> internet – El Blog de CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank El Blog de CaixaBank Fri, 21 Apr 2023 13:58:40 +0000 es-ES hourly 1 Cuatro anzuelos que no debes morder en internet https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/cuatro-anzuelos-que-no-debes-morder-en-internet/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/cuatro-anzuelos-que-no-debes-morder-en-internet/#respond Tue, 09 Feb 2021 07:31:21 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=39968

Encender un dispositivo electrónico y conectarse al mundo entero. Internet es una fuente infinita de recursos en la palma de nuestra mano. Nos permite conocer nuevos lugares y personas sin movernos del salón. También acceder a formación, entretenimiento, información, sanidad, trabajo y un sinfín de posibilidades.

Internet se ha convertido en nuestra puerta al mundo y, como tal, debemos protegerla. De hecho, si alguien llama a la puerta de nuestra casa, lo sensato es que comprobemos su identidad antes incluso de abrirla. Esta es una costumbre que no siempre trasladamos a internet, pese a que también en este entorno hay delincuentes dispuestos a aprovecharse de nosotros.

El problema es que, en muchas ocasiones, somos nosotros quienes abrimos la puerta a estos estafadores sin querer. Por esta razón, es importante conocer los métodos que utilizan para que les demos acceso a nuestros datos, a nuestro dinero o incluso a nuestra confianza para intentar colarnos información falsa. Hay una serie de anzuelos que no debemos morder si queremos mantenernos a salvo de los intentos de fraude por internet. A continuación, veremos algunos ejemplos.

El amigo que (en realidad) no lo es

Este es uno de los ganchos que más suelen utilizar los ciberdelincuentes. Si se hacen pasar por alguien que conocemos, les resulta más sencillo ganarse nuestra confianza para que actuemos como ellos quieren. Ya sea a través de un SMS, una aplicación de mensajería instantánea como WhatsApp o un simple correo electrónico, llevan años haciéndose pasar por quienes no son para estafarnos. No importa si es un amigo, un familiar o un compañero de trabajo.

Por este motivo, es importante que, a la mínima sospecha, comprobemos por otro medio distinto que quien nos envía un mensaje es quien realmente dice ser. Especialmente, si nos pide realizar movimientos de dinero o que compartamos nuestros datos sin que hayamos contactado con esa persona previamente. Una simple llamada de teléfono para comprobar su identidad y la legitimidad del mensaje puede salvarnos de caer en una ciberestafa.

También debemos tener especial precaución con mensajes similares que recibimos de empresas como entidades bancarias y que no han ido precedidos de alguna acción por nuestra parte.

El sorteo que no has ganado

Otra de las formas que utilizan los estafadores para que realices acciones que te perjudican es tentarte con falsos premios. En este sentido, emplean ganchos de todo tipo: sorteos en los que no hemos participado y de los que supuestamente hemos resultado ganadores, cupones descuento de marcas conocidas que no son tales o incluso invitaciones a participar en esquemas piramidales que prometen cuantiosos ingresos a cambio de una pequeña inversión.

En este sentido, se trata de evitar la tentación y desconfiar de cualquier mensaje que nos anime a realizar alguna acción bajo este tipo de pretextos.

El donativo que no irá a parar donde crees

A la hora de acceder a nuestros datos, los estafadores en internet suelen aprovecharse de la actualidad. Este es un hábito que les resulta especialmente eficaz cuando nos encontramos en un clima de tensión como el que provoca la pandemia de la COVID-19.

Desde falsas campañas de donación para ayudar a los sanitarios hasta promesas de vacunación a cambio de dinero o de compartir nuestros datos, la crisis sanitaria se ha convertido en un campo abonado para todo tipo de estafas. También ofrecen supuestos consejos para mantenernos a salvo de contagios a los que podremos acceder si compartimos nuestra información personal. Incluso diseminan información falsa con el mero objetivo de crear confusión.

Las deudas que no son tales

En ocasiones, la suplantación de identidad para forzarnos a realizar una acción que nos perjudicará puede llegar a ser muy sofisticada. En este sentido, los ciberdelincuentes pueden enviarnos facturas haciéndose pasar por alguno de nuestros proveedores -tales como compañías energéticas o telefónicas- y reclamando un supuesto pago pendiente.

En ocasiones, lo que pretenden es hacerse con nuestros datos. Así, nos piden que se los facilitemos para devolvernos un importe cobrado por error o incluso para solucionar una supuesta incidencia técnica.

Cómo mantener tu seguridad

Todos estos anzuelos que los ciberdelincuentes nos lanzan con la esperanza de que piquemos tienen ciertos elementos en común. Si nos fijamos bien en ellos, podremos identificar más fácilmente si alguien trata de estafarnos.

En muchos de los mensajes fraudulentos que recibimos, suele incluirse un link sobre el que nos invitan a hacer clic o un documento adjunto que podemos abrir. Si lo hacemos sin antes aplicar las medidas de prevención recomendadas, podríamos estar abriendo la puerta a los estafadores. Por esta razón, es muy importante extremar las precauciones con los enlaces que nos llegan por correo electrónico, mensaje instantáneo o SMS y, ante la menor sospecha, no clicar en el enlace ni abrir los adjuntos.

Además de analizar siempre con detenimiento los mensajes que llegan a tu dispositivo, existen dos pilares fundamentales en tu seguridad: mantener el software de tu dispositivo y aplicaciones siempre actualizado y contar con un antivirus, tanto para tu ordenador como para tu móvil. Aunque no son infalibles, son imprescindibles para ayudarte a detectar y frenar posibles ataques de malware.

En su intento de estafarnos, los ciberdelincuentes también suelen animarnos -e incluso amenazarnos- para que efectuemos transacciones de dinero. Por eso, no debemos realizarlas sin comprobar previamente la identidad de quien nos las solicita. A poder ser, esa comprobación debe realizarse por un medio diferente al que se ha utilizado para comunicarse con nosotros.

Es importante que seamos conscientes de los riesgos que corremos al acceder a internet, por los que siempre deberemos utilizar el sentido común antes de abrir un archivo o un enlace o llevar a cabo cualquier acción. Si te interesa reforzar tu seguridad online, te resultará especialmente útil la web de ciberseguridad de CaixaBank, donde encontrarás información sobre los ataques más comunes y las herramientas que tienes a tu alcance para protegerte.

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Encender un dispositivo electrónico y conectarse al mundo entero. Internet es una fuente infinita de recursos en la palma de nuestra mano. Nos permite conocer nuevos lugares y personas sin movernos del salón. También acceder a formación, entretenimiento, información, sanidad, trabajo y un sinfín de posibilidades.

Internet se ha convertido en nuestra puerta al mundo y, como tal, debemos protegerla. De hecho, si alguien llama a la puerta de nuestra casa, lo sensato es que comprobemos su identidad antes incluso de abrirla. Esta es una costumbre que no siempre trasladamos a internet, pese a que también en este entorno hay delincuentes dispuestos a aprovecharse de nosotros.

El problema es que, en muchas ocasiones, somos nosotros quienes abrimos la puerta a estos estafadores sin querer. Por esta razón, es importante conocer los métodos que utilizan para que les demos acceso a nuestros datos, a nuestro dinero o incluso a nuestra confianza para intentar colarnos información falsa. Hay una serie de anzuelos que no debemos morder si queremos mantenernos a salvo de los intentos de fraude por internet. A continuación, veremos algunos ejemplos.

El amigo que (en realidad) no lo es

Este es uno de los ganchos que más suelen utilizar los ciberdelincuentes. Si se hacen pasar por alguien que conocemos, les resulta más sencillo ganarse nuestra confianza para que actuemos como ellos quieren. Ya sea a través de un SMS, una aplicación de mensajería instantánea como WhatsApp o un simple correo electrónico, llevan años haciéndose pasar por quienes no son para estafarnos. No importa si es un amigo, un familiar o un compañero de trabajo.

Por este motivo, es importante que, a la mínima sospecha, comprobemos por otro medio distinto que quien nos envía un mensaje es quien realmente dice ser. Especialmente, si nos pide realizar movimientos de dinero o que compartamos nuestros datos sin que hayamos contactado con esa persona previamente. Una simple llamada de teléfono para comprobar su identidad y la legitimidad del mensaje puede salvarnos de caer en una ciberestafa.

También debemos tener especial precaución con mensajes similares que recibimos de empresas como entidades bancarias y que no han ido precedidos de alguna acción por nuestra parte.

El sorteo que no has ganado

Otra de las formas que utilizan los estafadores para que realices acciones que te perjudican es tentarte con falsos premios. En este sentido, emplean ganchos de todo tipo: sorteos en los que no hemos participado y de los que supuestamente hemos resultado ganadores, cupones descuento de marcas conocidas que no son tales o incluso invitaciones a participar en esquemas piramidales que prometen cuantiosos ingresos a cambio de una pequeña inversión.

En este sentido, se trata de evitar la tentación y desconfiar de cualquier mensaje que nos anime a realizar alguna acción bajo este tipo de pretextos.

El donativo que no irá a parar donde crees

A la hora de acceder a nuestros datos, los estafadores en internet suelen aprovecharse de la actualidad. Este es un hábito que les resulta especialmente eficaz cuando nos encontramos en un clima de tensión como el que provoca la pandemia de la COVID-19.

Desde falsas campañas de donación para ayudar a los sanitarios hasta promesas de vacunación a cambio de dinero o de compartir nuestros datos, la crisis sanitaria se ha convertido en un campo abonado para todo tipo de estafas. También ofrecen supuestos consejos para mantenernos a salvo de contagios a los que podremos acceder si compartimos nuestra información personal. Incluso diseminan información falsa con el mero objetivo de crear confusión.

Las deudas que no son tales

En ocasiones, la suplantación de identidad para forzarnos a realizar una acción que nos perjudicará puede llegar a ser muy sofisticada. En este sentido, los ciberdelincuentes pueden enviarnos facturas haciéndose pasar por alguno de nuestros proveedores -tales como compañías energéticas o telefónicas- y reclamando un supuesto pago pendiente.

En ocasiones, lo que pretenden es hacerse con nuestros datos. Así, nos piden que se los facilitemos para devolvernos un importe cobrado por error o incluso para solucionar una supuesta incidencia técnica.

Cómo mantener tu seguridad

Todos estos anzuelos que los ciberdelincuentes nos lanzan con la esperanza de que piquemos tienen ciertos elementos en común. Si nos fijamos bien en ellos, podremos identificar más fácilmente si alguien trata de estafarnos.

En muchos de los mensajes fraudulentos que recibimos, suele incluirse un link sobre el que nos invitan a hacer clic o un documento adjunto que podemos abrir. Si lo hacemos sin antes aplicar las medidas de prevención recomendadas, podríamos estar abriendo la puerta a los estafadores. Por esta razón, es muy importante extremar las precauciones con los enlaces que nos llegan por correo electrónico, mensaje instantáneo o SMS y, ante la menor sospecha, no clicar en el enlace ni abrir los adjuntos.

Además de analizar siempre con detenimiento los mensajes que llegan a tu dispositivo, existen dos pilares fundamentales en tu seguridad: mantener el software de tu dispositivo y aplicaciones siempre actualizado y contar con un antivirus, tanto para tu ordenador como para tu móvil. Aunque no son infalibles, son imprescindibles para ayudarte a detectar y frenar posibles ataques de malware.

En su intento de estafarnos, los ciberdelincuentes también suelen animarnos -e incluso amenazarnos- para que efectuemos transacciones de dinero. Por eso, no debemos realizarlas sin comprobar previamente la identidad de quien nos las solicita. A poder ser, esa comprobación debe realizarse por un medio diferente al que se ha utilizado para comunicarse con nosotros.

Es importante que seamos conscientes de los riesgos que corremos al acceder a internet, por los que siempre deberemos utilizar el sentido común antes de abrir un archivo o un enlace o llevar a cabo cualquier acción. Si te interesa reforzar tu seguridad online, te resultará especialmente útil la web de ciberseguridad de CaixaBank, donde encontrarás información sobre los ataques más comunes y las herramientas que tienes a tu alcance para protegerte.

