas recorren grandes distancias para su reciclado, procesado o fabricación, y los productos manufacturados hacen lo propio. Para evitar que estas cadenas trabajen tensionadas, es posible digitalizarlas al completo y ver, en un entorno virtual, por dónde podrían fallar antes.

Se dice que una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil, de ahí que sea interesante entender cuáles son los puntos críticos. Así podrán reforzarse. Bajo esta premisa, FedEx y DHL trabajan ya en el modelado de cadenas de suministro globales que les permitan tomar mejores decisiones.

Gemelos digitales y pandemias

Un experimento fructífero fue llevado a cabo por el inLab FIB UPC para Cataluña. La idea de este y otros proyectos similares es la de prever futuros escenarios de propagación de la COVID-19 según métricas como la densidad poblacional, flujos de movilidad, ocupación hospitalaria e, incluso, muestras obtenidas en las alcantarillas.

Para ello, se alimenta el modelo con una ingente cantidad de datos y se va ajustando. En concreto, se utilizan métricas reales y casi en tiempo real. De esta manera, el sistema contiene cada vez menos errores. Una de las grandes ventajas de estos gemelos digitales es que ayudan a diseñar nuevos planes de contención, al mismo tiempo que aportan datos interesantes sobre la sociedad.

La tecnología de gemelos digitales se está convirtiendo en un básico de numerosos sectores debido a sus principales ventajas. Además del modelado predictivo —entender qué, cuándo y cómo algo podría ocurrir—, es posible interactuar a bajísimo coste para analizar qué podría realizarse como mejora, pero sin necesidad de intervenir físicamente.

Este «actuar sin necesidad de actuar», según la aplicación, permite imaginar posibilidades antes de tener que ejecutarlas. Así, se hacen funcionar en una copia virtualizada del mundo y, si funcionan, se trasladan a la realidad.

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En los últimos tiempos, los gemelos digitales (digital twins) se han convertido en una herramienta de gestión muy útil. Se trata de representaciones virtuales fidedignas de diferentes sistemas físicos, de forma que es posible interactuar sobre el mundo virtual para analizar qué pasaría en la realidad si ocurriera un cierto cambio.

Una fábrica, una ciudad, una cadena logística… cualquier actividad u objeto es susceptible de ser simulado con estos complejos modelos ideados en 2002 por Michael Grieves. Permiten adelantarse a posibles retos o comprobar lo que ocurriría ante determinados eventos. Veamos ejemplos reales de gemelos digitales.

Climatología y modelos del planeta Tierra

La iniciativa Destination Earth (DestinE) de la Comisión Europea está recreando un gemelo digital de la Tierra. Lo hace gracias a la enorme cantidad de datos que envían en tiempo real satélites, estaciones meteorológicas y otras fuentes. Con ellas se está construyendo uno de los mejores modelos climáticos que existen.

Se espera que este gemelo digital sea incluso más fiel que el acertado modelo del IPCC, cuyos escenarios sobre el cambio climático son la pieza más certera que se tiene para esta lucha. Gracias a DestinE será posible estimar mejor qué sucederá en el sistema atmosférico y oceánico.

Mantenimiento y reparación de vehículos

En el mundo industrial, hace décadas que se usan los datos agregados para saber cuándo es el momento preciso para cambiar un filtro o revisar una máquina. Sin embargo, marcas como Porsche están llevando el concepto más lejos con un «gemelo digital del chasis para conducción predictiva».

Esta copia virtual del objeto «coche» usa un sistema de inteligencia artificial para extraer y procesar datos. En el futuro, esto permitirá anticiparse a posibles daños en el vehículo y localizar averías de manera más rápida.

Si se detectan ciertos parámetros en el coche que coinciden con un patrón de avería, se indicará al conductor que visite un taller antes incluso de que los neumáticos se desgasten de manera irregular o de que se deterioren los elementos de la suspensión.

Planificación de ciudades

Las ciudades densas, de usos mixtos y acotadas, son ideales para paliar el cambio climático y reducir el uso de recursos, pero lo son aún más si han sido optimizadas mediante modelos digitales.

Eso es lo que investigadores del Centro de Computación de Alto Rendimiento de la Universidad de Stuttgart (HLRS) y del Instituto Fraunhofer, en Alemania, están haciendo con la localidad de Herrenberg.

Herrenberg es un pequeño municipio alemán —empezar con ciudades pequeñas es más sencillo— que ha sido completamente digitalizado. Además, sobre esta representación tridimensional se han añadido ‘capas’ con alcantarillado, sistemas eléctricos, telecomunicaciones o vías.

¿La idea? Tener un modelo realista de la ciudad sobre el que hacer pruebas, en lugar de hacerlas directamente sobre la ciudad a un coste mucho mayor. Además, esperan poder modelar el comportamiento de algunos elementos, como por ejemplo puentes, para saber si colapsarán. Incluso recogen datos sobre la felicidad de los vecinos.

Una industria más sostenible

En 2021, la Unión Europea seleccionó un experimento de SEINSA y LIS DATA Solutions, dentro del programa DIGITbrain, orientado a la monitorización y el análisis del rendimiento de la maquinaria industrial. La industria genera cerca del 24,2 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Una parte se debe al consumo de energía para funcionar y, otra parte, a su propio mantenimiento.

¿Es posible optimizar la maquinaria y cuidarla de tal modo que el rendimiento global aumente de forma significativa, reduciendo la necesidad de fabricar nueva maquinaria? Este es el punto de partida de DIGITbrain, que ya ha empezado a digitalizar varias factorías. La fábrica Siemens en Amberg lleva varios años aplicando la tecnología de gemelo digital.

Cadenas de suministro más resilientes

Las cadenas de suministro son claves en un mundo globalizado. En él, las materias primas recorren grandes distancias para su reciclado, procesado o fabricación, y los productos manufacturados hacen lo propio. Para evitar que estas cadenas trabajen tensionadas, es posible digitalizarlas al completo y ver, en un entorno virtual, por dónde podrían fallar antes.

Se dice que una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil, de ahí que sea interesante entender cuáles son los puntos críticos. Así podrán reforzarse. Bajo esta premisa, FedEx y DHL trabajan ya en el modelado de cadenas de suministro globales que les permitan tomar mejores decisiones.

Gemelos digitales y pandemias

Un experimento fructífero fue llevado a cabo por el inLab FIB UPC para Cataluña. La idea de este y otros proyectos similares es la de prever futuros escenarios de propagación de la COVID-19 según métricas como la densidad poblacional, flujos de movilidad, ocupación hospitalaria e, incluso, muestras obtenidas en las alcantarillas.

Para ello, se alimenta el modelo con una ingente cantidad de datos y se va ajustando. En concreto, se utilizan métricas reales y casi en tiempo real. De esta manera, el sistema contiene cada vez menos errores. Una de las grandes ventajas de estos gemelos digitales es que ayudan a diseñar nuevos planes de contención, al mismo tiempo que aportan datos interesantes sobre la sociedad.

La tecnología de gemelos digitales se está convirtiendo en un básico de numerosos sectores debido a sus principales ventajas. Además del modelado predictivo —entender qué, cuándo y cómo algo podría ocurrir—, es posible interactuar a bajísimo coste para analizar qué podría realizarse como mejora, pero sin necesidad de intervenir físicamente.

Este «actuar sin necesidad de actuar», según la aplicación, permite imaginar posibilidades antes de tener que ejecutarlas. Así, se hacen funcionar en una copia virtualizada del mundo y, si funcionan, se trasladan a la realidad.

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Así se prepara España para convertirse en el centro de la producción audiovisual europea https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/espana-como-centro-europeo-de-produccion-audiovisual/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/espana-como-centro-europeo-de-produccion-audiovisual/#respond Tue, 01 Feb 2022 07:26:56 +0000 u0182631@lacaixa.es CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=54470

El sector audiovisual está en plena expansión en todos sus formatos y la producción audiovisual española, con la proyección internacional que las plataformas digitales ofrecen, tiene una oportunidad de oro.

España, que ha pasado de 38 series en 2015 a 75 en 2021, es el segundo país europeo con mayor producción de ficción. Según los datos recogidos por PwC en el informe Entertainment and Media Outlook 2021-2025. España, se prevé un crecimiento sólido y sostenible en la industria de entretenimiento y medios, con un incremento del 5,0 % de la tasa de crecimiento anual compuesto en el mundo y del 5,3 % en España hasta el 2025.

Este crecimiento impulsará los distintos subsectores, en especial el vídeo bajo demanda y la publicidad en Internet, y supondrá para nuestro país alcanzar unos ingresos de 31.737 millones de euros en el 2025.

Para ampliar esta proyección, el Gobierno presentó en el mes de marzo el plan “España, Hub Audiovisual de Europa”, integrado en la agenda España Digital 2025. Este plan tiene como objetivo convertir a España en el primer hub audiovisual de Europa, impulsando la producción nacional y atrayendo inversión y actividad económica.

El proyecto, que considera el conjunto de actividades y servicios del sector audiovisual en todos sus formatos (cine, series, cortos, publicidad, videojuegos y animación), tiene prevista una inversión de 1.603 millones de euros para el período 2021-2025 y su meta es aumentar un 30 % la producción audiovisual realizada en España.

Para lograrlo, propone una serie de medidas articuladas en torno a cuatro ejes.

– Primer eje: digitalizar, internacionalizar y atraer inversores
– Segundo eje: mejora de los instrumentos financieros y fiscales
– Tercer eje: disponibilidad de talento y desarrollo de capital humano
– Cuarto eje: reformas regulatorias y eliminación de barreras administrativas

Estas medidas tienen como prioridad convertir a España en un polo de atracción de la producción audiovisual, mejorar la competitividad de las empresas a través de la digitalización y generar talento reduciendo la brecha de género. Todo ello, desde un prisma integrador que trasciende el audiovisual para conectar con la cultura, el turismo y la imagen que nuestro país tiene en el contexto internacional.

