> salud – El Blog de CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank El Blog de CaixaBank Fri, 21 Apr 2023 13:58:40 +0000 es-ES hourly 1 El lado más humano de la impresión 3D https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/el-lado-mas-humano-de-la-impresion-3d/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/el-lado-mas-humano-de-la-impresion-3d/#respond Tue, 01 Jun 2021 06:19:31 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=40600

¿Qué tienen en común una copa de plástico negro y un órgano humano? A simple vista podría costar ver la relación, salvo si pensamos en que ambos se pueden fabricar. Es entonces cuando damos con la respuesta: la impresión 3D.

Aunque parezca novedosa, esta técnica apareció en los años 80 del siglo pasado de la mano de Charles Hull, un ingeniero que patentó la primera máquina capaz de imprimir un objeto a partir de un modelo digital. Poco a poco, su uso fue extendiéndose en el sector industrial por el ahorro que suponía para la creación de prototipos y testeo de productos, y pronto llegó al sector de la medicina para mejorar la vida de las personas.

3D y salud

Desde piezas dentales hasta extremidades completas, la impresión 3D ha revolucionado el mercado de las prótesis debido a que su precio es sensiblemente inferior, su tiempo de producción es reducido y su diseño se adapta al usuario final.

La irrupción de la COVID-19 y su extensión a nivel mundial dio un nuevo impulso a esta tecnología, especialmente cuando surgió el movimiento “coronavirus makers”, en el que expertos y aficionados a la impresión 3D se unieron para diseñar viseras protectoras y hasta respiradores.

Uno de los últimos usos que se ha dado a esta tecnología en el campo de la medicina ha sido el diseño de prototipos para imprimir órganos humanos para trasplantes, que se sumaría a la creación de arterias artificiales, material biológico y medicamentos.

Dejando a un lado las cuestiones bioéticas, la realidad es que el nivel de compresión del funcionamiento del cuerpo humano que se puede obtener gracias a su recreación supondrá un salto abismal en esta ciencia y hay quienes ya afirman que el futuro de la medicina será impreso.

La construcción 3D

La impresión 3D también brinda muchas oportunidades al mundo de la construcción. En 2013, la empresa china WinSun consiguió imprimir 10 viviendas en tan solo 24 horas y, desde entonces, cada vez más compañías han visto las posibilidades de esta aplicación y se han subido al carro: producir casas más sostenibles, generando menos residuos, de manera más rápida, eficiente y a menor coste.

Esta tecnología, además, permite producir refugios seguros de forma rápida en zonas afectadas por catástrofes naturales cuyas vías de acceso se ven obstruidas. También permite mayor libertad creativa, como la del puente peatonal que construyó Acciona en Madrid en 2016, pionero en el mundo, que gozó de una libertad total de forma.

Las ventajas son numerosas y las posibilidades, inauditas. Tanto es así, que Dubái se ha propuesto, para 2025, lograr que una cuarta parte de sus edificios nuevos sean impresos, y convertirse así en líder mundial en impresión 3D para la construcción civil.

Usos domésticos

Todavía es pronto para ver una impresora 3D en cada hogar, pero ya se están investigando las posibilidades de estas técnicas que en un futuro próximo llegarán a todos los públicos.

Accesorios para el vestido o el calzado, bisutería o juguetes son algunos de los objetos que ya se han fabricado a través de impresoras 3D sin residuos, sin stock y adaptados completamente a las necesidades del consumidor final.

Estas ventajas se materializan también en la cocina, donde la impresión de alimentos puede paliar el desperdicio de productos y ayudar a conformar una dieta adecuada a las necesidades nutricionales de cada cual. Controlar el porcentaje de proteínas, excluir un alimento que produzca intolerancia, adecuar la textura en caso de dificultades en la mordida o, simplemente, lograr una forma más atractiva para los pequeños de la casa son algunas de las posibilidades que ofrece ya la impresión 3D de alimentos.

Apretar un botón y que salga una galleta con forma de dinosaurio que, en realidad, tiene el valor nutricional del brócoli parece ciencia ficción. Como lo parece el poder ver los moáis de Isla de Pascua en la sierra de Gredos o el disponer, mañana mismo, de un brazo de titanio. Pero, como sucedió con la obra de Julio Verne, imaginar lo imposible solo es el primer paso para hacerlo realidad. Un día no muy lejano nos parecerá que la impresión 3D siempre estuvo ahí, como los coches, como los ordenadores, como la fregona. ¿Alguien se acuerda de cómo eran los zapatos cuando no salían de una impresora?

]]>

¿Qué tienen en común una copa de plástico negro y un órgano humano? A simple vista podría costar ver la relación, salvo si pensamos en que ambos se pueden fabricar. Es entonces cuando damos con la respuesta: la impresión 3D.

Aunque parezca novedosa, esta técnica apareció en los años 80 del siglo pasado de la mano de Charles Hull, un ingeniero que patentó la primera máquina capaz de imprimir un objeto a partir de un modelo digital. Poco a poco, su uso fue extendiéndose en el sector industrial por el ahorro que suponía para la creación de prototipos y testeo de productos, y pronto llegó al sector de la medicina para mejorar la vida de las personas.

3D y salud

Desde piezas dentales hasta extremidades completas, la impresión 3D ha revolucionado el mercado de las prótesis debido a que su precio es sensiblemente inferior, su tiempo de producción es reducido y su diseño se adapta al usuario final.

La irrupción de la COVID-19 y su extensión a nivel mundial dio un nuevo impulso a esta tecnología, especialmente cuando surgió el movimiento “coronavirus makers”, en el que expertos y aficionados a la impresión 3D se unieron para diseñar viseras protectoras y hasta respiradores.

Uno de los últimos usos que se ha dado a esta tecnología en el campo de la medicina ha sido el diseño de prototipos para imprimir órganos humanos para trasplantes, que se sumaría a la creación de arterias artificiales, material biológico y medicamentos.

Dejando a un lado las cuestiones bioéticas, la realidad es que el nivel de compresión del funcionamiento del cuerpo humano que se puede obtener gracias a su recreación supondrá un salto abismal en esta ciencia y hay quienes ya afirman que el futuro de la medicina será impreso.

La construcción 3D

La impresión 3D también brinda muchas oportunidades al mundo de la construcción. En 2013, la empresa china WinSun consiguió imprimir 10 viviendas en tan solo 24 horas y, desde entonces, cada vez más compañías han visto las posibilidades de esta aplicación y se han subido al carro: producir casas más sostenibles, generando menos residuos, de manera más rápida, eficiente y a menor coste.

Esta tecnología, además, permite producir refugios seguros de forma rápida en zonas afectadas por catástrofes naturales cuyas vías de acceso se ven obstruidas. También permite mayor libertad creativa, como la del puente peatonal que construyó Acciona en Madrid en 2016, pionero en el mundo, que gozó de una libertad total de forma.

Las ventajas son numerosas y las posibilidades, inauditas. Tanto es así, que Dubái se ha propuesto, para 2025, lograr que una cuarta parte de sus edificios nuevos sean impresos, y convertirse así en líder mundial en impresión 3D para la construcción civil.

Usos domésticos

Todavía es pronto para ver una impresora 3D en cada hogar, pero ya se están investigando las posibilidades de estas técnicas que en un futuro próximo llegarán a todos los públicos.

Accesorios para el vestido o el calzado, bisutería o juguetes son algunos de los objetos que ya se han fabricado a través de impresoras 3D sin residuos, sin stock y adaptados completamente a las necesidades del consumidor final.

Estas ventajas se materializan también en la cocina, donde la impresión de alimentos puede paliar el desperdicio de productos y ayudar a conformar una dieta adecuada a las necesidades nutricionales de cada cual. Controlar el porcentaje de proteínas, excluir un alimento que produzca intolerancia, adecuar la textura en caso de dificultades en la mordida o, simplemente, lograr una forma más atractiva para los pequeños de la casa son algunas de las posibilidades que ofrece ya la impresión 3D de alimentos.

Apretar un botón y que salga una galleta con forma de dinosaurio que, en realidad, tiene el valor nutricional del brócoli parece ciencia ficción. Como lo parece el poder ver los moáis de Isla de Pascua en la sierra de Gredos o el disponer, mañana mismo, de un brazo de titanio. Pero, como sucedió con la obra de Julio Verne, imaginar lo imposible solo es el primer paso para hacerlo realidad. Un día no muy lejano nos parecerá que la impresión 3D siempre estuvo ahí, como los coches, como los ordenadores, como la fregona. ¿Alguien se acuerda de cómo eran los zapatos cuando no salían de una impresora?

]]>
https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/el-lado-mas-humano-de-la-impresion-3d/feed/ 0
Vacunas: historia de una esperanza https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/vacunas-historia-de-una-esperanza/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/vacunas-historia-de-una-esperanza/#respond Tue, 02 Mar 2021 07:14:47 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=40166

Existe bastante consenso en que ha habido tres grandes inventos que han reducido drásticamente la mortalidad: la higiene generalizada; una red de alcantarillado que transporta agua potable y se lleva desechos del interior de las viviendas; y las vacunas, que han erradicado enfermedades como la difteria, el tétanos o la varicela, entre otras.

Ahora que la COVID-19 provocada por el SARS-CoV-2 está en camino de ser neutralizada gracias a las vacunas contra el coronavirus, conviene echar la vista atrás y descubrir todo lo que estos fármacos han hecho por nosotros, que es mucho. Tanto, que la vacunación de la población está recogida entre las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 3 de la ONU, denominado «Salud y bienestar». Esto significa que el organismo considera esta actividad indispensable para cumplir con su Agenda 2030.

La importancia de las vacunas se ilustra fácilmente con una estimación de la propia ONU: el organismo calcula que solamente la del sarampión ha evitado cerca de 15,6 millones de muertes en todo el mundo desde el año 2000. Estos fármacos que muestran a nuestro organismo cómo defenderse de distintos patógenos salvan cada año entre dos y tres millones de vidas, según la OMS.

Así nacieron las vacunas

No todo el mundo conoce el origen de las vacunas o por qué se llaman así. Corría el año 1796 y un médico llamado Edward Jenner había descubierto que las mujeres ordeñadoras no contraían la horrible enfermedad de la viruela, que provocaba epidemias graves con un 30% de mortalidad. Sin embargo, sí mostraban síntomas de la vaccinia o viruela bovina. De modo que Jenner extrajo material infectado y preparó un vial.

En un proceso que hoy resultaría inadmisible, el médico inoculó con material infectado de viruela bovina a un niño de ocho años llamado James Phillips. Unos meses más tarde, volvió a inocular a Phillips con viruela humana. Sin embargo, el niño no enfermó. Jenner había descubierto las vacunas, que se llaman así precisamente por esta enfermedad.

Algunas enfermedades erradicadas gracias a las vacunas

En 1980, dos siglos después del hallazgo de la primera vacuna, la OMS confirmó que la viruela había sido erradicada del planeta. Un año antes la poliomielitis –la temida «polio»– había desaparecido de Estados Unidos y, gradualmente, de cada vez más países. De hecho, pasó de sumar 350.000 muertes anuales en todo el mundo a finales de los 80 a los apenas 33 casos de 2018. A mediados de 2020, Nigeria fue oficialmente tachada como reservorio de esta enfermedad, existiendo únicamente en Afganistán y Pakistán.

Otra enfermedad de la que casi nos hemos olvidado es la malaria, cuyo último caso en España data de 1961. En 1964 fue oficialmente catalogada como erradicada en la Unión Europea, aunque países como Nigeria, República Democrática del Congo, Mozambique, India o Uganda siguen teniendo muchos casos y se tardará un tiempo en que la vacunación logre acabar con ella.

En España la lista de enfermedades casi eliminadas de nuestro territorio gracias a las vacunas es larga: la difteria, el sarampión o la rubéola son las más conocidas. Sin embargo, el hecho de que sigan existiendo fuera de las fronteras implica que hay que seguir con un ojo puesto en ellas.

¿Por qué se tarda tanto en eliminar algunas enfermedades?

De tanto en tanto, una enfermedad que se considera eliminada regresa. Es el caso de la difteria en España. Erradicada en 1986, en 2015 se detectó un caso de Corynebacterium diphtheriae toxigénica, la bacteria que la produce, en un niño. Resultó que el menor no había sido vacunado. Unos años antes se habían dado casos parecidos en Letonia, Alemania, Francia, Suecia y Holanda.

Hay que tener en cuenta que la vacunación es un fenómeno global. Por ello, basta que quede un país sin vacunar para que la enfermedad encuentre lo que se conoce como ‘reservorio’, una suerte de despensa por la que pulular durante décadas esperando las condiciones adecuadas. Lamentablemente, el aumento de temperaturas en climas templados debido al cambio climático es una condición favorable para ello.

Los climas tropicales hacen más difícil la erradicación de algunas enfermedades, debido a que los contagios ocurren durante todo el año y no unos meses al año, como pasa en países templados como España, Sudáfrica o Australia.

Esta es una de las razones por las que es tan importante vacunar también a las poblaciones de países que, en muchos casos, no cuentan con recursos para realizar campañas de protección generalizadas. Sin embargo, no es la única. De hecho, las vacunas pueden ser un vector importante de eliminación de desigualdades (ODS nº 10) e incluso servir para impulsar el crecimiento económico (ODS nº 8).

En concreto, un informe de Weber calcula que, por cada dólar que gasta Estados Unidos en vacunas infantiles, se pueden ahorrar unos tres dólares en costes sanitarios directos derivados del tratamiento de las enfermedades, así como alrededor de 15 euros en costes indirectos, al evitar el absentismo laboral de los padres. También explica cómo el programa de vacunación de la meningitis C redujo el número de casos hasta el 99% en el Reino Unido (unos 9.000) y logró unos ahorros acumulados de 75 millones de libras (unos 85,5 millones de euros) en 10 años.