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Coronavirus y brecha digital, lecciones aprendidas https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/coronavirus-y-brecha-digital-lecciones-aprendidas/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/coronavirus-y-brecha-digital-lecciones-aprendidas/#respond Tue, 25 Aug 2020 16:15:40 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=38790

Vivimos en una sociedad interconectada en la que los avances tecnológicos han cambiado nuestra forma de interactuar, así como el modo en el que trabajamos y aprendemos. Las videoconferencias, las clases telemáticas o las compras on-line se han convertido en recursos necesarios para mantener una normalidad relativa, especialmente durante los días de confinamiento. Además, han puesto de manifiesto las diferencias que ya existían en el acceso y uso de la tecnología en determinados colectivos, como los estudiantes con pocos recursos o los mayores, y que ahora se han visto acentuadas. Son lecciones que hemos tenido que aprender a marchas forzadas durante la pandemia de la COVID-19, pero que resultan muy valiosas para poder corregirlas de cara al futuro.

En los casos de esos dos colectivos, los efectos negativos de la brecha digital se han hecho especialmente evidentes. “Las desigualdades en la preparación digital son un obstáculo para que una gran parte de la población mundial pueda aprovechar las ventajas que ofrecen las tecnologías para hacer frente a la pandemia de coronavirus al quedarnos en casa”, advierte la directora de Tecnología y Logística de la Conferencia de las Naciones Unidas de Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Shamika Sirimanne.

La brecha digital no es una cuestión menor. De hecho, está relacionada con al menos tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por la ONU en su Agenda 2030 para promover la prosperidad de todos y preservar el planeta. Se trata de los objetivos número 1 (Fin de la pobreza), 4 (Educación de calidad) y 10 (Reducción de las desigualdades). Acabar con esa brecha es esencial para que todos los ciudadanos puedan prosperar y ejercer sus derechos, sin importar su origen o las circunstancias de su vida.

Acceso a clases on-line

En el sector de la enseñanza, la adopción de la pretendida innovación educativa a través de las TIC aún se encuentra en etapas tempranas en muchos centros del país. La mayoría se han visto obligados a impartir clases de manera telemática sin contar con herramientas ni con una metodología definida. Una dificultad acrecentada por el hecho de que parte del alumnado carece de lo necesario para poder seguir el ritmo de las clases on-line, como un dispositivo adecuado o conexión a Internet.

Para facilitar el acceso a estos recursos, instituciones públicas y empresas han unido esfuerzos a través de diversos proyectos. Así, 15 días después de decretarse el estado de alarma, el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) puso en marcha una iniciativa dirigida a los alumnos más vulnerables. A través de Telefónica, facilitó 20.000 líneas móviles con conexiones de 40 GB de datos para estudiantes de Bachillerato y FP. Cisco aporta en este proyecto una herramienta de colaboración que incluye funcionalidades para crear un aula virtual, como videoconferencia y compartición de escritorio. IBM, por su parte, aporta soporte para la adopción y uso de la plataforma tecnológica. Cerca de 600 profesionales se han inscrito como voluntarios para asesorar a los docentes para que puedan aprovechar al máximo la interacción con los alumnos.

También la Fundación ”la Caixa”, a través del programa ProFuturo, ha donado miles de tabletas a distintos colectivos. Este fue el caso de familias en situación vulnerable y con hijos en edad escolar de distintos lugares de España, a quienes se entregaron dispositivos con el fin de que pudieran continuar con su educación desde sus domicilios.

Asimismo, los miembros de la Asociación de Voluntarios de ”la Caixa” han realizado un importante esfuerzo de formación y digitalización para poder seguir colaborando con distintos proyectos a distancia. Un ejemplo de ellos es la iniciativa Cartas contra la Soledad, que facilita el envío de correos electrónicos a personas mayores que viven en residencias y sufren aislamiento por la pandemia.

El objetivo de esta acción consiste en evitar que la brecha digital aumente el riesgo de exclusión en el que ya se encuentran los menores. Se trata de que ningún niño se quede sin su derecho a la educación por el hecho de no tener un equipo informático en su domicilio. La donación de tabletas también abarca hospitales y residencias de mayores, donde se han prohibido las visitas, para que los ingresados puedan recibir el apoyo de sus familiares.

Mayores y servicios financieros

Hay que recordar que las personas mayores son otro de los grupos de población que se han visto sacudidos por la brecha digital en esta pandemia. Al igual que algunos estudiantes, la falta de dispositivos y conexión a Internet, o sus inseguridades a la hora de manejarse con las tecnologías, han dificultado que las usen de manera generalizada. También ha provocado que hayan necesitado ayuda durante el confinamiento para realizar sus actividades más básicas, como el acceso a sus servicios financieros.

Para salvar este obstáculo, CaixaBank ha implantado un plan para evitar desplazamientos a sus oficinas a sus 2,7 millones de clientes mayores de 65 años y, por tanto, la exposición al coronavirus de este colectivo vulnerable. Entre las medidas adoptadas se encuentra el cobro adelantado de la pensión. Como consecuencia, cerca del 85 % de los jubilados clientes de CaixaBank no realizaron reintegros en efectivo ni en cajeros ni en oficinas durante los días posteriores al cobro de la pensión en el mes de marzo. El mes anterior, alrededor de la mitad de los pensionistas sí se habían desplazado presencialmente a su oficina para retirar dinero.

Por otro lado, CaixaBank ha utilizado inteligencia artificial para detectar los servicios más demandados por sus clientes senior en sus oficinas y ofrecerles nuevas operativas financieras específicas a través de Internet. Además, la entidad no devuelve los recibos básicos de los clientes mayores de 65 años, como los de la luz, el gas o el agua, aunque la cuenta bancaria se encuentre en descubierto.

La crisis sanitaria que vivimos estas semanas ha dejado al descubierto las carencias de algunos colectivos. Aunque la tecnología está disponible, no siempre se encuentra al alcance de toda la población, ya sea por motivos sociales o económicos. Acabar con esa brecha digital es una más de las lecciones que debemos aprender cuando dejemos atrás este momento excepcional.

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Vivimos en una sociedad interconectada en la que los avances tecnológicos han cambiado nuestra forma de interactuar, así como el modo en el que trabajamos y aprendemos. Las videoconferencias, las clases telemáticas o las compras on-line se han convertido en recursos necesarios para mantener una normalidad relativa, especialmente durante los días de confinamiento. Además, han puesto de manifiesto las diferencias que ya existían en el acceso y uso de la tecnología en determinados colectivos, como los estudiantes con pocos recursos o los mayores, y que ahora se han visto acentuadas. Son lecciones que hemos tenido que aprender a marchas forzadas durante la pandemia de la COVID-19, pero que resultan muy valiosas para poder corregirlas de cara al futuro.

En los casos de esos dos colectivos, los efectos negativos de la brecha digital se han hecho especialmente evidentes. “Las desigualdades en la preparación digital son un obstáculo para que una gran parte de la población mundial pueda aprovechar las ventajas que ofrecen las tecnologías para hacer frente a la pandemia de coronavirus al quedarnos en casa”, advierte la directora de Tecnología y Logística de la Conferencia de las Naciones Unidas de Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Shamika Sirimanne.

La brecha digital no es una cuestión menor. De hecho, está relacionada con al menos tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por la ONU en su Agenda 2030 para promover la prosperidad de todos y preservar el planeta. Se trata de los objetivos número 1 (Fin de la pobreza), 4 (Educación de calidad) y 10 (Reducción de las desigualdades). Acabar con esa brecha es esencial para que todos los ciudadanos puedan prosperar y ejercer sus derechos, sin importar su origen o las circunstancias de su vida.

Acceso a clases on-line

En el sector de la enseñanza, la adopción de la pretendida innovación educativa a través de las TIC aún se encuentra en etapas tempranas en muchos centros del país. La mayoría se han visto obligados a impartir clases de manera telemática sin contar con herramientas ni con una metodología definida. Una dificultad acrecentada por el hecho de que parte del alumnado carece de lo necesario para poder seguir el ritmo de las clases on-line, como un dispositivo adecuado o conexión a Internet.

Para facilitar el acceso a estos recursos, instituciones públicas y empresas han unido esfuerzos a través de diversos proyectos. Así, 15 días después de decretarse el estado de alarma, el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) puso en marcha una iniciativa dirigida a los alumnos más vulnerables. A través de Telefónica, facilitó 20.000 líneas móviles con conexiones de 40 GB de datos para estudiantes de Bachillerato y FP. Cisco aporta en este proyecto una herramienta de colaboración que incluye funcionalidades para crear un aula virtual, como videoconferencia y compartición de escritorio. IBM, por su parte, aporta soporte para la adopción y uso de la plataforma tecnológica. Cerca de 600 profesionales se han inscrito como voluntarios para asesorar a los docentes para que puedan aprovechar al máximo la interacción con los alumnos.

También la Fundación ”la Caixa”, a través del programa ProFuturo, ha donado miles de tabletas a distintos colectivos. Este fue el caso de familias en situación vulnerable y con hijos en edad escolar de distintos lugares de España, a quienes se entregaron dispositivos con el fin de que pudieran continuar con su educación desde sus domicilios.

Asimismo, los miembros de la Asociación de Voluntarios de ”la Caixa” han realizado un importante esfuerzo de formación y digitalización para poder seguir colaborando con distintos proyectos a distancia. Un ejemplo de ellos es la iniciativa Cartas contra la Soledad, que facilita el envío de correos electrónicos a personas mayores que viven en residencias y sufren aislamiento por la pandemia.

El objetivo de esta acción consiste en evitar que la brecha digital aumente el riesgo de exclusión en el que ya se encuentran los menores. Se trata de que ningún niño se quede sin su derecho a la educación por el hecho de no tener un equipo informático en su domicilio. La donación de tabletas también abarca hospitales y residencias de mayores, donde se han prohibido las visitas, para que los ingresados puedan recibir el apoyo de sus familiares.

Mayores y servicios financieros

Hay que recordar que las personas mayores son otro de los grupos de población que se han visto sacudidos por la brecha digital en esta pandemia. Al igual que algunos estudiantes, la falta de dispositivos y conexión a Internet, o sus inseguridades a la hora de manejarse con las tecnologías, han dificultado que las usen de manera generalizada. También ha provocado que hayan necesitado ayuda durante el confinamiento para realizar sus actividades más básicas, como el acceso a sus servicios financieros.

Para salvar este obstáculo, CaixaBank ha implantado un plan para evitar desplazamientos a sus oficinas a sus 2,7 millones de clientes mayores de 65 años y, por tanto, la exposición al coronavirus de este colectivo vulnerable. Entre las medidas adoptadas se encuentra el cobro adelantado de la pensión. Como consecuencia, cerca del 85 % de los jubilados clientes de CaixaBank no realizaron reintegros en efectivo ni en cajeros ni en oficinas durante los días posteriores al cobro de la pensión en el mes de marzo. El mes anterior, alrededor de la mitad de los pensionistas sí se habían desplazado presencialmente a su oficina para retirar dinero.

Por otro lado, CaixaBank ha utilizado inteligencia artificial para detectar los servicios más demandados por sus clientes senior en sus oficinas y ofrecerles nuevas operativas financieras específicas a través de Internet. Además, la entidad no devuelve los recibos básicos de los clientes mayores de 65 años, como los de la luz, el gas o el agua, aunque la cuenta bancaria se encuentre en descubierto.

La crisis sanitaria que vivimos estas semanas ha dejado al descubierto las carencias de algunos colectivos. Aunque la tecnología está disponible, no siempre se encuentra al alcance de toda la población, ya sea por motivos sociales o económicos. Acabar con esa brecha digital es una más de las lecciones que debemos aprender cuando dejemos atrás este momento excepcional.

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¿Qué estudios te preparan mejor para la era digital? https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-estudios-te-preparan-mejor-para-la-era-digital/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-estudios-te-preparan-mejor-para-la-era-digital/#respond Tue, 18 Aug 2020 15:43:39 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=38774

Con la llegada de la era digital, los perfiles más necesarios en el mercado laboral difieren por completo de los solicitados más frecuentemente décadas atrás. Según la Guía del Mercado Laboral 2019 de la consultoría de selección de personal Hays, realizada a partir de una encuesta a 1.300 empresas y otra a 5.600 trabajadores, los profesionales formados en ventas, marketing e informática son actualmente los más demandados entre las empresas españolas. Son datos a tener en cuenta en el momento de elegir los estudios postobligatorios, una decisión en la que también influye, lógicamente, la vocación de los jóvenes, a la que no deben renunciar de entrada.