Oportunidades para el crecimiento económico

La industria audiovisual siempre ha movido importantes sumas de dinero. El amplio número de departamentos que se integran en una producción, así como la diversidad de sectores económicos en los que se apoya, hacen de un rodaje la oportunidad idónea para generar riqueza en un territorio.

Colocar a España en un lugar prioritario dentro de la industria audiovisual europea potenciará el mercado nacional, donde ya la producción local supone un 86,7 % del consumo en España.

Además, pondrá de relieve la alta capacidad creativa y cualificación técnica de los profesionales, que pueden competir en los mercados internacionales y acaparar la atención de los grandes players, como demuestra el hecho de que las series españolas estén entre las más vistas en Netflix, solo superadas por las estadounidenses.

Esta mejora en la visibilidad y el posicionamiento de la industria nacional, unida a unos costes de producción sensiblemente inferiores a los de otros países competidores, hacen de España una interesante opción a valorar para los inversores extranjeros.

Crear una industria sólida, capaz de autoabastecerse, captar producciones internacionales y convertirse en un referente a escala mundial es una apuesta que no solo repercute en toda la cadena de valor del sector audiovisual, sino que supone además una oportunidad de crecimiento para el país en su conjunto.

Sector servicios y turismo, los más beneficiados

Hay que considerar que un rodaje abarca gran cantidad de recursos técnicos, económicos y humanos, lo que conlleva la necesidad de contratar servicios como alojamiento, logística, catering, vestimenta o almacenamiento.

Esto supone una oportunidad para el sector servicios, que se ve directamente implicado en la producción. Además, no podemos olvidar el interés que suscitan las localizaciones para los turistas, no solo durante la fase de producción, sino también para aquellos fans que quieren ver en directo el lugar donde se grabó una escena de su serie favorita.

Así, el turismo es otro de los grandes beneficiados por esta industria, dado que sabe aprovechar la pasión de los espectadores para ofrecerles rutas de cine. La diversidad geográfica, la riqueza arquitectónica y el clima en España propician además que las diferentes regiones puedan verse beneficiadas, con lo que se evita la concentración de riqueza.

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El sector audiovisual está en plena expansión en todos sus formatos y la producción audiovisual española, con la proyección internacional que las plataformas digitales ofrecen, tiene una oportunidad de oro.

España, que ha pasado de 38 series en 2015 a 75 en 2021, es el segundo país europeo con mayor producción de ficción. Según los datos recogidos por PwC en el informe Entertainment and Media Outlook 2021-2025. España, se prevé un crecimiento sólido y sostenible en la industria de entretenimiento y medios, con un incremento del 5,0 % de la tasa de crecimiento anual compuesto en el mundo y del 5,3 % en España hasta el 2025.

Este crecimiento impulsará los distintos subsectores, en especial el vídeo bajo demanda y la publicidad en Internet, y supondrá para nuestro país alcanzar unos ingresos de 31.737 millones de euros en el 2025.

Para ampliar esta proyección, el Gobierno presentó en el mes de marzo el plan “España, Hub Audiovisual de Europa”, integrado en la agenda España Digital 2025. Este plan tiene como objetivo convertir a España en el primer hub audiovisual de Europa, impulsando la producción nacional y atrayendo inversión y actividad económica.

El proyecto, que considera el conjunto de actividades y servicios del sector audiovisual en todos sus formatos (cine, series, cortos, publicidad, videojuegos y animación), tiene prevista una inversión de 1.603 millones de euros para el período 2021-2025 y su meta es aumentar un 30 % la producción audiovisual realizada en España.

Para lograrlo, propone una serie de medidas articuladas en torno a cuatro ejes.

– Primer eje: digitalizar, internacionalizar y atraer inversores
– Segundo eje: mejora de los instrumentos financieros y fiscales
– Tercer eje: disponibilidad de talento y desarrollo de capital humano
– Cuarto eje: reformas regulatorias y eliminación de barreras administrativas

Estas medidas tienen como prioridad convertir a España en un polo de atracción de la producción audiovisual, mejorar la competitividad de las empresas a través de la digitalización y generar talento reduciendo la brecha de género. Todo ello, desde un prisma integrador que trasciende el audiovisual para conectar con la cultura, el turismo y la imagen que nuestro país tiene en el contexto internacional.

Oportunidades para el crecimiento económico

La industria audiovisual siempre ha movido importantes sumas de dinero. El amplio número de departamentos que se integran en una producción, así como la diversidad de sectores económicos en los que se apoya, hacen de un rodaje la oportunidad idónea para generar riqueza en un territorio.

Colocar a España en un lugar prioritario dentro de la industria audiovisual europea potenciará el mercado nacional, donde ya la producción local supone un 86,7 % del consumo en España.

Además, pondrá de relieve la alta capacidad creativa y cualificación técnica de los profesionales, que pueden competir en los mercados internacionales y acaparar la atención de los grandes players, como demuestra el hecho de que las series españolas estén entre las más vistas en Netflix, solo superadas por las estadounidenses.

Esta mejora en la visibilidad y el posicionamiento de la industria nacional, unida a unos costes de producción sensiblemente inferiores a los de otros países competidores, hacen de España una interesante opción a valorar para los inversores extranjeros.

Crear una industria sólida, capaz de autoabastecerse, captar producciones internacionales y convertirse en un referente a escala mundial es una apuesta que no solo repercute en toda la cadena de valor del sector audiovisual, sino que supone además una oportunidad de crecimiento para el país en su conjunto.

Sector servicios y turismo, los más beneficiados

Hay que considerar que un rodaje abarca gran cantidad de recursos técnicos, económicos y humanos, lo que conlleva la necesidad de contratar servicios como alojamiento, logística, catering, vestimenta o almacenamiento.

Esto supone una oportunidad para el sector servicios, que se ve directamente implicado en la producción. Además, no podemos olvidar el interés que suscitan las localizaciones para los turistas, no solo durante la fase de producción, sino también para aquellos fans que quieren ver en directo el lugar donde se grabó una escena de su serie favorita.

Así, el turismo es otro de los grandes beneficiados por esta industria, dado que sabe aprovechar la pasión de los espectadores para ofrecerles rutas de cine. La diversidad geográfica, la riqueza arquitectónica y el clima en España propician además que las diferentes regiones puedan verse beneficiadas, con lo que se evita la concentración de riqueza.

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La dimensión económica de la canción del verano https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/la-dimension-economica-de-la-cancion-del-verano/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/la-dimension-economica-de-la-cancion-del-verano/#respond Wed, 28 Jul 2021 14:51:12 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=51284

C. Tangana, Justin Bieber, Lola Índigo, Sebastián Yatra, Dua Lipa y Omar Montes pugnan por conseguir que sus temas sean la canción del verano 2021. Pero ¿sabes qué beneficios económicos tendrán si lo consiguen?

Para entender el impacto económico de un éxito estival, viajamos al verano de 2017, cuando Luis Fonsi y Daddy Yankee lanzaron ‘Despacito’, un tema que ocupó el puesto más alto en las listas de éxitos de todo el mundo y que reventó Youtube.

Antes de entrar en detalle, has de saber que una canción tiene dos tipos de derechos de autor:

Derechos de creación: corresponde a la autoría de la música (partitura y arreglos) y letra.
Derechos del máster: corresponde a la grabación concreta de la canción. Hay que tener en cuenta que una canción puede ser grabada en diversas ocasiones y por artistas diferentes.

Estos derechos cubren la reproducción, la distribución (poner la canción al alcance del público), la preparación de obras derivadas (por ejemplo, samplers), ejecución (interpretación en directo) y exhibición.

De ahí que las canciones generen diversas fuentes de ingresos:

̶ Venta de soportes físicos: la venta clásica de CD, vinilos…
̶ Venta de soportes digitales: cuando compras el tema en iTunes o Tidal.
̶ Reproducciones en soportes online: plataformas como Spotify o Youtube.
̶ Reproducciones en medios: radios, televisiones.

Si aplicamos esto al caso de ‘Despacito’, las cifras son estratosféricas: más de 7.000 millones de reproducciones en YouTube, más de 1.000 millones de reproducciones en Spotify y más de 21 millones de singles (en formato físico y digital) vendidos en todo el mundo.

Por cada reproducción en YouTube, se pagan de derechos unos 500 euros por cada millón de reproducciones, mientras que Spotify paga unos 0,30 euros por cada reproducción. La descarga de una canción suele costar 1 euro, mientras que la versión física en CD (‘Despacito’ solo se ha editado en CD en formato single) ronda los 5 euros. Con estas referencias, podemos estimar que el tema de Luis Fonsi y Daddy Yankee ha generado alrededor de 26,5 millones de euros en estos soportes, sin contar con los derechos de reproducción en todo el mundo y otros ingresos.

Sin embargo, no todo este dinero va a sus bolsillos, ya que han de pagar derechos a los autores de la canción. Para grabarla, pagaron a unos productores, a un estudio y a unos músicos. Una vez editado el máster, han tenido el management de una discográfica, con sus acciones promocionales. En la realización del videoclip ha participado todo un equipo de producción, realización y edición audiovisual, además de coreógrafos, estilistas, bailarines, catering… prácticamente un rodaje.

