Si hay una letra de moda, esa es la R. Tanto es así, que es la clave sobre la que la Unión Europea ha decidido construir su futuro sistema económico. Ese nuevo paradigma se llama economía circular y se sustenta sobre pilares como la reutilización, la reparación o la renovación de productos y materias primas. También sobre el reciclaje, una de las piedras angulares sobre las que se comenzó a tejer el concepto de economía circular hace décadas y que tiene incluso su propio Día Internacional del Reciclaje.
Precisamente el reciclaje es un concepto que cobrará especial importancia tras la pandemia del coronavirus. Ante unas perspectivas económicas complicadas, los beneficios de esta práctica pueden contribuir de manera decisiva a construir la recuperación. Se trata de pasar de una economía lineal, en la que manda el usar y tirar, a otra en la que cada material cuenta.
Aunque al pensar en reciclaje lo hagamos en una botella de plástico dentro del contenedor amarillo o en cajas de cartón que se transforman en un paquete de folios, lo cierto es que sus ventajas van mucho más allá. Por eso, conviene tenerlas muy presentes la próxima vez que se nos pase por la cabeza la idea de ahorrarnos la molestia de separar los residuos de nuestra casa.