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Metodologías ágiles, prepárate para tu futuro trabajo

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Metodologías ágiles, prepárate para tu futuro trabajo
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CaixaBank

07 Diciembre, 2021


Las metodologías ágiles (agile en inglés) se han abierto paso en el tejido empresarial al mejorar la productividad y aliviar la carga de trabajo. No existe una única metodología ágil, que debe entenderse como una caja de herramientas multiusos.

Estas herramientas se optimizan o ajustan en función de las necesidades de cada empresa e incluso de cada equipo de trabajo dentro de la misma. El agile es una de las habilidades digitales más demandadas en el tejido laboral. Así es como se preparan los profesionales para el trabajo del futuro.

¿Qué es agile y cómo se aplica?

Agile es la habilidad de crear y responder al cambio. Es una forma de gestionar (y poder tener éxito) en un entorno complejo e incierto, que aparece como solución a dos problemas específicos: reducir tiempos de producción de proyectos (históricamente digitales y de programación) y reducir costes de producción. Cuando se aplican estas metodologías, ya sea en forma de Scrum, Kanban, XP o lean, la entrega del trabajo útil se realiza antes y con mayor calidad.

Además, un punto clave de este aumento de productividad es un mayor compromiso tanto del proveedor como por parte del cliente. El trabajo conjunto es un punto clave para aplicar metodologías ágiles, lo que desafía la idea de que el cliente encarga un proyecto del cual se desentiende hasta su finalización.

El cliente está presente a lo largo de todo el desarrollo y forma parte del equipo de trabajo. La manera de hacerlo puede ser con reuniones semanales periódicas o directamente con presencia física dentro del equipo, con su propio rol y funciones. Es frecuente que este rol implique quedar bajo la jerarquía del proveedor, de forma que se puede dar el curioso caso del cliente que ejecuta trabajo en su proveedor.

Marcos de trabajo ágiles

En un mundo laboral en que cada vez más se trabaja por proyectos, esta forma de gestionar trabajo para que salga adelante es muy efectiva. Algunos marcos de trabajo agile muy comunes son los siguientes:

Scrum

Es un marco de trabajo en el que la planificación del producto es incremental e iterativa. En lugar de planificar toda la estrategia desde el principio, algo que no suele salir bien, con Scrum el trabajo se realiza en iteraciones o ciclos de hasta un mes de duración, conocidos como sprints o carreras. Así, la idea es obtener valor a través de incrementos pequeños, dando prioridad a lo que tiene más valor para el cliente, que acompaña en todo momento el proyecto, participa de las revisiones y ofrece feedback para incorporar en los próximos sprints.

Extreme Programing o XP

Scrum es el marco de trabajo más extendido en agile, seguido de XP (Extreme Programming). Básicamente consiste en un ciclo recurrente de cuatro fases: entender lo que necesita el cliente, planificar el esfuerzo necesario, diseñar la solución mediante iteraciones (de 10 a 15 rondas) y entregar el producto final, que a su vez se itera una y otra vez. En ocasiones se conoce como el “agile puro”.

Kanban

Kanban es un marco de trabajo basado en la visualización y mejora continua del flujo de trabajo (“Stop starting, start finishing”), que busca reducir el tiempo del flujo (“lead time”) y limita el trabajo en curso (“wip: work in progress”). En Kanban, se suelen utilizar tarjetas que facilitan la metodología agile. La idea original consiste en fragmentar un proyecto en tareas pequeñas, que se asignan a determinados trabajadores, para las que se da un cierto plazo temporal.

Cada tarjeta es una tarea que empieza en la columna “To Do” (por hacer) y pasa a la columna “Doing” (en proceso) cuando está en marcha y a “Done” (terminado) al acabar. Herramientas colaborativas tan conocidas como Trello, Asana, Rally, Jira, Kanboard o Keep funcionan con esta mecánica y ayudan a los equipos a agilizar su trabajo.

“Custom hybrid” o de metodología múltiple

Se trata de combinar varias estrategias dentro de un mismo proyecto, una práctica que se utiliza con mucha frecuencia. Por ejemplo, la mezcla de Scrum y Kanban recibe el nombre de Scrumban, y a menudo se usa la combinación ‘Scrum/XP Hybrid’, que sintetiza ambos métodos.

“Lean Development”

El desarrollo lean consiste en deshacerse de todo lo que no sea estrictamente necesario. Debido a su poco peso, es una metodología especialmente ágil que prescinde de toda burocracia no útil. Esto permite procesos de trabajo excepcionalmente rápidos.

¿Se pueden aplicar metodologías ágiles fuera de la programación?

Aunque el agile nace oficialmente en 2001 con el Manifiesto ágil de Kent Beck, hace tiempo que ha trascendido del sector de la programación. Ya se aplica a casi cualquier actividad, incluidas algunas con una resistencia tradicional al cambio e incluso a aquellas que no desarrollan productos.

Hoy es posible desarrollar un proyecto de servicios con Kanban o usar XP para diseñar un edificio. Como toda herramienta de trabajo, las metodologías ágiles pueden emplearse para muchos usos diferentes, desde abrir un local de restauración e ir iterando su carta para dar con la óptima hasta aplicar lean en recursos humanos con el objetivo de eliminar el papeleo improductivo, o usar métodos GTD (Get Things Done) en la bandeja de entrada del correo electrónico.

“Agile”, metodología de alta demanda

En el Informe de empleos emergentes de LinkedIn, el agile coach (entrenador agile) destaca como profesión de alta demanda, con un crecimiento de un +57 % por año. Se trata de un crecimiento inasumible para los centros de formación, por lo que casi todas las plazas se cubren con profesionales de plantilla a los que se dan cursos informales.

La formación en agile es, por tanto, una apuesta en habilidades con futuro. Conviene no solo tener una noción básica de en qué consiste, sino contar con alguien del equipo que sepa implementar este conjunto de herramientas con éxito. Y esto es algo que abre muchas posibilidades para una carrera profesional.

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