Es una cuestión muy importante que nos preocupa a todos, aunque a nuestros abuelos ni se les hubiera pasado por la cabeza perder un minuto pensando en ella. La verdad es que el concepto de seguridad ha cambiado mucho con la introducción de internet en nuestras vidas. Lo que antes se limitaba a evitar que algún enemigo de lo ajeno entrara en el hogar o a mantener a los animales domésticos lejos de depredadores, hoy también se extiende a una de nuestras posesiones más preciadas: nuestros datos.
La sociedad de la información demanda, lógicamente, medidas de seguridad a la altura de las nuevas amenazas que han surgido en torno a ella. Webs maliciosas, ataques por correo electrónico o incluso conexiones wifi comprometidas están constantemente al acecho para hacerse con nuestros datos o incluso pedirnos un rescate.
El Día Internacional de la Seguridad de la Información es un buen momento para dedicar unos minutos a aprender buenas prácticas que nos ayudarán a mantener nuestros datos a salvo de los nuevos depredadores. Especialmente este año, cuando una pandemia mundial nos ha llevado a intensificar nuestra actividad on-line en todo tipo de ámbitos.
Así lo indican los datos: el comercio electrónico se ha disparado este año, hasta el punto de que tres de cada cinco españoles ya compran por internet, según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares del INE. El estudio también indica que, de media, gastamos unos nueve euros más que el año pasado, entre otras razones porque compramos mucho más a menudo. Además, el 81% de los españoles de entre 16 y 74 años utilizan internet varias veces al día, lo que supone 6,1 puntos más que el año pasado.
El estudio también desvela que la seguridad on-line nos preocupa: tres de cada cuatro usuarios de internet en los últimos tres meses mostraron su inquietud respecto a que sus actividades on-line estuvieran siendo monitorizadas, mientras que dos de cada cinco declaran confiar poco o nada en internet.