El valor de las vacunas es incalculable y especialmente importante para los países en desarrollo. Por esa razón, la Alianza para la Vacunación Infantil Gavi, de la que forma parte CaixaBank, fomenta la vacunación infantil en distintos países del mundo. La iniciativa ha facilitado la vacunación de más de 822 millones de niños y ha evitado más de 14 millones de muertes, con un impacto económico estimado de más de 124.000 millones de euros en beneficios económicos para los países a los que apoya.

La vacunación universal es una meta que nos ayuda no solo a construir un futuro sostenible para todos, sino también a salvar millones de vidas. Resulta asombroso lo que puede lograr un gesto tan sencillo como un pequeño pinchazo.

]]>

Existe bastante consenso en que ha habido tres grandes inventos que han reducido drásticamente la mortalidad: la higiene generalizada; una red de alcantarillado que transporta agua potable y se lleva desechos del interior de las viviendas; y las vacunas, que han erradicado enfermedades como la difteria, el tétanos o la varicela, entre otras.

Ahora que la COVID-19 provocada por el SARS-CoV-2 está en camino de ser neutralizada gracias a las vacunas contra el coronavirus, conviene echar la vista atrás y descubrir todo lo que estos fármacos han hecho por nosotros, que es mucho. Tanto, que la vacunación de la población está recogida entre las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 3 de la ONU, denominado «Salud y bienestar». Esto significa que el organismo considera esta actividad indispensable para cumplir con su Agenda 2030.

La importancia de las vacunas se ilustra fácilmente con una estimación de la propia ONU: el organismo calcula que solamente la del sarampión ha evitado cerca de 15,6 millones de muertes en todo el mundo desde el año 2000. Estos fármacos que muestran a nuestro organismo cómo defenderse de distintos patógenos salvan cada año entre dos y tres millones de vidas, según la OMS.

Así nacieron las vacunas

No todo el mundo conoce el origen de las vacunas o por qué se llaman así. Corría el año 1796 y un médico llamado Edward Jenner había descubierto que las mujeres ordeñadoras no contraían la horrible enfermedad de la viruela, que provocaba epidemias graves con un 30% de mortalidad. Sin embargo, sí mostraban síntomas de la vaccinia o viruela bovina. De modo que Jenner extrajo material infectado y preparó un vial.

En un proceso que hoy resultaría inadmisible, el médico inoculó con material infectado de viruela bovina a un niño de ocho años llamado James Phillips. Unos meses más tarde, volvió a inocular a Phillips con viruela humana. Sin embargo, el niño no enfermó. Jenner había descubierto las vacunas, que se llaman así precisamente por esta enfermedad.

Algunas enfermedades erradicadas gracias a las vacunas

En 1980, dos siglos después del hallazgo de la primera vacuna, la OMS confirmó que la viruela había sido erradicada del planeta. Un año antes la poliomielitis –la temida «polio»– había desaparecido de Estados Unidos y, gradualmente, de cada vez más países. De hecho, pasó de sumar 350.000 muertes anuales en todo el mundo a finales de los 80 a los apenas 33 casos de 2018. A mediados de 2020, Nigeria fue oficialmente tachada como reservorio de esta enfermedad, existiendo únicamente en Afganistán y Pakistán.

Otra enfermedad de la que casi nos hemos olvidado es la malaria, cuyo último caso en España data de 1961. En 1964 fue oficialmente catalogada como erradicada en la Unión Europea, aunque países como Nigeria, República Democrática del Congo, Mozambique, India o Uganda siguen teniendo muchos casos y se tardará un tiempo en que la vacunación logre acabar con ella.

En España la lista de enfermedades casi eliminadas de nuestro territorio gracias a las vacunas es larga: la difteria, el sarampión o la rubéola son las más conocidas. Sin embargo, el hecho de que sigan existiendo fuera de las fronteras implica que hay que seguir con un ojo puesto en ellas.

¿Por qué se tarda tanto en eliminar algunas enfermedades?

De tanto en tanto, una enfermedad que se considera eliminada regresa. Es el caso de la difteria en España. Erradicada en 1986, en 2015 se detectó un caso de Corynebacterium diphtheriae toxigénica, la bacteria que la produce, en un niño. Resultó que el menor no había sido vacunado. Unos años antes se habían dado casos parecidos en Letonia, Alemania, Francia, Suecia y Holanda.

Hay que tener en cuenta que la vacunación es un fenómeno global. Por ello, basta que quede un país sin vacunar para que la enfermedad encuentre lo que se conoce como ‘reservorio’, una suerte de despensa por la que pulular durante décadas esperando las condiciones adecuadas. Lamentablemente, el aumento de temperaturas en climas templados debido al cambio climático es una condición favorable para ello.

Los climas tropicales hacen más difícil la erradicación de algunas enfermedades, debido a que los contagios ocurren durante todo el año y no unos meses al año, como pasa en países templados como España, Sudáfrica o Australia.

Esta es una de las razones por las que es tan importante vacunar también a las poblaciones de países que, en muchos casos, no cuentan con recursos para realizar campañas de protección generalizadas. Sin embargo, no es la única. De hecho, las vacunas pueden ser un vector importante de eliminación de desigualdades (ODS nº 10) e incluso servir para impulsar el crecimiento económico (ODS nº 8).

En concreto, un informe de Weber calcula que, por cada dólar que gasta Estados Unidos en vacunas infantiles, se pueden ahorrar unos tres dólares en costes sanitarios directos derivados del tratamiento de las enfermedades, así como alrededor de 15 euros en costes indirectos, al evitar el absentismo laboral de los padres. También explica cómo el programa de vacunación de la meningitis C redujo el número de casos hasta el 99% en el Reino Unido (unos 9.000) y logró unos ahorros acumulados de 75 millones de libras (unos 85,5 millones de euros) en 10 años.

El valor de las vacunas es incalculable y especialmente importante para los países en desarrollo. Por esa razón, la Alianza para la Vacunación Infantil Gavi, de la que forma parte CaixaBank, fomenta la vacunación infantil en distintos países del mundo. La iniciativa ha facilitado la vacunación de más de 822 millones de niños y ha evitado más de 14 millones de muertes, con un impacto económico estimado de más de 124.000 millones de euros en beneficios económicos para los países a los que apoya.

La vacunación universal es una meta que nos ayuda no solo a construir un futuro sostenible para todos, sino también a salvar millones de vidas. Resulta asombroso lo que puede lograr un gesto tan sencillo como un pequeño pinchazo.

]]>
https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/vacunas-historia-de-una-esperanza/feed/ 0
Gimnasia mental: así ayuda a tu cerebro aprender cosas nuevas https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/gimnasia-mental-asi-ayuda-tu-cerebro-aprender-cosas-nuevas/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/gimnasia-mental-asi-ayuda-tu-cerebro-aprender-cosas-nuevas/#respond Wed, 07 Oct 2020 06:30:30 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=39196

Son apuestas fijas en las listas de propósitos de Año Nuevo de muchas personas. Aprender a tocar un instrumento o a hablar un nuevo idioma son de esas tareas que siempre tenemos en mente, pero rara vez nos animamos a comenzar. Nos cuesta encontrar el momento o las ganas de sumar un esfuerzo más a nuestra vida diaria, ya repleta de desafíos. Además, ¿qué beneficios vamos a obtener de tocar un violín, más allá de la satisfacción personal? La ciencia responde: muchos más de los que imaginamos.

El beneficio de la novedad

Lo cierto es que, en general, aprender una nueva habilidad puede ser beneficioso para nuestro cerebro. Nos encantan las cosas nuevas, hasta el punto de que ver una imagen de algo que nunca habíamos visto antes activa zonas específicas de ese órgano.

Así, según un estudio del University College of London, la exposición a nuevas experiencias mejora la memoria. De hecho, repasar algo que se ha estudiado previamente para un examen es más efectivo si se mezclan conceptos nuevos con los ya aprendidos.

Sin embargo, los beneficios de aprender cosas nuevas van más allá de la mera novedad. Tal vez uno de los ejemplos más claros sea el de la enseñanza musical. Aprender a tocar un instrumento tiene tal impacto sobre nuestro cerebro que sus efectos pueden durar toda la vida.

Más allá del violín

Un niño que toma lecciones de piano, guitarra, percusión o violín, por poner solo algunos ejemplos, está haciendo mucho más que divertirse o complacer a sus padres. En realidad, está creando nuevas conexiones neuronales, que podrían llegar a compensar problemas cognitivos en su madurez y vejez.

Resulta que todas esas horas de escalas, repeticiones y cambios de ritmo se traducen en un entrenamiento cerebral completo que abarca desde el control motor y la coordinación a la lectura musical, pasando por la escucha necesaria para comprobar que cada nota ejecutada es la adecuada. En ciertos instrumentos, como los de viento, es necesario incluso combinar la respiración con el movimiento de los dedos.

Entre los beneficios a largo plazo que ofrece esta práctica se encuentra una mayor protección frente a la pérdida de memoria o el declive cognitivo, e incluso frente a una menor habilidad a la hora de distinguir consonantes y palabras. Todo ello, aunque ese niño se haya convertido en adulto y no haya sacado el instrumento de su funda durante años.

Más a corto plazo, un estudio de la Universidad VU de Amsterdam apunta que los niños que reciben clases de música mejoran sus habilidades cognitivas frente a los que no asisten a este tipo de enseñanzas.

La investigación estudió a 147 alumnos de escuelas holandesas, de las cuales algunas incluían actividades extra de música o artes visuales. Como resultado, los niños que aprendían música rendían mejor en áreas como el razonamiento basado en el lenguaje o la habilidad de planificar, organizar y completar tareas, además de avanzar más en el resto de materias. Incluso los que asistían a clases de artes visuales mostraban una memoria visual y espacial mejorada.

¿Demasiado tarde para mí?

¿Y qué ocurre con los adultos? Pues que también se pueden beneficiar de aprender a tocar un instrumento, incluso si nunca se habían acercado a uno con anterioridad.

Así lo apunta una investigación de la University of South Florida, que estudió el efecto de aprender a tocar el piano en adultos de entre 60 y 85 años. Después de seis meses, se observó cómo aquellos que habían recibido las lecciones mostraban ganancias de memoria más robustas, así como mayor fluidez verbal y capacidad de planificación. Y también procesaban información a mayor velocidad que aquellos que no habían asistido a las clases.

Además, los beneficios de tocar un instrumento no se quedan en el mero aprendizaje: la práctica durante años también ha demostrado tener efectos en el desarrollo de la materia blanca del cerebro. Así que nunca es tarde para rescatar la guitarra de la juventud y reservarle un tiempo en la agenda.

La edad tampoco es excusa para aplazar esa matrícula en la academia de idiomas un año más: el cerebro adulto tiene una plasticidad mucho mayor de lo que se creía hace algunos años.

De hecho, algunos estudios aseguran que se puede alcanzar un elevado nivel de destreza en un idioma extranjero incluso si se comienza a aprender con cierta edad, porque se utilizan áreas del cerebro similares a las que se emplean con el lenguaje nativo. Los beneficios de aprender un nuevo idioma van desde un mejor envejecimiento del cerebro a mejoras en la atención, la concentración y la fluidez verbal.

Ni siquiera es necesario ir a clases de idiomas durante años para disfrutar de una mejora en las habilidades cognitivas: basta un curso de cuatro meses con cuatro clases semanales para provocar cambios funcionales en el cerebro.

Aprender cosas nuevas es, sin duda, un gran entrenamiento para nuestro cerebro. Sin embargo, sus ventajas no se quedan en lo físico: también nos hace más sabios y nos ayuda a abrir nuestra mente a nuevas experiencias. Un tesoro que siempre podremos conservar con nosotros.

]]>

Son apuestas fijas en las listas de propósitos de Año Nuevo de muchas personas. Aprender a tocar un instrumento o a hablar un nuevo idioma son de esas tareas que siempre tenemos en mente, pero rara vez nos animamos a comenzar. Nos cuesta encontrar el momento o las ganas de sumar un esfuerzo más a nuestra vida diaria, ya repleta de desafíos. Además, ¿qué beneficios vamos a obtener de tocar un violín, más allá de la satisfacción personal? La ciencia responde: muchos más de los que imaginamos.

El beneficio de la novedad

Lo cierto es que, en general, aprender una nueva habilidad puede ser beneficioso para nuestro cerebro. Nos encantan las cosas nuevas, hasta el punto de que ver una imagen de algo que nunca habíamos visto antes activa zonas específicas de ese órgano.

Así, según un estudio del University College of London, la exposición a nuevas experiencias mejora la memoria. De hecho, repasar algo que se ha estudiado previamente para un examen es más efectivo si se mezclan conceptos nuevos con los ya aprendidos.

Sin embargo, los beneficios de aprender cosas nuevas van más allá de la mera novedad. Tal vez uno de los ejemplos más claros sea el de la enseñanza musical. Aprender a tocar un instrumento tiene tal impacto sobre nuestro cerebro que sus efectos pueden durar toda la vida.

Más allá del violín

Un niño que toma lecciones de piano, guitarra, percusión o violín, por poner solo algunos ejemplos, está haciendo mucho más que divertirse o complacer a sus padres. En realidad, está creando nuevas conexiones neuronales, que podrían llegar a compensar problemas cognitivos en su madurez y vejez.

Resulta que todas esas horas de escalas, repeticiones y cambios de ritmo se traducen en un entrenamiento cerebral completo que abarca desde el control motor y la coordinación a la lectura musical, pasando por la escucha necesaria para comprobar que cada nota ejecutada es la adecuada. En ciertos instrumentos, como los de viento, es necesario incluso combinar la respiración con el movimiento de los dedos.

Entre los beneficios a largo plazo que ofrece esta práctica se encuentra una mayor protección frente a la pérdida de memoria o el declive cognitivo, e incluso frente a una menor habilidad a la hora de distinguir consonantes y palabras. Todo ello, aunque ese niño se haya convertido en adulto y no haya sacado el instrumento de su funda durante años.

Más a corto plazo, un estudio de la Universidad VU de Amsterdam apunta que los niños que reciben clases de música mejoran sus habilidades cognitivas frente a los que no asisten a este tipo de enseñanzas.

