> avales – El Blog de CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank El Blog de CaixaBank Fri, 21 Apr 2023 13:58:40 +0000 es-ES hourly 1 Financiación, pymes y microempresas: la clave para salir adelante https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/financiacion-pymes-y-microempresas-la-clave-para-salir-adelante/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/financiacion-pymes-y-microempresas-la-clave-para-salir-adelante/#respond Fri, 26 Jun 2020 14:42:48 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=37618

¿Sabías que el 99,84% del tejido empresarial de este país está compuesto por pymes, microempresas y autónomos? ¿Y que estos generan algo más del 65% de los puestos de trabajo? La ferretería de la esquina, la gestoría que te ayuda con el papeleo y la clínica dental de tu barrio son esenciales para la economía, el bienestar y el futuro del país. Esto es algo que tenemos en común con muchos otros territorios, por eso la Asamblea General de la ONU ha declarado el 27 de junio el Día de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas.

De hecho, este tipo de negocios con menos de 250 trabajadores contribuyen de manera decisiva al desarrollo sostenible de la sociedad y el planeta, tal y como reconoce la propia ONU, que les asigna alrededor del 50% del producto interior bruto (PIB) a escala mundial. Una contribución que se ha visto especialmente amenazada debido a la pandemia de la COVID-19. Tal y como advierte el organismo, las pequeñas empresas están siendo las más afectadas por las consecuencias económicas de la pandemia.

Esto se debe a que las medidas de bloqueo y los confinamientos que se decretaron para contener la propagación del coronavirus han provocado interrupciones de la cadena de suministro y un desplome en la demanda de la mayor parte de los sectores económicos. Esta situación ha puesto a prueba la supervivencia de los negocios de menor tamaño, que necesitan más que nunca apoyo para acceder a la financiación que les permita salir adelante. Un acceso que Administración y entidades financieras han buscado favorecer con medidas especiales.

Financiación esencial

En el caso de las pymes y las microempresas, la financiación puede resultar vital para su funcionamiento. Es la palanca que les permite obtener recursos para desarrollar el negocio e incluso hacer frente a las tensiones de tesorería que, en un momento dado, pueden poner en peligro la propia supervivencia de la empresa.

La cuestión es que todo esto entra en contradicción con el hecho de que este tipo de empresas, por su propio tamaño, suelen tener más difícil el acceso a la financiación. De esta manera, la ventaja que les permite ser más flexibles en momentos de crisis y adaptarse a situaciones tan cambiantes como la que ha provocado la pandemia de la COVID-19 se convierte en una dificultad a la hora de conseguir los recursos necesarios para salir adelante.

Lo que ocurre es que ni la sociedad ni la economía se pueden permitir que estas empresas se paren, porque su contribución a ambas es esencial. Esta es la razón por la que hoy pymes y microempresas tienen a su disposición más fuentes de financiación que nunca. Desde los business angels, que financian y asesoran a las start-ups en momentos críticos, al confirming, que permite anticipar cobros de facturas gracias a la cesión de su gestión, este horizonte se ha ampliado considerablemente desde el tradicional préstamo bancario para favorecer el acceso al crédito.

Un esfuerzo sin precedentes

Los pequeños negocios no solo tienen una mayor variedad de fuentes de financiación a las que acudir, sino que, además, la crisis del coronavirus, que ha desatado fuertes turbulencias en la economía, ha provocado un esfuerzo sin precedentes para que estos negocios puedan obtener lo que necesitan para salir adelante. En este sentido, se han puesto en marcha distintas medidas, que abarcan desde avales para pymes a la concesión de créditos en condiciones ventajosas.

Entre las medidas aprobadas se encuentra la línea de avales aprobada por el Gobierno para respaldar a pymes y autónomos en su acceso a financiación. Dotada con un máximo de 100.000 millones de euros, el objetivo de esta línea consiste en facilitar que los pequeños negocios puedan garantizar su liquidez en un momento complicado.

Se trata de una línea de avales que gestiona el Instituto de Crédito Oficial (ICO) a través de las entidades financieras que, como CaixaBank, ofrecen financiación a empresas y autónomos para paliar los efectos económicos de la COVID-19. El objetivo de esta medida consiste, básicamente, en mantener la actividad productiva y el empleo. Este tipo de respaldo a pymes y microempresas también ha encontrado eco en distintas comunidades autónomas, que han aprobado líneas complementarias para mejorar su solvencia.

