SOSTENIBILIDAD

Vacaciones sostenibles en seis pasos

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Vacaciones sostenibles en seis pasos
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CaixaBank

06 Agosto, 2021


Es un aspecto que no todo el mundo conoce, pero el turismo es un sector necesario para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), esta actividad representa el 10 % del PIB mundial. También, uno de cada diez empleos en el mundo está relacionado con este sector, para el que se prevé un crecimiento constante en los próximos años.

Por esta razón, el turismo puede resultar clave para cumplir con el ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico. Sin embargo, también puede impactar negativamente en el ODS 13, Acción por el clima, si ese avance no se enfoca de la manera adecuada.

De hecho, el último estudio de la OMT y el ITF preveía que las emisiones de CO2 correspondientes al turismo aumentarían al menos el 25 % para 2030. Un dato preocupante, sobre todo si tenemos en cuenta que las emisiones de CO2 del turismo que tienen que ver con el transporte ya representan el 22 % del total de las emisiones de este sector a nivel mundial.

En realidad, el impacto que supone el turismo no se limita a sus emisiones de gases de efecto invernadero y su influencia sobre el cambio climático. Su papel puede ser crucial también en otros ODS, como el 12 (Producción y consumo responsables), el 14 (Vida submarina) o el 15 (Vida de ecosistemas terrestres).

Que ese impacto sea positivo o negativo está directamente relacionado con la manera que tenemos de disfrutar de nuestras vacaciones. Por eso cada vez más se tiende a analizar el impacto que esos días de descanso dejarán en los ecosistemas.

Cómo cuidar el medioambiente en vacaciones

El primer paso para compatibilizar las vacaciones con el cuidado del medioambiente consiste en tomar conciencia del impacto que nuestras actividades pueden tener tanto en el entorno como en las comunidades locales que visitamos.

Ese impacto comienza en la elección del destino y comprende aspectos como el consumo de productos o recursos naturales que realizaremos en el lugar de descanso elegido. La máxima que deberemos seguir es cuidar la zona que visitamos como si fuera nuestra propia casa.

Ojo al transporte

Los desplazamientos por turismo pueden tener un importante papel en el cambio climático debido a sus emisiones contaminantes. Por eso, es muy importante tener en cuenta la huella de carbono de nuestros viajes.

Un viaje anual en avión a un destino lejano tal vez no sea la mejor estrategia para reducir esa huella de carbono. Sin embargo, tampoco lo es el uso del coche particular por sistema para hacer turismo interior. Utilizar el transporte público colectivo cuando sea posible y caminar o desplazarse en bicicleta para hacer excursiones o ir a la playa es uno de los pilares del turismo sostenible.

Respeto a las comunidades locales

Antes de visitar un lugar, es conveniente informarse sobre la cultura, política y economía de las comunidades. También hay que hacer lo mismo respecto a la flora y la fauna autóctonas. Esto nos permitirá respetar sus tradiciones y, de paso, limitar nuestro impacto ambiental.

En este sentido, el consumo que hagamos en nuestro destino será fundamental. Si optamos por productos locales, nos resultará más sencillo fomentar un desarrollo económico sostenible en el lugar. Sobre todo, si los productores respetan los valores y el patrimonio de la zona. No solo eso: al consumir productos de kilómetro cero contribuiremos a reducir la huella de carbono de nuestra visita.

Los residuos también cuentan en vacaciones

Las famosas R de la economía circular no pierden vigencia en vacaciones. Al contrario: tanto si visitamos destinos concurridos como una reserva de la biosfera, debemos tenerlas más presente que nunca para gestionar correctamente los residuos que generemos.
Reducir, reutilizar, reciclar e incluso recoger deben formar parte de nuestro vocabulario diario en vacaciones. Por eso es muy importante localizar los contenedores adecuados al llegar al destino y reducir al máximo la basura generada durante la estancia. También reutilizar las bolsas y evitar el uso de plásticos de un solo uso.

Existen incluso iniciativas a las que nos podemos sumar en el destino. Un ejemplo de ello es el programa R4 puesto en marcha por CaixaBank, cuyo objetivo consiste en la recogida y reciclaje de residuos en bosques, playas, ciudades y pueblos de España. En total, unas 1.000 personas participarán en este proyecto, que actuará en más de 200 zonas naturales de todo el país.

Usar solo los recursos imprescindibles

Ir a un hotel o un apartamento alquilado no significa vía libre para llenar la bañera o dejarse las luces encendidas. De hecho, conviene vigilar el uso de agua y electricidad como si estuviéramos en nuestro propio hogar. Se trata de no actuar como ‘depredadores de recursos’ en los lugares que visitamos, sino de ayudar a preservarlos.

Aprender de cada experiencia

Si se presta la suficiente atención al entorno, el cuidado del medioambiente durante las vacaciones puede tener efectos mucho más duraderos. Tal y como comentábamos al principio, la toma de conciencia medioambiental es el primer paso para unas vacaciones más respetuosas con él, pero también debe de ser el último.

El respeto por las formas de vida locales conlleva aprender a convivir con ellas de manera sostenible e informarse de sus necesidades reales. Es un aspecto muy positivo que puede volver con nosotros en la maleta, para crear hábitos que podemos trasladar a nuestro día a día. También a la hora de contar a otras personas nuestra experiencia en el destino que hemos visitado y contribuir a despertar su conciencia medioambiental.

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