La investigación estudió a 147 alumnos de escuelas holandesas, de las cuales algunas incluían actividades extra de música o artes visuales. Como resultado, los niños que aprendían música rendían mejor en áreas como el razonamiento basado en el lenguaje o la habilidad de planificar, organizar y completar tareas, además de avanzar más en el resto de materias. Incluso los que asistían a clases de artes visuales mostraban una memoria visual y espacial mejorada.

¿Demasiado tarde para mí?

¿Y qué ocurre con los adultos? Pues que también se pueden beneficiar de aprender a tocar un instrumento, incluso si nunca se habían acercado a uno con anterioridad.

Así lo apunta una investigación de la University of South Florida, que estudió el efecto de aprender a tocar el piano en adultos de entre 60 y 85 años. Después de seis meses, se observó cómo aquellos que habían recibido las lecciones mostraban ganancias de memoria más robustas, así como mayor fluidez verbal y capacidad de planificación. Y también procesaban información a mayor velocidad que aquellos que no habían asistido a las clases.

Además, los beneficios de tocar un instrumento no se quedan en el mero aprendizaje: la práctica durante años también ha demostrado tener efectos en el desarrollo de la materia blanca del cerebro. Así que nunca es tarde para rescatar la guitarra de la juventud y reservarle un tiempo en la agenda.

La edad tampoco es excusa para aplazar esa matrícula en la academia de idiomas un año más: el cerebro adulto tiene una plasticidad mucho mayor de lo que se creía hace algunos años.

De hecho, algunos estudios aseguran que se puede alcanzar un elevado nivel de destreza en un idioma extranjero incluso si se comienza a aprender con cierta edad, porque se utilizan áreas del cerebro similares a las que se emplean con el lenguaje nativo. Los beneficios de aprender un nuevo idioma van desde un mejor envejecimiento del cerebro a mejoras en la atención, la concentración y la fluidez verbal.

Ni siquiera es necesario ir a clases de idiomas durante años para disfrutar de una mejora en las habilidades cognitivas: basta un curso de cuatro meses con cuatro clases semanales para provocar cambios funcionales en el cerebro.

Aprender cosas nuevas es, sin duda, un gran entrenamiento para nuestro cerebro. Sin embargo, sus ventajas no se quedan en lo físico: también nos hace más sabios y nos ayuda a abrir nuestra mente a nuevas experiencias. Un tesoro que siempre podremos conservar con nosotros.

]]>
https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/gimnasia-mental-asi-ayuda-tu-cerebro-aprender-cosas-nuevas/feed/ 0
Diga “A” desde su casa: es el momento de la telemedicina https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/diga-desde-su-casa-es-el-momento-de-la-telemedicina/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/diga-desde-su-casa-es-el-momento-de-la-telemedicina/#respond Wed, 12 Aug 2020 18:12:22 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=38756

Consultar con un médico a distancia no es algo nuevo, aunque este año haya cobrado un importante protagonismo. La pandemia del coronavirus ha servido para impulsar de manera general los servicios de telemedicina, al incorporarse de manera masiva al sector público. Esta práctica, que ya era habitual en algunas compañías aseguradoras, ha pasado así a formar parte del día a día de muchas personas.

La declaración del estado de alarma el 14 de marzo por la crisis del coronavirus tuvo como principal objetivo evitar el colapso del sistema sanitario. Al reducir el número de contactos entre las personas, se prevenían nuevos contagios y los centros hospitalarios podrían atender a los que estaban enfermos. Muchos ciudadanos con síntomas de la COVID-19 ya empezaban a acudir a los servicios de urgencias de los hospitales y a llamar a los números de atención telefónica para recibir asistencia.

Para descongestionar ambos servicios, una de las medidas que puso en marcha el Gobierno unos días después, fue la plataforma gratuita de atención sanitaria Asistencia COVID-19. Disponible en seis comunidades autónomas (Madrid, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura), la herramienta puede utilizarse a través del móvil o la web.

Este recurso permite llevar a cabo autodiagnósticos, acceder a recomendaciones de actuación e información actualizada y a recibir recordatorios para realizar un seguimiento periódico del estado de salud del usuario. Aunque, puntualizan desde el propio Gobierno, en ningún caso constituye un servicio de diagnóstico médico.

Asistencia universal

Esta medida de teleasistencia es solo uno de los ejemplos de las iniciativas puestas en marcha desde la declaración de la pandemia para seguir ofreciendo servicios sanitarios a los pacientes. Sus beneficios no son solo asistenciales, también son una muestra de cómo la medicina a distancia puede ayudar a los sistemas sanitarios todo el mundo a atender a un mayor número de pacientes ahora y en el futuro.

A pesar de los grandes avances en medicina que se han producido en los últimos años, no está garantizado que toda la población disponga de la atención sanitaria que necesita. Tanto es así que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU —el número 3— es lograr la cobertura sanitaria universal. Una meta con la que CaixaBank contribuye desde hace más de diez años a través de la Alianza Empresarial para la Vacunación Infantil desarrollada en el marco de la iniciativa Gavi, the Vaccine Alliance. La telemedicina también está relacionada con el ODS número 9 —Industria, Innovación e Infraestructura— que promulga el acceso universal a internet.

El acceso a servicios de salud esenciales, de calidad y asequibles es una medida que también podría ayudar a reducir la brecha de género en países emergentes. Se trata de otra meta recogida dentro de los ODS establecidos por la ONU —la número 5— y por la que también trabaja CaixaBank mediante su adhesión a los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres en las Naciones Unidas, entre otras medidas.

En los países emergentes, la tasa de mortalidad materna es todavía 14 veces mayor que en las regiones desarrolladas. En ellos, además, las mujeres y niñas ven habitualmente restringidos sus desplazamientos debido a presiones sociales, por lo que tienen más difícil acceder a unos servicios médicos que suelen estar a kilómetros de distancia de sus hogares. El teléfono móvil para realizar consultas médicas puede marcar la diferencia entre gozar o no de una vida saludable para ellas.

Este dispositivo que un alto porcentaje de la población siempre lleva encima también puede ejercer de supervisor del paciente de manera remota controlando, por ejemplo, que determinados valores se encuentren dentro de la normalidad. Un caso reciente en este sentido es el del Hospital Universitario de Badajoz, uno de los primeros del mundo en implantar a pacientes de cardiología un dispositivo que se conecta con una app a su smartphone. La aplicación permite a los usuarios mantenerse en contacto con el equipo médico y acceder a la historia de transmisiones.

Los médicos, por su parte, pueden monitorizar a los pacientes de manera remota e identificar episodios asintomáticos, así como avisos de los propios pacientes si detectan que algo no va bien. De esta manera, los equipos médicos pueden intervenir con mayor rapidez ante cualquier problema.

Más eficiencia y seguridad

El 65% de la población está dispuesta a usar la telemedicina, aunque solo el 8% lo ha hecho hasta ahora, según recoge el informe, ‘COVID-19: Telehealth is the New Front Door’, de la firma de consultoría Oliver Wyman. Un dato más: el 23% de los médicos encuestado ofrece este servicio, pero solo el 6% de los usuarios cree que estos profesionales están disponibles a través de medios telemáticos.

Desde esta consultora recomiendan implantar servicios de telemedicina “con el propósito de mejorar la seguridad y la eficiencia cuando el sistema más lo necesita, ya que puede resultar vital para liberar a profesionales sanitarios con el objetivo de que se ocupen de los casos más graves en persona”, en referencia a la situación provocada por la expansión de la COVID-19. En España, según la misma fuente, alrededor del 60% de los profesionales de la salud ya están usando herramientas como WhatsApp para comunicarse con pacientes o con otros compañeros.

En cuanto a los ciudadanos, casi 6 de cada 10 españoles desearían tener una app con la que acceder a atención médica a distancia, según recogía hace poco más de un año el informe ‘360º Wellbeing Survey’ elaborado por la aseguradora Cigna. Entre las principales ventajas que mencionan se encuentran la posibilidad de obtener información para llevar una vida más saludable o medir y hacer seguimiento de algunos aspectos médicos.

El uso de herramientas de videoconferencia también se abre paso. En la plataforma Doctoralia está disponible desde finales de marzo como complemento a su servicio de atención online, puesto en marcha a comienzos de la pandemia. Un formato que han incluido tras detectar que la demanda de consultas a distancia se ha multiplicado por ocho en las últimas semanas. Su propósito es acortar los tiempos de respuesta y agilizar los diagnósticos y tratamientos requeridos por los pacientes, así como aligerar la carga de trabajo en las urgencias y consultas de los centros médicos, clínicas y hospitales.

En un momento en el que los avances en telemedicina prometían revolucionar el sector de la salud, la actual crisis sanitaria podría convertirse en un punto de inflexión para la implantación de estas tecnologías de asistencia telemática. Las videollamadas o el uso de apps de control y seguimiento de pacientes son solo una muestra de las posibilidades de la prestación de servicios sanitarios a distancia.

]]>

Consultar con un médico a distancia no es algo nuevo, aunque este año haya cobrado un importante protagonismo. La pandemia del coronavirus ha servido para impulsar de manera general los servicios de telemedicina, al incorporarse de manera masiva al sector público. Esta práctica, que ya era habitual en algunas compañías aseguradoras, ha pasado así a formar parte del día a día de muchas personas.

La declaración del estado de alarma el 14 de marzo por la crisis del coronavirus tuvo como principal objetivo evitar el colapso del sistema sanitario. Al reducir el número de contactos entre las personas, se prevenían nuevos contagios y los centros hospitalarios podrían atender a los que estaban enfermos. Muchos ciudadanos con síntomas de la COVID-19 ya empezaban a acudir a los servicios de urgencias de los hospitales y a llamar a los números de atención telefónica para recibir asistencia.

Para descongestionar ambos servicios, una de las medidas que puso en marcha el Gobierno unos días después, fue la plataforma gratuita de atención sanitaria Asistencia COVID-19. Disponible en seis comunidades autónomas (Madrid, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura), la herramienta puede utilizarse a través del móvil o la web.

Este recurso permite llevar a cabo autodiagnósticos, acceder a recomendaciones de actuación e información actualizada y a recibir recordatorios para realizar un seguimiento periódico del estado de salud del usuario. Aunque, puntualizan desde el propio Gobierno, en ningún caso constituye un servicio de diagnóstico médico.

Asistencia universal

Esta medida de teleasistencia es solo uno de los ejemplos de las iniciativas puestas en marcha desde la declaración de la pandemia para seguir ofreciendo servicios sanitarios a los pacientes. Sus beneficios no son solo asistenciales, también son una muestra de cómo la medicina a distancia puede ayudar a los sistemas sanitarios todo el mundo a atender a un mayor número de pacientes ahora y en el futuro.

A pesar de los grandes avances en medicina que se han producido en los últimos años, no está garantizado que toda la población disponga de la atención sanitaria que necesita. Tanto es así que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU —el número 3— es lograr la cobertura sanitaria universal. Una meta con la que CaixaBank contribuye desde hace más de diez años a través de la Alianza Empresarial para la Vacunación Infantil desarrollada en el marco de la iniciativa Gavi, the Vaccine Alliance. La telemedicina también está relacionada con el ODS número 9 —Industria, Innovación e Infraestructura— que promulga el acceso universal a internet.

El acceso a servicios de salud esenciales, de calidad y asequibles es una medida que también podría ayudar a reducir la brecha de género en países emergentes. Se trata de otra meta recogida dentro de los ODS establecidos por la ONU —la número 5— y por la que también trabaja CaixaBank mediante su adhesión a los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres en las Naciones Unidas, entre otras medidas.

En los países emergentes, la tasa de mortalidad materna es todavía 14 veces mayor que en las regiones desarrolladas. En ellos, además, las mujeres y niñas ven habitualmente restringidos sus desplazamientos debido a presiones sociales, por lo que tienen más difícil acceder a unos servicios médicos que suelen estar a kilómetros de distancia de sus hogares. El teléfono móvil para realizar consultas médicas puede marcar la diferencia entre gozar o no de una vida saludable para ellas.

Este dispositivo que un alto porcentaje de la población siempre lleva encima también puede ejercer de supervisor del paciente de manera remota controlando, por ejemplo, que determinados valores se encuentren dentro de la normalidad. Un caso reciente en este sentido es el del Hospital Universitario de Badajoz, uno de los primeros del mundo en implantar a pacientes de cardiología un dispositivo que se conecta con una app a su smartphone. La aplicación permite a los usuarios mantenerse en contacto con el equipo médico y acceder a la historia de transmisiones.

Los médicos, por su parte, pueden monitorizar a los pacientes de manera remota e identificar episodios asintomáticos, así como avisos de los propios pacientes si detectan que algo no va bien. De esta manera, los equipos médicos pueden intervenir con mayor rapidez ante cualquier problema.

Más eficiencia y seguridad

El 65% de la población está dispuesta a usar la telemedicina, aunque solo el 8% lo ha hecho hasta ahora, según recoge el informe, ‘COVID-19: Telehealth is the New Front Door’, de la firma de consultoría Oliver Wyman. Un dato más: el 23% de los médicos encuestado ofrece este servicio, pero solo el 6% de los usuarios cree que estos profesionales están disponibles a través de medios telemáticos.

Desde esta consultora recomiendan implantar servicios de telemedicina “con el propósito de mejorar la seguridad y la eficiencia cuando el sistema más lo necesita, ya que puede resultar vital para liberar a profesionales sanitarios con el objetivo de que se ocupen de los casos más graves en persona”, en referencia a la situación provocada por la expansión de la COVID-19. En España, según la misma fuente, alrededor del 60% de los profesionales de la salud ya están usando herramientas como WhatsApp para comunicarse con pacientes o con otros compañeros.

En cuanto a los ciudadanos, casi 6 de cada 10 españoles desearían tener una app con la que acceder a atención médica a distancia, según recogía hace poco más de un año el informe ‘360º Wellbeing Survey’ elaborado por la aseguradora Cigna. Entre las principales ventajas que mencionan se encuentran la posibilidad de obtener información para llevar una vida más saludable o medir y hacer seguimiento de algunos aspectos médicos.