Las entidades también arriman el hombro

Junto al apoyo de las distintas administraciones, las propias entidades bancarias han puesto en marcha medidas para estar junto a las pymes y microempresas cuando más lo necesitan. En este sentido, al principio de la crisis pusieron a disposición de pymes y autónomos líneas de financiación por más de 60.000 millones de euros. Se trataba de una ayuda que llegaba en un momento crítico para facilitar la liquidez necesaria y garantizar la continuidad de su actividad.

En el caso de CaixaBank, la entidad abrió ya en el mes de marzo una línea de 25.000 millones en préstamos preconcedidos para autónomos y pymes, que se podían formalizar por un plazo de hasta 24 meses.

Además, la entidad puso en marcha un plan de apoyo al pequeño comercio que incluía financiación específica, bonificación de comisiones y facilidades para acceder al comercio electrónico y continuar con su actividad. De hecho, la entidad decidió mantener el acceso a financiación del circulante a comercios y autónomos pese a la caída en su facturación. Una condición que, en circunstancias normales, implicaría reducciones en la línea de financiación.

Junto a estas medidas extraordinarias, MicroBank facilita el acceso de microempresas y autónomos a una línea específica de préstamos de 310 millones de euros, garantizada por COSME y el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE), que tiene como objetivo cubrir sus necesidades de liquidez derivadas de la crisis del coronavirus. Entre otras características, estos préstamos cuentan con una carencia del capital de hasta 12 meses.

Todas estas medidas son las que han permitido a un buen número de pymes y microempresas afrontar el pago de los salarios de sus trabajadores, pagar el alquiler de oficinas, locales e instalaciones, hacer frente al pago de suministros como la luz o el gas o cumplir los compromisos con sus proveedores, entre otras cuestiones. También establecer las medidas extraordinarias de higiene y seguridad que se les exige en muchos casos para poder continuar con su actividad, o incluso acelerar su transformación digital para poder implantar el teletrabajo.

De esta manera, el acceso a financiación se ha convertido en un apoyo decisivo para que todos esos pequeños negocios que se encargan de mantener el país en marcha puedan superar este momento crítico.

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¿Sabías que el 99,84% del tejido empresarial de este país está compuesto por pymes, microempresas y autónomos? ¿Y que estos generan algo más del 65% de los puestos de trabajo? La ferretería de la esquina, la gestoría que te ayuda con el papeleo y la clínica dental de tu barrio son esenciales para la economía, el bienestar y el futuro del país. Esto es algo que tenemos en común con muchos otros territorios, por eso la Asamblea General de la ONU ha declarado el 27 de junio el Día de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas.

De hecho, este tipo de negocios con menos de 250 trabajadores contribuyen de manera decisiva al desarrollo sostenible de la sociedad y el planeta, tal y como reconoce la propia ONU, que les asigna alrededor del 50% del producto interior bruto (PIB) a escala mundial. Una contribución que se ha visto especialmente amenazada debido a la pandemia de la COVID-19. Tal y como advierte el organismo, las pequeñas empresas están siendo las más afectadas por las consecuencias económicas de la pandemia.

Esto se debe a que las medidas de bloqueo y los confinamientos que se decretaron para contener la propagación del coronavirus han provocado interrupciones de la cadena de suministro y un desplome en la demanda de la mayor parte de los sectores económicos. Esta situación ha puesto a prueba la supervivencia de los negocios de menor tamaño, que necesitan más que nunca apoyo para acceder a la financiación que les permita salir adelante. Un acceso que Administración y entidades financieras han buscado favorecer con medidas especiales.

Financiación esencial

En el caso de las pymes y las microempresas, la financiación puede resultar vital para su funcionamiento. Es la palanca que les permite obtener recursos para desarrollar el negocio e incluso hacer frente a las tensiones de tesorería que, en un momento dado, pueden poner en peligro la propia supervivencia de la empresa.

La cuestión es que todo esto entra en contradicción con el hecho de que este tipo de empresas, por su propio tamaño, suelen tener más difícil el acceso a la financiación. De esta manera, la ventaja que les permite ser más flexibles en momentos de crisis y adaptarse a situaciones tan cambiantes como la que ha provocado la pandemia de la COVID-19 se convierte en una dificultad a la hora de conseguir los recursos necesarios para salir adelante.