Por otro lado, Luis Fonsi y Daddy Yankee han tenido otra importante fuente de ingresos: los conciertos. De hecho, hasta la irrupción de la pandemia de COVID-19, la interpretación en directo había tomado mucha relevancia en los ingresos de los artistas, ya que los formatos digitales habían menguado sus beneficios respecto a hace dos décadas, en las que la venta física de música dejaba importantes beneficios a la industria. Aunque, una vez más, todo ingreso conlleva sus correspondientes gastos.

La industria musical, un sector en alza

Aunque la COVID-19 frenó en seco giras y festivales, la industria musical está registrando crecimientos en 2020 y 2021: más de 400 millones de personas pagan suscripciones a plataformas de música online, cuadruplicando la cifra de 2019, cuando solo 100 millones de personas lo hacían.

El negocio de la música en streaming factura al año en suscripciones alrededor de 1.700 millones de euros. De hecho, en mayo de 2020, Goldman Sachs actualizó la previsión de crecimiento de la industria musical y auguró que los directos, la grabación y edición de música facturarán anualmente más de 128.000 millones de euros en 2030.

En España, la industria musical mueve 7.600 millones de euros, un 0,6 % del PIB, según el informe sobre el impacto económico de la música en España de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). En Estados Unidos, el impacto asciende a 162.000 millones de euros, lo que significa un 0,9 % del PIB, según datos de 2018 del informe RIIA.

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C. Tangana, Justin Bieber, Lola Índigo, Sebastián Yatra, Dua Lipa y Omar Montes pugnan por conseguir que sus temas sean la canción del verano 2021. Pero ¿sabes qué beneficios económicos tendrán si lo consiguen?

Para entender el impacto económico de un éxito estival, viajamos al verano de 2017, cuando Luis Fonsi y Daddy Yankee lanzaron ‘Despacito’, un tema que ocupó el puesto más alto en las listas de éxitos de todo el mundo y que reventó Youtube.

Antes de entrar en detalle, has de saber que una canción tiene dos tipos de derechos de autor:

Derechos de creación: corresponde a la autoría de la música (partitura y arreglos) y letra.
Derechos del máster: corresponde a la grabación concreta de la canción. Hay que tener en cuenta que una canción puede ser grabada en diversas ocasiones y por artistas diferentes.

Estos derechos cubren la reproducción, la distribución (poner la canción al alcance del público), la preparación de obras derivadas (por ejemplo, samplers), ejecución (interpretación en directo) y exhibición.

De ahí que las canciones generen diversas fuentes de ingresos:

̶ Venta de soportes físicos: la venta clásica de CD, vinilos…
̶ Venta de soportes digitales: cuando compras el tema en iTunes o Tidal.
̶ Reproducciones en soportes online: plataformas como Spotify o Youtube.
̶ Reproducciones en medios: radios, televisiones.

Si aplicamos esto al caso de ‘Despacito’, las cifras son estratosféricas: más de 7.000 millones de reproducciones en YouTube, más de 1.000 millones de reproducciones en Spotify y más de 21 millones de singles (en formato físico y digital) vendidos en todo el mundo.

Por cada reproducción en YouTube, se pagan de derechos unos 500 euros por cada millón de reproducciones, mientras que Spotify paga unos 0,30 euros por cada reproducción. La descarga de una canción suele costar 1 euro, mientras que la versión física en CD (‘Despacito’ solo se ha editado en CD en formato single) ronda los 5 euros. Con estas referencias, podemos estimar que el tema de Luis Fonsi y Daddy Yankee ha generado alrededor de 26,5 millones de euros en estos soportes, sin contar con los derechos de reproducción en todo el mundo y otros ingresos.

Sin embargo, no todo este dinero va a sus bolsillos, ya que han de pagar derechos a los autores de la canción. Para grabarla, pagaron a unos productores, a un estudio y a unos músicos. Una vez editado el máster, han tenido el management de una discográfica, con sus acciones promocionales. En la realización del videoclip ha participado todo un equipo de producción, realización y edición audiovisual, además de coreógrafos, estilistas, bailarines, catering… prácticamente un rodaje.

Por otro lado, Luis Fonsi y Daddy Yankee han tenido otra importante fuente de ingresos: los conciertos. De hecho, hasta la irrupción de la pandemia de COVID-19, la interpretación en directo había tomado mucha relevancia en los ingresos de los artistas, ya que los formatos digitales habían menguado sus beneficios respecto a hace dos décadas, en las que la venta física de música dejaba importantes beneficios a la industria. Aunque, una vez más, todo ingreso conlleva sus correspondientes gastos.

La industria musical, un sector en alza

Aunque la COVID-19 frenó en seco giras y festivales, la industria musical está registrando crecimientos en 2020 y 2021: más de 400 millones de personas pagan suscripciones a plataformas de música online, cuadruplicando la cifra de 2019, cuando solo 100 millones de personas lo hacían.

El negocio de la música en streaming factura al año en suscripciones alrededor de 1.700 millones de euros. De hecho, en mayo de 2020, Goldman Sachs actualizó la previsión de crecimiento de la industria musical y auguró que los directos, la grabación y edición de música facturarán anualmente más de 128.000 millones de euros en 2030.

En España, la industria musical mueve 7.600 millones de euros, un 0,6 % del PIB, según el informe sobre el impacto económico de la música en España de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). En Estados Unidos, el impacto asciende a 162.000 millones de euros, lo que significa un 0,9 % del PIB, según datos de 2018 del informe RIIA.

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La solución que transforma el plástico en combustible https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/la-solucion-que-transforma-el-plastico-en-combustible/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/la-solucion-que-transforma-el-plastico-en-combustible/#respond Thu, 23 Jul 2020 17:04:59 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=38270

El plástico es una solución perfecta para muchas necesidades. Sin embargo, también se ha convertido en un grave problema para el planeta. Esto se debe a que, en la actualidad, la mayor parte de sus residuos no se reciclan. Así que Nantek, una de las empresas ganadoras de los Premios EmprendedorXXI, decidió ponerse manos a la obra y desarrollar un proceso de reciclaje que resultara rentable y atractivo para la industria. Tanto es así, que son capaces de transformar los plásticos en productos como el combustible. Carlos Uraga, CEO y fundador de la start-up, nos explica cómo lo consiguen.

Uno de los principales objetivos de las políticas públicas de sostenibilidad medioambiental es evitar a toda costa los residuos plásticos. ¿Qué problemas principales representa este material para la sostenibilidad del planeta?

Actualmente, la situación del plástico es más dramática de lo que se conoce. Para hacernos una idea: los vertederos reciben actualmente en unos 10 o 12 años la cantidad de plástico que deberían recibir en 30 años tal y como están diseñados. Hay que hacer algo con toda esa cantidad de plástico que se genera en todos los puntos del planeta.

¿Y cómo ha afectado la crisis de la COVID-19 en este sentido?

Esta pandemia ha provocado que se genere aún más plástico. Los ciudadanos han consumido más productos de supermercado y, además, ahora hay una mayor mentalidad de protección de los alimentos. También se ha generado una gran cantidad de mascarillas que se componen de polipropileno. Para nosotros, esta crisis ha resultado ser un aliciente para aumentar la eficacia de nuestro proceso y ser capaces de reciclar todo ese plástico.

¿Cómo surgió la idea de poner en marcha Nantek?

Nantek surge de una investigación sobre ciertos nanoelementos y agentes reactivos que nos permitió ver que existía cierto potencial en la reacción que transforma plástico en productos petroquímicos, denominada pirólisis. Basándonos en la investigación y el desarrollo de estos nanoelementos y reactivos, observamos que éramos capaces de aumentar el rendimiento del proceso y que, por tanto, podíamos convertirlo en rentable para la industria.

¿En qué sentido creéis que destaca vuestra propuesta para la industria?

El proceso de pirólisis es algo que ya existía para transformar el residuo plástico en ciertos productos. Sin embargo, nunca ha tenido el rendimiento suficiente ni ha sido lo suficientemente rentable como para adaptarlo a soluciones industriales. Nuestro proceso lo que hace es incrementar ese rendimiento, nos permite trabajar a menores temperaturas. De esta manera, aumenta su eficiencia en cuanto a costes, por lo que resulta aplicable a la industria real en el momento en el que nos encontramos.

¿Hasta qué punto puede ayudar vuestra solución a las empresas? ¿Es realmente un proceso rentable y aplicable al día a día de la industria?

Al final, para realizar un proceso de reciclaje que tenga un impacto real y que no sea simplemente una iniciativa altruista, lo que tienes que conseguir es que sea rentable. Y nosotros hemos alcanzado precisamente ese punto, el de la rentabilidad, para romper esa barrera que provocaba que ese reciclaje no resultara atractivo para la industria o para los inversores. Así es como hemos conseguido que este proceso se convierta en algo con escalabilidad y recorrido a largo plazo.

¿Y qué tipo de recursos sois capaces de obtener a partir del plástico?

Gracias a nuestro proceso, los productos que obtenemos a partir del plástico tienen un importante valor añadido para la industria. Así, la proveemos de productos petroquímicos y combustibles que no tienen origen fósil, sino que proceden de otros de segunda vida, que son los que esa industria debe utilizar para generar la sostenibilidad que se necesita.

En cuanto a la implantación real de vuestro proceso en la industria, ¿qué grado de dificultad presenta?

Una de las máximas que siempre hemos tenido presentes al diseñar el equipamiento que utilizamos es que su aplicación tenía que resultar sencilla para la industria.

Es decir: sabíamos que no podíamos desarrollar una solución excesivamente compleja, por eso hemos diseñado unidades modulares que se instalan en aquellos lugares donde hay corrientes de plástico y que se dimensionan sobre la base de las cantidades de material que es necesario transformar. Tenía que ser algo sencillo de aplicar para la industria y eso es lo que hemos conseguido.