Según un informe de Manpower, el 44 % de las grandes empresas españolas reconoce tener dificultades para atraer a profesionales de perfil digital. Esta escasez, junto con los constantes avances tecnológicos, hace que los estudios con más futuro sean aquellos que proporcionan conocimientos digitales y, por tanto, preparan mejor a los futuros profesionales para trabajar en los tiempos de Internet.

Actualmente, algunos de los perfiles laborales más demandados son:

Programador web

Las páginas web determinan hoy la identidad digital, la relación con los clientes y la competitividad de las empresas. En función de la imagen que ofrezcan a través de este espacio virtual, su visibilidad y sus beneficios pueden incrementarse o, en el peor de los casos, fracasar. Ante esta evidencia, el mercado laboral demanda profesionales con estudios en programación web, un tipo de formación creada para aprender a diseñar, codificar y mantener páginas web ofreciendo así uno de los servicios digitales que precisan y precisarán prácticamente todas las empresas.

Experto en Social Media

Las redes sociales se han convertido en el espacio predilecto de todas las empresas que tratan de aumentar sus ventas, los medios de comunicación que aspiran a crecer en visitas o las entidades que tienen el propósito de visibilizar las causas por las que trabajan o los servicios que ofrecen. La notable repercusión que tienen en sus resultados conlleva que, en el imaginario colectivo, se haya instalado la premisa: “si no estás en las redes sociales, no existes”. Por ello, los estudios en Social Media están diseñados para aprender a generar los contenidos que más atraen a los internautas y establecer la forma más óptima de gestionar los espacios publicitarios de las redes sociales, entre varios otros aspectos.

Ejecutivo en marketing digital y e-commerce

Cada vez es más frecuente comprar por Internet. Según el Observatorio Cetelem de e-Commerce, el 10 % de los consumidores realizó en 2017 varias compras a la semana frente al 8 % de 2016. Esta tendencia ha supuesto un auge de la figura de experto en e-commerce, pues cada vez es más importante saber llegar a esos consumidores que en rara ocasión pisan las tiendas físicas. Los estudios en marketing digital y e-commerce están diseñados para aprender las posibilidades que ofrece Internet a la hora de desarrollar marcas, tanto corporativas como personales, con el objetivo final de aumentar los beneficios de una compañía. Un experto en marketing digital está preparado para elaborar la estrategia que gestione la reputación de una empresa en Internet y para posicionar una marca en los principales buscadores.

Ingeniero informático

En la última década, las aplicaciones móviles han sido una parte muy importante del comportamiento digital de los usuarios que las utilizan, por ejemplo, para hacer una transferencia bancaria, realizar compras o encontrar piso. Una realidad que es posible gracias a los estudios en Ingeniería Informática, que enseñan a desarrollar aplicaciones para un mundo que, según indica el Informe Cisco VNI sobre Tráfico Global de Datos Móviles 2015-2020, dispondrá de 5.500 millones de dispositivos móviles. Es decir, el 70 % de la población mundial tendrá un móvil con el que utilizará diferentes aplicaciones.

Ingeniero en Electrónica Industrial y Automática

Robots niñera y robots de asistencia para ancianos empiezan a formar parte del día a día en China y Japón, demostrando que la inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en el funcionamiento cotidiano de la sociedad para quedarse. Los estudios en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática enseñan a contribuir a su desarrollo, de manera que, en el futuro, la cotidianidad de las personas será notablemente más confortable que ahora.

Décadas atrás, la mayoría de estos perfiles profesionales no existían; la formación ha tenido que seguir el ritmo frenético de las innovaciones tecnológicas. Ahora, quienes logren adelantarse al futuro serán mucho más competitivos en un mercado laboral cada vez más global, que exige mejor preparación y más versatilidad.

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Con la llegada de la era digital, los perfiles más necesarios en el mercado laboral difieren por completo de los solicitados más frecuentemente décadas atrás. Según la Guía del Mercado Laboral 2019 de la consultoría de selección de personal Hays, realizada a partir de una encuesta a 1.300 empresas y otra a 5.600 trabajadores, los profesionales formados en ventas, marketing e informática son actualmente los más demandados entre las empresas españolas. Son datos a tener en cuenta en el momento de elegir los estudios postobligatorios, una decisión en la que también influye, lógicamente, la vocación de los jóvenes, a la que no deben renunciar de entrada.

Según un informe de Manpower, el 44 % de las grandes empresas españolas reconoce tener dificultades para atraer a profesionales de perfil digital. Esta escasez, junto con los constantes avances tecnológicos, hace que los estudios con más futuro sean aquellos que proporcionan conocimientos digitales y, por tanto, preparan mejor a los futuros profesionales para trabajar en los tiempos de Internet.

Actualmente, algunos de los perfiles laborales más demandados son:

Programador web

Las páginas web determinan hoy la identidad digital, la relación con los clientes y la competitividad de las empresas. En función de la imagen que ofrezcan a través de este espacio virtual, su visibilidad y sus beneficios pueden incrementarse o, en el peor de los casos, fracasar. Ante esta evidencia, el mercado laboral demanda profesionales con estudios en programación web, un tipo de formación creada para aprender a diseñar, codificar y mantener páginas web ofreciendo así uno de los servicios digitales que precisan y precisarán prácticamente todas las empresas.

Experto en Social Media

Las redes sociales se han convertido en el espacio predilecto de todas las empresas que tratan de aumentar sus ventas, los medios de comunicación que aspiran a crecer en visitas o las entidades que tienen el propósito de visibilizar las causas por las que trabajan o los servicios que ofrecen. La notable repercusión que tienen en sus resultados conlleva que, en el imaginario colectivo, se haya instalado la premisa: “si no estás en las redes sociales, no existes”. Por ello, los estudios en Social Media están diseñados para aprender a generar los contenidos que más atraen a los internautas y establecer la forma más óptima de gestionar los espacios publicitarios de las redes sociales, entre varios otros aspectos.

Ejecutivo en marketing digital y e-commerce

Cada vez es más frecuente comprar por Internet. Según el Observatorio Cetelem de e-Commerce, el 10 % de los consumidores realizó en 2017 varias compras a la semana frente al 8 % de 2016. Esta tendencia ha supuesto un auge de la figura de experto en e-commerce, pues cada vez es más importante saber llegar a esos consumidores que en rara ocasión pisan las tiendas físicas. Los estudios en marketing digital y e-commerce están diseñados para aprender las posibilidades que ofrece Internet a la hora de desarrollar marcas, tanto corporativas como personales, con el objetivo final de aumentar los beneficios de una compañía. Un experto en marketing digital está preparado para elaborar la estrategia que gestione la reputación de una empresa en Internet y para posicionar una marca en los principales buscadores.

Ingeniero informático

En la última década, las aplicaciones móviles han sido una parte muy importante del comportamiento digital de los usuarios que las utilizan, por ejemplo, para hacer una transferencia bancaria, realizar compras o encontrar piso. Una realidad que es posible gracias a los estudios en Ingeniería Informática, que enseñan a desarrollar aplicaciones para un mundo que, según indica el Informe Cisco VNI sobre Tráfico Global de Datos Móviles 2015-2020, dispondrá de 5.500 millones de dispositivos móviles. Es decir, el 70 % de la población mundial tendrá un móvil con el que utilizará diferentes aplicaciones.

Ingeniero en Electrónica Industrial y Automática

Robots niñera y robots de asistencia para ancianos empiezan a formar parte del día a día en China y Japón, demostrando que la inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en el funcionamiento cotidiano de la sociedad para quedarse. Los estudios en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática enseñan a contribuir a su desarrollo, de manera que, en el futuro, la cotidianidad de las personas será notablemente más confortable que ahora.

Décadas atrás, la mayoría de estos perfiles profesionales no existían; la formación ha tenido que seguir el ritmo frenético de las innovaciones tecnológicas. Ahora, quienes logren adelantarse al futuro serán mucho más competitivos en un mercado laboral cada vez más global, que exige mejor preparación y más versatilidad.

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Cómo evitar que los menores sufran grooming, sexting y ciberbullying https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/evitar-menores-sufran-grooming-sexting-ciberbullying/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/evitar-menores-sufran-grooming-sexting-ciberbullying/#respond Wed, 10 Jun 2020 07:00:00 +0000 admin CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=50486

Hoy en día, es bastante habitual encontrarse con noticias sobre filtraciones. Un vídeo comprometido, una foto fuera de contexto, un audio de una confesión… La frontera entre lo que es privado y lo que es público se ha difuminado, dado que, cuando se produce una revelación de este tipo, rápidamente todo el mundo se lanza a compartir, opinar y compartir de nuevo. En otras palabras, se viraliza.

Dentro de este nuevo escenario, los niños y adolescentes, que son nativos digitales, no se escapan a esta sobreexposición y a los principales riesgos que implica:

  • Grooming: es una práctica a través de la cual un adulto localiza a un menor en una red social, contacta con él, lo engaña y se gana su confianza con un propósito sexual.
  • Sexting: consiste en el intercambio de fotografías o vídeos con contenido erótico entre los propios jóvenes. En muchas ocasiones, este material termina utilizándose para la extorsión o manipulación, pudiendo causar daños psicológicos severos en los menores.
  • Ciberbullying: este tipo de acoso se produce entre los propios menores. Su principal diferencia con el bullying tradicional es que internet actúa como un amplificador. Los abusos no sólo aumentan su alcance, sino que además se producen tanto dentro como fuera del ámbito y horario escolar.

Para poder proteger a los menores de estos peligros, resulta de vital importancia preocuparnos por concienciarles para que ellos mismos puedan participar de manera activa en su autoprotección. En otras palabras, si quieres que tus hijos estén seguros mientras navegan, encárgate de que sigan los siguientes consejos:

  • Que configuren sus redes sociales para que el contenido publicado sólo pueda ser visto por sus amigos.
  • Que nunca agreguen a gente desconocida a sus redes sociales ni acepten sus peticiones de amistad.
  • Que no publiquen información personal como su teléfono o dirección en internet.
  • Que no suban fotos que puedan ayudar a identificar la zona donde viven o al colegio al que van.
  • Que se comporten con respeto y educación ya que, al igual que en la vida real, en internet hay que tratar a los demás como nos gusta que nos traten.
  • Que si son testigos de acciones que dañen o perjudiquen a alguien, deben avisar a sus padres.
  • Que desactiven la ubicación de sus dispositivos.
  • Que no borren las conversaciones que mantengan, ya que podrían resultar útiles en caso de que ocurra algún problema.
  • Que si están preocupados porque les ha pasado algo malo en internet, se lo cuenten a sus padres.
  • Que relativicen la importancia de los likes. Si tus hijos están dispuestos a cualquier cosa por conseguirlos, podrían acabar tomando alguna decisión equivocada.

Adicionalmente, hay algunas otras cosas que podemos hacer para favorecer la seguridad de nuestros hijos, como enseñarles a valorar las relaciones reales frente a las que se entablan a través de las nuevas tecnologías, controlar el tiempo que pasan conectados o instalar un filtro parental. Sin embargo, no debemos olvidar que la clave reside en mantener una comunicación fluida con ellos, explicarles los peligros que existen y darles las herramientas para que puedan protegerse a sí mismos, tanto ahora como en el futuro.

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Hoy en día, es bastante habitual encontrarse con noticias sobre filtraciones. Un vídeo comprometido, una foto fuera de contexto, un audio de una confesión… La frontera entre lo que es privado y lo que es público se ha difuminado, dado que, cuando se produce una revelación de este tipo, rápidamente todo el mundo se lanza a compartir, opinar y compartir de nuevo. En otras palabras, se viraliza.

Dentro de este nuevo escenario, los niños y adolescentes, que son nativos digitales, no se escapan a esta sobreexposición y a los principales riesgos que implica:

  • Grooming: es una práctica a través de la cual un adulto localiza a un menor en una red social, contacta con él, lo engaña y se gana su confianza con un propósito sexual.
  • Sexting: consiste en el intercambio de fotografías o vídeos con contenido erótico entre los propios jóvenes. En muchas ocasiones, este material termina utilizándose para la extorsión o manipulación, pudiendo causar daños psicológicos severos en los menores.
  • Ciberbullying: este tipo de acoso se produce entre los propios menores. Su principal diferencia con el bullying tradicional es que internet actúa como un amplificador. Los abusos no sólo aumentan su alcance, sino que además se producen tanto dentro como fuera del ámbito y horario escolar.