Lo que ocurre es que ni la sociedad ni la economía se pueden permitir que estas empresas se paren, porque su contribución a ambas es esencial. Esta es la razón por la que hoy pymes y microempresas tienen a su disposición más fuentes de financiación que nunca. Desde los business angels, que financian y asesoran a las start-ups en momentos críticos, al confirming, que permite anticipar cobros de facturas gracias a la cesión de su gestión, este horizonte se ha ampliado considerablemente desde el tradicional préstamo bancario para favorecer el acceso al crédito.

Un esfuerzo sin precedentes

Los pequeños negocios no solo tienen una mayor variedad de fuentes de financiación a las que acudir, sino que, además, la crisis del coronavirus, que ha desatado fuertes turbulencias en la economía, ha provocado un esfuerzo sin precedentes para que estos negocios puedan obtener lo que necesitan para salir adelante. En este sentido, se han puesto en marcha distintas medidas, que abarcan desde avales para pymes a la concesión de créditos en condiciones ventajosas.

Entre las medidas aprobadas se encuentra la línea de avales aprobada por el Gobierno para respaldar a pymes y autónomos en su acceso a financiación. Dotada con un máximo de 100.000 millones de euros, el objetivo de esta línea consiste en facilitar que los pequeños negocios puedan garantizar su liquidez en un momento complicado.

Se trata de una línea de avales que gestiona el Instituto de Crédito Oficial (ICO) a través de las entidades financieras que, como CaixaBank, ofrecen financiación a empresas y autónomos para paliar los efectos económicos de la COVID-19. El objetivo de esta medida consiste, básicamente, en mantener la actividad productiva y el empleo. Este tipo de respaldo a pymes y microempresas también ha encontrado eco en distintas comunidades autónomas, que han aprobado líneas complementarias para mejorar su solvencia.

Las entidades también arriman el hombro

Junto al apoyo de las distintas administraciones, las propias entidades bancarias han puesto en marcha medidas para estar junto a las pymes y microempresas cuando más lo necesitan. En este sentido, al principio de la crisis pusieron a disposición de pymes y autónomos líneas de financiación por más de 60.000 millones de euros. Se trataba de una ayuda que llegaba en un momento crítico para facilitar la liquidez necesaria y garantizar la continuidad de su actividad.

En el caso de CaixaBank, la entidad abrió ya en el mes de marzo una línea de 25.000 millones en préstamos preconcedidos para autónomos y pymes, que se podían formalizar por un plazo de hasta 24 meses.

Además, la entidad puso en marcha un plan de apoyo al pequeño comercio que incluía financiación específica, bonificación de comisiones y facilidades para acceder al comercio electrónico y continuar con su actividad. De hecho, la entidad decidió mantener el acceso a financiación del circulante a comercios y autónomos pese a la caída en su facturación. Una condición que, en circunstancias normales, implicaría reducciones en la línea de financiación.

Junto a estas medidas extraordinarias, MicroBank facilita el acceso de microempresas y autónomos a una línea específica de préstamos de 310 millones de euros, garantizada por COSME y el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE), que tiene como objetivo cubrir sus necesidades de liquidez derivadas de la crisis del coronavirus. Entre otras características, estos préstamos cuentan con una carencia del capital de hasta 12 meses.

Todas estas medidas son las que han permitido a un buen número de pymes y microempresas afrontar el pago de los salarios de sus trabajadores, pagar el alquiler de oficinas, locales e instalaciones, hacer frente al pago de suministros como la luz o el gas o cumplir los compromisos con sus proveedores, entre otras cuestiones. También establecer las medidas extraordinarias de higiene y seguridad que se les exige en muchos casos para poder continuar con su actividad, o incluso acelerar su transformación digital para poder implantar el teletrabajo.

De esta manera, el acceso a financiación se ha convertido en un apoyo decisivo para que todos esos pequeños negocios que se encargan de mantener el país en marcha puedan superar este momento crítico.

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Guía sobre avales: resuelve todas tus dudas https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/guia-sobre-avales-resuelve-todas-tus-dudas/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/guia-sobre-avales-resuelve-todas-tus-dudas/#respond Tue, 10 Jan 2017 10:00:00 +0000 admin CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=50078

A diferencia de lo que sucede con otros términos bancarios, como por ejemplo la TAE, el aval parece un concepto sencillo, casi entendible por sí mismo. Si escuchamos en la radio que un futbolista llega a un equipo con el aval de los muchos goles que marcó la temporada anterior todos nos hacemos idea de sus virtudes anotadoras.

