El cambio climático es uno de los mayores desafíos de la humanidad. Además de un reto compartido con el resto de los seres humanos, el calentamiento global alimenta uno de los escenarios más dramáticos de la civilización. Para evitar sus peores consecuencias se plantean los objetivos de descarbonización, una serie de estrategias que persiguen reducir, suprimir y revertir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Objetivos de descarbonización para frenar el avance del cambio climático
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CaixaBank
22 Noviembre, 2022
¿Qué son los objetivos de descarbonización?
Los objetivos de descarbonización son una serie de hitos o metas fijados en el tiempo hacia los que resulta necesario avanzar para tratar de evitar las consecuencias del cambio climático. Para evitar que la descarbonización sea un ente etéreo y siempre pospuesto, los objetivos de descarbonización marcan metas cada pocos años, de tal manera que los países se ven empujados a tomar medidas efectivas para reducir emisiones.
¿Por qué es tan importante descarbonizar?
El dióxido de carbono que se acumula en la atmósfera junto a otros gases de efecto invernadero (GEI) está generando ya en la actualidad graves desequilibrios mundiales que se espera se intensifiquen en el futuro inmediato. Aunque su magnitud futura es difícil de predecir, no hablamos de simples proyecciones: hay muchas señales que evidencian ya el cambio climático. Entre ellas:
- Ya se han acidificado los océanos afectando a corales, algas, mariscos y otras especies.
- También ha aumentado la fuerza de los huracanes, que causan cada década más daños, por el aumento de temperatura del agua.
- Se ha elevado el nivel de las grandes masas de agua por dilatación, poniendo en peligro numerosas áreas urbanas costeras.
- Ya se han desplazado biomas de todo el planeta, desde el ecuador hacia los polos, incluidos mosquitos que transmiten enfermedades.
- Se están descongelando biomas como la tundra, que almacena grandes cantidades de metano, otro gas de efecto invernadero.
- También se está degradando ecológicamente el suelo fértil de todo el planeta, haciendo más difícil el cultivo.
Sin descarbonizar para evitar más GEI en la atmósfera, el calentamiento global seguirá su marcha acelerada. Esto tendrá consecuencias naturales graves e irreversibles para el planeta, con efectos socioeconómicos complejos.
¿Hay soluciones a este reto global? Sin duda, la descarbonización es una de ellas y ya se están produciendo avances gracias a las medidas abordadas por administraciones y empresas de todo el mundo. Existen múltiples iniciativas net zero para preparar y alentar a los sectores productivos y empresariales a participar activamente a la hora de mitigar y evitar las consecuencias del cambio climático.
Objetivos de descarbonización, ¿de dónde salen?
La descarbonización consiste en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero sobre la atmósfera hasta la neutralidad de carbono en un modelo económico sin emisiones, seguido de su captación para limpiarla y retornarla a su estado preindustrial. ¿En qué consisten los actuales objetivos de descarbonización?
En España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC, 2019) es el que marca la transición económica de 2021 a 2030, y tiene por objetivos:
- 40 % de reducción de gases de efecto invernadero respecto a 1990
- 32 % de renovables sobre el consumo total de energía bruta
- 32,5 % de mejora de eficiencia energética
- 15 % de interconexión eléctrica de los Estados miembros
Además del PNIEC, España cuenta con objetivos de descarbonización a largo plazo, recogidos en el documento Estrategia de descarbonización a largo plazo: 2050 (2020). A nivel europeo existe el documento Un planeta limpio para todos (2018), un comunicado sobre la visión a 2050.
Sumados a estos documentos, la ONU solicita a todos los países establecer un precio justo a sus reservas de carbono de bosques tropicales o turberas, así como la adopción de economía circular.
Cómo afrontar los objetivos de descarbonización
Los objetivos de descarbonización suelen dividirse en grandes estrategias:
Neutralidad climática o de carbono
La neutralidad climática o de carbono es un estado de equilibrio en el que la humanidad emite GEI solo por debajo del límite natural del planeta para captarlos. El resultado es lo que se conoce como balance cero de carbono (net zero). La neutralidad climática, por sector, quedaría así en España:
Compensación de emisiones y reforestación
Una forma de reducir relativamente las emisiones de carbono consiste en dar espacio a sumideros de carbono como bosques, favoreciendo políticas de rewilding o resilvestración de regiones enteras. Al atrapar más carbono, las emisiones relativas bajan ligeramente.
En esta línea de acción se encuentra la compensación de emisiones, que busca contrabalancear las emisiones mediante captación.
Aumento de la eficiencia de los sistemas
Una forma de descarbonizar la economía consiste en usar mejor los recursos disponibles.
El ejemplo más frecuente es el de compartir coche cuando no sea posible usar el transporte público, que a su vez se usará cuando no sea posible ir caminando o en bicicleta. Las soluciones de eficiencia son claves en los objetivos de descarbonización, al lograr el mismo resultado con menos GEI.
En entornos industriales la eficiencia ha cobrado mucha importancia en el pasado, al consolidarse como ahorros directos. Al utilizar menos energía, las facturas energéticas también disminuían, por ejemplo. Hoy es cada vez más frecuente ver un aumento de la eficiencia en las viviendas, el comercio y en la propia industria.
Los objetivos de descarbonización son una herramienta imprescindible en la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global.
CaixaBank desempeña desde hace años un papel importante en la lucha contra el cambio climático. Como miembro fundador de Net Zero Banking Alliance (NZBA), la entidad debe analizar los aspectos climáticos y ambientales en la toma de decisiones relacionada con las operaciones de inversión y financiación, con el fin de apoyar actividades y empresas que avancen en sus procesos de descarbonización.