Para poder proteger a los menores de estos peligros, resulta de vital importancia preocuparnos por concienciarles para que ellos mismos puedan participar de manera activa en su autoprotección. En otras palabras, si quieres que tus hijos estén seguros mientras navegan, encárgate de que sigan los siguientes consejos:

  • Que configuren sus redes sociales para que el contenido publicado sólo pueda ser visto por sus amigos.
  • Que nunca agreguen a gente desconocida a sus redes sociales ni acepten sus peticiones de amistad.
  • Que no publiquen información personal como su teléfono o dirección en internet.
  • Que no suban fotos que puedan ayudar a identificar la zona donde viven o al colegio al que van.
  • Que se comporten con respeto y educación ya que, al igual que en la vida real, en internet hay que tratar a los demás como nos gusta que nos traten.
  • Que si son testigos de acciones que dañen o perjudiquen a alguien, deben avisar a sus padres.
  • Que desactiven la ubicación de sus dispositivos.
  • Que no borren las conversaciones que mantengan, ya que podrían resultar útiles en caso de que ocurra algún problema.
  • Que si están preocupados porque les ha pasado algo malo en internet, se lo cuenten a sus padres.
  • Que relativicen la importancia de los likes. Si tus hijos están dispuestos a cualquier cosa por conseguirlos, podrían acabar tomando alguna decisión equivocada.

Adicionalmente, hay algunas otras cosas que podemos hacer para favorecer la seguridad de nuestros hijos, como enseñarles a valorar las relaciones reales frente a las que se entablan a través de las nuevas tecnologías, controlar el tiempo que pasan conectados o instalar un filtro parental. Sin embargo, no debemos olvidar que la clave reside en mantener una comunicación fluida con ellos, explicarles los peligros que existen y darles las herramientas para que puedan protegerse a sí mismos, tanto ahora como en el futuro.

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Cómo saber si nos están robando wifi https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/como-saber-si-nos-estan-robando-wifi/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/como-saber-si-nos-estan-robando-wifi/#respond Tue, 19 May 2020 06:39:11 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=37328

Nueve de cada diez hogares españoles tiene acceso a internet, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) referidos al año 2019. De ellos, la práctica totalidad (91,2%) disfruta además de banda ancha. Esta cobertura cobra especial importancia en una situación de confinamiento como la que atravesamos a causa de la pandemia de coronavirus. Para sacarle partido, la opción más cómoda que tenemos es utilizar una red wifi. El problema es que también lo es para quien decida robar nuestra conexión.

Desde que comenzó el estado de alarma, las redes wifi de nuestros hogares funcionan a pleno rendimiento. Las usamos para trabajar, buscar información, comunicarnos con nuestros seres queridos e, incluso, para llevar a cabo actividades de voluntariado online. Las solemos emplear independientemente del tipo de dispositivo que queramos utilizar, porque evitan el cableado. Solo requieren vincular el smartphone, ordenador, televisor o cualquier otro periférico, como una impresora, al router y ya podemos empezar a hacer uso de internet.

Frente a los beneficios y ventajas del empleo de tecnologías inalámbricas, existe el peligro de que otros usuarios hagan uso de ellas sin nuestro consentimiento. Un riesgo al que estamos especialmente expuestos durante el confinamiento, cuando muchos usuarios se ven obligados a permanecer en casa. Y no todos ellos están dispuestos a pagar por acceder a internet. De hecho, la consulta «robar wifi» experimentó un claro aumento en las búsquedas de Google el día 14 de marzo, justo cuando se decretó el estado de alarma.

La señal más clara de que algún miembro del vecindario ha decidido aprovecharse de nuestra conexión wifi es que se producen problemas en la conexión y que esta suele ir más lenta. No son pocos los casos en los que un intruso se cuela en la red doméstica de su vecino, con las consecuencias para la seguridad y la privacidad de nuestros datos que esto conlleva.

Cómo saber si tenemos un intruso en nuestra wifi

Existen algunas pistas que ayudan a detectar si eso está ocurriendo. Como ya adelantábamos, una posible señal de que algo no funciona del modo en que debiera es que la conexión a internet va a una velocidad más lenta de la habitual. Cuando esto ocurre, puede que las páginas web tarden en cargar. También es probable que los pódcast y música que se escucha vía online experimenten interrupciones constantes. Los que disfruten de plataformas de contenidos audiovisuales, como Netflix o HBO, y no consigan ver un capítulo entero de una serie sin complicaciones, deberían plantearse si hay alguien más enganchado a su red.

Una de las formas de saber si nos han pirateado la wifi es comprobar qué dispositivos están accediendo a ella. El router puede ejercer de chivato. Solo hay que desconectar todos nuestros equipos de la red y comprobar si sigue habiendo actividad. Para detectarlo, hay que fijarse en el indicador luminoso que aparece junto a «WLAN». Si a pesar de tener todos los aparatos desconectados continúa parpadeando, es señal de que hay alguien ajeno conectado a nuestra red.

Para ser más precisos, lo mejor es acceder al router desde el navegador introduciendo la dirección IP que, por lo general, es 192.168.1.1. Hay que tener cuidado al teclearla, ya que los ciberdelincuentes se aprovechan de los errores más comunes —como sustituir los dos últimos unos (1) por una letra i mayúscula (I)— para redirigir a los usuarios a webs fraudulentas. Una vez introducida la IP, se abre una pantalla donde hay que indicar la clave de acceso wifi.

En la nueva pantalla, aparecen los datos del router y sus posibilidades de configuración. Dependiendo del modelo, podremos ver una pestaña nombrada como «Dispositivos enlazados», «Lista de dispositivos» o «LAN usuarios». Al seleccionarla, se pueden comprobar todas las direcciones MAC de los aparatos conectados a nuestra red wifi. Si hay alguno desconocido, es probable que sea de un vecino que está usando la conexión sin permiso.

Cómo echar al hacker de nuestra wifi

Antes de continuar, es importante recordar que la dirección MAC es una combinación de números y letras con la que se identifica un dispositivo y no puede haber dos iguales. Algo así como un DNI que suele tener la siguiente estructura: XX:XX:XX:XX:XX:XX. Saber cuál es la de cada uno de nuestros aparatos facilita mucho el trabajo de purgado en el caso de que hayan jaqueado la red wifi. La forma de averiguar la dirección MAC varía de un dispositivo a otro. Una vez recopiladas todas, solo queda identificar las que no figuran en la lista y bloquearlas.

A pesar de haber expulsado a los dispositivos ajenos, es recomendable cambiar la contraseña de nuestro router para prevenir futuras intromisiones o, al menos, ponérselo más difícil a quien ya ha conseguido conectarse a nuestra red sin que le diéramos permiso. Antes de efectuar dicha modificación, lo mejor es desconectarse de la wifi y realizar la conexión al router mediante cable para asegurarnos de que solo nosotros tenemos acceso al mismo en ese momento.

El siguiente paso consiste en entrar de nuevo en la configuración del router de la misma forma que se indicaba en el apartado anterior. Además de realizar el cambio de contraseña, podemos plantearnos añadir medidas de seguridad extra, tales como ocultar o cifrar las unidades de disco o archivos más sensibles. Esto último es especialmente útil si quien entra en nuestra red no solo quiere beneficiarse de la conexión sin pagar un euro, sino que además pretende robar nuestra información personal.

Es más que recomendable realizar periódicamente una revisión de los dispositivos que se conectan a nuestra wifi y cambiar la contraseña del router. Es la mejor manera de asegurarnos de que no existe ningún intruso usando nuestra red doméstica, preservaremos nuestra privacidad y mantendremos nuestros datos a salvo.

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Nueve de cada diez hogares españoles tiene acceso a internet, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) referidos al año 2019. De ellos, la práctica totalidad (91,2%) disfruta además de banda ancha. Esta cobertura cobra especial importancia en una situación de confinamiento como la que atravesamos a causa de la pandemia de coronavirus. Para sacarle partido, la opción más cómoda que tenemos es utilizar una red wifi. El problema es que también lo es para quien decida robar nuestra conexión.

Desde que comenzó el estado de alarma, las redes wifi de nuestros hogares funcionan a pleno rendimiento. Las usamos para trabajar, buscar información, comunicarnos con nuestros seres queridos e, incluso, para llevar a cabo actividades de voluntariado online. Las solemos emplear independientemente del tipo de dispositivo que queramos utilizar, porque evitan el cableado. Solo requieren vincular el smartphone, ordenador, televisor o cualquier otro periférico, como una impresora, al router y ya podemos empezar a hacer uso de internet.

Frente a los beneficios y ventajas del empleo de tecnologías inalámbricas, existe el peligro de que otros usuarios hagan uso de ellas sin nuestro consentimiento. Un riesgo al que estamos especialmente expuestos durante el confinamiento, cuando muchos usuarios se ven obligados a permanecer en casa. Y no todos ellos están dispuestos a pagar por acceder a internet. De hecho, la consulta «robar wifi» experimentó un claro aumento en las búsquedas de Google el día 14 de marzo, justo cuando se decretó el estado de alarma.

La señal más clara de que algún miembro del vecindario ha decidido aprovecharse de nuestra conexión wifi es que se producen problemas en la conexión y que esta suele ir más lenta. No son pocos los casos en los que un intruso se cuela en la red doméstica de su vecino, con las consecuencias para la seguridad y la privacidad de nuestros datos que esto conlleva.

Cómo saber si tenemos un intruso en nuestra wifi

Existen algunas pistas que ayudan a detectar si eso está ocurriendo. Como ya adelantábamos, una posible señal de que algo no funciona del modo en que debiera es que la conexión a internet va a una velocidad más lenta de la habitual. Cuando esto ocurre, puede que las páginas web tarden en cargar. También es probable que los pódcast y música que se escucha vía online experimenten interrupciones constantes. Los que disfruten de plataformas de contenidos audiovisuales, como Netflix o HBO, y no consigan ver un capítulo entero de una serie sin complicaciones, deberían plantearse si hay alguien más enganchado a su red.

Una de las formas de saber si nos han pirateado la wifi es comprobar qué dispositivos están accediendo a ella. El router puede ejercer de chivato. Solo hay que desconectar todos nuestros equipos de la red y comprobar si sigue habiendo actividad. Para detectarlo, hay que fijarse en el indicador luminoso que aparece junto a «WLAN». Si a pesar de tener todos los aparatos desconectados continúa parpadeando, es señal de que hay alguien ajeno conectado a nuestra red.

Para ser más precisos, lo mejor es acceder al router desde el navegador introduciendo la dirección IP que, por lo general, es 192.168.1.1. Hay que tener cuidado al teclearla, ya que los ciberdelincuentes se aprovechan de los errores más comunes —como sustituir los dos últimos unos (1) por una letra i mayúscula (I)— para redirigir a los usuarios a webs fraudulentas. Una vez introducida la IP, se abre una pantalla donde hay que indicar la clave de acceso wifi.

En la nueva pantalla, aparecen los datos del router y sus posibilidades de configuración. Dependiendo del modelo, podremos ver una pestaña nombrada como «Dispositivos enlazados», «Lista de dispositivos» o «LAN usuarios». Al seleccionarla, se pueden comprobar todas las direcciones MAC de los aparatos conectados a nuestra red wifi. Si hay alguno desconocido, es probable que sea de un vecino que está usando la conexión sin permiso.

Cómo echar al hacker de nuestra wifi

Antes de continuar, es importante recordar que la dirección MAC es una combinación de números y letras con la que se identifica un dispositivo y no puede haber dos iguales. Algo así como un DNI que suele tener la siguiente estructura: XX:XX:XX:XX:XX:XX. Saber cuál es la de cada uno de nuestros aparatos facilita mucho el trabajo de purgado en el caso de que hayan jaqueado la red wifi. La forma de averiguar la dirección MAC varía de un dispositivo a otro. Una vez recopiladas todas, solo queda identificar las que no figuran en la lista y bloquearlas.

