José Ramón, militar de aviación; Carmelo, profesor de Diseño Gráfico; Antonio, militar en la reserva; Rosa, ama de casa; José, empleado de estructuras metálicas, y Julio, exempleado de banca, parecen no tener mucho en común.
Solo a simple vista, porque los seis comparten compromiso con FESBAL, la Federación Española de Bancos de Alimentos en España, un ‘equipo’ del que forman parte más de 3.000 voluntarios que ocupan el 96% de los puestos de responsabilidad de la entidad.
La jubilación les llegó a unos antes que a otros, pero lo que todos tuvieron claro era que no iban a ocupar su tiempo solamente en ocio. “Pasé a la reserva con 56 años y no me veía en casa sin hacer nada”, explica José Ramón, quien vio en la prensa un anuncio del trabajo que realizaban en el Banco de Alimentos de Las Palmas y no lo dudó.
Han pasado ya once años desde aquello y tras distintos cargos de responsabilidad, siempre como voluntario, José Ramón resalta la gran labor que realizan desde el Banco de Alimentos de Las Palmas: “en 2020 atendimos a 35.000 personas y repartimos más de 4,3 millones de kilos de alimentos”. Datos muy superiores a los del año anterior, ya que el riesgo de pobreza severa y exclusión se ha disparado en la isla como consecuencia de la crisis económica generada por la COVID-19.
Unas cifras que también se han incrementado a nivel nacional. Desde FESBAL señalan que el año pasado repartieron 158 millones de kilos de alimentos y atendieron a más de 1,5 millones de personas en situación de vulnerabilidad. “Gente que antes nos donaba alimentos, que tenían un pequeño comercio, ahora, como consecuencia de la COVID, han cerrado y son ellos los que nos piden apoyo”, señala el voluntario.