El aceite de girasol que consumimos se produce a partir de pipas de girasol que provienen de Ucrania y Rusia, los dos primeros países productores y exportadores de esta materia prima en el ámbito mundial. España también produce aceite de girasol, pero su volumen no es suficiente para saciar la demanda interna.
Para hacernos una idea, España requiere 1,4 millones de toneladas de pipas para elaborar el aceite que consume. De esta cantidad, solo producimos el 57 %, el equivalente a 800.000 toneladas. Por eso, necesitamos importar 600.000 toneladas, que, hasta ahora, traíamos principalmente de Ucrania. A esta situación hay que sumar la sequía, que puede afectar gravemente a la producción local de girasol.
Todo esto está provocando que muchos supermercados estén racionando la venta de botellas de aceite de girasol. ¿Tanto aceite de girasol consumimos a nivel doméstico como para romper stock? Si echamos un vistazo al consumo interno en España, el 60 % corresponde a aceite de oliva, el 33 % a aceite de girasol, mientras que el 7 % equivale al resto de aceites vegetales, señala la Asociación de Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (ANIERAC).
Esta situación está haciendo que muchos se replanteen sustituir del aceite de girasol por otro tipo de aceite, por ejemplo, el de oliva. Las consecuencias ya están aflorando: se han disparado en bolsa las acciones de las empresas productoras de aceite de oliva y los precios de este producto ya están subiendo.