A pesar de haber expulsado a los dispositivos ajenos, es recomendable cambiar la contraseña de nuestro router para prevenir futuras intromisiones o, al menos, ponérselo más difícil a quien ya ha conseguido conectarse a nuestra red sin que le diéramos permiso. Antes de efectuar dicha modificación, lo mejor es desconectarse de la wifi y realizar la conexión al router mediante cable para asegurarnos de que solo nosotros tenemos acceso al mismo en ese momento.

El siguiente paso consiste en entrar de nuevo en la configuración del router de la misma forma que se indicaba en el apartado anterior. Además de realizar el cambio de contraseña, podemos plantearnos añadir medidas de seguridad extra, tales como ocultar o cifrar las unidades de disco o archivos más sensibles. Esto último es especialmente útil si quien entra en nuestra red no solo quiere beneficiarse de la conexión sin pagar un euro, sino que además pretende robar nuestra información personal.

Es más que recomendable realizar periódicamente una revisión de los dispositivos que se conectan a nuestra wifi y cambiar la contraseña del router. Es la mejor manera de asegurarnos de que no existe ningún intruso usando nuestra red doméstica, preservaremos nuestra privacidad y mantendremos nuestros datos a salvo.

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Cómo te afecta la directiva europea de copyright https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/como-te-afecta-la-directiva-europea-de-copyright/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/como-te-afecta-la-directiva-europea-de-copyright/#respond Thu, 19 Dec 2019 08:29:48 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=35900

Una directiva pensada para proteger a los creadores en la era digital fue la protagonista de uno de los debates más largos y polémicos que se recuerdan en la Unión Europea. Después de dos años y medio de debates, propuestas, enmiendas y hasta manifestaciones en las calles, el pasado mes de marzo veía la luz la conocida como ley del copyright en el Parlamento Europeo.

La razón de tanta polémica tiene que ver más con los efectos que la nueva norma pueda llegar a tener sobre internet en Europa tal y como lo conocemos, que con los cambios que pueda introducir en la propia gestión de derechos de autor.

Por un lado, artistas y editores de prensa aplaudían su aprobación, que obligará a plataformas como YouTube a obtener licencias de los creadores o a impedir que se suban contenidos que vulneren sus derechos de autor. También agregadores de noticias como Google News deberán pedir permiso para utilizar los contenidos de los editores. Todo esto significa una mayor protección de los creadores de contenidos y un paso más para que participen de manera equitativa de los ingresos que consiguen esas plataformas por el uso de sus obras.

Por otro lado, miembros de la sociedad civil, grandes plataformas, activistas, políticos e incluso organismos internacionales como la ONU protestaban por lo que consideran una apertura de puertas a la censura previa en internet. Y, en el medio, la mayor parte de los internautas, que ya no sabían si podrían siquiera compartir un simple meme sin meterse en jaleos.

¿Por qué se desarrolló esta nueva legislación?

La difusión de obras artísticas y contenidos ha cambiado mucho en los últimos años y lo ha hecho en paralelo a la evolución de internet. Según los defensores de la nueva directiva, más del 80% del uso de las obras de los creadores no se remunera de manera equitativa. Esto se debe a que algunas grandes plataformas proveen acceso a obras creativas mediante publicidad y otros medios. Una actividad que produce ingresos, que después se comparten en condiciones con los creadores y no siempre de manera equitativa.

Para los expertos de la Agrupación Europea de Sociedades de Autores y Compositores (GESAC), esta circunstancia pone en peligro no solo la continuidad del sector creativo y cultural, sino también la de las propias empresas digitales europeas. Estas compiten en inferioridad de condiciones respecto a las extranjeras, en su mayoría estadounidenses, que según la GESAC prácticamente no tienen obligaciones respecto al copyright, debido a un marco legal europeo obsoleto. La anterior normativa era del año 2001.

Estas son las principales razones por las que los autores consideraban necesaria la nueva legislación que, según la GESAC, obligará a los gigantes de internet a sentarse a negociar con los creadores.

¿Cómo afecta la nueva norma al usuario medio?

Esta es una pregunta para la que todavía no hay una respuesta exacta. Tras su aprobación, se abre un periodo transitorio de dos años para que los países de la Unión Europea incorporen la directiva a sus propias legislaciones. Esto quiere decir que la nueva norma podría presentar, todavía, ciertas particularidades en su aplicación efectiva dentro de cada Estado.

Por esa razón, de momento solo contamos con los análisis de expertos y analistas sobre cuál podrá ser la aplicación práctica de una norma que concentra sus puntos más polémicos en dos artículos: el 15 y el 17.

A grandes rasgos, el artículo 15 permite a los editores de prensa dar o no su permiso a webs con ánimo de lucro para compartir “fragmentos significativos” de sus publicaciones. Por su parte, el artículo 17 insta a las plataformas que almacenan, organizan y difunden contenidos de otros usuarios con fines comerciales a pedir una licencia a los creadores de las obras.

Además, para evitar que se suban contenidos que vulneren los derechos de autor, las plataformas deberán establecer mecanismos para sortear multas, los cuales tendrá que establecer cada Estado miembro. Se espera que esos mecanismos sean filtros de carga previos y prácticas de moderación más estrictas. Una exigencia que los detractores de la norma consideran una limitación de la libertad de expresión y un peligro para creadores como los youtubers, que a menudo utilizan fragmentos de películas o series en sus contenidos, así como partidas grabadas de videojuegos.

¿Significa esto que un usuario de internet no podrá compartir un artículo de prensa o un meme a través de WhatsApp o cualquier red social? Aunque hay quien asegura que esta directiva, a la larga, podría acabar con los memes y las parodias, la norma protege expresamente la subida a la red de contenidos si es para citar, criticar, reseñar, caricaturizar, parodiar o imitar. Además, plataformas como WhatsApp, Wikipedia o nubes, cuyo objetivo no consiste en lucrarse con el contenido, se encuentran fuera de la aplicación de la ley.

En cualquier caso, los expertos aseguran que esta norma no impone la responsabilidad a los usuarios de internet por el uso de contenidos ajenos. En realidad, las medidas afectan a las empresas titulares de las plataformas de contenidos, que son las que deben velar por su cumplimiento. Esto significa que un usuario particular, que no persigue un lucro al compartir una obra de terceros en internet, no tendrá que pagar una multa por subirlos o enviarlos a otros usuarios. Lo que sí se podrá encontrar en el futuro es con que no podrá subir el contenido a una plataforma porque un filtro considera que vulnera los derechos de autor.

El alcance real de la normativa solo se conocerá con el tiempo, cuando los países la adapten, las plataformas pongan en marcha sus mecanismos de control de manera efectiva y se conozcan las primeras sanciones. Mientras tanto, internet continúa ofreciendo contenidos útiles y entretenimiento a sus usuarios, además de ser un importante punto de encuentro para ellos.

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Una directiva pensada para proteger a los creadores en la era digital fue la protagonista de uno de los debates más largos y polémicos que se recuerdan en la Unión Europea. Después de dos años y medio de debates, propuestas, enmiendas y hasta manifestaciones en las calles, el pasado mes de marzo veía la luz la conocida como ley del copyright en el Parlamento Europeo.

La razón de tanta polémica tiene que ver más con los efectos que la nueva norma pueda llegar a tener sobre internet en Europa tal y como lo conocemos, que con los cambios que pueda introducir en la propia gestión de derechos de autor.

Por un lado, artistas y editores de prensa aplaudían su aprobación, que obligará a plataformas como YouTube a obtener licencias de los creadores o a impedir que se suban contenidos que vulneren sus derechos de autor. También agregadores de noticias como Google News deberán pedir permiso para utilizar los contenidos de los editores. Todo esto significa una mayor protección de los creadores de contenidos y un paso más para que participen de manera equitativa de los ingresos que consiguen esas plataformas por el uso de sus obras.

Por otro lado, miembros de la sociedad civil, grandes plataformas, activistas, políticos e incluso organismos internacionales como la ONU protestaban por lo que consideran una apertura de puertas a la censura previa en internet. Y, en el medio, la mayor parte de los internautas, que ya no sabían si podrían siquiera compartir un simple meme sin meterse en jaleos.

¿Por qué se desarrolló esta nueva legislación?

La difusión de obras artísticas y contenidos ha cambiado mucho en los últimos años y lo ha hecho en paralelo a la evolución de internet. Según los defensores de la nueva directiva, más del 80% del uso de las obras de los creadores no se remunera de manera equitativa. Esto se debe a que algunas grandes plataformas proveen acceso a obras creativas mediante publicidad y otros medios. Una actividad que produce ingresos, que después se comparten en condiciones con los creadores y no siempre de manera equitativa.

Para los expertos de la Agrupación Europea de Sociedades de Autores y Compositores (GESAC), esta circunstancia pone en peligro no solo la continuidad del sector creativo y cultural, sino también la de las propias empresas digitales europeas. Estas compiten en inferioridad de condiciones respecto a las extranjeras, en su mayoría estadounidenses, que según la GESAC prácticamente no tienen obligaciones respecto al copyright, debido a un marco legal europeo obsoleto. La anterior normativa era del año 2001.

Estas son las principales razones por las que los autores consideraban necesaria la nueva legislación que, según la GESAC, obligará a los gigantes de internet a sentarse a negociar con los creadores.

¿Cómo afecta la nueva norma al usuario medio?

Esta es una pregunta para la que todavía no hay una respuesta exacta. Tras su aprobación, se abre un periodo transitorio de dos años para que los países de la Unión Europea incorporen la directiva a sus propias legislaciones. Esto quiere decir que la nueva norma podría presentar, todavía, ciertas particularidades en su aplicación efectiva dentro de cada Estado.

Por esa razón, de momento solo contamos con los análisis de expertos y analistas sobre cuál podrá ser la aplicación práctica de una norma que concentra sus puntos más polémicos en dos artículos: el 15 y el 17.

A grandes rasgos, el artículo 15 permite a los editores de prensa dar o no su permiso a webs con ánimo de lucro para compartir “fragmentos significativos” de sus publicaciones. Por su parte, el artículo 17 insta a las plataformas que almacenan, organizan y difunden contenidos de otros usuarios con fines comerciales a pedir una licencia a los creadores de las obras.

Además, para evitar que se suban contenidos que vulneren los derechos de autor, las plataformas deberán establecer mecanismos para sortear multas, los cuales tendrá que establecer cada Estado miembro. Se espera que esos mecanismos sean filtros de carga previos y prácticas de moderación más estrictas. Una exigencia que los detractores de la norma consideran una limitación de la libertad de expresión y un peligro para creadores como los youtubers, que a menudo utilizan fragmentos de películas o series en sus contenidos, así como partidas grabadas de videojuegos.

¿Significa esto que un usuario de internet no podrá compartir un artículo de prensa o un meme a través de WhatsApp o cualquier red social? Aunque hay quien asegura que esta directiva, a la larga, podría acabar con los memes y las parodias, la norma protege expresamente la subida a la red de contenidos si es para citar, criticar, reseñar, caricaturizar, parodiar o imitar. Además, plataformas como WhatsApp, Wikipedia o nubes, cuyo objetivo no consiste en lucrarse con el contenido, se encuentran fuera de la aplicación de la ley.

En cualquier caso, los expertos aseguran que esta norma no impone la responsabilidad a los usuarios de internet por el uso de contenidos ajenos. En realidad, las medidas afectan a las empresas titulares de las plataformas de contenidos, que son las que deben velar por su cumplimiento. Esto significa que un usuario particular, que no persigue un lucro al compartir una obra de terceros en internet, no tendrá que pagar una multa por subirlos o enviarlos a otros usuarios. Lo que sí se podrá encontrar en el futuro es con que no podrá subir el contenido a una plataforma porque un filtro considera que vulnera los derechos de autor.

El alcance real de la normativa solo se conocerá con el tiempo, cuando los países la adapten, las plataformas pongan en marcha sus mecanismos de control de manera efectiva y se conozcan las primeras sanciones. Mientras tanto, internet continúa ofreciendo contenidos útiles y entretenimiento a sus usuarios, además de ser un importante punto de encuentro para ellos.

