Todo lo que debes saber sobre el IPC
Tiempo de Lectura: 5 minutos
CaixaBank
13 Mayo, 2016
Tres letras que conocemos muy bien y que hemos oído decenas de veces (o más): IPC. Estas siglas responden al Índice de Precios de Consumo, un valor numérico que muestra las variaciones que experimentan los precios en un período determinado. En otras palabras, es una radiografía de la evolución del coste de la vida en España. Pero… ¿qué se esconde detrás?
La historia del IPC se remonta al 1936, cuando se creó el Sistema de Índices de Coste de la Vida. Desde ese año y hasta el 2002, este sistema fue evolucionando hasta llegar al índice que conocemos ahora. No obstante, el IPC es un indicador estadístico vivo, que evoluciona en función de los cambios y hábitos de consumo de la sociedad.
¿Cómo se calcula el IPC? El encargado de calcularlo es el Instituto Nacional de Estadística (INE), que recopila la información de cerca de 220.000 precios de 489 artículos de diversa índole para abarcar prácticamente cualquier ámbito de consumo (alimentación y bebidas, servicios de comunicación, transportes, moda…). Toda esta información la obtiene de más de 30.000 establecimientos distribuidos en 177 municipios de todo el territorio.
Todos los artículos se distribuyen en 12 grupos diferentes, los cuales tienen una ponderación estadística en función de su peso en el mercado. Para establecer cuáles deben ser estas ponderaciones, el INE tiene en cuenta los resultados de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), en la que participan 24.000 hogares españoles y comparten información detallada sobre el gasto en consumo que hacen.
*Los 12 grupos que conforman el IPC y sus ponderaciones para el año 2016 (Fuente: INE)
El cálculo del IPC se hace cada mes y se publica a mediados del mes siguiente al mes calculado.
¿Cómo influye el IPC en la economía? El IPC refleja la evolución del coste de la vida. Por ello, es un indicador clave para conocer la inflación o la deflación de la economía. Asimismo, es también un dato importante para la economía del hogar, ya que, si el IPC sube, por ejemplo, un 2%, una familia tendrá que gastar un 2% más para adquirir la “cesta de la compra” básica.
De la misma manera, el IPC también influye en nuestro poder adquisitivo. Siguiendo con el ejemplo anterior, si el IPC sube un 2% pero en cambio los ingresos del hogar (provenientes de salarios, inversiones, herencias…) crecen un 5%, nuestra capacidad de compra aumentará un 3%. Por el contrario, si el IPC sube más que nuestros ingresos, nuestro poder adquisitivo disminuirá.
Además, el IPC resulta determinante en las decisiones del Gobierno, como cuando es el momento de aprobar prestaciones, retribuciones o gastos. Antes de las últimas reformas, por ejemplo, las pensiones y los salarios se vinculaban en muchos casos a la evolución del IPC.
Si tienes cualquier duda sobre el Índice de Precios de Consumo, puedes visitar la web del INE.
Para aprender más conceptos sobre educación financiera, puedes visitar otros posts de este blog.
Comentarios