Una de las metas de la Unión Europea es la implantación de una economía circular y más sostenible. ¿Cómo puede ayudar vuestra solución en esta tarea?

Uno de los aspectos clave precisamente consiste en lograr una economía circular real, que se basa en que el ciclo de vida de un producto se complete mediante su reutilización, reciclaje o revalorización. En Nantek lo que hacemos es aplicar ese concepto de economía circular y cerrar completamente el ciclo del plástico.

Menos del 20% de este material se encuentra actualmente en economía circular completa y ese es precisamente el problema que estamos intentando paliar, evitando que se derive a la incineración o al vertedero. No se trata de reciclar solo una parte del plástico, como ocurre ahora, sino de cerrar completamente el proceso.

La idea de Nantek consiste en instalar plantas por todo el mundo, de manera que desarrollemos una tecnología que realmente elimine el residuo plástico, para que este material deje de ser el enemigo. Al contrario: se trata de que se convierta en una herramienta útil que sepamos gestionar y revalorizar sin que acabe en los océanos o entornos naturales.

¿Crees que llegará un día en el que viviremos sin plásticos?

Esa es una pregunta que está muy extendida. Personalmente, no creo que lleguemos a vivir sin plástico. Hace 50 años que se empezó a producir y se creía que iba a ser la solución para todo. Con el paso del tiempo, se ha demostrado que no es así, pero sí es cierto que, para muchas industrias y muchos productos que utilizamos, este material es la mejor solución.

El plástico en sí no es el problema. El problema es cómo se trata ese plástico después. Es un gran producto con unas propiedades perfectas para muchísimas aplicaciones y, además, de bajo coste. Lo que tenemos que lograr es gestionar correctamente su residuo.

¿Y cómo puede conseguir la sociedad impulsar esa gestión correcta? ¿Cuál es el papel de Administración, empresas y ciudadanos?

Hay un componente importante en la gestión del residuo plástico y es que la Administración promueva que las empresas públicas y privadas se involucren para realizar ese proceso. Actualmente existe una concienciación por parte de las compañías privadas gracias a la acción de las instituciones públicas y esa es precisamente la dinámica que se debe seguir.

Al final, es la empresa privada la que debe saber gestionar su propio residuo. Las públicas ya lo hacen, pero tienen que mejorar el proceso y trasladarlo al sector privado.

En cuanto a las personas, la concienciación individual sobre cómo tratar el plástico es fundamental. Y esto es algo que solo pueden hacer las instituciones públicas con herramientas adecuadas que promuevan precisamente esa concienciación. A nivel individual, debemos concienciarnos de la necesidad de separar los plásticos y enviarlos a reciclar al lugar que corresponde.

¿Por qué os presentasteis a los Premios EmprendedorXXI y qué ha supuesto para vosotros haber ganado la fase sectorial?

Los Premios EmprendedorXXI de CaixaBank son un reconocimiento que fortalece a proyectos de nueva generación. Para la sociedad, que una entidad como CaixaBank apoye el trabajo que estamos haciendo es sinónimo de que nuestro proyecto tiene realmente futuro.

En el momento en que el jurado falló los premios no esperábamos ser ganadores. Quizás sí finalistas, pero no ganadores. Así que ser distinguidos entre las más de 1.000 empresas que competían fue una grata sorpresa.

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El plástico es una solución perfecta para muchas necesidades. Sin embargo, también se ha convertido en un grave problema para el planeta. Esto se debe a que, en la actualidad, la mayor parte de sus residuos no se reciclan. Así que Nantek, una de las empresas ganadoras de los Premios EmprendedorXXI, decidió ponerse manos a la obra y desarrollar un proceso de reciclaje que resultara rentable y atractivo para la industria. Tanto es así, que son capaces de transformar los plásticos en productos como el combustible. Carlos Uraga, CEO y fundador de la start-up, nos explica cómo lo consiguen.

Uno de los principales objetivos de las políticas públicas de sostenibilidad medioambiental es evitar a toda costa los residuos plásticos. ¿Qué problemas principales representa este material para la sostenibilidad del planeta?

Actualmente, la situación del plástico es más dramática de lo que se conoce. Para hacernos una idea: los vertederos reciben actualmente en unos 10 o 12 años la cantidad de plástico que deberían recibir en 30 años tal y como están diseñados. Hay que hacer algo con toda esa cantidad de plástico que se genera en todos los puntos del planeta.

¿Y cómo ha afectado la crisis de la COVID-19 en este sentido?

Esta pandemia ha provocado que se genere aún más plástico. Los ciudadanos han consumido más productos de supermercado y, además, ahora hay una mayor mentalidad de protección de los alimentos. También se ha generado una gran cantidad de mascarillas que se componen de polipropileno. Para nosotros, esta crisis ha resultado ser un aliciente para aumentar la eficacia de nuestro proceso y ser capaces de reciclar todo ese plástico.

¿Cómo surgió la idea de poner en marcha Nantek?

Nantek surge de una investigación sobre ciertos nanoelementos y agentes reactivos que nos permitió ver que existía cierto potencial en la reacción que transforma plástico en productos petroquímicos, denominada pirólisis. Basándonos en la investigación y el desarrollo de estos nanoelementos y reactivos, observamos que éramos capaces de aumentar el rendimiento del proceso y que, por tanto, podíamos convertirlo en rentable para la industria.

¿En qué sentido creéis que destaca vuestra propuesta para la industria?

El proceso de pirólisis es algo que ya existía para transformar el residuo plástico en ciertos productos. Sin embargo, nunca ha tenido el rendimiento suficiente ni ha sido lo suficientemente rentable como para adaptarlo a soluciones industriales. Nuestro proceso lo que hace es incrementar ese rendimiento, nos permite trabajar a menores temperaturas. De esta manera, aumenta su eficiencia en cuanto a costes, por lo que resulta aplicable a la industria real en el momento en el que nos encontramos.

¿Hasta qué punto puede ayudar vuestra solución a las empresas? ¿Es realmente un proceso rentable y aplicable al día a día de la industria?

Al final, para realizar un proceso de reciclaje que tenga un impacto real y que no sea simplemente una iniciativa altruista, lo que tienes que conseguir es que sea rentable. Y nosotros hemos alcanzado precisamente ese punto, el de la rentabilidad, para romper esa barrera que provocaba que ese reciclaje no resultara atractivo para la industria o para los inversores. Así es como hemos conseguido que este proceso se convierta en algo con escalabilidad y recorrido a largo plazo.

¿Y qué tipo de recursos sois capaces de obtener a partir del plástico?

Gracias a nuestro proceso, los productos que obtenemos a partir del plástico tienen un importante valor añadido para la industria. Así, la proveemos de productos petroquímicos y combustibles que no tienen origen fósil, sino que proceden de otros de segunda vida, que son los que esa industria debe utilizar para generar la sostenibilidad que se necesita.

En cuanto a la implantación real de vuestro proceso en la industria, ¿qué grado de dificultad presenta?

Una de las máximas que siempre hemos tenido presentes al diseñar el equipamiento que utilizamos es que su aplicación tenía que resultar sencilla para la industria.

Es decir: sabíamos que no podíamos desarrollar una solución excesivamente compleja, por eso hemos diseñado unidades modulares que se instalan en aquellos lugares donde hay corrientes de plástico y que se dimensionan sobre la base de las cantidades de material que es necesario transformar. Tenía que ser algo sencillo de aplicar para la industria y eso es lo que hemos conseguido.

Una de las metas de la Unión Europea es la implantación de una economía circular y más sostenible. ¿Cómo puede ayudar vuestra solución en esta tarea?

Uno de los aspectos clave precisamente consiste en lograr una economía circular real, que se basa en que el ciclo de vida de un producto se complete mediante su reutilización, reciclaje o revalorización. En Nantek lo que hacemos es aplicar ese concepto de economía circular y cerrar completamente el ciclo del plástico.

Menos del 20% de este material se encuentra actualmente en economía circular completa y ese es precisamente el problema que estamos intentando paliar, evitando que se derive a la incineración o al vertedero. No se trata de reciclar solo una parte del plástico, como ocurre ahora, sino de cerrar completamente el proceso.

La idea de Nantek consiste en instalar plantas por todo el mundo, de manera que desarrollemos una tecnología que realmente elimine el residuo plástico, para que este material deje de ser el enemigo. Al contrario: se trata de que se convierta en una herramienta útil que sepamos gestionar y revalorizar sin que acabe en los océanos o entornos naturales.

¿Crees que llegará un día en el que viviremos sin plásticos?

Esa es una pregunta que está muy extendida. Personalmente, no creo que lleguemos a vivir sin plástico. Hace 50 años que se empezó a producir y se creía que iba a ser la solución para todo. Con el paso del tiempo, se ha demostrado que no es así, pero sí es cierto que, para muchas industrias y muchos productos que utilizamos, este material es la mejor solución.

El plástico en sí no es el problema. El problema es cómo se trata ese plástico después. Es un gran producto con unas propiedades perfectas para muchísimas aplicaciones y, además, de bajo coste. Lo que tenemos que lograr es gestionar correctamente su residuo.

¿Y cómo puede conseguir la sociedad impulsar esa gestión correcta? ¿Cuál es el papel de Administración, empresas y ciudadanos?

Hay un componente importante en la gestión del residuo plástico y es que la Administración promueva que las empresas públicas y privadas se involucren para realizar ese proceso. Actualmente existe una concienciación por parte de las compañías privadas gracias a la acción de las instituciones públicas y esa es precisamente la dinámica que se debe seguir.

Al final, es la empresa privada la que debe saber gestionar su propio residuo. Las públicas ya lo hacen, pero tienen que mejorar el proceso y trasladarlo al sector privado.