El uso de herramientas de videoconferencia también se abre paso. En la plataforma Doctoralia está disponible desde finales de marzo como complemento a su servicio de atención online, puesto en marcha a comienzos de la pandemia. Un formato que han incluido tras detectar que la demanda de consultas a distancia se ha multiplicado por ocho en las últimas semanas. Su propósito es acortar los tiempos de respuesta y agilizar los diagnósticos y tratamientos requeridos por los pacientes, así como aligerar la carga de trabajo en las urgencias y consultas de los centros médicos, clínicas y hospitales.

En un momento en el que los avances en telemedicina prometían revolucionar el sector de la salud, la actual crisis sanitaria podría convertirse en un punto de inflexión para la implantación de estas tecnologías de asistencia telemática. Las videollamadas o el uso de apps de control y seguimiento de pacientes son solo una muestra de las posibilidades de la prestación de servicios sanitarios a distancia.

]]>
https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/diga-desde-su-casa-es-el-momento-de-la-telemedicina/feed/ 0
Amistad, la clave de la felicidad que no debes descuidar https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/amistad-la-clave-de-la-felicidad-que-no-debes-descuidar/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/amistad-la-clave-de-la-felicidad-que-no-debes-descuidar/#respond Thu, 30 Jul 2020 07:03:42 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=38594

Ya lo decía Aristóteles: el hombre es un animal político. El filósofo griego recogió esta sentencia en su obra La política y no se refería exactamente a que todos llevemos un parlamentario dentro. Aludía, más bien, a la capacidad que tenemos los humanos para relacionarnos y vivir en sociedad. Somos gregarios y necesitamos a los demás para realizarnos. Por eso, la amistad es uno de los principales cimientos sobre los cuales construimos nuestra felicidad.

Tener —y mantener— amigos es tan importante para la humanidad que la ONU ha decidido celebrar el 30 de julio el Día Internacional de la Amistad. El organismo la considera como una de las manifestaciones fundamentales de la solidaridad, que es la que ayuda a los pueblos a hacer frente a enemigos comunes. Por ejemplo, el cambio climático, la pobreza o la enfermedad, cuya solución global buscan los países a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) formulados por la propia ONU.

A escala individual, la amistad ofrece beneficios similares: los amigos nos ayudan a afrontar y superar problemas, celebran con nosotros las alegrías y nos ofrecen consuelo cuando vienen mal dadas. Es tan beneficiosa su influencia que, sin saberlo, incluso nos ayudan a estar más sanos.

Biografía de la amistad

Nos relacionamos con los demás desde que nacemos. Primero, nuestros padres o cuidadores nos ayudan a salir adelante. Sin embargo, pronto empezamos a hacer amigos, unas relaciones que se profundizan cuando comenzamos a ir a la escuela.

Tal y como recuerda la periodista científica estadounidense Lydia Denworth en su libro Amistad: la evolución, biología y extraordinario poder del vínculo fundamental de la vida, durante nuestra etapa escolar nos suele resultar sencillo mantener amistades. Además, en la adolescencia nuestro cerebro se encuentra sintonizado al máximo para percibir señales sociales y conectar con otros. Como resultado, en esa etapa estamos especialmente interesados en la actividad social.

Al llegar a la etapa adulta, cuando el trabajo y los hijos entran en juego, nos resulta más complicado pasar tiempo con los amigos. Una relación que tendemos a retomar más tarde, cuando los hijos se independizan y el trabajo es menos exigente.

De cómo hayamos cuidado nuestras amistades durante todo ese tiempo dependerá en gran medida la calidad de nuestras relaciones cuando tengamos más tiempo libre y, por tanto, los beneficios que obtendremos de ellas. Unos beneficios que van mucho más allá del placer de tener a alguien con quien compartir una partida de dominó o una agradable charla: un estudio de la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill (Estados Unidos) asegura que nuestras conexiones sociales son tan importantes para mantenernos saludables como hacer ejercicio o cuidar la alimentación a lo largo de nuestras vidas.

Salud en todas las etapas

Esta investigación fue la primera en relacionar nuestras interacciones sociales con mediciones concretas de bienestar físico, tales como el volumen abdominal o los niveles de inflamación o de tensión arterial. Todas ellas están ligadas a problemas de salud a largo plazo, como las enfermedades cardiacas, los accidentes cerebrovasculares o el cáncer. Se desarrolló a partir de otros estudios previos que demostraban cómo las personas mayores viven más cuantas más conexiones sociales mantengan.

El estudio demuestra que las relaciones sociales son capaces de reducir riesgos para la salud en cada etapa de la vida. De hecho, explica que el aislamiento social en la adolescencia aumenta el riesgo de inflamación en la misma medida que el sedentarismo. Por el contrario, la integración social protege a los jóvenes frente a la obesidad. En la vejez, el aislamiento resulta ser más dañino para la salud que otros problemas, como la diabetes.

Durante la etapa adulta, sin embargo, no se trata tanto de cuántos amigos tenemos, sino del apoyo que nos ofrecen, al menos en términos de salud. Así, los investigadores aseguran que, mientras en jóvenes y ancianos lo más importante es que estén integrados en redes sociales extensas, en las etapas intermedias lo que cuenta, más que la cantidad, es la calidad de las relaciones.

Otra revisión sobre distintas investigaciones relacionadas con la materia afirma que la magnitud de los efectos del aislamiento social sobre la salud es similar a la de otros factores de riesgo, como la hipertensión, la obesidad o incluso el tabaquismo.

Amistad y pandemia

Está claro que mantener nuestras relaciones de amistad es importante para nuestra salud. Esto es algo que debemos tener siempre presente, pero sobre todo en un momento en el que la pandemia de la COVID-19 ha modificado nuestras dinámicas habituales. De hecho, un informe publicado recientemente por la consultora McKinsey asegura que, en abril de este año, la proporción de europeos que aseguraban sentirse solos casi siempre prácticamente se triplicó.

Esta investigación muestra cómo el sentimiento de soledad era mayor en países en los que la confianza en las relaciones y la satisfacción con estas se encontraban ya antes en niveles bajos. Según la consultora, esto podría sugerir que el capital social —es decir, las redes de relaciones en las que se apoyan los ciudadanos— ha podido amortiguar el shock provocado por la pandemia en otros países.

No cabe duda: quien tiene un amigo tiene un tesoro. Por eso merece la pena cuidar las relaciones que vamos forjando a lo largo de nuestra vida. Nuestras amistades no son solo compañeras de camino, sino también una importante fuente de salud y bienestar que debemos preservar. Especialmente en los momentos difíciles.

]]>

Ya lo decía Aristóteles: el hombre es un animal político. El filósofo griego recogió esta sentencia en su obra La política y no se refería exactamente a que todos llevemos un parlamentario dentro. Aludía, más bien, a la capacidad que tenemos los humanos para relacionarnos y vivir en sociedad. Somos gregarios y necesitamos a los demás para realizarnos. Por eso, la amistad es uno de los principales cimientos sobre los cuales construimos nuestra felicidad.

Tener —y mantener— amigos es tan importante para la humanidad que la ONU ha decidido celebrar el 30 de julio el Día Internacional de la Amistad. El organismo la considera como una de las manifestaciones fundamentales de la solidaridad, que es la que ayuda a los pueblos a hacer frente a enemigos comunes. Por ejemplo, el cambio climático, la pobreza o la enfermedad, cuya solución global buscan los países a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) formulados por la propia ONU.

A escala individual, la amistad ofrece beneficios similares: los amigos nos ayudan a afrontar y superar problemas, celebran con nosotros las alegrías y nos ofrecen consuelo cuando vienen mal dadas. Es tan beneficiosa su influencia que, sin saberlo, incluso nos ayudan a estar más sanos.

Biografía de la amistad

Nos relacionamos con los demás desde que nacemos. Primero, nuestros padres o cuidadores nos ayudan a salir adelante. Sin embargo, pronto empezamos a hacer amigos, unas relaciones que se profundizan cuando comenzamos a ir a la escuela.

Tal y como recuerda la periodista científica estadounidense Lydia Denworth en su libro Amistad: la evolución, biología y extraordinario poder del vínculo fundamental de la vida, durante nuestra etapa escolar nos suele resultar sencillo mantener amistades. Además, en la adolescencia nuestro cerebro se encuentra sintonizado al máximo para percibir señales sociales y conectar con otros. Como resultado, en esa etapa estamos especialmente interesados en la actividad social.

Al llegar a la etapa adulta, cuando el trabajo y los hijos entran en juego, nos resulta más complicado pasar tiempo con los amigos. Una relación que tendemos a retomar más tarde, cuando los hijos se independizan y el trabajo es menos exigente.

De cómo hayamos cuidado nuestras amistades durante todo ese tiempo dependerá en gran medida la calidad de nuestras relaciones cuando tengamos más tiempo libre y, por tanto, los beneficios que obtendremos de ellas. Unos beneficios que van mucho más allá del placer de tener a alguien con quien compartir una partida de dominó o una agradable charla: un estudio de la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill (Estados Unidos) asegura que nuestras conexiones sociales son tan importantes para mantenernos saludables como hacer ejercicio o cuidar la alimentación a lo largo de nuestras vidas.

Salud en todas las etapas

Esta investigación fue la primera en relacionar nuestras interacciones sociales con mediciones concretas de bienestar físico, tales como el volumen abdominal o los niveles de inflamación o de tensión arterial. Todas ellas están ligadas a problemas de salud a largo plazo, como las enfermedades cardiacas, los accidentes cerebrovasculares o el cáncer. Se desarrolló a partir de otros estudios previos que demostraban cómo las personas mayores viven más cuantas más conexiones sociales mantengan.

El estudio demuestra que las relaciones sociales son capaces de reducir riesgos para la salud en cada etapa de la vida. De hecho, explica que el aislamiento social en la adolescencia aumenta el riesgo de inflamación en la misma medida que el sedentarismo. Por el contrario, la integración social protege a los jóvenes frente a la obesidad. En la vejez, el aislamiento resulta ser más dañino para la salud que otros problemas, como la diabetes.

Durante la etapa adulta, sin embargo, no se trata tanto de cuántos amigos tenemos, sino del apoyo que nos ofrecen, al menos en términos de salud. Así, los investigadores aseguran que, mientras en jóvenes y ancianos lo más importante es que estén integrados en redes sociales extensas, en las etapas intermedias lo que cuenta, más que la cantidad, es la calidad de las relaciones.

Otra revisión sobre distintas investigaciones relacionadas con la materia afirma que la magnitud de los efectos del aislamiento social sobre la salud es similar a la de otros factores de riesgo, como la hipertensión, la obesidad o incluso el tabaquismo.

Amistad y pandemia

Está claro que mantener nuestras relaciones de amistad es importante para nuestra salud. Esto es algo que debemos tener siempre presente, pero sobre todo en un momento en el que la pandemia de la COVID-19 ha modificado nuestras dinámicas habituales. De hecho, un informe publicado recientemente por la consultora McKinsey asegura que, en abril de este año, la proporción de europeos que aseguraban sentirse solos casi siempre prácticamente se triplicó.

Esta investigación muestra cómo el sentimiento de soledad era mayor en países en los que la confianza en las relaciones y la satisfacción con estas se encontraban ya antes en niveles bajos. Según la consultora, esto podría sugerir que el capital social —es decir, las redes de relaciones en las que se apoyan los ciudadanos— ha podido amortiguar el shock provocado por la pandemia en otros países.

No cabe duda: quien tiene un amigo tiene un tesoro. Por eso merece la pena cuidar las relaciones que vamos forjando a lo largo de nuestra vida. Nuestras amistades no son solo compañeras de camino, sino también una importante fuente de salud y bienestar que debemos preservar. Especialmente en los momentos difíciles.

]]>
https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/amistad-la-clave-de-la-felicidad-que-no-debes-descuidar/feed/ 0
Tenemos que llevar la medicina allí donde esté el paciente https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/tenemos-que-llevar-la-medicina-alli-donde-este-el-paciente/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/tenemos-que-llevar-la-medicina-alli-donde-este-el-paciente/#respond Thu, 09 Jul 2020 06:06:59 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=37766

El uso de tecnología ha logrado avances sin precedentes en el campo de la medicina durante los últimos años. Desarrollar una capaz de detectar a distancia si hay algo que no funciona bien en nuestro corazón es una muestra más de lo que se puede lograr cuando estas dos disciplinas colaboran. Idoven es una start-up de cardiología a distancia que ha ganado la fase sectorial de la 13.ª edición de los Premios EmprendedorXXI, que promueve CaixaBank, en la categoría Health. El cardiólogo Manuel Marina es su CEO y nos explica cómo puede ayudar una empresa como Idoven a mejorar tanto el sistema de salud como la vida de las personas.

¿Cómo comenzó la historia de Idoven? ¿Cuál es su actividad?

Idoven nació de la unión de un cardiólogo, un ingeniero y un emprendedor que tuvimos la idea de intentar enseñar cardiología a un software. Así que empezamos a escribir código y a investigar. Cuando vimos que el software de inteligencia artificial era capaz de aprender cardiología, decidimos llevar un producto al mercado.

En Idoven analizamos la actividad eléctrica del corazón (también conocida como electrocardiograma) y empleamos inteligencia artificial para elaborar un diagnóstico médico. Ofrecemos este servicio a hospitales, médicos y empresas que quieran analizar los electrocardiogramas de sus pacientes o empleados. Asimismo, cualquier persona que lo desee puede contratarnos a través de nuestra página web y solicitar nuestros servicios. Ofrecemos estudios que graban el corazón durante distintos periodos de tiempo (24 horas, 7 días y hasta 21 días) para poder llevar a cabo una medicina muy precisa y diagnosticar si ese corazón está bien o, si tiene algún problema, buscar una solución.

La crisis de la COVID-19 ha puesto el sistema de salud bajo un fuerte estrés. ¿Cómo ha afectado esta situación a Idoven en concreto?

