A la hora de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), a los que se han comprometido países de todo el mundo para cuidar el futuro del planeta y de sus habitantes, resulta indispensable dar una segunda vida a los objetos y materiales. Reutilizarlos cuando sea posible para alargar su vida útil y, cuando sea imposible, reciclarlos de forma adecuada para que sus componentes puedan servir de base para futuras aplicaciones. En otras palabras, fomentar la economía circular.
En los últimos años se han visto todo tipo de innovaciones en esta línea: carreteras construidas usando neumáticos triturados como material para el asfalto, tecnología fabricada con componentes 100 % reciclados, tarjetas de crédito biodegradables o ropa de tenis fabricada con hilo procedente del reciclaje de cuerdas de raqueta. Así está cambiando la industria.