En cuanto a las personas, la concienciación individual sobre cómo tratar el plástico es fundamental. Y esto es algo que solo pueden hacer las instituciones públicas con herramientas adecuadas que promuevan precisamente esa concienciación. A nivel individual, debemos concienciarnos de la necesidad de separar los plásticos y enviarlos a reciclar al lugar que corresponde.

¿Por qué os presentasteis a los Premios EmprendedorXXI y qué ha supuesto para vosotros haber ganado la fase sectorial?

Los Premios EmprendedorXXI de CaixaBank son un reconocimiento que fortalece a proyectos de nueva generación. Para la sociedad, que una entidad como CaixaBank apoye el trabajo que estamos haciendo es sinónimo de que nuestro proyecto tiene realmente futuro.

En el momento en que el jurado falló los premios no esperábamos ser ganadores. Quizás sí finalistas, pero no ganadores. Así que ser distinguidos entre las más de 1.000 empresas que competían fue una grata sorpresa.

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https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/la-solucion-que-transforma-el-plastico-en-combustible/feed/ 0
“Ninguna persona debería hacer un trabajo manual y repetitivo que no aporte valor a su vida” https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/ninguna-persona-deberia-estar-haciendo-un-trabajo-manual-y-repetitivo-que-no-aporte-valor-a-su-vida-entrevista-a-mariel-diaz-ceo-de-triditive/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/ninguna-persona-deberia-estar-haciendo-un-trabajo-manual-y-repetitivo-que-no-aporte-valor-a-su-vida-entrevista-a-mariel-diaz-ceo-de-triditive/#respond Fri, 27 Sep 2019 08:26:20 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=34420

Las experiencias de impresión en 3D se quedan a menudo en meros prototipos. Triditive ha creado una plataforma, AMCELL, que une software y hardware para conseguir que la impresión en 3D se pueda industrializar, es decir, reproducir a gran escala para mejorar su eficiencia. Un proceso que permite que la producción en 3D sea competitiva en muchos sectores en los que no lo era o que se puedan fabricar prótesis que antes tenían precios prohibitivos.

¿Qué ha significado para vuestra empresa haber sido una de las ganadoras de los Premios EmprendedorXXI?

El premio nos ha dado mucha visibilidad a nivel nacional. Todo el proceso ha sido increíblemente satisfactorio; hemos conocido a mucha gente muy implicada con la necesaria labor de ayudar e impulsar a las startups. El viaje a Silicon Valley, conseguido gracias a este premio, nos ayudó a desarrollar una visión disruptiva para el futuro, mucho de lo que aprendimos está en el ADN de Triditive ahora.

¿Qué es AMCELL, cómo funciona y cuál es su principal innovación?

AMCELL es una plataforma de hardware y software de automatización de la impresión 3D para permitir a la industria la fabricación en masa con esta tecnología. Triditive ofrece una solución integral para la impresión 3D industrial y revolucionará la fabricación. AMCELL consiste en un sistema de brazos robóticos funcionando paralelamente, con sistemas que automatizan todo el proceso de impresión 3D desde la planificación de órdenes de producción, preparación del trabajo de impresión hasta la eyección de las piezas impresas. Esto permite que la máquina funcione durante 24 horas siete días a la semana con mínima intervención humana. Es la primera máquina industrial capaz de fabricar metales y polímeros, preparada para producción en serie en la línea de producción de cualquier empresa manufacturera.

¿Cómo ha sido el proceso de desarrollo de este sistema?

En Triditive, antes de diseñar AMCELL, nos pusimos en contacto con la industria y analizamos en detalle por qué no se estaba utilizando la impresión 3D en la fabricación. Identificamos los problemas y diseñamos AMCELL desde cero para superarlos y ofrecer una solución efectiva y rápida de implementar en la industria.

¿Qué avances supone esta nueva maquinaria en los sistemas de impresión industrial?

Triditive habilita la posibilidad, al fin, de fabricar en masa a un precio competitivo con otras tecnologías. La impresión 3D lleva casi 30 años en el mercado, y aún no vemos piezas impresas fuera del prototipado o sectores punteros en tecnología como el aeroespacial o el médico, que es donde se han enfocado todas las aplicaciones de impresión 3D.

 ¿Supone una gran reducción de costes para las empresas?

Inmensa. La impresión 3D era una tecnología que muy pocos sectores se podían permitir. Con AMCELL, hemos conseguido reducir los costes de fabricar lotes de piezas finales siendo competitivos frente a otras tecnologías de fabricación, de esta manera la industria manufacturera tradicional se puede plantear la posibilidad de empezar a implementar esta tecnología en sus líneas de producción. Si preguntamos al público en general cuántos de ellos(as) tienen piezas impresas en 3D o productos que tengan integradas piezas impresas, serán muy pocos los que contesten positivamente. Hasta el momento, no había piezas impresas en 3D en bienes de consumo, porque la tecnología no tenía esa capacidad: con AMCELL estamos abriendo esa posibilidad, fabricación en masa y automatizada.

¿Qué impacto creéis que puede tener vuestro sistema de impresión 3D en la industria española?

Ofrecemos muchas ventajas, algunas de ellas se basan en eliminar las barreras de entrada a la tecnología, como el coste de la maquinaria, la dificultad para formar a los operarios o eliminar la necesidad de realizar obras de reforma en la fábrica para adecuar la instalación de la maquinaria. En España, salvo excepciones, no hay mucha innovación industrial. Nuestra tecnología, como otras que irán apareciendo en el mercado, supone una gran oportunidad para la industria que sepa ver sus ventajas y las aproveche. Por eso ya tenemos oficinas en Reino Unido y Estados Unidos, donde la industria lleva tiempo implementando esta tecnología y está mucho más abierta a adoptar cambios, especialmente si vienen de una startup. En España, las startups lo tienen más difícil para trabajar con la industria, es una cultura totalmente diferente, tenemos mucho que aprender en este tema.

¿Qué beneficios puede aportarle a una empresa industrial la fabricación mediante impresión 3D? ¿Cuántas piezas se pueden imprimir en serie en un mes?

Una empresa industrial puede tener muchos beneficios: el ahorro en costes, la personalización, la optimización de la geometría, la reducción de peso… pero si tuviese que quedarme con uno, diría que una flexibilidad de fabricación sin precedentes que abrirá mercados totalmente nuevos. Una AMCELL puede imprimir 10.000 piezas de 125cm3 de manera automática, pero la clave no está en hacer esas 10.000 piezas iguales. Hay que pensar, por ejemplo, en 100 lotes de 100 piezas diferentes, con diferentes geometrías y materiales.

¿Con qué obstáculos os encontrasteis en el proceso de desarrollo de esta tecnología?

El más importante fue el acceso a la financiación privada; el hardware no es atractivo para los inversores que buscan la escalabilidad desmesurada del próximo Facebook.

¿Qué papel juega la tecnología IoT (Internet de las Cosas) en vuestra propuesta? Háblanos del software EVAM y de la gestión remota de maquinaria.

En Triditive entendemos la automatización como una conjunción de hardware y software para eliminar la rigidez en la producción. Por eso desarrollamos EVAM, una plataforma de software para gestionar AMCELL, controlar su automatización y dotarla de esa flexibilidad que necesitan las fábricas del futuro. Cada vez los lotes de fabricación son más bajos; el almacenamiento de materia prima y productos terminados se intenta minimizar al máximo para optimizar. Gestionar una fábrica hoy en día y optimizar su rentabilidad es una tarea extraordinariamente difícil. Las AMCELL son los músculos, Internet los nervios y EVAM el cerebro. Las AMCELL se conectan a EVAM como el sistema muscular del cuerpo humano se conectan al sistema nervioso. Nuestros competidores tratan de diseñar un músculo perfecto (hardware) o un cerebro (software), nosotros diseñamos la solución desde el comienzo como un sistema completo.

¿Qué ha significado para vosotros como empresa la apertura de vuestra fábrica piloto, SCALADD?

La verdad es que SCALADD nos ha permitido dos cosas muy importantes: crear algo físico, que pudiésemos mostrar. Mucha gente pensó que solo teníamos la idea, y en cambio demostramos de lo que el equipo era capaz de hacer en apenas un año y con un presupuesto muy ajustado. Por otro lado, tener capacidad de fabricación de piezas nos ha permitido salir al mercado y valorar nuestra tecnología. En menos de un año hemos conseguido realizar piezas para más de 100 clientes en más de 5 países sin salir a buscarlos.

Recientemente, habéis sido una de las 10 startups seleccionadas por la aceleradora IoT Tribe, lo que ha supuesto vuestro desembarco en el Reino Unido. ¿Cuáles son vuestros planes de expansión? 

Nuestra principal actividad en el Reino Unido es desarrollar nuestro software. Entrar en un mercado como pueda ser el de Reino Unido o Estados Unidos como startup es casi imposible, necesitas mucho tiempo y recursos. Así que hacerlo a través de una aceleradora es una gran oportunidad, ya que te acogen y te ofrecen su amplia red de contactos, que generalmente está muy especializada y enfocada a tu sector.

¿Cómo pueden las personas con algún tipo de discapacidad beneficiarse de esta tecnología? Háblanos de la impresión de cuadros mediante 3D y de las prótesis AFO.

Los cuadros impresos en 3D ─proyecto que recibió en 2017 el premio de diseño accesible por la fundación Aspaym─, y las prótesis AFO son claros ejemplos de nuestra responsabilidad social corporativa y una muestra de cómo la tecnología puede mejorar la vida de las personas. Nosotros generamos tecnología para que otros puedan crear mercados que ayuden a las personas. De manera resumida, nadie va a hacer un cuadro para personas con discapacidad visual porque no compensa, o ninguna empresa va a hacer prótesis personalizadas porque las tiradas son muy bajas y salen muy caras, por lo que el mercado es pequeño. Ahora, con la impresión 3D en masa y a coste muy reducido, estos mercados que hace unos años no existían se abren.