El símil deportivo nos vale para la primera acepción de aval que da la Real Academia, pero la que nos interesa en este caso es la segunda: “Obligación que alguien adquiere de hacer aquello a lo que otra persona se ha comprometido, en caso de incumplimiento”. En el caso de la banca, es casi siempre hacerse cargo del pago de una cantidad avalada. Entremos en materia:

Qué es un aval bancario

Es un compromiso de garantía de cumplimiento de una obligación. Una persona o empresa se compromete ante otra persona o empresa a pagarle una determinada cantidad de dinero, a realizar un servicio en tiempo y en forma, a comprar o vender unas mercancías en condiciones acordadas, y ofrece una garantía por la cual el avalista (en este caso una entidad financiera) pagará al beneficiario un importe si el avalado no cumpliese con lo acordado.

Pongamos
un par de ejemplos:

  • Una industria láctea pacta con un ganadero el suministro de toda la leche que produzca y negocian un precio y un periodo de pago. Pero, por si la industria láctea incumpliera las condiciones acordadas, el ganadero solicita un aval garantizando el pago. La empresa contrataría el aval con un banco, que garantizaría la cuantía acordada en caso de incumplimiento.
  • El dueño de una vivienda la alquila a su inquilino, y como garantía del pago de las cuotas de alquiler solicita un aval garantizando el pago. El inquilino contrataría el aval con un banco, que garantizaría el pago de las rentas no pagadas hasta la máxima cuantía garantizada.

 

Quién participa en un aval

Intervienen tres partes:

  • El avalado: es quien tiene el compromiso de cumplir con la obligación principal y quien contrata el aval.
  • El beneficiario del aval: es el receptor final. Si el avalado no cumple con lo acordado podría solicitar la ejecución del aval al avalista.
  • El avalista: la entidad financiera, que tras requerimiento del beneficiario se haría cargo de la cuantía establecida si el avalado no cumple con su obligación.

Qué ventajas ofrece

Su principal virtud es que aporta seguridad a las operaciones comerciales. Por ejemplo, dos empresas que no han tenido relación comercial previa —no tienen por qué fiarse—, obtienen la confianza que necesitan para empezar a trabajar juntas.

Como alternativa a la fianza, el aval garantiza el cumplimiento de una obligación sin tener que adelantar ninguna cantidad al beneficiario (ya que el beneficiario confía en la solvencia del avalista). En la fianza, el beneficiario tiene que devolver la cantidad entregada una vez cumplida la obligación principal, por lo que existe el riesgo de que no lo realice.

La entidad financiera cobra unas comisiones, pactadas y especificadas claramente en la firma del aval, mientras dure la vigencia de este. Estas comisiones son más bajas que el coste de pedir un crédito para disponer de la cuantía avalada por adelantado.

Cómo se instrumenta

De modo habitual, los avales bancarios se instrumentan en una carta de aval, aunque existen otros formatos (por ejemplo, incorporándolo en una letra de cambio).

En la carta de aval queda descrito con detalle:

  • Cuál es la obligación garantizada,
  • Qué debe ocurrir para considerar la obligación incumplida,
  • Cómo debe solicitar el beneficiario la ejecución de la garantía.
  • Cuál es el plazo de vigencia del aval.
  • Cuál es la cantidad garantizada.
  • Además de identificar a los participantes en el aval (avalista, beneficiario y avalado).

 

Qué pasa si no se paga la deuda

Si el avalado no cumple con su obligación, el beneficiario debe dirigirse al avalista para solicitar la ejecución de la garantía por incumplimiento del avalado, dentro del plazo de vigencia del aval, aportando la información requerida en la carta de aval para ese caso.

El avalista comprobará que se cumplen las condiciones indicadas en la carta de aval, y abonará al beneficiario la cuantía garantizada.

Los avales, además, van acompañados de una póliza de contragarantía, por la cual, lógicamente, el avalado tendrá que reintegrarle a la entidad financiera ese dinero en caso de que esta tuviera que hacerse cargo del pago al beneficiario. Es decir: si el banco paga al beneficiario, el avalado tiene que devolver ese dinero al banco.