La crisis del coronavirus ha puesto en evidencia que el sistema sanitario es un sistema que hay que proteger. También que los médicos no pueden estar dedicando su tiempo a tareas repetitivas en las que aportan poco valor y que, además, una máquina puede hacer mejor.

Ese proceso de automatización que hacemos utilizando inteligencia artificial ha cobrado aún más sentido durante esta crisis. Para hacernos una idea, en nuestra página web entraban entre 2.000 y 3.000 personas al mes y, en cuatro días des del inicio de la pandemia, llegaron a acceder hasta 60.000 personas. Esos visitantes buscaban en webs como la nuestra soluciones de telemedicina, asistencia en remoto o cardiología a distancia, que es lo que nosotros hacemos.

Yo creo que estas soluciones han venido para quedarse, que todos los sistemas de salud del mundo se han dado cuenta de que hay que implantarlas. También que tenemos que hacer desaparecer esas barreras que plantean los hospitales para poder llevar la medicina allí donde esté el paciente, viva donde viva.

¿Qué ventajas pueden aportar soluciones como la que vosotros planteáis para el propio sistema sanitario?

Cada día, unas 800.000 horas de personal médico altamente cualificado se dedican a analizar electrocardiogramas. Nosotros estamos automatizando ese proceso: ayudamos a que ese análisis se efectúe de manera automática para dar soporte a esos médicos y ayudarlos a llegar a un diagnóstico más rápidamente.

Los hospitales nos envían, a través de la nube, los registros de los pacientes, y nosotros los analizamos. Así, reducimos los costes del sistema hospitalario y los tiempos de las listas de espera. Esta es la propuesta de valor clara que ofrecemos a los hospitales.

Para los pacientes, nuestra propuesta consiste en trasladar la medicina allá donde vivan gracias a la cardiología a distancia.

Más allá del contexto hospitalario, ¿en qué otras áreas se puede aplicar vuestra tecnología?

Además de aportar valor a hospitales y pacientes, también lo aportamos a los deportistas. En Idoven analizamos los corazones de las personas que practican deporte, tengan el nivel o la edad que tengan. Sin importar dónde estén localizadas, observamos con detalle el funcionamiento de su corazón, bien porque desean correr una maratón o, simplemente, practicar deporte de forma segura. Iker Casillas, que sufrió un infarto mientras entrenaba, ha visto muy clara esa propuesta de valor, y por eso ha decidido invertir en nuestra compañía.

También podemos analizar a empleados de empresas de cualquier sector, a quienes ofrecemos exámenes de salud.

La utilización de inteligencia artificial es una de las partes más novedosas de vuestra solución. ¿En qué consiste la donación de latidos que habéis puesto en marcha?

La donación de latidos es una de las partes más bonitas de nuestra historia. Nuestros algoritmos de inteligencia artificial aprenden de cada latido, con la ayuda de los cardiólogos e ingenieros que formamos parte del equipo. Mediante ese proceso, la máquina aprende cada vez más cardiología y también a desarrollar una medicina cada vez más precisa.

Gracias a la ayuda de todos los que deciden formar parte de esto voluntariamente y donar latidos reales, esta tecnología podrá, a su vez, ayudar cada vez a más médicos y más pacientes. Cualquier persona puede participar y convertirse así en uno de los primeros donantes de latidos del mundo.

¿Cómo creéis que pueden ayudar vuestros servicios a extender una cultura de la prevención entre la población en general? Y ¿qué impacto puede tener la implantación de esta cultura sobre la sociedad en general?

La medicina busca detectar cada vez de forma más temprana los problemas que pueda tener un paciente en un órgano, como es el caso del corazón. Esto es así porque sabemos que, cuanto antes actuemos sobre un problema, mejor será la evolución del paciente. De hecho, los pacientes que se diagnostican tarde tienen peor pronóstico.

Para prevenir problemas como la (mal llamada) muerte súbita o los infartos, es necesario desarrollar campañas en las que observemos el corazón con mucho detalle, con la ayuda de la tecnología y el big data. Esa gran cantidad de información es la que nos permitirá conseguir una medicina mucho más precisa.

De cara al futuro, ¿cómo será Idoven? ¿Cuáles son vuestros planes?

Queremos llevar esta tecnología a distancia a cualquier parte del planeta. Lo haremos poco a poco: hoy ya diagnosticamos en remoto los corazones de pacientes de países como España, Portugal, Holanda, Bélgica, el Reino Unido, México o Alemania, sin importar en qué parte de esos territorios viven.

Más adelante, queremos llegar a todo el mundo creando esas nubes a las que se podrán conectar hospitales de cualquier país para poder llevar esta cardiología de precisión y a distancia a pacientes de cualquier punto del globo.

¿Qué significa para vosotros haber ganado la fase sectorial de los Premios EmprendedorXXI?

Recibir el Premio EmprendedorXXI ha sido una gran alegría para todo el equipo. Estamos muy agradecidos a CaixaBank, Enisa y el resto de los organizadores de estos premios.

Creo que es un reconocimiento de la necesidad de start-ups como la nuestra: pequeñas estructuras con un gran componente de innovación y que desarrollan tecnología para solucionar un problema real. En nuestro caso, para ofrecer una vida mejor y más sana a los pacientes.

]]>

El uso de tecnología ha logrado avances sin precedentes en el campo de la medicina durante los últimos años. Desarrollar una capaz de detectar a distancia si hay algo que no funciona bien en nuestro corazón es una muestra más de lo que se puede lograr cuando estas dos disciplinas colaboran. Idoven es una start-up de cardiología a distancia que ha ganado la fase sectorial de la 13.ª edición de los Premios EmprendedorXXI, que promueve CaixaBank, en la categoría Health. El cardiólogo Manuel Marina es su CEO y nos explica cómo puede ayudar una empresa como Idoven a mejorar tanto el sistema de salud como la vida de las personas.

¿Cómo comenzó la historia de Idoven? ¿Cuál es su actividad?

Idoven nació de la unión de un cardiólogo, un ingeniero y un emprendedor que tuvimos la idea de intentar enseñar cardiología a un software. Así que empezamos a escribir código y a investigar. Cuando vimos que el software de inteligencia artificial era capaz de aprender cardiología, decidimos llevar un producto al mercado.

En Idoven analizamos la actividad eléctrica del corazón (también conocida como electrocardiograma) y empleamos inteligencia artificial para elaborar un diagnóstico médico. Ofrecemos este servicio a hospitales, médicos y empresas que quieran analizar los electrocardiogramas de sus pacientes o empleados. Asimismo, cualquier persona que lo desee puede contratarnos a través de nuestra página web y solicitar nuestros servicios. Ofrecemos estudios que graban el corazón durante distintos periodos de tiempo (24 horas, 7 días y hasta 21 días) para poder llevar a cabo una medicina muy precisa y diagnosticar si ese corazón está bien o, si tiene algún problema, buscar una solución.

La crisis de la COVID-19 ha puesto el sistema de salud bajo un fuerte estrés. ¿Cómo ha afectado esta situación a Idoven en concreto?

La crisis del coronavirus ha puesto en evidencia que el sistema sanitario es un sistema que hay que proteger. También que los médicos no pueden estar dedicando su tiempo a tareas repetitivas en las que aportan poco valor y que, además, una máquina puede hacer mejor.

Ese proceso de automatización que hacemos utilizando inteligencia artificial ha cobrado aún más sentido durante esta crisis. Para hacernos una idea, en nuestra página web entraban entre 2.000 y 3.000 personas al mes y, en cuatro días des del inicio de la pandemia, llegaron a acceder hasta 60.000 personas. Esos visitantes buscaban en webs como la nuestra soluciones de telemedicina, asistencia en remoto o cardiología a distancia, que es lo que nosotros hacemos.

Yo creo que estas soluciones han venido para quedarse, que todos los sistemas de salud del mundo se han dado cuenta de que hay que implantarlas. También que tenemos que hacer desaparecer esas barreras que plantean los hospitales para poder llevar la medicina allí donde esté el paciente, viva donde viva.

¿Qué ventajas pueden aportar soluciones como la que vosotros planteáis para el propio sistema sanitario?

Cada día, unas 800.000 horas de personal médico altamente cualificado se dedican a analizar electrocardiogramas. Nosotros estamos automatizando ese proceso: ayudamos a que ese análisis se efectúe de manera automática para dar soporte a esos médicos y ayudarlos a llegar a un diagnóstico más rápidamente.

Los hospitales nos envían, a través de la nube, los registros de los pacientes, y nosotros los analizamos. Así, reducimos los costes del sistema hospitalario y los tiempos de las listas de espera. Esta es la propuesta de valor clara que ofrecemos a los hospitales.

Para los pacientes, nuestra propuesta consiste en trasladar la medicina allá donde vivan gracias a la cardiología a distancia.

Más allá del contexto hospitalario, ¿en qué otras áreas se puede aplicar vuestra tecnología?

Además de aportar valor a hospitales y pacientes, también lo aportamos a los deportistas. En Idoven analizamos los corazones de las personas que practican deporte, tengan el nivel o la edad que tengan. Sin importar dónde estén localizadas, observamos con detalle el funcionamiento de su corazón, bien porque desean correr una maratón o, simplemente, practicar deporte de forma segura. Iker Casillas, que sufrió un infarto mientras entrenaba, ha visto muy clara esa propuesta de valor, y por eso ha decidido invertir en nuestra compañía.

También podemos analizar a empleados de empresas de cualquier sector, a quienes ofrecemos exámenes de salud.

La utilización de inteligencia artificial es una de las partes más novedosas de vuestra solución. ¿En qué consiste la donación de latidos que habéis puesto en marcha?

La donación de latidos es una de las partes más bonitas de nuestra historia. Nuestros algoritmos de inteligencia artificial aprenden de cada latido, con la ayuda de los cardiólogos e ingenieros que formamos parte del equipo. Mediante ese proceso, la máquina aprende cada vez más cardiología y también a desarrollar una medicina cada vez más precisa.

Gracias a la ayuda de todos los que deciden formar parte de esto voluntariamente y donar latidos reales, esta tecnología podrá, a su vez, ayudar cada vez a más médicos y más pacientes. Cualquier persona puede participar y convertirse así en uno de los primeros donantes de latidos del mundo.

¿Cómo creéis que pueden ayudar vuestros servicios a extender una cultura de la prevención entre la población en general? Y ¿qué impacto puede tener la implantación de esta cultura sobre la sociedad en general?

La medicina busca detectar cada vez de forma más temprana los problemas que pueda tener un paciente en un órgano, como es el caso del corazón. Esto es así porque sabemos que, cuanto antes actuemos sobre un problema, mejor será la evolución del paciente. De hecho, los pacientes que se diagnostican tarde tienen peor pronóstico.

Para prevenir problemas como la (mal llamada) muerte súbita o los infartos, es necesario desarrollar campañas en las que observemos el corazón con mucho detalle, con la ayuda de la tecnología y el big data. Esa gran cantidad de información es la que nos permitirá conseguir una medicina mucho más precisa.

De cara al futuro, ¿cómo será Idoven? ¿Cuáles son vuestros planes?

Queremos llevar esta tecnología a distancia a cualquier parte del planeta. Lo haremos poco a poco: hoy ya diagnosticamos en remoto los corazones de pacientes de países como España, Portugal, Holanda, Bélgica, el Reino Unido, México o Alemania, sin importar en qué parte de esos territorios viven.

Más adelante, queremos llegar a todo el mundo creando esas nubes a las que se podrán conectar hospitales de cualquier país para poder llevar esta cardiología de precisión y a distancia a pacientes de cualquier punto del globo.

¿Qué significa para vosotros haber ganado la fase sectorial de los Premios EmprendedorXXI?

Recibir el Premio EmprendedorXXI ha sido una gran alegría para todo el equipo. Estamos muy agradecidos a CaixaBank, Enisa y el resto de los organizadores de estos premios.

Creo que es un reconocimiento de la necesidad de start-ups como la nuestra: pequeñas estructuras con un gran componente de innovación y que desarrollan tecnología para solucionar un problema real. En nuestro caso, para ofrecer una vida mejor y más sana a los pacientes.

]]>
https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/tenemos-que-llevar-la-medicina-alli-donde-este-el-paciente/feed/ 0
Trucos para utilizar tu móvil de manera saludable https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/trucos-para-utilizar-tu-movil-de-manera-saludable/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/trucos-para-utilizar-tu-movil-de-manera-saludable/#respond Tue, 28 Apr 2020 07:13:34 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=37142

En pleno confinamiento por la pandemia de coronavirus, los smartphones se han convertido prácticamente en extensiones de nuestros cuerpos. Algo natural, si tenemos en cuenta lo tremendamente útiles que nos resultan. Cuánta información nos han facilitado en estos tiempos extraños. Cuántas conversaciones con nuestros seres queridos y reuniones virtuales con nuestros amigos nos han permitido mantener.

Los números dejan bien clara la importancia que han llegado a cobrar estos aparatos en España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística recogidos en su informe España en Cifras 2019, el 98% de los hogares tiene al menos un teléfono móvil. Han desplazado en popularidad a los teléfonos fijos, que ya solo están presentes en tres de cada cuatro (75,8%). Además, el principal tipo de conexión de banda ancha se realiza a través de un smartphone.

Los teléfonos móviles se han convertido en una herramienta imprescindible para millones de ciudadanos confinados en sus casas. Son la ventana que nos facilita nuestras relaciones sociales, nuestro ocio o incluso nuestro trabajo. Nos permiten estar permanentemente conectados con nuestros compañeros, familiares y amigos. Una situación que aporta grandes ventajas, pero que puede convertirse también en un inconveniente. Para evitarlo, debemos aprender a gestionarla.

¿Cómo nos afecta el uso del smartphone?