¿Cuáles son vuestros objetivos a largo plazo?

La visión de Triditive es “Permitir a la humanidad liberarse del trabajo manual”. Lo importante de esta visión es que todo el equipo está motivado por alcanzarla; creemos que ninguna persona debería estar haciendo un trabajo manual y repetitivo que no aporte valor. Todas las revoluciones industriales han permitido al ser humano disponer de más tiempo para dedicarse a otras actividades como la ciencia, el arte o los deportes. En Triditive queremos impulsar esta cuarta revolución industrial para que las personas pasen a estar en el centro de la revolución.

La impresión 3D es una tecnología que lleva años en el mercado pero que hasta la fecha no ha desarrollado su verdadero potencial. ¿A qué crees que es debido?

En una primera etapa, los primeros 25 años, esto ocurrió porque unas pocas empresas tenían las patentes y no existió prácticamente ningún avance. En la segunda etapa, a medida que a las diferentes tecnologías de impresión 3D les iban caducando las patentes, miles de personas se pusieron a desarrollar las tecnologías a cotas no imaginadas hace unos años. Estamos comenzando la tercera etapa, en la que ya empezaremos a ver el verdadero potencial de las tecnologías más maduras y su industrialización.

¿Cuáles son vuestros próximos proyectos a escala nacional e internacional?

Ahora mismo, el equipo directivo se encuentra en Estados Unidos para abrir el mercado allí. Estamos en la mejor aceleradora del mundo, Techstars, y bajo el paraguas de una gran empresa de fabricación como es Stanley Black&Decker. Además, tenemos siempre abiertos varios proyectos de I+D para mejorar las capacidades de nuestra tecnología. Escalar y lanzar el modelo comercial de AMCELL es nuestro siguiente paso.

¿Cómo ha sido esta aventura de emprender un negocio en un sector considerado tradicionalmente masculino?

Es todo un reto para una mujer emprender en tecnología, incluso más cuando esta está relacionada a la industria en la que estamos subrepresentadas. En el sector de la fabricación aditiva, únicamente el 13% son mujeres, de las cuales la mayoría se dedican al marketing y las ventas. En España solo el 2% de las empresas tienen una mujer CEO.

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Las experiencias de impresión en 3D se quedan a menudo en meros prototipos. Triditive ha creado una plataforma, AMCELL, que une software y hardware para conseguir que la impresión en 3D se pueda industrializar, es decir, reproducir a gran escala para mejorar su eficiencia. Un proceso que permite que la producción en 3D sea competitiva en muchos sectores en los que no lo era o que se puedan fabricar prótesis que antes tenían precios prohibitivos.

¿Qué ha significado para vuestra empresa haber sido una de las ganadoras de los Premios EmprendedorXXI?

El premio nos ha dado mucha visibilidad a nivel nacional. Todo el proceso ha sido increíblemente satisfactorio; hemos conocido a mucha gente muy implicada con la necesaria labor de ayudar e impulsar a las startups. El viaje a Silicon Valley, conseguido gracias a este premio, nos ayudó a desarrollar una visión disruptiva para el futuro, mucho de lo que aprendimos está en el ADN de Triditive ahora.

¿Qué es AMCELL, cómo funciona y cuál es su principal innovación?

AMCELL es una plataforma de hardware y software de automatización de la impresión 3D para permitir a la industria la fabricación en masa con esta tecnología. Triditive ofrece una solución integral para la impresión 3D industrial y revolucionará la fabricación. AMCELL consiste en un sistema de brazos robóticos funcionando paralelamente, con sistemas que automatizan todo el proceso de impresión 3D desde la planificación de órdenes de producción, preparación del trabajo de impresión hasta la eyección de las piezas impresas. Esto permite que la máquina funcione durante 24 horas siete días a la semana con mínima intervención humana. Es la primera máquina industrial capaz de fabricar metales y polímeros, preparada para producción en serie en la línea de producción de cualquier empresa manufacturera.

¿Cómo ha sido el proceso de desarrollo de este sistema?

En Triditive, antes de diseñar AMCELL, nos pusimos en contacto con la industria y analizamos en detalle por qué no se estaba utilizando la impresión 3D en la fabricación. Identificamos los problemas y diseñamos AMCELL desde cero para superarlos y ofrecer una solución efectiva y rápida de implementar en la industria.

¿Qué avances supone esta nueva maquinaria en los sistemas de impresión industrial?

Triditive habilita la posibilidad, al fin, de fabricar en masa a un precio competitivo con otras tecnologías. La impresión 3D lleva casi 30 años en el mercado, y aún no vemos piezas impresas fuera del prototipado o sectores punteros en tecnología como el aeroespacial o el médico, que es donde se han enfocado todas las aplicaciones de impresión 3D.

 ¿Supone una gran reducción de costes para las empresas?

Inmensa. La impresión 3D era una tecnología que muy pocos sectores se podían permitir. Con AMCELL, hemos conseguido reducir los costes de fabricar lotes de piezas finales siendo competitivos frente a otras tecnologías de fabricación, de esta manera la industria manufacturera tradicional se puede plantear la posibilidad de empezar a implementar esta tecnología en sus líneas de producción. Si preguntamos al público en general cuántos de ellos(as) tienen piezas impresas en 3D o productos que tengan integradas piezas impresas, serán muy pocos los que contesten positivamente. Hasta el momento, no había piezas impresas en 3D en bienes de consumo, porque la tecnología no tenía esa capacidad: con AMCELL estamos abriendo esa posibilidad, fabricación en masa y automatizada.

¿Qué impacto creéis que puede tener vuestro sistema de impresión 3D en la industria española?

Ofrecemos muchas ventajas, algunas de ellas se basan en eliminar las barreras de entrada a la tecnología, como el coste de la maquinaria, la dificultad para formar a los operarios o eliminar la necesidad de realizar obras de reforma en la fábrica para adecuar la instalación de la maquinaria. En España, salvo excepciones, no hay mucha innovación industrial. Nuestra tecnología, como otras que irán apareciendo en el mercado, supone una gran oportunidad para la industria que sepa ver sus ventajas y las aproveche. Por eso ya tenemos oficinas en Reino Unido y Estados Unidos, donde la industria lleva tiempo implementando esta tecnología y está mucho más abierta a adoptar cambios, especialmente si vienen de una startup. En España, las startups lo tienen más difícil para trabajar con la industria, es una cultura totalmente diferente, tenemos mucho que aprender en este tema.

¿Qué beneficios puede aportarle a una empresa industrial la fabricación mediante impresión 3D? ¿Cuántas piezas se pueden imprimir en serie en un mes?

Una empresa industrial puede tener muchos beneficios: el ahorro en costes, la personalización, la optimización de la geometría, la reducción de peso… pero si tuviese que quedarme con uno, diría que una flexibilidad de fabricación sin precedentes que abrirá mercados totalmente nuevos. Una AMCELL puede imprimir 10.000 piezas de 125cm3 de manera automática, pero la clave no está en hacer esas 10.000 piezas iguales. Hay que pensar, por ejemplo, en 100 lotes de 100 piezas diferentes, con diferentes geometrías y materiales.

¿Con qué obstáculos os encontrasteis en el proceso de desarrollo de esta tecnología?

El más importante fue el acceso a la financiación privada; el hardware no es atractivo para los inversores que buscan la escalabilidad desmesurada del próximo Facebook.

¿Qué papel juega la tecnología IoT (Internet de las Cosas) en vuestra propuesta? Háblanos del software EVAM y de la gestión remota de maquinaria.

En Triditive entendemos la automatización como una conjunción de hardware y software para eliminar la rigidez en la producción. Por eso desarrollamos EVAM, una plataforma de software para gestionar AMCELL, controlar su automatización y dotarla de esa flexibilidad que necesitan las fábricas del futuro. Cada vez los lotes de fabricación son más bajos; el almacenamiento de materia prima y productos terminados se intenta minimizar al máximo para optimizar. Gestionar una fábrica hoy en día y optimizar su rentabilidad es una tarea extraordinariamente difícil. Las AMCELL son los músculos, Internet los nervios y EVAM el cerebro. Las AMCELL se conectan a EVAM como el sistema muscular del cuerpo humano se conectan al sistema nervioso. Nuestros competidores tratan de diseñar un músculo perfecto (hardware) o un cerebro (software), nosotros diseñamos la solución desde el comienzo como un sistema completo.

¿Qué ha significado para vosotros como empresa la apertura de vuestra fábrica piloto, SCALADD?

La verdad es que SCALADD nos ha permitido dos cosas muy importantes: crear algo físico, que pudiésemos mostrar. Mucha gente pensó que solo teníamos la idea, y en cambio demostramos de lo que el equipo era capaz de hacer en apenas un año y con un presupuesto muy ajustado. Por otro lado, tener capacidad de fabricación de piezas nos ha permitido salir al mercado y valorar nuestra tecnología. En menos de un año hemos conseguido realizar piezas para más de 100 clientes en más de 5 países sin salir a buscarlos.

Recientemente, habéis sido una de las 10 startups seleccionadas por la aceleradora IoT Tribe, lo que ha supuesto vuestro desembarco en el Reino Unido. ¿Cuáles son vuestros planes de expansión? 

