El INSST detalla también las ocupaciones de la población trabajadora por cuenta propia. En este sentido, la ocupación más frecuente de los autónomos es la de los Trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores (26,3 %); seguida de la de los Técnicos y profesionales científicos e intelectuales (18,8 %), y la de los Artesanos y trabajadores cualificados de las industrias manufactureras y la construcción (14,7 %).
En este ámbito, hay un dato llamativo que indica que, entre los autónomos, aquello de «ser tu propio jefe» es especialmente atractivo. Es más: parece que tampoco les importa mucho ejercer de jefes para los demás. De hecho, el informe del INSST apunta que hasta el 11,5 % de los trabajadores por cuenta propia son directores y gerentes, frente a un exiguo 2,5 % de los asalariados.
Finalmente, la distribución de las ocupaciones de los autónomos se completa con el 9,9 % de Técnicos o profesionales de apoyo; el 8,7 % de Trabajadores cualificados en el sector agrícola, ganadero, forestal y pesquero; los Operadores de instalaciones y maquinaria, y montadores (5,9 %); los Empleados contables, administrativos y otros empleados de oficina (2,4 %), y Ocupaciones elementales (1,6 %), categoría que engloba a perfiles profesionales como barrenderos, peones de obras públicas o jardinería o personal de limpieza, entre otros.
Por si alguien todavía lo dudaba, lejos del mito del nómada digital que trabaja unas horas en bañador antes de ir a darse un chapuzón, los autónomos pasan mucho tiempo ocupados en sus labores, a menudo más que los asalariados.
En concreto, informa el INSST, los hombres por cuenta propia trabajan 43 horas semanales de media, frente a las 37,6 horas de los asalariados; por su parte, las mujeres asalariadas trabajan 33,2 horas semanales, frente a las 38 horas de las mujeres que lo hacen por cuenta propia. Hasta en la jornada laboral existen diferencias entre asalariados y autónomos.