Si hay un testigo del paso del tiempo al que todos solemos recurrir, ese es el helado.
Los baby boomers recuerdan con cariño sus cortes de helado. La generación X y los millennials sonríen al recordar helados con forma de pie ensartados en un palo. Sea cual sea, todos tenemos un helado favorito que sigue adaptándose al paso del tiempo.
Las tendencias en nutrición, los hábitos de consumo e incluso el cambio climático influyen considerablemente en los helados que compramos.
Desde la temporada de venta a sus ingredientes o los sabores que se ofrecen, estos productos se ajustan a las demandas del mercado. Así serán los helados en 2024.
Este verano de 2024 habrá menor variedad de helados de chocolate. La fuerte subida que ha experimentado el precio del cacao en los últimos tiempos es la razón principal. Detrás de esta subida se encuentran factores como una importante caída en las cosechas como consecuencia, entre otras razones, de los efectos del cambio climático.
Los fabricantes de chocolatinas ya han empezado a tomar cartas en el asunto para adaptarse a las nuevas circunstancias. Los productores de helados artesanos, también.
Esto no significa que no se vayan a vender helados de chocolate este verano. Más bien que, en vez de ofrecer siete u ocho variedades de este sabor en sus mostradores, habrá solo dos o tres, tal y como recoge el diario La Información.
Precisamente el encarecimiento de este y otros materiales llevará a una subida del 3 % de media en los precios de los helados artesanos de este año.
Más allá de cuestiones puntuales del mercado, los helados se han ido adaptando con el paso de los años a las demandas del público y también a la evolución de la legislación. Esta circunstancia se nota especialmente en los ingredientes.
De hecho, una de las tendencias más acusadas es hacia la elaboración de productos nutricionalmente más adecuados. En la década de los 70 del siglo pasado, había helados industriales que tenían más del 20 % de grasas en su composición.
Hoy, esa fórmula sería impensable y se desarrollan productos con menores proporciones de grasas.
También ha evolucionado con el paso de los años el uso de azúcares. Incluso se investigan distintas maneras de mejorar los procesos de elaboración para evitar que las vitaminas de las frutas o los omega-3 de los frutos secos se destruyan al fabricar helados artesanales.
Otra de las respuestas de los helados a la evolución de la nutrición que demandan los consumidores tiene que ver con la elaboración de helados aptos para veganos y de productos libres de gluten o lactosa.
En el caso de los helados artesanos, esta tendencia se observa en todo tipo de consumidores. No solo los piden quienes siguen una dieta vegana o que tienen algún tipo de intolerancia, sino también quienes quieren evitar ciertos ingredientes.
También los sabores que se ofrecen evolucionan y, en el caso de los helados artesanos, están de moda los de frutas. Sandía, fresa, naranja o leche de coco son algunos ejemplos del tipo de helados artesanos que se podrán ver este verano en muchas vitrinas.
Parece ser que también nos intrigan las combinaciones inusuales, así que no será raro encontrarse helados con mezclas exóticas. En Alemania este verano ya ofrecerán opciones de chocolate blanco con espárragos u otras con bergamota, curry y wasabi.
En España, aunque cada vez pedimos productos con menos azúcares y grasas, en 2024 todavía tendrán tirón los clásicos de vainilla, chocolate o turrón.
Lo que nunca cambia es la atracción que sentimos por los helados. En todo caso, va a más.
Según el Observatorio SIGEP Verano 2024, las ventas de helados en 2024 crecerán entre el 3 % y el 5 % en España. Ni siquiera es el país europeo donde más aumentarán: en Italia lo harán en torno al 12 %.
Se trata de un aumento que no se concentrará exclusivamente en las ventas de los meses de verano. Por ejemplo, algunos heladeros artesanos prevén aumentar la temporada incluso hasta el mes de diciembre.
El año pasado, algunos negocios estuvieron abiertos hasta el puente de la Constitución. Antes, solía ser el puente de octubre el que marcaba el momento de bajar la persiana, que se suele levantar en marzo.
Detrás de esto está la extensión de otra temporada, la del baño, en parte a causa del cambio climático.
No solo aumentan las ventas en unos veranos que son cada vez más calurosos. Ahora, los heladeros artesanos se encuentran con que tienen más clientes dispuestos a comprar sus productos durante más tiempo, simplemente porque hay más meses de calor.
El resultado: aunque este año verás menos helados artesanos de chocolate, es probable que puedas elegir entre más opciones de frutas y que puedas disfrutarlas hasta diciembre.