 

Distintos tipos de avales

  • Aval técnico: con él, la entidad responde del incumplimiento de los compromisos que tiene contraídos por importaciones, concursos, subastas, ejecución de obras, etc.
  • Aval económico-comercial: está pensado para garantizar el pago aplazado en compraventa de todo tipo de bienes, fraccionamiento de pago, sumas entregadas anticipadamente, etc.
  • Aval financiero: diseñado para respaldar las obligaciones financieras que su empresa mantiene frente a terceros (letras financieras, pólizas de crédito o préstamo).
  • Preaval: operación que expresa la disposición favorable de una entidad a otorgar el aval definitivo en su día, sin constituir un compromiso en firme.

 

Avales para cualquier lugar del mundo

Existen también los avales internacionales que garantizan el cumplimiento de obligaciones entre personas situadas en países diferentes, residentes o no residentes, pudiendo estar sujetos a normas de la Cámara de Comercio Internacional, a la legislación de los países de destino o a la legislación española.

 

La diferencia entre unos avales y otros (como pasa con los avales nacionales) obedece a un criterio de riesgo de ejecución. En los avales económicos se garantizan las obligaciones económicas asumidas por el cliente, mientras que en los avales técnicos se garantizan los compromisos del cliente bajo los contratos de exportación o importación, participación en concursos y subastas, ejecución de obras…

 

La emisión de avales internaciones requiere, en múltiples ocasiones, de la intervención de entidades financieras extranjeras tanto globales como locales que hagan de corresponsales en el país de destino.

 

Operar en mercados internacionales no siempre es fácil, existen muchas variantes jurídicas, económicas y culturales que hace que cada aval sea una operación única. Por eso, la negociación de los términos de los textos de los avales internacionales, tanto con las entidades financieras extranjeras como con los beneficiarios finales, es una tarea que requiere de la intervención de los equipos especializados en comercio exterior.

 

¿Y los avales de los préstamos?

Es un tipo de aval distinto, aunque los principios que rigen son los mismos. En este caso el banco es el beneficiario, quien suscribe el préstamo es el avalado y la persona que, con sus bienes, respalda la operación es el avalista. Es decir: si el titular del préstamo no cumpliese sus obligaciones de pago, el avalista respondería por él.

 

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A diferencia de lo que sucede con otros términos bancarios, como por ejemplo la TAE, el aval parece un concepto sencillo, casi entendible por sí mismo. Si escuchamos en la radio que un futbolista llega a un equipo con el aval de los muchos goles que marcó la temporada anterior todos nos hacemos idea de sus virtudes anotadoras.

El símil deportivo nos vale para la primera acepción de aval que da la Real Academia, pero la que nos interesa en este caso es la segunda: “Obligación que alguien adquiere de hacer aquello a lo que otra persona se ha comprometido, en caso de incumplimiento”. En el caso de la banca, es casi siempre hacerse cargo del pago de una cantidad avalada. Entremos en materia:

Qué es un aval bancario

Es un compromiso de garantía de cumplimiento de una obligación. Una persona o empresa se compromete ante otra persona o empresa a pagarle una determinada cantidad de dinero, a realizar un servicio en tiempo y en forma, a comprar o vender unas mercancías en condiciones acordadas, y ofrece una garantía por la cual el avalista (en este caso una entidad financiera) pagará al beneficiario un importe si el avalado no cumpliese con lo acordado.

Pongamos
un par de ejemplos:

  • Una industria láctea pacta con un ganadero el suministro de toda la leche que produzca y negocian un precio y un periodo de pago. Pero, por si la industria láctea incumpliera las condiciones acordadas, el ganadero solicita un aval garantizando el pago. La empresa contrataría el aval con un banco, que garantizaría la cuantía acordada en caso de incumplimiento.
  • El dueño de una vivienda la alquila a su inquilino, y como garantía del pago de las cuotas de alquiler solicita un aval garantizando el pago. El inquilino contrataría el aval con un banco, que garantizaría el pago de las rentas no pagadas hasta la máxima cuantía garantizada.

 

Quién participa en un aval

Intervienen tres partes:

  • El avalado: es quien tiene el compromiso de cumplir con la obligación principal y quien contrata el aval.
  • El beneficiario del aval: es el receptor final. Si el avalado no cumple con lo acordado podría solicitar la ejecución del aval al avalista.
  • El avalista: la entidad financiera, que tras requerimiento del beneficiario se haría cargo de la cuantía establecida si el avalado no cumple con su obligación.

