Fondos Next Generation: así será el PERTE agroalimentario

Los ministerios encargados de desarrollar este PERTE han fijado tres bloques de actuación que contendrán medidas de carácter individual y colectivo centradas en:

• Competitividad: englobará proyectos de automatización de procesos, robótica, sensorización, digitalización, automatización de logística o inteligencia artificial para la previsión de demanda, entre otros. A la hora de seleccionar los proyectos que podrán optar a los fondos, se primarán aquellos que sean verdaderamente transformadores y que tengan cierto margen de riesgo.

• Sostenibilidad: se tendrán en cuenta proyectos relativos a la reducción del consumo de energía, implantación de renovables, reducción del uso de consumos (materias primas, reutilización y depuración de aguas). También habrá elementos de inversiones colectivas, como procesos de cliente-proveedor que impliquen a la empresa con toda su cadena para reducir la huella ambiental o hacer análisis del ciclo de vida.

• Trazabilidad y seguridad alimentaria: está previsto solo con actuaciones colectivas. Serán planes integrales de trazabilidad o de mejora de la seguridad alimentaria para empresas.

Las convocatorias relacionadas con este PERTE empezarán a publicarse en el primer cuatrimestre de 2022, por lo que se espera que el impacto de los fondos europeos Next Generation se perciba a lo largo del ejercicio.

Las empresas del sector agroalimentario que estén pensado en participar en este PERTE han de presentar proyectos transformadores que impulsen el crecimiento económico y la competitividad del país, fomenten la creación de empleo y aporten valor, sobre todo a través de la I+D+i.

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia cuenta con dos componentes específicos para el sector agroalimentario: el componente número 3, dotado de 1.051 millones de euros para el sector agrario, y el componente número 12, que cuenta con 1.000 millones de euros para otros intervinientes de la cadena agroalimentaria y dentro del que se incluye el PERTE. Si se tiene en cuenta el sector agroalimentario en su conjunto, la previsión de fondos ascendería a 2.500 millones de euros, teniendo en cuenta la inversión privada.

Los más de 1.000 millones de euros del componente 3 incluirán 959 millones de euros destinados a la agricultura, y las principales actuaciones se centrarán en regadíos y explotaciones. En este paquete entrarán la modernización de invernaderos, la economía circular y la implantación de tecnologías de agricultura de precisión.

Si se suman todas las partidas financieras de las que se puede beneficiar el sector agroalimentario a través de los fondos comunitarios, ya sea en el marco financiero plurianual o dentro del PRTR, el volumen de fondos para los próximos siete años asciende a 53.000 millones de euros. A esto habría que añadir la capacidad de movilizar financiación pública.

Las empresas interesadas en acceder a los fondos pueden ir preparando sus proyectos y buscar su encaje en las distintas convocatorias publicadas o anunciadas. Para más información, consulta el buscador de ayudas públicas en el espacio Fondos europeos Next Generation de CaixaBank.es.