El uso de smartphones y sus efectos sobre nuestra salud mental es motivo de controversia. Cada vez surgen más estudios que apuntan a ciertos efectos negativos relacionados con el empleo de smartphones. Por ejemplo, se han encontrado correlaciones entre el uso de estos dispositivos y la depresión, los cambios en la memoria y los sentimientos de soledad, aislamiento y ansiedad. Otro estudio realizado sobre encuestas a españoles adultos estima que alrededor del 15,4% de ellos se encontraba en riesgo de desarrollar una adicción al teléfono móvil y el 5,1% se correspondía con usuarios que ya realizaban un uso problemático del mismo.

Incluso se ha estudiado la relación entre el phubbing —la práctica que nos lleva a atender nuestro smartphone e ignorar a la persona que tenemos delante—, la erosión de las relaciones sociales y cierta pérdida de nuestra necesidad básica de pertenencia a un grupo, clave en nuestra propia evolución como especie.

Con todo, algunos expertos advierten que todavía estamos en una etapa muy inicial en el estudio de los efectos que tienen los teléfonos móviles sobre nuestra salud y bienestar. También que el uso que hacemos del móvil es tan diverso que puede afectar de manera distinta a personas diferentes o incluso a la misma persona en distintos momentos de su vida.

En cualquier caso, los usuarios cada vez se muestran más preocupados por la manera en la que esta tecnología puede afectar a su día a día, sus relaciones y su propio bienestar. Especialmente en un momento como el estado de alerta por coronavirus, en el que es habitual utilizarlo a todas horas. Las noticias sobre tecnólogos de Silicon Valley que prohíben a sus hijos utilizar smartphones contribuyen, sin duda, a esta preocupación, aunque no todos ellos apuesten por medidas tan restrictivas. De hecho, muchos optan por establecer ciertas normas y enseñar a los pequeños a relacionarse de manera sana con los dispositivos. Una lección de la que también los adultos deberíamos tomar nota.

Cómo relacionarse con el smartphone de manera sana

¿Significa todo esto que deberíamos tomarnos unas vacaciones del móvil? ¿Que tendríamos que guardarlo en un cajón y olvidarnos de él durante una buena temporada, como si de una dieta detox se tratara?

Todo esto no parece muy realista, especialmente en un momento como este, en el que debemos quedarnos en casa. Es más, lo cierto es que no hay pruebas de que este tipo de estrategias sean efectivas. De hecho, las retiradas del uso del móvil pueden incluso aumentar los niveles de cortisol, la conocida como hormona del estrés.

Esta es la razón por la que cada vez más expertos recomiendan aprender a relacionarse de manera sana con el smartphone en lugar de evitar todo contacto con él. Sería el equivalente a apostar por mejorar nuestros conocimientos en nutrición tecnológica y aplicarlos en lugar de someternos a dietas digitales estrictas surgidas de la nada.

Entre los consejos, destaca el uso de aplicaciones que nos ayuden a conocer mejor el tiempo que pasamos ante la pantalla de nuestro smartphone, como Screen Time de Apple o Action Dash. Esta información nos permitirá establecer después los pasos que debemos seguir para realizar un uso más saludable del teléfono móvil.

Tomar consciencia sobre cómo utilizamos el smartphone y cuántas veces lo consultamos por simple aburrimiento nos ayudará a construir una relación mucho más racional con él. Esto es especialmente importante durante el tiempo en que permaneceremos confinados. En este sentido, la iniciativa Levanta la Cabeza ha desarrollado una herramienta en colaboración con la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción que permite comprobar en cinco minutos si realizamos un uso responsable de la tecnología.

Silenciar o apagar durante ciertos momentos las apps que nos distraen más es una buena idea para retomar el control sobre cuándo consultamos el teléfono móvil. También lo es desactivar notificaciones: de esta manera, elegiremos nosotros el momento en el que leeremos los mensajes que recibamos. En este sentido, Google ha desarrollado un nuevo modo para móviles Android, llamado Focus Mode, que permite pausar ciertas apps durante un periodo de tiempo determinado. Sin duda, una utilidad especialmente positiva en un momento en el que muchos ciudadanos han tenido que recurrir al teletrabajo.

Los expertos también recomiendan realizar una limpieza digital para borrarnos de listas de correo e incluso dejar de seguir cuentas en redes sociales que no nos interesen. Mantener el smartphone alejado de nuestro lugar de descanso y no utilizarlo antes de dormir también es un hábito saludable para nuestro sueño.

Todos estos son ejemplos de hábitos que nos ayudarán a reducir nuestros contactos con el smartphone y, lo que es más importante, a tomar el control sobre este.

]]>

En pleno confinamiento por la pandemia de coronavirus, los smartphones se han convertido prácticamente en extensiones de nuestros cuerpos. Algo natural, si tenemos en cuenta lo tremendamente útiles que nos resultan. Cuánta información nos han facilitado en estos tiempos extraños. Cuántas conversaciones con nuestros seres queridos y reuniones virtuales con nuestros amigos nos han permitido mantener.

Los números dejan bien clara la importancia que han llegado a cobrar estos aparatos en España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística recogidos en su informe España en Cifras 2019, el 98% de los hogares tiene al menos un teléfono móvil. Han desplazado en popularidad a los teléfonos fijos, que ya solo están presentes en tres de cada cuatro (75,8%). Además, el principal tipo de conexión de banda ancha se realiza a través de un smartphone.

Los teléfonos móviles se han convertido en una herramienta imprescindible para millones de ciudadanos confinados en sus casas. Son la ventana que nos facilita nuestras relaciones sociales, nuestro ocio o incluso nuestro trabajo. Nos permiten estar permanentemente conectados con nuestros compañeros, familiares y amigos. Una situación que aporta grandes ventajas, pero que puede convertirse también en un inconveniente. Para evitarlo, debemos aprender a gestionarla.

¿Cómo nos afecta el uso del smartphone?

El uso de smartphones y sus efectos sobre nuestra salud mental es motivo de controversia. Cada vez surgen más estudios que apuntan a ciertos efectos negativos relacionados con el empleo de smartphones. Por ejemplo, se han encontrado correlaciones entre el uso de estos dispositivos y la depresión, los cambios en la memoria y los sentimientos de soledad, aislamiento y ansiedad. Otro estudio realizado sobre encuestas a españoles adultos estima que alrededor del 15,4% de ellos se encontraba en riesgo de desarrollar una adicción al teléfono móvil y el 5,1% se correspondía con usuarios que ya realizaban un uso problemático del mismo.

Incluso se ha estudiado la relación entre el phubbing —la práctica que nos lleva a atender nuestro smartphone e ignorar a la persona que tenemos delante—, la erosión de las relaciones sociales y cierta pérdida de nuestra necesidad básica de pertenencia a un grupo, clave en nuestra propia evolución como especie.

Con todo, algunos expertos advierten que todavía estamos en una etapa muy inicial en el estudio de los efectos que tienen los teléfonos móviles sobre nuestra salud y bienestar. También que el uso que hacemos del móvil es tan diverso que puede afectar de manera distinta a personas diferentes o incluso a la misma persona en distintos momentos de su vida.

En cualquier caso, los usuarios cada vez se muestran más preocupados por la manera en la que esta tecnología puede afectar a su día a día, sus relaciones y su propio bienestar. Especialmente en un momento como el estado de alerta por coronavirus, en el que es habitual utilizarlo a todas horas. Las noticias sobre tecnólogos de Silicon Valley que prohíben a sus hijos utilizar smartphones contribuyen, sin duda, a esta preocupación, aunque no todos ellos apuesten por medidas tan restrictivas. De hecho, muchos optan por establecer ciertas normas y enseñar a los pequeños a relacionarse de manera sana con los dispositivos. Una lección de la que también los adultos deberíamos tomar nota.

Cómo relacionarse con el smartphone de manera sana

¿Significa todo esto que deberíamos tomarnos unas vacaciones del móvil? ¿Que tendríamos que guardarlo en un cajón y olvidarnos de él durante una buena temporada, como si de una dieta detox se tratara?

Todo esto no parece muy realista, especialmente en un momento como este, en el que debemos quedarnos en casa. Es más, lo cierto es que no hay pruebas de que este tipo de estrategias sean efectivas. De hecho, las retiradas del uso del móvil pueden incluso aumentar los niveles de cortisol, la conocida como hormona del estrés.

Esta es la razón por la que cada vez más expertos recomiendan aprender a relacionarse de manera sana con el smartphone en lugar de evitar todo contacto con él. Sería el equivalente a apostar por mejorar nuestros conocimientos en nutrición tecnológica y aplicarlos en lugar de someternos a dietas digitales estrictas surgidas de la nada.

Entre los consejos, destaca el uso de aplicaciones que nos ayuden a conocer mejor el tiempo que pasamos ante la pantalla de nuestro smartphone, como Screen Time de Apple o Action Dash. Esta información nos permitirá establecer después los pasos que debemos seguir para realizar un uso más saludable del teléfono móvil.

Tomar consciencia sobre cómo utilizamos el smartphone y cuántas veces lo consultamos por simple aburrimiento nos ayudará a construir una relación mucho más racional con él. Esto es especialmente importante durante el tiempo en que permaneceremos confinados. En este sentido, la iniciativa Levanta la Cabeza ha desarrollado una herramienta en colaboración con la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción que permite comprobar en cinco minutos si realizamos un uso responsable de la tecnología.

Silenciar o apagar durante ciertos momentos las apps que nos distraen más es una buena idea para retomar el control sobre cuándo consultamos el teléfono móvil. También lo es desactivar notificaciones: de esta manera, elegiremos nosotros el momento en el que leeremos los mensajes que recibamos. En este sentido, Google ha desarrollado un nuevo modo para móviles Android, llamado Focus Mode, que permite pausar ciertas apps durante un periodo de tiempo determinado. Sin duda, una utilidad especialmente positiva en un momento en el que muchos ciudadanos han tenido que recurrir al teletrabajo.

Los expertos también recomiendan realizar una limpieza digital para borrarnos de listas de correo e incluso dejar de seguir cuentas en redes sociales que no nos interesen. Mantener el smartphone alejado de nuestro lugar de descanso y no utilizarlo antes de dormir también es un hábito saludable para nuestro sueño.

Todos estos son ejemplos de hábitos que nos ayudarán a reducir nuestros contactos con el smartphone y, lo que es más importante, a tomar el control sobre este.

]]>
https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/trucos-para-utilizar-tu-movil-de-manera-saludable/feed/ 0
El impacto de los algoritmos en la vida cotidiana: el caso de la NBA https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/el-impacto-de-los-algoritmos-en-la-vida-cotidiana-el-caso-de-la-nba/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/el-impacto-de-los-algoritmos-en-la-vida-cotidiana-el-caso-de-la-nba/#respond Wed, 03 Jul 2019 11:13:59 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=33000

En 2018, el baloncesto se convirtió en el segundo deporte más seguido en Estados Unidos, superando al béisbol y por detrás del fútbol americano. Este incremento de popularidad, que impulsó al baloncesto desde la tercera posición que había mantenido durante más de diez años, viene del reciente entusiasmo de los jóvenes por la liga universitaria y, también, de la proyección del baloncesto en todo el mundo. A diferencia de lo que ocurre con el fútbol americano, el baloncesto de la NBA ha traspasado fronteras y cada vez tiene más adeptos en Europa. Una parte de ese éxito es consecuencia también del uso de los algoritmos para elaborar el calendario de las competiciones de baloncesto en Estados Unidos.

Las cifras de audiencia televisiva de los partidos de baloncesto muestran una tendencia al alza durante los últimos tres años, que empezó a materializarse en 2017, aunque se trata de cifras que todavía están lejos de las que alcanzó la Superbowl en ese mismo año.

En 2017, la March Madness de la NCAA (National College Athletic Association), la competición más importante de la liga universitaria, llegó a sumar 97 millones de espectadores. Por lo que respecta a la liga profesional, la final de la NBA ─que enfrentó a los Golden State Warriors con los Cleveland Cavaliers─ alcanzó una audiencia media de 19,3 millones de espectadores, cifra nada desdeñable. Las altísimas cuotas de audiencia hacen que los calendarios de temporada cada vez sean más importantes, pues tienen que ofrecer la máxima rentabilidad a los equipos y facilidades a los espectadores. Se suma, además, otro factor: la importancia de la audiencia europea, que crece año tras año.

¿Cuáles son los elementos que se tienen en cuenta para confeccionar estos calendarios? ¿Cuáles son las variables consideradas y cómo se cuadra todo para que el éxito del baloncesto aumente? La respuesta a estas preguntas la encontraremos en las matemáticas.

Matemáticas para confeccionar el calendario de partidos de la NBA

Confeccionar el calendario de partidos es una tarea complicada. Y es que, a diferencia de las ligas europeas, en las que los encuentros deportivos se programan casi siempre durante el fin de semana, en la liga norteamericana hay que tener en cuenta multitud de variables. El primero en identificarlas fue Matt Winnick, vicepresidente de la NBA durante 30 años y responsable de la configuración del calendario hasta la temporada 2015-2016. Para facilitar dicha tarea, el equipo de Winnick creó un algoritmo informático, que tenía en cuenta los siguientes parámetros

1. Estadios disponibles: a diferencia de lo que ocurre en Europa, en Estados Unidos los estadios no están siempre disponibles. Estos se comparten entre diversos clubs y disciplinas, por lo que los equipos deben enviar sus calendarios con mucha antelación.

2. Duración de la competición: la temporada norteamericana dura seis meses, durante los cuales cada equipo debe jugar 82 partidos en total (suman en conjunto 1.230 partidos). Este elevado número de enfrentamientos se reparte entre los que juega cada equipo en su propia división (la NBA reparte sus equipos en seis divisiones, tres en la conferencia de la Costa Este y tres más en la de la Oeste) y los que juega contra equipos de la otra conferencia.

3. Evitar el back-to-back, o lo que es lo mismo, jugar dos partidos, uno de ida y el otro de vuelta, en días contiguos. Con el algoritmo se intenta reducir los back-to-back al máximo.

4. Tener en cuenta la audiencia europea: los partidos se suelen jugar en jueves, viernes y domingo. Los de los domingos se acostumbran a jugar al mediodía para hacerlos compatibles con el horario europeo.

