Estrategias para ir a la compra (y ahorrar en el intento)

¿Cómo ahorrar en la compra? Revisar, comparar, buscar, descartar ofertas… Con estas ocho estrategias, podrás ir al supermercado buscando maximizar el ahorro.

Estas son las ofertas más frecuentes de los supermercados, que ayudan a ahorrar en la compra. Por ejemplo, una oferta de 3×2 implica un ahorro efectivo del 33 %. Obviamente, las mejores ofertas son menos visibles o solo aparecen ante liquidaciones. Quizá esta tabla pueda ayudarte a encontrarlas:

Un día acudimos a un comercio y vemos que dispone de una muy buena oferta (2×1) en algún producto envasado de larga duración. Elementos como las conservas, por ejemplo, duran años almacenados. Esto significa que su compra en la actualidad, si se dispone de un lugar en el que ubicarlos para su posterior consumo, es muy inteligente.

Es en estos momentos de oferta cuando es más conveniente hacer acopio de este tipo de productos, que incluyen imperecederos como papel de cocina o los productos de limpieza, artículos de larga duración como el aceite e incluso algunos congelados que aguantan mucho tiempo. Una compra a 2×1 implicará no pagar por la mitad de lo comprado; una 3×2, ahorrar un tercio.

La situación de oferta anterior aporta algunas ventajas para la compra de productos que almacenar. Por ejemplo, pasta de dientes, detergente de lavadora o pastillas para el lavavajillas. Cuando bajan mucho de precio, especialmente en ofertas flash de corta duración, quizá merezca la pena no solo comprar para una unidad familiar, sino también para la familia extendida.

Esto es particularmente útil si se vive cerca o si se acude habitualmente a diferentes puntos de venta. Por ejemplo, si tus padres van a una cadena de supermercados y tú a otra, puede ser interesante adquirir en cada punto lo que más barato resulte, y luego quedar algún día de la semana para intercambiar esos productos. Eso sí, hay que hacerlo vigilando el precio por unidad, un básico para saber cómo ahorrar en la compra y con el que no siempre estamos familiarizados.

El precio unitario de los productos es, sin lugar a dudas, la forma más fiable de comprender el precio de los productos. ¿Qué es eso del precio unitario? Se trata del precio reflejado por unidad de producto —kilogramos, litros o unidades—.

Veámoslo con varios ejemplos de precios reales: un comercio tiene botellas de un litro de aceite a 5 euros, garrafas de 5 litros a 24 euros y garrafas de 8 litros a 36,8 euros. ¿Qué envase es el más barato? Aparentemente, el más pequeño. Pero ¿y el precio por litro? Pues resulta que el formato más asequible a largo plazo —y que permite ahorrar más en la compra— es el más grande:

• Envase de 1 l: sale a 5 euros/litro.
• Envase de 5 l: sale a 4,8 euros/litro.
• Envase de 8 l: sale a 4,6 euros/litro.

Conviene tener cuidado porque las ofertas no aparecen únicamente en productos saludables. Que algo esté barato no implica que sea inteligente adquirirlo. Aplicaciones como Yuka (Android e iOS) permiten leer la calidad del producto, lo que puede evitar aquellos que no son del todo sanos.

Además de evitar productos no saludables, conviene evitar comprar en oferta productos que se pondrán malos antes de su consumo. El desperdicio alimentario supone un sobrecoste para las familias. Según los datos del informe Desperdicio alimentario en los hogares (2021), se sabe que las familias desperdiciaron ese año unos 1.245 millones de kilos o litros: 70 kilogramos o litros por español.

No todos los puntos de venta tienen los mismos precios. En España existe bastante competencia al respecto, sobre todo en las ciudades más grandes, y conviene saber dónde resulta más asequible adquirir algo. Eso sí, es necesario tener en cuenta los costes económicos y medioambientales que puede suponer en ocasiones desplazarse hasta el supermercado más barato.

También merece la pena considerar alternativas a los comercios tradicionales. Durante los últimos años, cadenas nuevas como Sqrups!, PrimaPrix o Dealz se han abierto paso. El modelo de estas tiendas consiste en adquirir grandes excedentes de fabricación, liquidaciones de stocks, sobreproducciones, finales de temporada o productos destinados a promociones, entre otros, de manera que es frecuente encontrar ofertas del 70 %.

Todos estos son ejemplos que pueden contribuir definitivamente a minimizar los efectos de la inflación sobre la economía doméstica. Comprar de manera más inteligente es posible si se sabe cómo hacerlo.