En lo que llevamos de 2021, cerca de 900 empresas han salido a bolsa en busca de financiación por parte de inversores de todo el mundo. Se trata de una actividad común y que se realiza de forma constante. Sin embargo, lo ocurrido en los últimos meses ha superado las expectativas y, en casos como el de España, se espera que este año alcance el récord histórico de OPV, especialmente en los sectores de energías renovables.
A nivel global, en el primer trimestre del año, se registraron 430 operaciones con una recaudación de 105.600 millones de dólares (89.230 millones de euros), según informa la empresa de consultoría EY en su informe sobre los tres primeros meses del ejercicio. El aumento de nuevas incorporaciones de empresas cotizadas oscilaría entre el 85 y el 271 %, cifras significativas si se tiene en cuenta que los primeros meses del año suelen ser tranquilos en cuanto a OPV.
El informe de EY, además, señala que las cifras de operaciones de OPV globales y las ganancias han registrado su mejor comportamiento en las últimas dos décadas, sin incluir las salidas a bolsa de las SPAC, que solo en el primer trimestre de 2021 completaron más acuerdos y recaudaron más ganancias que en todo 2020, que ya fue un año récord. Ante una situación tan anómala como esta, es razonable preguntarse el porqué.