No hay más que asomarse a las redes sociales para verlos. Esas imágenes de ordenadores portátiles con algún paisaje exótico de fondo son señal de que, detrás del teclado, hay nómadas digitales sentados. La posibilidad de trabajar y conocer el mundo seduce cada vez a más personas. Sobre todo ahora, que la pandemia ha permitido a millones de ellas probar el teletrabajo.
Nómadas digitales, dónde empezar a hacer del mundo tu oficina
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CaixaBank
03 Septiembre, 2021
Nómadas digitales, ¿qué son exactamente?
En realidad, no es lo mismo un teletrabajador que un nómada digital. Concretamente, los nómadas digitales eligen un estilo de vida determinado y deciden hacerse independientes de una localización. La tecnología es su gran aliada porque les permite viajar por el mundo y trabajar en remoto desde cualquier lugar con conexión a internet.
Eso sí, la definición de nómada digital se ha ido expandiendo desde la aparición de la pandemia. La aparición de empresas que permiten a sus empleados trabajar en remoto de manera indefinida es una de las principales razones de ese cambio.
Así, los nómadas digitales ya no son exclusivamente los freelancers o trabajadores autónomos trotamundos de antes de la pandemia. Hoy también hay trabajadores por cuenta ajena que se mudan a localizaciones temporales con el permiso de su empresa.
Con todo, hay ciertas profesiones que se prestan más al nomadismo digital que otras. Algunas de las más habituales son las relacionadas con la creación de contenidos, el diseño, la programación, la traducción, la formación o el marketing digital. En general, las más adecuadas serán las que no requieren presencia física en un lugar determinado. Según el destino elegido, también aquellas para las que un desfase horario no suponga un problema.
Por dónde empezar: elegir un buen destino
Tanto la pandemia como el confinamiento han provocado que muchas personas se dieran cuenta de que, si se lo proponían, podían trabajar desde cualquier lugar. Por esta razón, cuando un nómada digital explica su estilo de vida, ya no recibe tantas miradas de incredulidad como antes.
Sin embargo, abrazar el nomadismo digital no es tan sencillo como hacer una maleta, señalar un punto al azar en el mapa y viajar. A la hora de hacer del mundo una oficina, es necesario empezar por un buen destino que cubra tus necesidades. No conviene olvidar que el nómada digital viaja mientras trabaja, no se va de vacaciones.
Una buena conexión a internet
Una conexión a internet de calidad es uno de los elementos imprescindibles que debe tener el destino de un nómada digital. Se trata de un factor esencial para comunicarse con clientes o compañeros de trabajo, entregar trabajos o incluso dirigir proyectos.
Aunque la posibilidad de retirarse a trabajar a una cabaña en la montaña sea muy romántica, no siempre es práctica. Esto se debe a que todavía hay muchos lugares en el mundo en los que la conexión de alta velocidad es una quimera.
Un coste de la vida favorable
Otro de los factores que un nómada digital debe tener en cuenta de su próximo destino es el coste de la vida. Pagar la vivienda, la compra, el ocio e incluso la conexión a internet o el teléfono puede llegar a suponer un problema. Especialmente, si los ingresos no se corresponden con el nivel de gasto que exige el destino. También el cambio de moneda puede restar poder adquisitivo y es otro asunto que no se debe descuidar.
Existen herramientas muy útiles, como Nomadlist, en las que los nómadas digitales puntúan distintos destinos según varios parámetros. Uno de ellos es el coste de la vida, aunque también hay otros como la diversión, la conexión a internet o la seguridad.
Un visado accesible
No todos los países ponen fácil el acceso a su territorio para los extranjeros. Los ciudadanos de la Unión Europea pueden acceder libremente a cualquiera de los países que la componen. Sin embargo, si desean ir más allá, el visado es un aspecto que no deben olvidar.
Una ventaja que muchos nómadas digitales aprovechan es que muchos países permiten residir durante unos meses en ellos sin necesidad de solicitar un visado. Además, cada vez hay más lugares que facilitan el visado para atraer a estos trabajadores viajeros. Este es el caso de Georgia, Barbados, Dubai o Bermudas. Otros países como Tailandia o Indonesia ya estudian implantar un permiso especial para nómadas digitales.
Además, en tiempos de pandemia, conviene conocer la política de admisión de viajeros en relación con la COVID-19. Por ejemplo, si exigen cuarentena, pruebas PCR o certificados de vacunación, también de otras enfermedades.
Acceso a la sanidad
La atención sanitaria en el destino es más importante que nunca. Por eso es conveniente informarse sobre si es necesario suscribir algún tipo de seguro adicional y si el país de destino tiene algún convenio con la Seguridad Social.
En el caso de la Tarjeta Sanitaria Europea, es importante saber qué gastos están cubiertos en el país de destino. Esto se debe a que no todos los países de la Unión Europea ofrecen sanidad gratuita y es posible que existan copagos.
Servicios financieros
Asegurarse de que el destino cuenta con un acceso sólido a servicios financieros también resulta muy conveniente. En este sentido, conviene comprobar si el país que elegimos se encuentra en la lista de terceros países de alto riesgo de blanqueo de capitales elaborada por la Unión Europea.
En tal caso, las entidades bancarias tienen que tomar precauciones adicionales con las operaciones que procedan de ese país, lo que puede acarrear ciertos problemas.
Un lugar donde trabajar
Aunque trabajar desde casa siempre es una opción, contar con un lugar donde poder encontrarse con otras personas y hacer networking siempre es un plus. De hecho, muchos nómadas digitales buscan que sus destinos tengan instalaciones de coworking. Conocer gente de manera sencilla, formar parte de una comunidad y asegurarse una infraestructura de trabajo son tres ventajas que aportan estos espacios.
A dónde van los nómadas digitales
Existe una serie de lugares en el que tienden a confluir los nómadas digitales. Normalmente coinciden con países o ciudades que se esfuerzan por atraer a este tipo de perfiles a base de ofrecerles lo que necesitan.
Algunas de las localizaciones más deseadas están tan cerca como Portugal. Lisboa y Oporto se han convertido en destinos codiciados por su coste de vida asequible o su seguridad ciudadana. Este país puede ser un buen punto de partida para comenzar a acostumbrarse a la nueva vida del nómada digital.
Los alojamientos económicos son uno de los principales atractivos de algunos destinos del Sur de Asia como Colombo (Sri Lanka). Camboya, Ciudad Ho Chi Minh (Vietnam) o Chiang Mai (Tailandia). En América, destacan destinos tan populares como Cancún (México) o Río de Janeiro (Brasil). Y en Europa, Tallin (Estonia) se ha convertido en un paraíso para nómadas digitales y en una de las tres ciudades de Europa con más start-ups por habitante.
Para el nómada digital, el mundo no tiene límites. Siempre que encuentre el lugar que encaje con lo que necesita, será capaz de trabajar donde vive y olvidarse de vivir donde trabaja.