Qué ventajas ofrece

Su principal virtud es que aporta seguridad a las operaciones comerciales. Por ejemplo, dos empresas que no han tenido relación comercial previa —no tienen por qué fiarse—, obtienen la confianza que necesitan para empezar a trabajar juntas.

Como alternativa a la fianza, el aval garantiza el cumplimiento de una obligación sin tener que adelantar ninguna cantidad al beneficiario (ya que el beneficiario confía en la solvencia del avalista). En la fianza, el beneficiario tiene que devolver la cantidad entregada una vez cumplida la obligación principal, por lo que existe el riesgo de que no lo realice.

La entidad financiera cobra unas comisiones, pactadas y especificadas claramente en la firma del aval, mientras dure la vigencia de este. Estas comisiones son más bajas que el coste de pedir un crédito para disponer de la cuantía avalada por adelantado.

Cómo se instrumenta

De modo habitual, los avales bancarios se instrumentan en una carta de aval, aunque existen otros formatos (por ejemplo, incorporándolo en una letra de cambio).

En la carta de aval queda descrito con detalle:

  • Cuál es la obligación garantizada,
  • Qué debe ocurrir para considerar la obligación incumplida,
  • Cómo debe solicitar el beneficiario la ejecución de la garantía.
  • Cuál es el plazo de vigencia del aval.
  • Cuál es la cantidad garantizada.
  • Además de identificar a los participantes en el aval (avalista, beneficiario y avalado).

 

Qué pasa si no se paga la deuda

Si el avalado no cumple con su obligación, el beneficiario debe dirigirse al avalista para solicitar la ejecución de la garantía por incumplimiento del avalado, dentro del plazo de vigencia del aval, aportando la información requerida en la carta de aval para ese caso.

El avalista comprobará que se cumplen las condiciones indicadas en la carta de aval, y abonará al beneficiario la cuantía garantizada.

Los avales, además, van acompañados de una póliza de contragarantía, por la cual, lógicamente, el avalado tendrá que reintegrarle a la entidad financiera ese dinero en caso de que esta tuviera que hacerse cargo del pago al beneficiario. Es decir: si el banco paga al beneficiario, el avalado tiene que devolver ese dinero al banco.

 

Distintos tipos de avales

  • Aval técnico: con él, la entidad responde del incumplimiento de los compromisos que tiene contraídos por importaciones, concursos, subastas, ejecución de obras, etc.
  • Aval económico-comercial: está pensado para garantizar el pago aplazado en compraventa de todo tipo de bienes, fraccionamiento de pago, sumas entregadas anticipadamente, etc.
  • Aval financiero: diseñado para respaldar las obligaciones financieras que su empresa mantiene frente a terceros (letras financieras, pólizas de crédito o préstamo).
  • Preaval: operación que expresa la disposición favorable de una entidad a otorgar el aval definitivo en su día, sin constituir un compromiso en firme.

 

Avales para cualquier lugar del mundo

Existen también los avales internacionales que garantizan el cumplimiento de obligaciones entre personas situadas en países diferentes, residentes o no residentes, pudiendo estar sujetos a normas de la Cámara de Comercio Internacional, a la legislación de los países de destino o a la legislación española.

 

La diferencia entre unos avales y otros (como pasa con los avales nacionales) obedece a un criterio de riesgo de ejecución. En los avales económicos se garantizan las obligaciones económicas asumidas por el cliente, mientras que en los avales técnicos se garantizan los compromisos del cliente bajo los contratos de exportación o importación, participación en concursos y subastas, ejecución de obras…

 

La emisión de avales internaciones requiere, en múltiples ocasiones, de la intervención de entidades financieras extranjeras tanto globales como locales que hagan de corresponsales en el país de destino.

 

Operar en mercados internacionales no siempre es fácil, existen muchas variantes jurídicas, económicas y culturales que hace que cada aval sea una operación única. Por eso, la negociación de los términos de los textos de los avales internacionales, tanto con las entidades financieras extranjeras como con los beneficiarios finales, es una tarea que requiere de la intervención de los equipos especializados en comercio exterior.

 

¿Y los avales de los préstamos?

Es un tipo de aval distinto, aunque los principios que rigen son los mismos. En este caso el banco es el beneficiario, quien suscribe el préstamo es el avalado y la persona que, con sus bienes, respalda la operación es el avalista. Es decir: si el titular del préstamo no cumpliese sus obligaciones de pago, el avalista respondería por él.

 

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