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Podcast, la revolución sonora que ya está aquí https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/podcast-la-revolucion-sonora-que-ya-esta-aqui/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/podcast-la-revolucion-sonora-que-ya-esta-aqui/#respond Mon, 09 Sep 2019 14:14:13 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=34042

Una historia bien contada nos fascina a todos. Y lo lleva haciendo desde hace miles de años. Ni siquiera la era de la imagen ha podido con esa intimidad que establecemos con las voces que nos enseñan cosas, tanto nuevas como antiguas. Que nos animan a pensar o nos invitan a utilizar nuestra imaginación para trasladarnos a lugares lejanos que ni siquiera conocemos.

Esa atmósfera que se genera cuando se cuenta un relato es, precisamente, la magia del storytelling, que es el arte de narrar historias. La conexión que se establece entre narrador y oyente o entre escritor y lector es mucho más que un intercambio de datos. También es emocional. Y el podcast ha surgido como un traje a medida para este arte tan antiguo, en el que el narrador toca el corazón y la cabeza de su audiencia.

Qué es un podcast

Aunque se trata de un formato con más de 15 años de historia y que gana oyentes cada día, el podcast es relativamente desconocido en España. Este término surgió en 2004 en un artículo de The Guardian titulado “Audible revolution”, que giraba en torno a un nuevo fenómeno de radio amateur que se escuchaba a través de dispositivos MP3.

Tal como explica el blog Días de vino y podcasts, el autor mezcló los términos pod (una contracción de palabras en inglés que significa ‘dispositivo portátil’) y broadcasting (‘difusión’). Esto se debe a que, buena parte de la culpa del surgimiento de este formato, la tiene el acceso barato y fácil tanto a los dispositivos de reproducción como a los de grabación. Esto permitió que cualquier persona pudiera crear su propio contenido, subirlo a internet y llegar a una audiencia potencial de millones de oyentes.

Con el tiempo, a la posibilidad de escuchar un podcast bajo demanda, se sumó la de suscribirse a él para recibir el contenido actualizado de manera automática. La popularización de los smartphones, que evitaban tener que conectar el MP3 al ordenador para bajarse los contenidos, junto a la aparición de plataformas agregadoras y distribuidoras de este formato, provocaron la eclosión definitiva del podcast.

No tan amateur

La evolución del mismo formato le permitió desprenderse de esa etiqueta amateur inicial para profesionalizarse e incluso llegar a crear contenidos con millones de euros de inversión detrás. Este ha sido el caso de Serial, un largo reportaje sobre un caso criminal que se convirtió en un fenómeno de masas en Estados Unidos. Lo hizo desde la emisión de su primera entrega en 2014 y a lo largo de sus tres temporadas. Pulverizó todos los récords de iTunes con más de cinco millones de descargas y emisiones en solo seis semanas.

En la actualidad se pueden distinguir dos tipos principales de podcasts: los contenidos que ofrecen bajo demanda las grandes cadenas de radio y las producciones que son nativas en este formato. Los primeros permiten a los oyentes escuchar sus programas favoritos aunque no puedan hacerlo durante su emisión en directo. Los segundos no se ven sujetos a las parrillas radiofónicas y abarcan multitud de formatos y temáticas.

Hay podcasts de entrevistas, de análisis en solitario, de diálogos, incluso corales con varios participantes y sobre todo tipo de asuntos, tanto de ficción como de no ficción. Actualidad internacional, historia, gadgets, finanzas, mundo militar, humor, cómics, narrativa… la lista es infinita. Esto se debe a que los podcasts han encontrado en los contenidos de nicho, muy especializados y para audiencias muy concretas, un auténtico filón. Gracias a este formato, los apasionados de un tema concreto pueden encontrar información elaborada por auténticos especialistas con solo acercar su dedo a su smartphone y ponerse unos cascos.

Algunos podcasts muy interesantes

Se pueden encontrar todo tipo de podcasts. Algunos destacan por su utilidad, otros por su originalidad o su capacidad para entretenernos. Este es el caso de La escóbula de la brújula, dedicado a la historia, las leyendas y las tradiciones. Entre sus contenidos se pueden encontrar algunos dedicados a las tumbas de los grandes conquistadores, a la manera de vivir de los antiguos egipcios o incluso a amuletos y cómics. También destaca en esta línea Histocast, uno de los más veteranos y escuchados del país, que repasa tanto eventos históricos como actualidad geopolítica.

Incluso el bienestar tiene su rincón en formato podcast. En este sentido, destaca El podcast de Cristina Mitre, que elabora esta periodista semanalmente. En él, entrevista reputados expertos en nutrición, salud y fitness, entre otros campos, para arrojar luz sobre una temática que genera muchas dudas y requiere información contrastada.

CaixaBank también utiliza este formato para ofrecer consejos financieros a los oyentes de manera amena y sencilla. Economía Cotidiana es el podcast de CaixaBank dedicado a promover la cultura financiera que está disponible en las plataformas Spotify, iVoox y Apple iTunes.

A través de Economía Cotidiana se ofrecen entrevistas de unos diez minutos con expertos de la entidad o influencers que giran en torno a conceptos sobre economía básica y con especial foco sobre las finanzas familiares. Algunos ejemplos son los capítulos dedicados a cómo hablar de dinero con los hijos, consejos para llegar a fin de mes o qué implica avalar a alguien con un préstamo.

No podían faltar los programas con humor en esta selección. Aquí hay dragones es uno de los más divertidos y originales en español. En él se dan cita el escritor Juan Gómez-Jurado, los humoristas Javier Cansado y Arturo González-Campos, junto al cineasta Rodrigo Cortés, para hablar de todo tipo de temas desde un punto de vista diferente y entretenido, en un equilibrio perfecto entre humor, entretenimiento y conocimiento.

El universo podcast es cada vez más popular en España. También es, en cierto modo, un terreno poco explorado que todavía puede ofrecer grandes momentos en el futuro a todos los que se animen a ponerse los cascos, conectar su smartphone y darle al play.

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Una historia bien contada nos fascina a todos. Y lo lleva haciendo desde hace miles de años. Ni siquiera la era de la imagen ha podido con esa intimidad que establecemos con las voces que nos enseñan cosas, tanto nuevas como antiguas. Que nos animan a pensar o nos invitan a utilizar nuestra imaginación para trasladarnos a lugares lejanos que ni siquiera conocemos.

Esa atmósfera que se genera cuando se cuenta un relato es, precisamente, la magia del storytelling, que es el arte de narrar historias. La conexión que se establece entre narrador y oyente o entre escritor y lector es mucho más que un intercambio de datos. También es emocional. Y el podcast ha surgido como un traje a medida para este arte tan antiguo, en el que el narrador toca el corazón y la cabeza de su audiencia.

Qué es un podcast

Aunque se trata de un formato con más de 15 años de historia y que gana oyentes cada día, el podcast es relativamente desconocido en España. Este término surgió en 2004 en un artículo de The Guardian titulado “Audible revolution”, que giraba en torno a un nuevo fenómeno de radio amateur que se escuchaba a través de dispositivos MP3.

Tal como explica el blog Días de vino y podcasts, el autor mezcló los términos pod (una contracción de palabras en inglés que significa ‘dispositivo portátil’) y broadcasting (‘difusión’). Esto se debe a que, buena parte de la culpa del surgimiento de este formato, la tiene el acceso barato y fácil tanto a los dispositivos de reproducción como a los de grabación. Esto permitió que cualquier persona pudiera crear su propio contenido, subirlo a internet y llegar a una audiencia potencial de millones de oyentes.

Con el tiempo, a la posibilidad de escuchar un podcast bajo demanda, se sumó la de suscribirse a él para recibir el contenido actualizado de manera automática. La popularización de los smartphones, que evitaban tener que conectar el MP3 al ordenador para bajarse los contenidos, junto a la aparición de plataformas agregadoras y distribuidoras de este formato, provocaron la eclosión definitiva del podcast.

No tan amateur

La evolución del mismo formato le permitió desprenderse de esa etiqueta amateur inicial para profesionalizarse e incluso llegar a crear contenidos con millones de euros de inversión detrás. Este ha sido el caso de Serial, un largo reportaje sobre un caso criminal que se convirtió en un fenómeno de masas en Estados Unidos. Lo hizo desde la emisión de su primera entrega en 2014 y a lo largo de sus tres temporadas. Pulverizó todos los récords de iTunes con más de cinco millones de descargas y emisiones en solo seis semanas.

En la actualidad se pueden distinguir dos tipos principales de podcasts: los contenidos que ofrecen bajo demanda las grandes cadenas de radio y las producciones que son nativas en este formato. Los primeros permiten a los oyentes escuchar sus programas favoritos aunque no puedan hacerlo durante su emisión en directo. Los segundos no se ven sujetos a las parrillas radiofónicas y abarcan multitud de formatos y temáticas.

Hay podcasts de entrevistas, de análisis en solitario, de diálogos, incluso corales con varios participantes y sobre todo tipo de asuntos, tanto de ficción como de no ficción. Actualidad internacional, historia, gadgets, finanzas, mundo militar, humor, cómics, narrativa… la lista es infinita. Esto se debe a que los podcasts han encontrado en los contenidos de nicho, muy especializados y para audiencias muy concretas, un auténtico filón. Gracias a este formato, los apasionados de un tema concreto pueden encontrar información elaborada por auténticos especialistas con solo acercar su dedo a su smartphone y ponerse unos cascos.

Algunos podcasts muy interesantes

Se pueden encontrar todo tipo de podcasts. Algunos destacan por su utilidad, otros por su originalidad o su capacidad para entretenernos. Este es el caso de La escóbula de la brújula, dedicado a la historia, las leyendas y las tradiciones. Entre sus contenidos se pueden encontrar algunos dedicados a las tumbas de los grandes conquistadores, a la manera de vivir de los antiguos egipcios o incluso a amuletos y cómics. También destaca en esta línea Histocast, uno de los más veteranos y escuchados del país, que repasa tanto eventos históricos como actualidad geopolítica.

Incluso el bienestar tiene su rincón en formato podcast. En este sentido, destaca El podcast de Cristina Mitre, que elabora esta periodista semanalmente. En él, entrevista reputados expertos en nutrición, salud y fitness, entre otros campos, para arrojar luz sobre una temática que genera muchas dudas y requiere información contrastada.

CaixaBank también utiliza este formato para ofrecer consejos financieros a los oyentes de manera amena y sencilla. Economía Cotidiana es el podcast de CaixaBank dedicado a promover la cultura financiera que está disponible en las plataformas Spotify, iVoox y Apple iTunes.

A través de Economía Cotidiana se ofrecen entrevistas de unos diez minutos con expertos de la entidad o influencers que giran en torno a conceptos sobre economía básica y con especial foco sobre las finanzas familiares. Algunos ejemplos son los capítulos dedicados a cómo hablar de dinero con los hijos, consejos para llegar a fin de mes o qué implica avalar a alguien con un préstamo.

No podían faltar los programas con humor en esta selección. Aquí hay dragones es uno de los más divertidos y originales en español. En él se dan cita el escritor Juan Gómez-Jurado, los humoristas Javier Cansado y Arturo González-Campos, junto al cineasta Rodrigo Cortés, para hablar de todo tipo de temas desde un punto de vista diferente y entretenido, en un equilibrio perfecto entre humor, entretenimiento y conocimiento.

El universo podcast es cada vez más popular en España. También es, en cierto modo, un terreno poco explorado que todavía puede ofrecer grandes momentos en el futuro a todos los que se animen a ponerse los cascos, conectar su smartphone y darle al play.

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Cómo aumentar tu seguridad al usar redes wifi públicas https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/como-aumentar-tu-seguridad-al-usar-redes-wifi-publicas/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/como-aumentar-tu-seguridad-al-usar-redes-wifi-publicas/#respond Mon, 12 Aug 2019 06:55:41 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=33686

Aunque son muy fáciles de utilizar, las redes públicas pueden ser un punto de vulnerabilidad que deje expuestos nuestros datos privados

Son como oasis en el desierto. Las redes wifi públicas nos ofrecen conexión en momentos en los que queremos acceder a internet y no podemos. Por ejemplo, cuando se nos han acabado los datos en nuestro teléfono móvil. También cuando viajamos fuera de la Unión Europea y no queremos sufrir las consecuencias del roaming. Si queremos descargarnos algún archivo pesado o trabajar fuera de casa, respiramos aliviados al comprobar que hay una wifi gratuita disponible. Viajar a bordo de un tren por lugares sin cobertura y poder conectarse también es motivo de celebración para muchos.