5. Respetar las preferencias de cada equipo: cada equipo puede elegir tres fechas en las que le interesaría jugar, aunque no puede decidir el rival.

6. Evitar jugar cuatro partidos en cinco días: tiene que haber un descanso de tres días entre partidos.

7. Evitar que los partidos coincidan con fechas de celebraciones importantes o con otros eventos deportivos, como la Superbowl, especialmente las finales.

En 2016, Tom Carelli y su equipo recogieron el testigo de Winnick, incorporando algunas novedades al algoritmo respecto al usado en la temporada 2015-2016. Gracias a estos cambios, en la temporada 2018-2019 se ha logrado la tasa más baja de partidos back-to-back de la historia (14,4 respecto a los 19,3 de 2015), y por primera vez se respeta el tiempo de descanso entre partidos.

 

El caso de la NBA refleja que el uso de algoritmos puede contribuir a mejorar situaciones a priori complejas y se está convirtiendo en una práctica que progresivamente se está extendiendo a otros sectores.

]]>

En 2018, el baloncesto se convirtió en el segundo deporte más seguido en Estados Unidos, superando al béisbol y por detrás del fútbol americano. Este incremento de popularidad, que impulsó al baloncesto desde la tercera posición que había mantenido durante más de diez años, viene del reciente entusiasmo de los jóvenes por la liga universitaria y, también, de la proyección del baloncesto en todo el mundo. A diferencia de lo que ocurre con el fútbol americano, el baloncesto de la NBA ha traspasado fronteras y cada vez tiene más adeptos en Europa. Una parte de ese éxito es consecuencia también del uso de los algoritmos para elaborar el calendario de las competiciones de baloncesto en Estados Unidos.

Las cifras de audiencia televisiva de los partidos de baloncesto muestran una tendencia al alza durante los últimos tres años, que empezó a materializarse en 2017, aunque se trata de cifras que todavía están lejos de las que alcanzó la Superbowl en ese mismo año.

En 2017, la March Madness de la NCAA (National College Athletic Association), la competición más importante de la liga universitaria, llegó a sumar 97 millones de espectadores. Por lo que respecta a la liga profesional, la final de la NBA ─que enfrentó a los Golden State Warriors con los Cleveland Cavaliers─ alcanzó una audiencia media de 19,3 millones de espectadores, cifra nada desdeñable. Las altísimas cuotas de audiencia hacen que los calendarios de temporada cada vez sean más importantes, pues tienen que ofrecer la máxima rentabilidad a los equipos y facilidades a los espectadores. Se suma, además, otro factor: la importancia de la audiencia europea, que crece año tras año.

¿Cuáles son los elementos que se tienen en cuenta para confeccionar estos calendarios? ¿Cuáles son las variables consideradas y cómo se cuadra todo para que el éxito del baloncesto aumente? La respuesta a estas preguntas la encontraremos en las matemáticas.

Matemáticas para confeccionar el calendario de partidos de la NBA

Confeccionar el calendario de partidos es una tarea complicada. Y es que, a diferencia de las ligas europeas, en las que los encuentros deportivos se programan casi siempre durante el fin de semana, en la liga norteamericana hay que tener en cuenta multitud de variables. El primero en identificarlas fue Matt Winnick, vicepresidente de la NBA durante 30 años y responsable de la configuración del calendario hasta la temporada 2015-2016. Para facilitar dicha tarea, el equipo de Winnick creó un algoritmo informático, que tenía en cuenta los siguientes parámetros

1. Estadios disponibles: a diferencia de lo que ocurre en Europa, en Estados Unidos los estadios no están siempre disponibles. Estos se comparten entre diversos clubs y disciplinas, por lo que los equipos deben enviar sus calendarios con mucha antelación.

2. Duración de la competición: la temporada norteamericana dura seis meses, durante los cuales cada equipo debe jugar 82 partidos en total (suman en conjunto 1.230 partidos). Este elevado número de enfrentamientos se reparte entre los que juega cada equipo en su propia división (la NBA reparte sus equipos en seis divisiones, tres en la conferencia de la Costa Este y tres más en la de la Oeste) y los que juega contra equipos de la otra conferencia.

3. Evitar el back-to-back, o lo que es lo mismo, jugar dos partidos, uno de ida y el otro de vuelta, en días contiguos. Con el algoritmo se intenta reducir los back-to-back al máximo.

4. Tener en cuenta la audiencia europea: los partidos se suelen jugar en jueves, viernes y domingo. Los de los domingos se acostumbran a jugar al mediodía para hacerlos compatibles con el horario europeo.

5. Respetar las preferencias de cada equipo: cada equipo puede elegir tres fechas en las que le interesaría jugar, aunque no puede decidir el rival.

6. Evitar jugar cuatro partidos en cinco días: tiene que haber un descanso de tres días entre partidos.

7. Evitar que los partidos coincidan con fechas de celebraciones importantes o con otros eventos deportivos, como la Superbowl, especialmente las finales.

En 2016, Tom Carelli y su equipo recogieron el testigo de Winnick, incorporando algunas novedades al algoritmo respecto al usado en la temporada 2015-2016. Gracias a estos cambios, en la temporada 2018-2019 se ha logrado la tasa más baja de partidos back-to-back de la historia (14,4 respecto a los 19,3 de 2015), y por primera vez se respeta el tiempo de descanso entre partidos.

 

El caso de la NBA refleja que el uso de algoritmos puede contribuir a mejorar situaciones a priori complejas y se está convirtiendo en una práctica que progresivamente se está extendiendo a otros sectores.

]]>
https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/el-impacto-de-los-algoritmos-en-la-vida-cotidiana-el-caso-de-la-nba/feed/ 0
Correr con los compañeros de trabajo, de las causas solidarias a la construcción de equipos https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/correr-con-los-companeros-de-trabajo-de-las-causas-solidarias-la-construccion-de-equipos/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/correr-con-los-companeros-de-trabajo-de-las-causas-solidarias-la-construccion-de-equipos/#respond Wed, 29 May 2019 08:48:49 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=32166

Deporte, salud y trabajo. Las empresas españolas apuestan cada vez más por ofrecer a sus empleados la posibilidad de practicar alguna actividad física compartida dentro o fuera del horario laboral.

Estas iniciativas mejoran la salud de los empleados, pero también sirven para establecer un tipo de lazos entre las personas que solo se crean cuando se realiza conjuntamente una actividad con la finalidad de conseguir un objetivo común. Además, estas prácticas proporcionan a los trabajadores la posibilidad de relacionarse en un contexto más informal y distendido, fomentando así un sentimiento de pertenencia a la empresa. 

Entre estas actividades compartidas, el running destaca como una de las más habituales por dos razones: no es necesario un espacio específico para practicarlo y el material básico para su desarrollo es mínimo. Además, resulta idóneo también por los valores que promueve: el esfuerzo, la perseverancia y el afán de superación personal que se encuentran en el ADN de muchas compañías.

La idea de unir deporte con empresa surgió en los Estados Unidos y es relativamente reciente. Poco a poco se ha ido convirtiendo en uno de los binomios más característicos de un país donde la filosofía Great Place to Work está muy arraigada. Según un estudio de la Universidad de Harvard, la inversión de las empresas en actividades deportivas compartidas para sus empleados tiene un claro retorno en dos áreas fundamentales como son la reducción de los costes médicos (por cada dólar gastado se estima que la empresa ahorra 3,27) y la reducción del absentismo laboral.

En España, conciliar la práctica del deporte con la vida laboral sigue siendo poco habitual. Según un estudio realizado por Vivaz-Línea Directa Aseguradora sobre el sedentarismo en nuestro país, el 60 % de los españoles entre 18 y 65 años admite no practicar deporte con regularidad. De entre ellos, el 23 % no realiza ninguna actividad física. La falta de motivación y la alta carga de trabajo son las excusas más habituales esgrimidas por los encuestados para justificar esta actitud.

El deporte ayuda a las personas a gestionar mejor las cargas de trabajo, a manejar el estrés y a reforzar la confianza en sí mismas. Beneficios, todos ellos, que hacen mejorar la productividad de un trabajador cuando practica deporte.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Clubs de running: solidaridad y construcción de equipos

Algunas empresas han creado clubs de running para fomentar la carrera entre sus empleados. Los trabajadores pueden inscribirse y conseguir una serie de ventajas. Los clubs ofrecen rutinas de entrenamiento (en muchos de ellos se proponen dos turnos para correr: al mediodía y al finalizar la jornada laboral) y otros servicios como entrenadores, consejos de nutrición y descuentos en la compra de materiales. También ofrecen un acceso más económico a determinadas instalaciones deportivas. Los fines de semana, los corredores de estos clubs tienen la posibilidad de participar conjuntamente en competiciones como, por ejemplo, la Carrera de las Empresas de Madrid, entre otras.

Pero no todas las iniciativas relacionadas con el running laboral corren a cuenta del empresario. Muchas veces son los trabajadores los que crean grupos para practicar deporte cuando finalizan su jornada laboral. La responsabilidad personal que acarrea formar parte de uno de estos equipos les hace más disciplinados y comprometidos. Algunos de estos grupos informales surgen para recaudar dinero y dar visibilidad social a favor de algunas causas solidarias.

El running también es el protagonista de las actividades de construcción de equipos de las empresas. Se trata de experiencias que tienen como objetivo estrechar los vínculos entre los trabajadores. Estas actividades se organizan fuera del entorno laboral habitual y ayudan a los miembros de una compañía a establecer relaciones y sinergias que después les ayudarán a mejorar su rendimiento dentro de la empresa y su sentimiento de pertenencia al grupo.

Algunas acciones especialmente interesantes fusionan los conceptos de solidaridad, compromiso social y construcción de equipos. Es el caso del llamado Challenge Interempresas, que organiza desde hace 7 años la ONG Acción contra el Hambre con la colaboración de la Obra Social “la Caixa”. La iniciativa tiene como objetivo luchar contra la desnutrición infantil en el ámbito mundial incentivando la colaboración entre las personas y fomentando la salud y el deporte. Cuando participa en esta construcción de equipos en forma de competición, cada empresa entrega 10 euros a la ONG por cada kilómetro recorrido y por cada uno de los trabajadores que se inscriben. Esta pequeña aportación hace posible que un niño con desnutrición aguda reciba 10 días de tratamiento nutricional terapéutico. El Challenge recorre puntualmente varias ciudades de la península como Barcelona, Valencia o Madrid.

Mediante el apoyo a otras muchas carreras populares de este tipo, CaixaBank también genera entre sus empleados un sentimiento de pertenencia y fomenta hábitos saludables. Más de 11.000 trabajadores se han inscrito en el programa #RunnersCaixaBank y la entidad ha patrocinado 47 carreras populares de este tipo en España durante 2018, siempre en colaboración con el territorio de influencia.

]]>

Deporte, salud y trabajo. Las empresas españolas apuestan cada vez más por ofrecer a sus empleados la posibilidad de practicar alguna actividad física compartida dentro o fuera del horario laboral.

Estas iniciativas mejoran la salud de los empleados, pero también sirven para establecer un tipo de lazos entre las personas que solo se crean cuando se realiza conjuntamente una actividad con la finalidad de conseguir un objetivo común. Además, estas prácticas proporcionan a los trabajadores la posibilidad de relacionarse en un contexto más informal y distendido, fomentando así un sentimiento de pertenencia a la empresa. 

Entre estas actividades compartidas, el running destaca como una de las más habituales por dos razones: no es necesario un espacio específico para practicarlo y el material básico para su desarrollo es mínimo. Además, resulta idóneo también por los valores que promueve: el esfuerzo, la perseverancia y el afán de superación personal que se encuentran en el ADN de muchas compañías.

La idea de unir deporte con empresa surgió en los Estados Unidos y es relativamente reciente. Poco a poco se ha ido convirtiendo en uno de los binomios más característicos de un país donde la filosofía Great Place to Work está muy arraigada. Según un estudio de la Universidad de Harvard, la inversión de las empresas en actividades deportivas compartidas para sus empleados tiene un claro retorno en dos áreas fundamentales como son la reducción de los costes médicos (por cada dólar gastado se estima que la empresa ahorra 3,27) y la reducción del absentismo laboral.

En España, conciliar la práctica del deporte con la vida laboral sigue siendo poco habitual. Según un estudio realizado por Vivaz-Línea Directa Aseguradora sobre el sedentarismo en nuestro país, el 60 % de los españoles entre 18 y 65 años admite no practicar deporte con regularidad. De entre ellos, el 23 % no realiza ninguna actividad física. La falta de motivación y la alta carga de trabajo son las excusas más habituales esgrimidas por los encuestados para justificar esta actitud.

El deporte ayuda a las personas a gestionar mejor las cargas de trabajo, a manejar el estrés y a reforzar la confianza en sí mismas. Beneficios, todos ellos, que hacen mejorar la productividad de un trabajador cuando practica deporte.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Clubs de running: solidaridad y construcción de equipos

Algunas empresas han creado clubs de running para fomentar la carrera entre sus empleados. Los trabajadores pueden inscribirse y conseguir una serie de ventajas. Los clubs ofrecen rutinas de entrenamiento (en muchos de ellos se proponen dos turnos para correr: al mediodía y al finalizar la jornada laboral) y otros servicios como entrenadores, consejos de nutrición y descuentos en la compra de materiales. También ofrecen un acceso más económico a determinadas instalaciones deportivas. Los fines de semana, los corredores de estos clubs tienen la posibilidad de participar conjuntamente en competiciones como, por ejemplo, la Carrera de las Empresas de Madrid, entre otras.

Pero no todas las iniciativas relacionadas con el running laboral corren a cuenta del empresario. Muchas veces son los trabajadores los que crean grupos para practicar deporte cuando finalizan su jornada laboral. La responsabilidad personal que acarrea formar parte de uno de estos equipos les hace más disciplinados y comprometidos. Algunos de estos grupos informales surgen para recaudar dinero y dar visibilidad social a favor de algunas causas solidarias.