Nuestra principal actividad en el Reino Unido es desarrollar nuestro software. Entrar en un mercado como pueda ser el de Reino Unido o Estados Unidos como startup es casi imposible, necesitas mucho tiempo y recursos. Así que hacerlo a través de una aceleradora es una gran oportunidad, ya que te acogen y te ofrecen su amplia red de contactos, que generalmente está muy especializada y enfocada a tu sector.

¿Cómo pueden las personas con algún tipo de discapacidad beneficiarse de esta tecnología? Háblanos de la impresión de cuadros mediante 3D y de las prótesis AFO.

Los cuadros impresos en 3D ─proyecto que recibió en 2017 el premio de diseño accesible por la fundación Aspaym─, y las prótesis AFO son claros ejemplos de nuestra responsabilidad social corporativa y una muestra de cómo la tecnología puede mejorar la vida de las personas. Nosotros generamos tecnología para que otros puedan crear mercados que ayuden a las personas. De manera resumida, nadie va a hacer un cuadro para personas con discapacidad visual porque no compensa, o ninguna empresa va a hacer prótesis personalizadas porque las tiradas son muy bajas y salen muy caras, por lo que el mercado es pequeño. Ahora, con la impresión 3D en masa y a coste muy reducido, estos mercados que hace unos años no existían se abren.

¿Cuáles son vuestros objetivos a largo plazo?

La visión de Triditive es “Permitir a la humanidad liberarse del trabajo manual”. Lo importante de esta visión es que todo el equipo está motivado por alcanzarla; creemos que ninguna persona debería estar haciendo un trabajo manual y repetitivo que no aporte valor. Todas las revoluciones industriales han permitido al ser humano disponer de más tiempo para dedicarse a otras actividades como la ciencia, el arte o los deportes. En Triditive queremos impulsar esta cuarta revolución industrial para que las personas pasen a estar en el centro de la revolución.

La impresión 3D es una tecnología que lleva años en el mercado pero que hasta la fecha no ha desarrollado su verdadero potencial. ¿A qué crees que es debido?

En una primera etapa, los primeros 25 años, esto ocurrió porque unas pocas empresas tenían las patentes y no existió prácticamente ningún avance. En la segunda etapa, a medida que a las diferentes tecnologías de impresión 3D les iban caducando las patentes, miles de personas se pusieron a desarrollar las tecnologías a cotas no imaginadas hace unos años. Estamos comenzando la tercera etapa, en la que ya empezaremos a ver el verdadero potencial de las tecnologías más maduras y su industrialización.

¿Cuáles son vuestros próximos proyectos a escala nacional e internacional?

Ahora mismo, el equipo directivo se encuentra en Estados Unidos para abrir el mercado allí. Estamos en la mejor aceleradora del mundo, Techstars, y bajo el paraguas de una gran empresa de fabricación como es Stanley Black&Decker. Además, tenemos siempre abiertos varios proyectos de I+D para mejorar las capacidades de nuestra tecnología. Escalar y lanzar el modelo comercial de AMCELL es nuestro siguiente paso.

¿Cómo ha sido esta aventura de emprender un negocio en un sector considerado tradicionalmente masculino?

Es todo un reto para una mujer emprender en tecnología, incluso más cuando esta está relacionada a la industria en la que estamos subrepresentadas. En el sector de la fabricación aditiva, únicamente el 13% son mujeres, de las cuales la mayoría se dedican al marketing y las ventas. En España solo el 2% de las empresas tienen una mujer CEO.

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¿Qué es la economía de guerra? https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-es-la-economia-de-guerra/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-es-la-economia-de-guerra/#respond Mon, 25 Feb 2019 08:23:56 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=29192

Hay términos que siempre vuelven. Economía de guerra es uno de ellos. A grandes rasgos, lo solemos aplicar cuando atravesamos una situación económica delicada por la cual necesitamos reducir nuestros gastos al máximo y sacar el máximo partido a lo que compramos.

Se trata de una expresión muy polivalente, que utilizamos para explicarle a un amigo por qué no volveremos a tomarnos unas cañas con él al menos en los próximos seis meses o incluso para referirnos a un cambio de hábitos en la compra de productos de belleza.

Sin embargo, la expresión economía de guerra tiene un origen mucho más literal. Se refiere a las medidas y actuaciones que adoptan los países cuando atraviesan una situación crítica, como es el caso de un conflicto bélico o sus consecuencias posteriores. En concreto, Philippe Le Billon la define como el conjunto de actividades económicas que se organizan para financiar una guerra, que pasan por la producción, movilización y distribución de los recursos. Estas actuaciones influyen, por ejemplo, en los impuestos, el comercio o el racionamiento de bienes. El objetivo consiste en manejar la economía de tal manera que se termine por ganar la contienda sin descuidar a la población.

No existe una única forma de economía de guerra, sino que cada país desarrolla la suya propia cuando encara un conflicto de estas características. Tampoco el término es una exclusiva de los países, sino que se puede aplicar también a grupos armados locales que controlan un territorio determinado. Por eso las estrategias de economía de guerra que se desarrollan son muy variadas.

Sin embargo, existen algunos rasgos que se repiten a menudo en las situaciones de economía de guerra. Con muchos de ellos estamos familiarizados, porque los hemos visto en películas bélicas que recrean conflictos muy distintos, como Lo que el viento se llevó o Las bicicletas son para el verano.

Síntomas de una economía de guerra

Algunas señales que nos permitirán reconocer que un país está aplicando medidas de economía de guerra tienen mucho que ver con la tendencia a la autarquía o el autoabastecimiento. Esto significa que el estado trata de abastecer a su población y a su ejército mediante recursos propios para reducir en lo posible la dependencia del exterior, sobre todo ante el riesgo de sufrir un bloqueo económico. Esta estrategia se combina a menudo con el racionamiento de alimentos y otros bienes para ajustar al máximo el consumo, junto con la puesta en marcha de medidas para el ahorro energético.

Un buen ejemplo de esto lo encontramos en la Gran Bretaña de la Segunda Guerra Mundial, cuyos suministros sufrieron las consecuencias de la guerra submarina planteada por Alemania. Esta situación de bloqueo trajo consigo un gran esfuerzo para producir la máxima cantidad posible de alimentos en suelo británico con los que abastecer a la población y las tropas. Las cartillas de racionamiento en la España de la posguerra también responden a este tipo de estrategias.

La producción industrial de un país en economía de guerra también suele adaptarse a las demandas de un conflicto bélico. Esto quiere decir que sus esfuerzos se orientan a producir exactamente lo que necesita para afrontarlo.

Este es el camino que siguió Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial: la producción de guerra transformó radicalmente su industria, hasta el punto de que fábricas de automóviles como Chrysler se dedicaron a fabricar fuselajes de avión. La movilización de dieciséis millones de personas hacia los distintos frentes de la guerra, en su mayoría hombres, hizo un hueco para que otros colectivos, como las mujeres, los latinos o los afroamericanos, encontraran trabajo en la industria norteamericana.

Ya en la Primera Guerra Mundial, Alemania había desarrollado al máximo y en un corto espacio de tiempo su capacidad industrial para producir los recursos materiales que necesitaba, cuando la economía se había transformado en un factor bélico de primer orden.

El control de la política monetaria para moderar la inflación, la creación de nuevos impuestos, la desviación a los sectores primario y secundario de partidas presupuestarias antes asignadas al sector terciario o el proteccionismo son otros de los rasgos que se pueden observar en las economías de guerra.

También lo es la financiación mediante bonos de guerra, que se venden a los propios ciudadanos a cambio de un interés para poder comprar y producir armamento. Este fue el caso de Austria-Hungría en la Primera Guerra Mundial o de Gran Bretaña en la Guerra de Crimea.

Después de contemplar estos ejemplos, no resulta difícil imaginar por qué utilizamos a menudo la expresión economía de guerra para referirnos a ciertas medidas que adoptan las familias en momentos delicados.

Por suerte, evitar estas situaciones puede resultar tan sencillo como tomar algunas precauciones para tener las finanzas familiares saneadas y evitar así entrar en la tan temida economía de guerra.

Cuando la economía es el arma

Los ajustes en la economía de un país son clave para su rendimiento durante un conflicto bélico, pero no solo en términos de resistencia. En ocasiones, también se realizan esfuerzos para pasar a la ofensiva contra sus enemigos.

Las batallas económicas que se libran durante una guerra pueden resultar decisivas para el desarrollo de las físicas. Un ejemplo de ello es la contienda del wolframio que libraron los aliados y Alemania durante la Segunda Guerra Mundial en territorio español.

Este choque llevó incluso a una escalada artificial de los precios de este metal, que los alemanes utilizaban para endurecer su armamento y que adquirían a España. Cuando los aliados lo descubrieron, comenzaron a comprar wolframio de manera masiva para evitar que sus enemigos accedieran a él, lo que provocó que su precio se multiplicara por cuatro.

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Hay términos que siempre vuelven. Economía de guerra es uno de ellos. A grandes rasgos, lo solemos aplicar cuando atravesamos una situación económica delicada por la cual necesitamos reducir nuestros gastos al máximo y sacar el máximo partido a lo que compramos.

Se trata de una expresión muy polivalente, que utilizamos para explicarle a un amigo por qué no volveremos a tomarnos unas cañas con él al menos en los próximos seis meses o incluso para referirnos a un cambio de hábitos en la compra de productos de belleza.

Sin embargo, la expresión economía de guerra tiene un origen mucho más literal. Se refiere a las medidas y actuaciones que adoptan los países cuando atraviesan una situación crítica, como es el caso de un conflicto bélico o sus consecuencias posteriores. En concreto, Philippe Le Billon la define como el conjunto de actividades económicas que se organizan para financiar una guerra, que pasan por la producción, movilización y distribución de los recursos. Estas actuaciones influyen, por ejemplo, en los impuestos, el comercio o el racionamiento de bienes. El objetivo consiste en manejar la economía de tal manera que se termine por ganar la contienda sin descuidar a la población.