Tener disponible una conexión a internet de manera gratuita siempre es una alegría. Sin embargo, no todo son ventajas con las redes wifi públicas o aquellas que detecta nuestro dispositivo y no requieren una contraseña para entrar. Precisamente porque son accesibles para todo el mundo, son también un imán para terceras personas interesadas en acceder a los dispositivos que se conectan a estos puntos.

Cómo afectan las wifis públicas a nuestra seguridad

La mayoría de las redes wifi públicas no requiere una autenticación para su utilización. Por este motivo, un hacker que utilice la misma red que nosotros para conectarse podría acceder a la información no cifrada que compartamos o incluso a la que esté almacenada en nuestro equipo. En otras palabras, podría observar y comprender sin cortapisas lo que hacemos desde nuestro dispositivo.

El tipo de información que se podría ver comprometida abarca correos electrónicos importantes, información financiera e incluso las credenciales que se utilizan para acceder a la red de una empresa. Esto permite a quien la intercepta suplantar posteriormente la identidad del propietario para entrar en distintos sistemas.

En cualquier caso, el peligro de acceder a una red wifi no segura no solo tiene que ver con un posible robo de datos. También expone el dispositivo que conectemos a recibir malware. Por ejemplo, Kaspersky explica que algunos crackers consiguen piratear el punto de conexión para que aparezca en la pantalla una ventana de actualización de un conocido programa cuando el usuario se está conectando. Al hacer clic en la ventana, el malware comienza a funcionar.

Cómo utilizar una red wifi gratuita con seguridad

¿Significa esto que debemos decir adiós a las redes wifi gratuitas? En absoluto. Por fortuna, existen algunas medidas que se pueden adoptar para aumentar la seguridad al emplearlas y reducir las posibilidades de exponer datos o dispositivos a las malas intenciones de terceros.

Estas precauciones también se deben tomar si tratamos de conectarnos a una red pública que requiera una contraseña para acceder a ella. Aunque tiene un grado más elevado de seguridad que otra que no la exija, no deja de ser un entorno de riesgo en el que se conectan muchos usuarios.

Una de las maneras más seguras de utilizar una red wifi pública es hacerlo mediante una red privada virtual o VPN. Básicamente, consiste en crear una red local para conectar un dispositivo a un sistema que no está físicamente presente, como puede ser el caso de un trabajador que se quiera conectar a la red de su empresa en remoto.

Las redes VPN incluso permiten ocultar el lugar desde el que nos estamos conectando. Normalmente, los dispositivos se enlazan a un proveedor de internet y, desde ahí, a un sitio web. Al utilizar una de estas redes, la conexión desde el proveedor de internet se dirigirá directamente al servidor VPN y, desde allí, partirá a su destino a través de una conexión que normalmente estará cifrada.

En la práctica, la dirección IP del dispositivo será la del servidor VPN, por lo que a todos los efectos parecerá que se está conectando desde allí. Y lo más importante: la información que comparta el dispositivo con su red estará encriptada y, por tanto, protegida frente a terceros.

En resumen, el uso de una red VPN añade una capa extra de seguridad a nuestra conexión y es la mejor opción que existe si debemos acceder desde una red gratuita a entornos con información sensible, como la red de nuestra empresa o alguna aplicación financiera.

En cualquier caso, este método no es infalible y conviene utilizar siempre conexiones lo más seguras posibles para acceder a este tipo de entornos.

Algunas precauciones sencillas

Además del empleo de una VPN, se pueden adoptar otras medidas muy sencillas para aumentar la seguridad de los dispositivos, especialmente en sus conexiones a redes no seguras. Una de ellas consiste en indicarle al equipo que nos estamos conectando a una red pública, una opción disponible en Windows para poner sobre alerta al sistema de que no estamos utilizando una de nuestra total confianza.

También conviene contar con un antivirus actualizado. Muchas de estas aplicaciones no solo protegen los equipos de malware, sino que también detectan y bloquean intentos de ataque por parte de terceros. Asimismo, es muy recomendable actualizar los parches de seguridad que facilitan los fabricantes del software que utilizamos.

Existen otras puertas que conviene cerrar para mantener a salvo nuestros datos y dispositivos. Una de ellas es la sincronización en segundo plano de agendas, calendario, descargas de correo electrónico y realización de copias de seguridad. Al menos mientras estemos conectados a una red wifi no segura, lo mejor es detenerla para evitar que otros interfieran.

Desactivar el sistema wifi de los dispositivos cuando se encuentren lejos de sus redes habituales es otra precaución recomendable. Se debe tomar en conjunto con otra: limpiar la lista de puntos de acceso memorizados y dejar solo los realmente confiables. La razón es sencilla. Tal y como explica la Oficina de Seguridad del Internauta, un atacante puede suplantar una red wifi de la lista de favoritos y conseguir que el dispositivo se conecte automáticamente. Así, se situaría entre el punto de conexión y el usuario. Sin saberlo, este comenzaría a enviarle información sin ningún tipo de restricciones. El resto queda a merced de la imaginación del hacker y sus intenciones.

El sentido común suele ser el mejor consejero a la hora de aumentar nuestra seguridad en un mundo que cada vez está más conectado. Disponer de la información adecuada nos ayudará, además, a multiplicarla.

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Aunque son muy fáciles de utilizar, las redes públicas pueden ser un punto de vulnerabilidad que deje expuestos nuestros datos privados

Son como oasis en el desierto. Las redes wifi públicas nos ofrecen conexión en momentos en los que queremos acceder a internet y no podemos. Por ejemplo, cuando se nos han acabado los datos en nuestro teléfono móvil. También cuando viajamos fuera de la Unión Europea y no queremos sufrir las consecuencias del roaming. Si queremos descargarnos algún archivo pesado o trabajar fuera de casa, respiramos aliviados al comprobar que hay una wifi gratuita disponible. Viajar a bordo de un tren por lugares sin cobertura y poder conectarse también es motivo de celebración para muchos.

Tener disponible una conexión a internet de manera gratuita siempre es una alegría. Sin embargo, no todo son ventajas con las redes wifi públicas o aquellas que detecta nuestro dispositivo y no requieren una contraseña para entrar. Precisamente porque son accesibles para todo el mundo, son también un imán para terceras personas interesadas en acceder a los dispositivos que se conectan a estos puntos.

Cómo afectan las wifis públicas a nuestra seguridad

La mayoría de las redes wifi públicas no requiere una autenticación para su utilización. Por este motivo, un hacker que utilice la misma red que nosotros para conectarse podría acceder a la información no cifrada que compartamos o incluso a la que esté almacenada en nuestro equipo. En otras palabras, podría observar y comprender sin cortapisas lo que hacemos desde nuestro dispositivo.

El tipo de información que se podría ver comprometida abarca correos electrónicos importantes, información financiera e incluso las credenciales que se utilizan para acceder a la red de una empresa. Esto permite a quien la intercepta suplantar posteriormente la identidad del propietario para entrar en distintos sistemas.

En cualquier caso, el peligro de acceder a una red wifi no segura no solo tiene que ver con un posible robo de datos. También expone el dispositivo que conectemos a recibir malware. Por ejemplo, Kaspersky explica que algunos crackers consiguen piratear el punto de conexión para que aparezca en la pantalla una ventana de actualización de un conocido programa cuando el usuario se está conectando. Al hacer clic en la ventana, el malware comienza a funcionar.

Cómo utilizar una red wifi gratuita con seguridad

¿Significa esto que debemos decir adiós a las redes wifi gratuitas? En absoluto. Por fortuna, existen algunas medidas que se pueden adoptar para aumentar la seguridad al emplearlas y reducir las posibilidades de exponer datos o dispositivos a las malas intenciones de terceros.

Estas precauciones también se deben tomar si tratamos de conectarnos a una red pública que requiera una contraseña para acceder a ella. Aunque tiene un grado más elevado de seguridad que otra que no la exija, no deja de ser un entorno de riesgo en el que se conectan muchos usuarios.

Una de las maneras más seguras de utilizar una red wifi pública es hacerlo mediante una red privada virtual o VPN. Básicamente, consiste en crear una red local para conectar un dispositivo a un sistema que no está físicamente presente, como puede ser el caso de un trabajador que se quiera conectar a la red de su empresa en remoto.

Las redes VPN incluso permiten ocultar el lugar desde el que nos estamos conectando. Normalmente, los dispositivos se enlazan a un proveedor de internet y, desde ahí, a un sitio web. Al utilizar una de estas redes, la conexión desde el proveedor de internet se dirigirá directamente al servidor VPN y, desde allí, partirá a su destino a través de una conexión que normalmente estará cifrada.

En la práctica, la dirección IP del dispositivo será la del servidor VPN, por lo que a todos los efectos parecerá que se está conectando desde allí. Y lo más importante: la información que comparta el dispositivo con su red estará encriptada y, por tanto, protegida frente a terceros.

En resumen, el uso de una red VPN añade una capa extra de seguridad a nuestra conexión y es la mejor opción que existe si debemos acceder desde una red gratuita a entornos con información sensible, como la red de nuestra empresa o alguna aplicación financiera.

En cualquier caso, este método no es infalible y conviene utilizar siempre conexiones lo más seguras posibles para acceder a este tipo de entornos.

Algunas precauciones sencillas

Además del empleo de una VPN, se pueden adoptar otras medidas muy sencillas para aumentar la seguridad de los dispositivos, especialmente en sus conexiones a redes no seguras. Una de ellas consiste en indicarle al equipo que nos estamos conectando a una red pública, una opción disponible en Windows para poner sobre alerta al sistema de que no estamos utilizando una de nuestra total confianza.

También conviene contar con un antivirus actualizado. Muchas de estas aplicaciones no solo protegen los equipos de malware, sino que también detectan y bloquean intentos de ataque por parte de terceros. Asimismo, es muy recomendable actualizar los parches de seguridad que facilitan los fabricantes del software que utilizamos.

Existen otras puertas que conviene cerrar para mantener a salvo nuestros datos y dispositivos. Una de ellas es la sincronización en segundo plano de agendas, calendario, descargas de correo electrónico y realización de copias de seguridad. Al menos mientras estemos conectados a una red wifi no segura, lo mejor es detenerla para evitar que otros interfieran.

Desactivar el sistema wifi de los dispositivos cuando se encuentren lejos de sus redes habituales es otra precaución recomendable. Se debe tomar en conjunto con otra: limpiar la lista de puntos de acceso memorizados y dejar solo los realmente confiables. La razón es sencilla. Tal y como explica la Oficina de Seguridad del Internauta, un atacante puede suplantar una red wifi de la lista de favoritos y conseguir que el dispositivo se conecte automáticamente. Así, se situaría entre el punto de conexión y el usuario. Sin saberlo, este comenzaría a enviarle información sin ningún tipo de restricciones. El resto queda a merced de la imaginación del hacker y sus intenciones.

El sentido común suele ser el mejor consejero a la hora de aumentar nuestra seguridad en un mundo que cada vez está más conectado. Disponer de la información adecuada nos ayudará, además, a multiplicarla.

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Qué es el tethering o cómo sacarle el máximo partido a tu conexión 4G https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-es-el-tethering-o-como-sacarle-el-maximo-partido-a-tu-conexion-4g/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-es-el-tethering-o-como-sacarle-el-maximo-partido-a-tu-conexion-4g/#respond Fri, 02 Aug 2019 06:55:34 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=33552

Los teléfonos móviles disponen de una función que les permite convertirse en puntos de acceso a internet para todo tipo de dispositivos

Imagina que estás de viaje por trabajo y que el medio de transporte que has escogido –bus o tren, por ejemplo– no dispone de conexión wifi o la que proporciona es lenta y funciona realmente mal. Pero claro, tú necesitas trabajar con tu ordenador portátil y dejar enviados esos correos que no pueden esperar. ¿Cómo lo haces? La solución pasa por el tethering, un término anglosajón que hace referencia a la capacidad de nuestro teléfono móvil para compartir su red de datos con otros dispositivos. Veamos cómo funciona esta opción, una desconocida para muchos usuarios y una auténtica salvavidas en momentos de necesidad.

