El método SCAMPER cumple 50 años, cinco décadas en las que ha ayudado a las empresas a ser más creativas en sus reuniones de lluvia de ideas. Activar el pensamiento creativo no es un reto particularmente sencillo, sobre todo si hablamos del conocido como pensamiento creativo “fuera de la caja”, que requiere salirse del camino habitual para resolver un problema.
Método SCAMPER para cultivar mejores ideas en tu empresa
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CaixaBank
15 Febrero, 2022
¿Qué es el método SCAMPER?
Diseñado por Bob Eberlee en 1971, el método SCAMPER bebe directamente de los trabajos de Alex Osborne de 1953 sobre la lluvia de ideas. Son, por así decirlo, una mejora del brainstorming, y su antigüedad no supone ninguna invalidación, sino todo lo contrario: es la prueba de que este método ha resistido bien el paso del tiempo a la hora de apoyar la innovación empresarial.
Aunque con la misma función que la lluvia de ideas, el método SCAMPER parte de la base de que no todas las personas son igual de creativas o piensan “fuera de la caja” con la misma facilidad, y surge para ayudarles en la parte creativa.
¿En qué consiste el método SCAMPER?
SCAMPER es un acrónimo de siete acciones a aplicar sobre una pregunta: sustituir, combinar, añadir/adaptar, modificar/maximizar, proponer otros usos, eliminar, reorganizar —en inglés, substitute, combine, add/adapt, modify/maximize/minimize, put to other uses, eliminate, rearrange/reverse—. Para comprender a fondo estas acciones, veamos un ejemplo práctico.
Una empresa está interesada en reducir su impacto ambiental, por lo que el departamento en cuestión plantea una lluvia de ideas con todos los trabajadores. Las mejores ideas surgen de este tipo de interacciones abiertas. Para ello, se seguirá el método SCAMPER.
Pregunta: ¿Cómo podemos reducir el impacto ambiental de la empresa?
Sustituir. A un trabajador se le ocurre que, aunque lo virtual tiene cierto impacto, tiene que imprimir menos todos los documentos, por lo que propone sustituir todo el papel por versiones digitales.
Combinar. “¿Y si centralizamos todas las bases de datos de la compañía en una única gran base de datos?”, sugiere un técnico. Al combinar las bases de datos en una más compacta, el consumo eléctrico del conjunto es menor.
Añadir/Adaptar. Una trabajadora sugiere adaptar el parking de forma que sea posible que aparquen las bicicletas de sus compañeros. De esta manera se genera una demanda inducida —pedalear— de consumo casi nulo.
Maximizar. Un compañero decide que quizá sea buena idea completar la propuesta anterior y recomienda adaptar el parking a las bicicletas, pero mediante la instalación de portabicicletas verticales, maximizando el espacio disponible.
Proponer otros usos. Al final de las comidas siempre queda alguna jarra de agua con algo de líquido, y se propone instalar dos bidones en la oficina que sirvan como depósitos de agua para regar las plantas.
Eliminar. Dado que el grueso de la basura de la oficina son envases de un solo uso, un trabajador recomienda dejarlos de lado completamente, eliminándolos de la empresa. Para ello se puede añadir un lavavajillas.
Reorganizar. “¿Es posible reorganizar la oficina para minimizar el consumo de climatización?”, pregunta un trabajador. Aunque la duda queda sin resolver, es anotada para su estudio posterior.
¿Qué ventajas tiene el método SCAMPER?
El objetivo principal del método SCAMPER fue el de potenciar las lluvias de ideas y dotarlas de nuevas herramientas, por lo que la ventaja principal es el desarrollo de la creatividad inducida.
Esto, a su vez, fomenta una cultura de innovación competitiva dentro de la compañía e incluso permite desarrollar el pensamiento “fuera de la caja”.
Superar el bloqueo creativo, fomentar la participación empresarial y la innovación, establecer vínculos más sólidos entre trabajadores, iniciar proyectos de intraemprendimiento o dar con soluciones concretas son otras de sus ventajas.
Como cualquier otro brainstorming, los empleados que son escuchados en SCAMPER, y que toman decisiones, se sienten más valorados por la organización.
El método SCAMPER es una herramienta más para potenciar la innovación empresarial. Utilizado con conocimiento, puede convertirse en un gran aliado a la hora de dar con soluciones que, a su vez, desemboquen en nuevos productos y servicios, nuevos procesos organizativos o sistemas de gestión más eficientes, entre otras posibilidades.