No existe una única forma de economía de guerra, sino que cada país desarrolla la suya propia cuando encara un conflicto de estas características. Tampoco el término es una exclusiva de los países, sino que se puede aplicar también a grupos armados locales que controlan un territorio determinado. Por eso las estrategias de economía de guerra que se desarrollan son muy variadas.

Sin embargo, existen algunos rasgos que se repiten a menudo en las situaciones de economía de guerra. Con muchos de ellos estamos familiarizados, porque los hemos visto en películas bélicas que recrean conflictos muy distintos, como Lo que el viento se llevó o Las bicicletas son para el verano.

Síntomas de una economía de guerra

Algunas señales que nos permitirán reconocer que un país está aplicando medidas de economía de guerra tienen mucho que ver con la tendencia a la autarquía o el autoabastecimiento. Esto significa que el estado trata de abastecer a su población y a su ejército mediante recursos propios para reducir en lo posible la dependencia del exterior, sobre todo ante el riesgo de sufrir un bloqueo económico. Esta estrategia se combina a menudo con el racionamiento de alimentos y otros bienes para ajustar al máximo el consumo, junto con la puesta en marcha de medidas para el ahorro energético.

Un buen ejemplo de esto lo encontramos en la Gran Bretaña de la Segunda Guerra Mundial, cuyos suministros sufrieron las consecuencias de la guerra submarina planteada por Alemania. Esta situación de bloqueo trajo consigo un gran esfuerzo para producir la máxima cantidad posible de alimentos en suelo británico con los que abastecer a la población y las tropas. Las cartillas de racionamiento en la España de la posguerra también responden a este tipo de estrategias.

La producción industrial de un país en economía de guerra también suele adaptarse a las demandas de un conflicto bélico. Esto quiere decir que sus esfuerzos se orientan a producir exactamente lo que necesita para afrontarlo.

Este es el camino que siguió Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial: la producción de guerra transformó radicalmente su industria, hasta el punto de que fábricas de automóviles como Chrysler se dedicaron a fabricar fuselajes de avión. La movilización de dieciséis millones de personas hacia los distintos frentes de la guerra, en su mayoría hombres, hizo un hueco para que otros colectivos, como las mujeres, los latinos o los afroamericanos, encontraran trabajo en la industria norteamericana.

Ya en la Primera Guerra Mundial, Alemania había desarrollado al máximo y en un corto espacio de tiempo su capacidad industrial para producir los recursos materiales que necesitaba, cuando la economía se había transformado en un factor bélico de primer orden.

El control de la política monetaria para moderar la inflación, la creación de nuevos impuestos, la desviación a los sectores primario y secundario de partidas presupuestarias antes asignadas al sector terciario o el proteccionismo son otros de los rasgos que se pueden observar en las economías de guerra.

También lo es la financiación mediante bonos de guerra, que se venden a los propios ciudadanos a cambio de un interés para poder comprar y producir armamento. Este fue el caso de Austria-Hungría en la Primera Guerra Mundial o de Gran Bretaña en la Guerra de Crimea.

Después de contemplar estos ejemplos, no resulta difícil imaginar por qué utilizamos a menudo la expresión economía de guerra para referirnos a ciertas medidas que adoptan las familias en momentos delicados.

Por suerte, evitar estas situaciones puede resultar tan sencillo como tomar algunas precauciones para tener las finanzas familiares saneadas y evitar así entrar en la tan temida economía de guerra.

Cuando la economía es el arma

Los ajustes en la economía de un país son clave para su rendimiento durante un conflicto bélico, pero no solo en términos de resistencia. En ocasiones, también se realizan esfuerzos para pasar a la ofensiva contra sus enemigos.

Las batallas económicas que se libran durante una guerra pueden resultar decisivas para el desarrollo de las físicas. Un ejemplo de ello es la contienda del wolframio que libraron los aliados y Alemania durante la Segunda Guerra Mundial en territorio español.

Este choque llevó incluso a una escalada artificial de los precios de este metal, que los alemanes utilizaban para endurecer su armamento y que adquirían a España. Cuando los aliados lo descubrieron, comenzaron a comprar wolframio de manera masiva para evitar que sus enemigos accedieran a él, lo que provocó que su precio se multiplicara por cuatro.

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El sector del automóvil acelera https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/el-sector-del-automovil-acelera/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/el-sector-del-automovil-acelera/#respond Tue, 16 Sep 2014 14:38:56 +0000 CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=16226

Utilitarios, todoterrenos o descapotables, no cabe duda que el sector del automóvil en España fue pionero en la salida de la crisis. De acuerdo con un artículo publicado por ”la Caixa” Research, los indicadores apuntan a que el sector en España “gana velocidad”. Información positiva para un sector clave de la economía española.

laCaixaResearch_set14_cast

Los economistas de ”la Caixa” destacan que, según las cifras de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), la industria aportó el 6,7% del PIB en 2013, porcentaje que aumenta hasta el 10% si incluimos todas las actividades relacionadas con la automoción como seguros y distribución.

Pionero de la recuperación

El sector de la automoción fue pionero en encauzar la recuperación de la actividad, como lo demuestra el hecho de que la tasa de variación interanual de afiliados a la Seguridad Social en el grupo de la fabricación de vehículos fuera ya positiva en septiembre de 2013, cinco meses antes con relación al total de la economía.

Con todo, las cifras y perspectivas para el futuro son muy positivas. Así, el avance de la facturación lleva meses consolidándose, primero en la fabricación de ve­hícu­los de motor y después en el número de operaciones de venta y reparación, de forma que en junio se alcanzaron tasas de crecimiento interanual elevadas, del 10,5% y del 12,0%, respectivamente.

España, líder de la industria

En 2013, la producción de vehículos aumentó un 9,3%, rozando los 2,2 millones de unidades, lo que sitúa a España a la cabeza del crecimiento en la fabricación europea. Alemania y el Reino Unido avanzaron con tasas del 1%, y Francia e Italia experimentaron fuertes retrocesos, del 11,6% y del 2%, respectivamente.

Atendiendo a estos datos y si continúa el ritmo, se fabricarán en España 2,4 millones de vehículos en 2014, una cifra superior a la registrada en 2011. Sin olvidar que la automoción contribuye al impulso exportador que ha estimulado la recuperación económica española. Desde hace un año, las exportaciones de automóviles han superado con creces las del conjunto de actividades, gracias entre otras cosas a la diversidad de destinos y países compradores. En 2013 se exportaron un total de 1,9 millones de vehículos, un 8,7% más que en el año anterior, y se incrementó el volumen hacia nuevos países como Argelia, EE. UU. y Turquía.

Por todo esto los economistas de ”la Caixa” Research concluyen que el sector del automóvil está acelerando para, esperemos, continuar ganando velocidad.

Te invitamos a leer el último número del informe mensual de ”la Caixa” Research – septiembre 2014.

También puedes seguir @laCaixaResearch para estar al día de la actualidad económica y financiera.

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Utilitarios, todoterrenos o descapotables, no cabe duda que el sector del automóvil en España fue pionero en la salida de la crisis. De acuerdo con un artículo publicado por ”la Caixa” Research, los indicadores apuntan a que el sector en España “gana velocidad”. Información positiva para un sector clave de la economía española.

laCaixaResearch_set14_cast

Los economistas de ”la Caixa” destacan que, según las cifras de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), la industria aportó el 6,7% del PIB en 2013, porcentaje que aumenta hasta el 10% si incluimos todas las actividades relacionadas con la automoción como seguros y distribución.

Pionero de la recuperación

El sector de la automoción fue pionero en encauzar la recuperación de la actividad, como lo demuestra el hecho de que la tasa de variación interanual de afiliados a la Seguridad Social en el grupo de la fabricación de vehículos fuera ya positiva en septiembre de 2013, cinco meses antes con relación al total de la economía.

Con todo, las cifras y perspectivas para el futuro son muy positivas. Así, el avance de la facturación lleva meses consolidándose, primero en la fabricación de ve­hícu­los de motor y después en el número de operaciones de venta y reparación, de forma que en junio se alcanzaron tasas de crecimiento interanual elevadas, del 10,5% y del 12,0%, respectivamente.

España, líder de la industria

En 2013, la producción de vehículos aumentó un 9,3%, rozando los 2,2 millones de unidades, lo que sitúa a España a la cabeza del crecimiento en la fabricación europea. Alemania y el Reino Unido avanzaron con tasas del 1%, y Francia e Italia experimentaron fuertes retrocesos, del 11,6% y del 2%, respectivamente.

Atendiendo a estos datos y si continúa el ritmo, se fabricarán en España 2,4 millones de vehículos en 2014, una cifra superior a la registrada en 2011. Sin olvidar que la automoción contribuye al impulso exportador que ha estimulado la recuperación económica española. Desde hace un año, las exportaciones de automóviles han superado con creces las del conjunto de actividades, gracias entre otras cosas a la diversidad de destinos y países compradores. En 2013 se exportaron un total de 1,9 millones de vehículos, un 8,7% más que en el año anterior, y se incrementó el volumen hacia nuevos países como Argelia, EE. UU. y Turquía.

Por todo esto los economistas de ”la Caixa” Research concluyen que el sector del automóvil está acelerando para, esperemos, continuar ganando velocidad.

Te invitamos a leer el último número del informe mensual de ”la Caixa” Research – septiembre 2014.

También puedes seguir @laCaixaResearch para estar al día de la actualidad económica y financiera.

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