Convierte tu móvil en un router

Cuando hacemos tethering con el móvil en realidad estamos convirtiendo el dispositivo en un punto de acceso a internet, una especie de router improvisado al que se pueden conectar todo tipo de terminales, desde otros teléfonos hasta ordenadores portátiles.

En concreto, existen tres tipos de tethering que podemos hacer a través del móvil: conexión por Bluetooth, conexión por USB y conexión wifi; es precisamente esta última la más útil y sencilla de realizar, por lo que nos centraremos en ella para explicar cómo activarla.

Cómo activar el tethering

Decíamos que la opción de conexión wifi es la más sencilla de realizar ya que no requiere instalar ninguna aplicación ni llevar encima cable USB.

En el caso de los teléfonos con el sistema operativo Android, lo único que hay que hacer es acudir al menú de ajustes y, en el apartado de redes o conexiones, buscar la opción denominada «zona wifi/compartir conexión». Listo, es así de sencillo, pero atención, porque puede que diferentes versiones de Android denominen de una manera diferente esta opción, pero lo habitual es que siempre se encuentre en el apartado de conexiones de red.

Si tu teléfono móvil es iPhone la opción de tethering se encuentra también en la zona de ajustes y se denomina «Compartir internet». Por cierto, no busques en tu teléfono la palabra tethering porque no la encontrarás, al ser un término más técnico que comercial o para usuarios.

Medidas de seguridad

A la hora de convertir nuestro teléfono en un punto de acceso a internet tenemos que recordar que cualquier dispositivo ajeno se podrá conectar a él, usando datos, por lo que es imprescindible establecer una contraseña para proteger el acceso.

Habitualmente los dispositivos tienen una contraseña genérica del tipo «1234», por lo que es muy recomendable cambiarla la primera vez que vayamos a utilizarla.

Aunque, en realidad, la medida de seguridad más importante que tienes que recordar a la hora de usar el tethering en tu móvil es cuidar el consumo de datos; navegar por internet o ver vídeos en un portátil mientras estamos conectados a través del 4G del móvil puede consumir rápidamente nuestra tarifa de datos, ya que las páginas que visitemos no estarán optimizadas para móvil.

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Los teléfonos móviles disponen de una función que les permite convertirse en puntos de acceso a internet para todo tipo de dispositivos

Imagina que estás de viaje por trabajo y que el medio de transporte que has escogido –bus o tren, por ejemplo– no dispone de conexión wifi o la que proporciona es lenta y funciona realmente mal. Pero claro, tú necesitas trabajar con tu ordenador portátil y dejar enviados esos correos que no pueden esperar. ¿Cómo lo haces? La solución pasa por el tethering, un término anglosajón que hace referencia a la capacidad de nuestro teléfono móvil para compartir su red de datos con otros dispositivos. Veamos cómo funciona esta opción, una desconocida para muchos usuarios y una auténtica salvavidas en momentos de necesidad.

Convierte tu móvil en un router

Cuando hacemos tethering con el móvil en realidad estamos convirtiendo el dispositivo en un punto de acceso a internet, una especie de router improvisado al que se pueden conectar todo tipo de terminales, desde otros teléfonos hasta ordenadores portátiles.

En concreto, existen tres tipos de tethering que podemos hacer a través del móvil: conexión por Bluetooth, conexión por USB y conexión wifi; es precisamente esta última la más útil y sencilla de realizar, por lo que nos centraremos en ella para explicar cómo activarla.

Cómo activar el tethering

Decíamos que la opción de conexión wifi es la más sencilla de realizar ya que no requiere instalar ninguna aplicación ni llevar encima cable USB.

En el caso de los teléfonos con el sistema operativo Android, lo único que hay que hacer es acudir al menú de ajustes y, en el apartado de redes o conexiones, buscar la opción denominada «zona wifi/compartir conexión». Listo, es así de sencillo, pero atención, porque puede que diferentes versiones de Android denominen de una manera diferente esta opción, pero lo habitual es que siempre se encuentre en el apartado de conexiones de red.

Si tu teléfono móvil es iPhone la opción de tethering se encuentra también en la zona de ajustes y se denomina «Compartir internet». Por cierto, no busques en tu teléfono la palabra tethering porque no la encontrarás, al ser un término más técnico que comercial o para usuarios.

Medidas de seguridad

A la hora de convertir nuestro teléfono en un punto de acceso a internet tenemos que recordar que cualquier dispositivo ajeno se podrá conectar a él, usando datos, por lo que es imprescindible establecer una contraseña para proteger el acceso.

Habitualmente los dispositivos tienen una contraseña genérica del tipo «1234», por lo que es muy recomendable cambiarla la primera vez que vayamos a utilizarla.

Aunque, en realidad, la medida de seguridad más importante que tienes que recordar a la hora de usar el tethering en tu móvil es cuidar el consumo de datos; navegar por internet o ver vídeos en un portátil mientras estamos conectados a través del 4G del móvil puede consumir rápidamente nuestra tarifa de datos, ya que las páginas que visitemos no estarán optimizadas para móvil.

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La nueva ley de copyright https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/la-nueva-ley-de-copyright/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/la-nueva-ley-de-copyright/#respond Thu, 13 Jun 2019 07:17:58 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=32656

El pasado 26 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó, después de más de dos años de intenso debate, la nueva normativa sobre los derechos de autor y derechos afines en el mercado único digital, popularmente conocida como «la ley de copyright». Su entrada en vigor conllevará implicaciones directas para la ciudadanía, por ejemplo, en el uso de las redes sociales. Los estados miembros tendrán un margen de dos años para adaptar su legislación a la directiva europea, que, a pesar de responsabilizar las empresas en el cumplimiento de los derechos de autor, incluye matices y excepciones que es importante conocer. Este artículo persigue el objetivo de facilitar la comprensión de las líneas básicas de este texto legislativo.

El pasado 26 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó, después de más de dos años de intenso debate, la nueva normativa sobre los derechos de autor y derechos afines en el mercado único digital, popularmente conocida como «la ley de copyright». Su entrada en vigor conllevará implicaciones directas para la ciudadanía, por ejemplo, en el uso de las redes sociales. Los estados miembros tendrán un margen de dos años para adaptar su legislación a la directiva europea, que, a pesar de responsabilizar las empresas en el cumplimiento de los derechos de autor, incluye matices y excepciones que es importante conocer. Este artículo persigue el objetivo de facilitar la comprensión de las líneas básicas de este texto legislativo.

Los derechos de autor en el entorno digital

Uno de los principales propósitos de la nueva ley de copyright es ampliar la protección de los derechos de autor en el entorno virtual. Mediante la normativa recientemente aprobada, las principales plataformas sociales de internet se verán obligadas a responsabilizarse, a partir de ahora, de aquellos contenidos que vulneren los derechos de autor.

Hasta el momento, las empresas tecnológicas solamente estaban obligadas a suprimir aquellos mensajes que comprometían los derechos de autor cuando el titular de la obra en cuestión lo solicitaba explícitamente. Las dificultades para el ejercicio de esta supervisión sobre la difusión de la propia obra en el mundo virtual terminaban por desproteger al creador.

Responsabilizando directamente a las compañías, el Parlamento Europeo pretende, pues, favorecer que los titulares de derechos de autor se puedan asegurar unos acuerdos de licencia justos. De esta forma, se busca que los autores queden amparados por la ley ante los nuevos usos sociales y puedan obtener una remuneración por la explotación digital de sus obras.

Protección de la libertad de expresión

Aunque la normativa europea se haya propuesto priorizar la preservación de los derechos de autor en el mundo virtual, el texto legislativo también incorpora una serie de matices con la finalidad de que internet continúe siendo un espacio para la libre expresión.

En este sentido, por ejemplo, la ley de copyright plantea que las aportaciones a enciclopedias sin fin comercial, como en el caso de Wikipedia, o a plataformas de software de código abierto no estén sujetas a la obligación de hacerse cargo de un seguimiento sobre la protección de los derechos de autor.

El documento también da preferencia a la libertad expresión por lo que respecta a contenidos virales, como los GIF o los denominados memes, que también quedan al margen de esta responsabilidad fijada por la ley. En el caso de los artículos, tales como noticias o artículos de opinión, se podrán continuar compartiendo libremente fragmentos del texto en cuestión, por ejemplo en Facebook, siempre que sean de carácter breve. Las citas, las reseñas, las caricaturas o las parodias también están blindadas por la nueva legislación europea.

Las start-ups, al margen

La ley de copyright procura que aquellas empresas que aprovechan contenido de los usuarios velen por el cumplimiento de los derechos de autor en su canal. Ahora bien, la normativa sugiere requisitos menos rigurosos con las start-ups, o empresas emergentes, a fin de que puedan desarrollar con mayor facilidad su actividad empresarial.

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El pasado 26 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó, después de más de dos años de intenso debate, la nueva normativa sobre los derechos de autor y derechos afines en el mercado único digital, popularmente conocida como «la ley de copyright». Su entrada en vigor conllevará implicaciones directas para la ciudadanía, por ejemplo, en el uso de las redes sociales. Los estados miembros tendrán un margen de dos años para adaptar su legislación a la directiva europea, que, a pesar de responsabilizar las empresas en el cumplimiento de los derechos de autor, incluye matices y excepciones que es importante conocer. Este artículo persigue el objetivo de facilitar la comprensión de las líneas básicas de este texto legislativo.

El pasado 26 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó, después de más de dos años de intenso debate, la nueva normativa sobre los derechos de autor y derechos afines en el mercado único digital, popularmente conocida como «la ley de copyright». Su entrada en vigor conllevará implicaciones directas para la ciudadanía, por ejemplo, en el uso de las redes sociales. Los estados miembros tendrán un margen de dos años para adaptar su legislación a la directiva europea, que, a pesar de responsabilizar las empresas en el cumplimiento de los derechos de autor, incluye matices y excepciones que es importante conocer. Este artículo persigue el objetivo de facilitar la comprensión de las líneas básicas de este texto legislativo.

Los derechos de autor en el entorno digital

Uno de los principales propósitos de la nueva ley de copyright es ampliar la protección de los derechos de autor en el entorno virtual. Mediante la normativa recientemente aprobada, las principales plataformas sociales de internet se verán obligadas a responsabilizarse, a partir de ahora, de aquellos contenidos que vulneren los derechos de autor.

Hasta el momento, las empresas tecnológicas solamente estaban obligadas a suprimir aquellos mensajes que comprometían los derechos de autor cuando el titular de la obra en cuestión lo solicitaba explícitamente. Las dificultades para el ejercicio de esta supervisión sobre la difusión de la propia obra en el mundo virtual terminaban por desproteger al creador.

Responsabilizando directamente a las compañías, el Parlamento Europeo pretende, pues, favorecer que los titulares de derechos de autor se puedan asegurar unos acuerdos de licencia justos. De esta forma, se busca que los autores queden amparados por la ley ante los nuevos usos sociales y puedan obtener una remuneración por la explotación digital de sus obras.

Protección de la libertad de expresión

Aunque la normativa europea se haya propuesto priorizar la preservación de los derechos de autor en el mundo virtual, el texto legislativo también incorpora una serie de matices con la finalidad de que internet continúe siendo un espacio para la libre expresión.

En este sentido, por ejemplo, la ley de copyright plantea que las aportaciones a enciclopedias sin fin comercial, como en el caso de Wikipedia, o a plataformas de software de código abierto no estén sujetas a la obligación de hacerse cargo de un seguimiento sobre la protección de los derechos de autor.

El documento también da preferencia a la libertad expresión por lo que respecta a contenidos virales, como los GIF o los denominados memes, que también quedan al margen de esta responsabilidad fijada por la ley. En el caso de los artículos, tales como noticias o artículos de opinión, se podrán continuar compartiendo libremente fragmentos del texto en cuestión, por ejemplo en Facebook, siempre que sean de carácter breve. Las citas, las reseñas, las caricaturas o las parodias también están blindadas por la nueva legislación europea.

Las start-ups, al margen

La ley de copyright procura que aquellas empresas que aprovechan contenido de los usuarios velen por el cumplimiento de los derechos de autor en su canal. Ahora bien, la normativa sugiere requisitos menos rigurosos con las start-ups, o empresas emergentes, a fin de que puedan desarrollar con mayor facilidad su actividad empresarial.

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