Son dos compañeros de viaje habituales para muchos ciudadanos, así que lo normal es que sus caminos acabaran por cruzarse. Los teléfonos móviles y los vehículos forman parte del día a día de millones de personas. Buena parte de nuestra vida está en ellos, al estar presentes en muchos momentos inolvidables: escapadas, vacaciones e incluso acontecimientos familiares no serían lo mismo sin estos dos compañeros fieles, que nos transportan e inmortalizan estos momentos.
La presencia de estos dos elementos en la vida de tantos conductores ha llevado a los fabricantes de automóviles a integrar las funcionalidades del teléfono móvil en sus modelos. Raro es el vehículo nuevo que no incorpora algún sistema de infoentretenimiento que aporte a la conducción las ventajas de la conectividad.
Las últimas tendencias en este sentido, no obstante, van mucho más allá de permitirnos acceder a nuestro móvil de manera segura cuando estamos al volante. De hecho, los smartphones sirven a los automóviles para dar servicios a sus conductores hasta ahora nunca vistos. Desde abrir y cerrar el vehículo en remoto, a limitar su velocidad cuando un conductor sin experiencia se sienta al volante, las posibilidades son cada vez mayores.