Hay quien asegura que es innato y quien sostiene que solo el tiempo permite aprenderlo. Lo han ejercido emperadores, amas de casa, empresarios e incluso obreros. Sea como sea, el liderazgo, esa cualidad que permite a una persona guiar a otras para conseguir un objetivo, es esencial en la gran mayoría de las empresas. De su calidad dependerá en gran medida el éxito del negocio. Porque, efectivamente, existen liderazgos buenos y malos.
Lo que ha variado considerablemente con el paso de los años es el estilo con el que se ejerce el liderazgo. Las técnicas que hace décadas se consideraban exitosas y motivadoras hoy pueden llegar a sumir a una empresa en la paralización total.
Esto se debe, en gran medida, a la búsqueda de la sostenibilidad en la que participan hoy tanto la sociedad como las empresas. Ya no se trata de obtener un beneficio rápido en el corto plazo a cualquier precio: hay que poner las luces largas y actuar sin comprometer el futuro de negocio, trabajadores, clientes y entorno. En este contexto, ejercer un liderazgo adecuado es imprescindible para obtener el máximo rendimiento de la empresa durante el máximo tiempo posible.
Esta es la razón por la que empresarios de todo el mundo se ponen frente al espejo y se preguntan: ¿Cómo puedo llegar a ser un buen líder? Una cuestión en torno a la cual el Dr. Mario Alonso Puig, una de las voces más autorizadas que existen sobre desarrollo del potencial humano, ha hablado recientemente en CaixaBank Talks.