El running también es el protagonista de las actividades de construcción de equipos de las empresas. Se trata de experiencias que tienen como objetivo estrechar los vínculos entre los trabajadores. Estas actividades se organizan fuera del entorno laboral habitual y ayudan a los miembros de una compañía a establecer relaciones y sinergias que después les ayudarán a mejorar su rendimiento dentro de la empresa y su sentimiento de pertenencia al grupo.

Algunas acciones especialmente interesantes fusionan los conceptos de solidaridad, compromiso social y construcción de equipos. Es el caso del llamado Challenge Interempresas, que organiza desde hace 7 años la ONG Acción contra el Hambre con la colaboración de la Obra Social “la Caixa”. La iniciativa tiene como objetivo luchar contra la desnutrición infantil en el ámbito mundial incentivando la colaboración entre las personas y fomentando la salud y el deporte. Cuando participa en esta construcción de equipos en forma de competición, cada empresa entrega 10 euros a la ONG por cada kilómetro recorrido y por cada uno de los trabajadores que se inscriben. Esta pequeña aportación hace posible que un niño con desnutrición aguda reciba 10 días de tratamiento nutricional terapéutico. El Challenge recorre puntualmente varias ciudades de la península como Barcelona, Valencia o Madrid.

Mediante el apoyo a otras muchas carreras populares de este tipo, CaixaBank también genera entre sus empleados un sentimiento de pertenencia y fomenta hábitos saludables. Más de 11.000 trabajadores se han inscrito en el programa #RunnersCaixaBank y la entidad ha patrocinado 47 carreras populares de este tipo en España durante 2018, siempre en colaboración con el territorio de influencia.

]]>
https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/correr-con-los-companeros-de-trabajo-de-las-causas-solidarias-la-construccion-de-equipos/feed/ 0
Recorridos para corredores: cómo descubrir una nueva ciudad https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/recorridos-para-corredores-como-descubrir-una-nueva-ciudad/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/recorridos-para-corredores-como-descubrir-una-nueva-ciudad/#respond Wed, 21 Nov 2018 16:39:54 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=27852

Primero se llamó correr. Luego fue footing. Y ahora lo conocemos como running. Siempre se ha practicado este deporte, pero, desde hace unos años, parece que está de moda. Según la última Encuesta de Hábitos Deportivos en España, un 30,4 % de los españoles salen a correr para hacer ejercicio. Esta modalidad deportiva se sitúa en cuarto lugar, por detrás del ciclismo, la natación y el senderismo o montañismo.

Y no es para menos. Se trata de una actividad fácil, económica y que aporta muchos beneficios al cuerpo. Cuando corremos, liberamos endorfinas, calmamos la ansiedad y reducimos el estrés. Además, mejora nuestra autoestima, nos sentimos más activos y con más energía. Tanto la Organización Mundial de la Salud como las autoridades sanitarias nacionales recomiendan el ejercicio como uno de los principales elementos de la medicina preventiva, siempre que se haga con mesura y teniendo en cuenta una serie de precauciones para no convertirlo en un peligro ni en una obsesión.

Descubrir la ciudad corriendo

Correr con moderación es bueno para la salud, pero no solo eso. Tiene otros «efectos secundarios» beneficiosos que pocos valoran. Cuando practicamos running, no dejamos de recorrer la ciudad y sus parques, pasar por calles por las que no transitamos habitualmente, coincidir con vecinos… todo son ventajas.

Practicar este deporte al aire libre es una oportunidad para redescubrir la ciudad donde vivimos. Solo hay que proponerse un recorrido diferente cada día que nos permita explorar otros caminos. Esto podría considerarse hacer turismo local. Además, nos podemos ayudar de la aplicación Sports Tracker, que dispone de mapas para escoger una ruta y descubrir nuevos rincones de cientos de ciudades.

Es cierto que casi siempre hacemos turismo deprisa, para ver el máximo número de sitios en el mínimo tiempo posible. Pero eso no es correr, eso es ir rápido. Correr es calzarse las zapatillas y el atuendo para sudar y lanzarse a las calles para seguir un circuito inventado que nos facilite conocer la ciudad de una manera diferente. Muchos ya viajan con las zapatillas en la maleta para salir a correr allí donde van. Incluso, con tours organizados.

El running nació en Londres y Nueva York y más tarde se exportó al resto de capitales del mundo. Ahora se pueden contratar tours para visitar ciudades como Roma, Lisboa, Tokio, Berlín o París. ¿Te imaginas correr desde la Torre Eiffel hasta el Arco de Triunfo? Esos dos kilómetros son imprescindibles en la ruta del guía que acompaña al grupo en la Ciudad de la Luz.

Hacer turismo corriendo es una forma diferente de visitar los rincones más famosos de la ciudad y de descubrir nuevos lugares, convivir con la población local, adentrarse en frondosos parques escondidos, conocer otras costumbres y, en definitiva, vivir como un vecino más.

Aquellas almas libres que se sienten más a gusto en solitario, siempre pueden hacerlo sin contratar los servicios de un tour con guía. Para ello, un buen aliado puede ser la aplicación Runnin City, ya que permite descubrir más de 150 ciudades de todo el mundo por nuestra cuenta.

Cabe indicar que siempre es importante tener en cuenta ciertos consejos antes de salir a correr:

  • Llevar un mapa. Ahora todos los móviles disponen de una buena aplicación que puede ayudarnos a seguir nuestro camino. Y si no, podemos descargarnos la app Runtastic, que facilita la conexión con Google Maps para mostrar nuestro recorrido.
  • Preparar una ruta asequible con pequeños retos para ir alcanzándolos conforme avanza la carrera. Siempre podemos preguntar a conocidos cuál es el mejor itinerario o rastrear foros de Internet. Una aplicación muy interesante para conocer las rutas más populares de la zona donde vamos es iMapMyRun.
  • Salir de día, con suficiente luz.
  • Circular por calles transitadas.
  • Llevar la cámara. ¡Estamos haciendo turismo!

Los maratones como excusa

Mucha gente viaja para practicar deporte: va a esquiar a la nieve, hace senderismo en los volcanes, surfea en las playas, desciende los ríos en kayak… Pero existe otra opción que vincula el turismo con el deporte que consiste en escoger los destinos que se quieren descubrir en función de la ciudad dónde se celebra un maratón o una carrera popular. Y participar en ellos, lógicamente. Este otoño presenta algunas propuestas interesantes, en este sentido.

Por ejemplo, en Barcelona, el 25 de noviembre de 2018 se celebra la 95 edición de la mítica Jean Bouin, competición que permite a los participantes recorrer las calles de la Ciudad Condal. Se proponen dos recorridos de cinco y diez kilómetros que ofrecen otra perspectiva tanto la montaña de Montjuïc como de la Gran Vía, la fachada litoral y el parque de la Ciutadella. Se trata de una de las carreras populares más antiguas, que acoge tanto a deportistas federados como aficionados.

El 2 de diciembre de 2018 se celebrará el Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP y el 10K Valencia Trinidad Alfonso. Esos días, la Ciudad de la Artes y las Ciencias se convierte en el centro de la fiesta del deporte. Además, en esta edición se apuesta firmemente por la integración, ya que se incluyen cuatro categorías para que puedan inscribirse en la carrera personas con discapacidad —en silla de ruedas, discapacidad funcional, sensorial o intelectual— gracias a la colaboración de la Obra Social “la Caixa” y de la Federació d’Esports Adaptats de la Comunitat Valenciana (FESA).

Para que el running sea una actividad saludable, y no un peligro, conviene tomar precauciones. A partir de cierta edad, es recomendable hacer una prueba de esfuerzo antes de ponerse a correr regularmente. Y una vez que empecemos, es importante adecuar el ritmo y la intensidad a nuestras posibilidades reales. Los expertos dan un consejo muy práctico y fácil: correr de manera que, en todo momento, podamos mantener el habla mientras lo hacemos. En el punto en que hablar mientras corremos nos ahoga la voz, es el momento de bajar el ritmo. Así no pararemos nunca.

]]>

Primero se llamó correr. Luego fue footing. Y ahora lo conocemos como running. Siempre se ha practicado este deporte, pero, desde hace unos años, parece que está de moda. Según la última Encuesta de Hábitos Deportivos en España, un 30,4 % de los españoles salen a correr para hacer ejercicio. Esta modalidad deportiva se sitúa en cuarto lugar, por detrás del ciclismo, la natación y el senderismo o montañismo.

Y no es para menos. Se trata de una actividad fácil, económica y que aporta muchos beneficios al cuerpo. Cuando corremos, liberamos endorfinas, calmamos la ansiedad y reducimos el estrés. Además, mejora nuestra autoestima, nos sentimos más activos y con más energía. Tanto la Organización Mundial de la Salud como las autoridades sanitarias nacionales recomiendan el ejercicio como uno de los principales elementos de la medicina preventiva, siempre que se haga con mesura y teniendo en cuenta una serie de precauciones para no convertirlo en un peligro ni en una obsesión.

Descubrir la ciudad corriendo

Correr con moderación es bueno para la salud, pero no solo eso. Tiene otros «efectos secundarios» beneficiosos que pocos valoran. Cuando practicamos running, no dejamos de recorrer la ciudad y sus parques, pasar por calles por las que no transitamos habitualmente, coincidir con vecinos… todo son ventajas.

Practicar este deporte al aire libre es una oportunidad para redescubrir la ciudad donde vivimos. Solo hay que proponerse un recorrido diferente cada día que nos permita explorar otros caminos. Esto podría considerarse hacer turismo local. Además, nos podemos ayudar de la aplicación Sports Tracker, que dispone de mapas para escoger una ruta y descubrir nuevos rincones de cientos de ciudades.

Es cierto que casi siempre hacemos turismo deprisa, para ver el máximo número de sitios en el mínimo tiempo posible. Pero eso no es correr, eso es ir rápido. Correr es calzarse las zapatillas y el atuendo para sudar y lanzarse a las calles para seguir un circuito inventado que nos facilite conocer la ciudad de una manera diferente. Muchos ya viajan con las zapatillas en la maleta para salir a correr allí donde van. Incluso, con tours organizados.

El running nació en Londres y Nueva York y más tarde se exportó al resto de capitales del mundo. Ahora se pueden contratar tours para visitar ciudades como Roma, Lisboa, Tokio, Berlín o París. ¿Te imaginas correr desde la Torre Eiffel hasta el Arco de Triunfo? Esos dos kilómetros son imprescindibles en la ruta del guía que acompaña al grupo en la Ciudad de la Luz.

Hacer turismo corriendo es una forma diferente de visitar los rincones más famosos de la ciudad y de descubrir nuevos lugares, convivir con la población local, adentrarse en frondosos parques escondidos, conocer otras costumbres y, en definitiva, vivir como un vecino más.

Aquellas almas libres que se sienten más a gusto en solitario, siempre pueden hacerlo sin contratar los servicios de un tour con guía. Para ello, un buen aliado puede ser la aplicación Runnin City, ya que permite descubrir más de 150 ciudades de todo el mundo por nuestra cuenta.

Cabe indicar que siempre es importante tener en cuenta ciertos consejos antes de salir a correr:

  • Llevar un mapa. Ahora todos los móviles disponen de una buena aplicación que puede ayudarnos a seguir nuestro camino. Y si no, podemos descargarnos la app Runtastic, que facilita la conexión con Google Maps para mostrar nuestro recorrido.
  • Preparar una ruta asequible con pequeños retos para ir alcanzándolos conforme avanza la carrera. Siempre podemos preguntar a conocidos cuál es el mejor itinerario o rastrear foros de Internet. Una aplicación muy interesante para conocer las rutas más populares de la zona donde vamos es iMapMyRun.
  • Salir de día, con suficiente luz.
  • Circular por calles transitadas.
  • Llevar la cámara. ¡Estamos haciendo turismo!

Los maratones como excusa

Mucha gente viaja para practicar deporte: va a esquiar a la nieve, hace senderismo en los volcanes, surfea en las playas, desciende los ríos en kayak… Pero existe otra opción que vincula el turismo con el deporte que consiste en escoger los destinos que se quieren descubrir en función de la ciudad dónde se celebra un maratón o una carrera popular. Y participar en ellos, lógicamente. Este otoño presenta algunas propuestas interesantes, en este sentido.

Por ejemplo, en Barcelona, el 25 de noviembre de 2018 se celebra la 95 edición de la mítica Jean Bouin, competición que permite a los participantes recorrer las calles de la Ciudad Condal. Se proponen dos recorridos de cinco y diez kilómetros que ofrecen otra perspectiva tanto la montaña de Montjuïc como de la Gran Vía, la fachada litoral y el parque de la Ciutadella. Se trata de una de las carreras populares más antiguas, que acoge tanto a deportistas federados como aficionados.

El 2 de diciembre de 2018 se celebrará el Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP y el 10K Valencia Trinidad Alfonso. Esos días, la Ciudad de la Artes y las Ciencias se convierte en el centro de la fiesta del deporte. Además, en esta edición se apuesta firmemente por la integración, ya que se incluyen cuatro categorías para que puedan inscribirse en la carrera personas con discapacidad —en silla de ruedas, discapacidad funcional, sensorial o intelectual— gracias a la colaboración de la Obra Social “la Caixa” y de la Federació d’Esports Adaptats de la Comunitat Valenciana (FESA).

Para que el running sea una actividad saludable, y no un peligro, conviene tomar precauciones. A partir de cierta edad, es recomendable hacer una prueba de esfuerzo antes de ponerse a correr regularmente. Y una vez que empecemos, es importante adecuar el ritmo y la intensidad a nuestras posibilidades reales. Los expertos dan un consejo muy práctico y fácil: correr de manera que, en todo momento, podamos mantener el habla mientras lo hacemos. En el punto en que hablar mientras corremos nos ahoga la voz, es el momento de bajar el ritmo. Así no pararemos nunca.

]]>
https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/recorridos-para-corredores-como-descubrir-una-nueva-ciudad/feed/ 0